25 junio 2012

Aquellos hombres duros



No siempre estoy de acuerdo con las decisiones colectivas de la Real Academia Española. Mi agradecimiento por pertenecer a esa institución no incluye la lealtad ciega. Contra ciertos aspectos de la última Ortografía, por ejemplo, milito en abierta disidencia, como Javier Marías. Sin embargo, otras cosas me calientan el orgullo. En lo que va de año llevo dos alegrías. Una, el informe con que Ignacio Bosque demolió algunas disparatadas guías de lenguaje no sexista, poniendo en su sitio a ciertos analfabetos, oportunistas y cantamañanas. La otra alegría es la aparición, en la Biblioteca Clásica de la RAE, que dirige el profesor Rico, de uno de los libros más importantes escritos en lengua española; y quizá, junto a la Crónica de Muntaner -los almogávares en Bizancio- el más apasionante de todos: Historia verdadera de la conquista de la Nueva España, de Bernal Díaz del Castillo.

Si les gusta la Historia, si aman los buenos relatos de guerra y aventuras, si quieren asistir a una de las más grandes y terribles hazañas de la Historia, si desean conocer de primera mano el sangriento prodigio que fue la conquista de México por una pequeña tropa de españoles ambiciosos, valientes, crueles y duros como la ingrata tierra que los parió, vayan a una librería y cojan uno de esos volúmenes azules con el emblema de la RAE -éste, el más grueso de todos, cuesta lo que tres entradas de cine-. Luego ábranlo al azar y lean algo. Con suerte darán en el capítulo 86, donde los conquistadores empiezan a abrirse camino desde Cholula; o en el 129, donde comienza el asedio de Tenochtitlán. O en el capítulo anterior, el 128, donde se cuenta cómo en plena noche, bajo la lluvia, los españoles intentan romper el cerco y escapar de la ciudad, peleando con los valerosos aztecas que les caen encima por millares y arrastran a los prisioneros a los templos para sacrificarlos, y cómo el plan original se va al diablo en el caos del combate -«si había algún concierto, maldito aquel»-; y mientras todos pelean en la estrecha calzada, matando y muriendo, Cortés, que va a caballo con el tesoro y las mujeres, escapa y sigue adelante; pero requerido por sus hombres vuelve atrás a socorrer a los rezagados, y ya sólo encuentra a Alvarado, que corre en la oscuridad seguido por cuatro españoles y ocho fieles tlaxcaltecas empapados de lluvia y de sangre; y viendo que tras ellos no vienen más, que de la retaguardia sólo quedan ésos, «se le saltaron las lágrimas de los ojos». 

Bernal Díaz del Castillo no era un historiador ni un literato. Era un soldado profesional que había leído libros y tenía el talento, el don magnífico, de juntar palabras con una naturalidad, una limpieza y una honradez envidiables. Escribió sus recuerdos de la conquista de México -«lo que yo vi y me hallé en ello peleando»- muchos años después, viejo y cansado, tras ver cómo los advenedizos, funcionarios y parásitos llegados de España se enriquecían en la tierra que él conquistó y en la que quedó mal pagado y casi pobre. Escribió con asombrosa fidelidad y atención al detalle, sin trompetazos ni alardes, con una sencillez pasmosa; humilde siempre, excepto para revindicar el orgullo legítimo de haber estado allí. De sus sufrimientos y peligros. Harto de versiones de segunda mano y manipulaciones de los hechos que él vivió en carne herida -ciento cuarenta combates durante su larga vida de soldado-, el anciano veterano de Cortés, superviviente de una de las más asombrosas gestas que vieron los siglos, quiso poner las cosas en su sitio. Hacer honor a la memoria de sus compañeros muertos y a la suya propia, porque «soy viejo de más de ochenta y cuatro años y he perdido la vista y el oír, y por mi ventura no tengo otra riqueza que dejar a mis hijos y descendientes, salvo esta mi verdadera y notable relación».

El libro de Bernal Díaz del Castillo es tan fascinante y extraordinario que resulta imprescindible en la memoria y la certeza histórica de cualquier español de honrada casta. Pero no sólo eso. La Historia verdadera cuenta también de modo asombroso el final de un mundo y el terrible crujido que hizo nacer otro nuevo. El retrato minucioso de aquellos hombres increíbles que se abrieron paso por una tierra desconocida y hostil, haciéndola propia a arcabuzazos y cuchilