06 septiembre 2009

Corleone quiere 'limpiar' su nombre

Fachada del Central Bar en Corleone con el cartel con una escena de la película El Padrino (Foto: Roberto R. Cataluña)


Ha inspirado novelas y películas míticas y en sus calles han crecido algunos de los líderes mafiosos más poderosos de la historia del crimen organizado. Sin embargo, los habitantes de este pueblo de 11.000 habitantes situado en el corazón de Sicilia están cansados de que su nombre se asocie siempre con la mafia y han lanzado varias iniciativas para que los turistas que la visitan acudan también atraídos por su naturaleza y su patrimonio artístico. Al fin y al cabo, Corleone es conocida como la 'Ciudad de las cien iglesias'.

Corleone adquirió fama internacional gracias a 'El Padrino', la novela de Mario Puzo que Francis Ford Coppola llevó al cine con enorme éxito. Don Vito Corleone estaba basado en un personaje real, Don Carlo Gambino, nacido en Palermo.

Sin embargo, los cinéfilos que se acerquen al pueblo buscando los escenarios de la célebre trilogía quedarán decepcionados ya que Coppola nunca rodó en el pueblo. Las escenas que se rodaron en Sicilia se grabaron en Palermo y Savoca, un pueblo cercano a Messina. Aunque sí hay una curiosidad que les llamará la atención: los abuelos de Al Pacino, uno de los protagonistas de la saga, -interpretó a Michael, hijo de Don Vito- nacieron en Corleone.

La única referencia a la película se encuentra en una de las plazas del pueblo. Un cartel con los protagonistas de 'El Padrino' da la bienvenida al Café Central, decorado con fotos y objetos del film. Los dueños del bar han sacado partido a la popularidad del pueblo comercializando su amaro (típico licor italiano) con el nombre de 'El Padrino', que se puede adquirir a 11 euros la botella. Otra empresa ha creado también el 'Amaro Don Corleone', disponible en otras tiendas de la localidad.

Pero, aparte de la ficción -aquí se encuentra el Castillo Soprano- , lo cierto es que Corleone ocupa un lugar destacado en la historia de la mafia gracias, sobre todo, a dos de sus vecinos: Salvatore 'Totò' Riina, que gobernó la banda de Los Corleoneses durante 20 años hasta su detención en 1993, y Bernardo Provenzano, que tomó su relevo como 'capo dei capi' (el jefe de todos los jefes') .

Tras 43 años en busca y captura, el líder de la 'Cosa Nostra' fue arrestado en 2006 en una granja cercana a Corleone. Otros jefes mafiosos que dejaron huella fueron Luciano Liggio, Leoluca Bagarella o Michele Navarra, que también nacieron aquí.

¿Un capítulo del pasado?

Los últimos alcaldes se han esforzado por intentar desvincular la imagen del pueblo de la mafia. En la web del Ayuntamiento de Corleone, el actual regidor, Nino Iannazzo, de 35 años, sostiene que se trata de un capítulo del pasado. En la página aparece una foto de Provenzano en el momento de su detención "para mostrar algo que ocurrió, que ya no existe y que no volverá a ocurrir", según el alcalde, que presenta una Corleone distinta: "Es distinta porque es libre, libre del peso de los jefes mafiosos arrestados, de los condicionantes del poder".

El alcalde subraya la labor de "muchos corleoneses honestos que trabajan y se esfuerzan. Corleone sigue progresando en este camino -lento pero ya imparable- de la legalidad y de la justicia para volver a ser la ciudad que fue en el pasado, una ciudad libre y valiente".

En efecto, en los últimos años se han confiscado terrenos a los jefes mafiosos de Corleone que están generando nuevos puestos de trabajo en el sector agrícola. Algo fundamental en una región azotada por el paro, especialmente entre los jóvenes, cuya única alternativa hasta hace poco era emigrar a otras zonas de Italia.

Un museo de la mafia

El anterior alcalde, Nicolò Nicolosi, que vivió la detención de Provenzano durante su mandato, sustituyó algunos de los nombres de las calles por el de víctimas de la mafia (la plaza principal está dedicada a los jueces Giovanni Falcone y Paolo Borsellino, asesinados en 1992 por la 'Cosa Nostra').

Nicolosi tomó el relevo en la lucha contra la mafia de Pippo Cipriani, el primero que intentó cambiar la mala fama de Corleone. En el año 2000 inauguró un Museo de la Mafia ( o centro de documentación internacional de la mafia y del movimiento antimafia). En él se muestran los esfuerzos para combatir a la 'Cosa Nostra' así como algunos de los crímenes más famosos a través de una exposición de fotografías de Letizia Battaglia, la fotógrafa siciliana que retrató con su cámara el horror de los 70 y los 80.

El centro dispone de documentos de gran interés, vídeos y prensa a disposición de investigadores y del público en general para estudiar la historia de la mafia.

La única copia que existe del macrojuicio llevado a cabo por los jueces Falcone y Borsellino -fueron procesados 474 mafiosos- se encuentra en una de las salas de este museo (los originales están en Palermo y dentro de poco serán digitalizados). Una foto de los dos jueces preside la sala, repleta de tomos que guardan las sentencias contra mafiosos como el Greco, Provenzano o Riina, que fue condenado por haber ordenado el asesinato de los dos magistrados.

Una joven recorre con su vespa las calles de Corleone y va dando folletos a los turistas que encuentra a su paso para asegurarse de que conocen este museo, ya que las indicaciones para llegar a él son escasas. Massimiliana Fontana y Marilena Comaianni son las encargadas de sacar adelante este centro que, según denuncian, ya no recibe financiación municipal por rencillas políticas.

"Queremos que Corleone deje de ser conocida como un pueblo de 'Coppole e lupare' (boinas y escopetas)", explica Marilena, que sostiene que la vida en Corleone en la actualidad tiene poco que ver con su fama: "Tengo 31 años y desde que yo nací la mafia ha matado 'sólo' a tres personas (uno de los hijos de Riina fue condenado por los tres crímenes, perpetrados en 1995). Realmente, es un lugar tranquilo", asegura.

La esposa de Riina, así como la mujer y los dos hijos de Provenzano siguen viviendo aquí. Sin embargo, según se dice en el pueblo, los vástagos de Provenzano no han seguido los pasos de su padre.

"La situación ha cambiado un poco. Hay mafia en Sicilia, obviamente en el sur de Italia, también en el norte y en Roma, por la política corrupta. Pero en Sicilia hay una mafia distinta, no de asesinatos o mensajes, es una mafia de negocios. En Corleone y en los pequeños pueblos no se paga el 'pizzo' (la tasa que los comerciantes entregan a la mafia) pero no porque seamos héroes sino porque nadie lo pide. La mafia prefiere las grandes ciudades porque los negocios que dan dinero están allí. Corleone es famosa porque nacieron aquí pero ellos se fueron a operar a las grandes ciudades, sobre todo a Palermo", explica Marilena.

"A pesar de que lo que mucha gente piensa, aquí vivimos muy tranquilos", afirma una empleada de la Oficina de Turismo mientras traza en un mapa una ruta por los lugares más destacados.

Y realmente Corleone parece un lugar tranquilo. Sin embargo, aunque la detención de Provenzano supuso un duro golpe a la 'Cosa Nostra', lo cierto es que los jefes mafiosos siempre han sido sustituidos. Y es que, a pesar de los esperanzadores cambios, si por algo se caracteriza la mafia es por ser un sistema con profundas raíces en la sociedad. A los corleones les toca decidir de qué parte están.


Teresa Guerrero
Corleone (Sicilia)
Diario El Mundo
6 de septiembre de 2009




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4 comentarios:

Bruja Blanca dijo...

A mí es que me encanta...

...que no limpien mucho su imagen, que tengo que ir yo a hacerme una foto por ahí, que vamos, lagrimones se me van a caer...

MacVamp dijo...

Hahahaha, no serías la única, querida Brujita ;-) Que yo hace siglos que quiero ir a Sicilia y por supuesto a Corleone, jejeje.

Bruja Blanca dijo...

Amo a Michael Corleone.

Así mismo lo digo. Ains.

MacVamp dijo...

Es que el Pacino en ese entonces estaba de rechupete ;-) Con esos ojazos y lo bien que interpretó al Benjamín de los Corleone... ainss, hahaha.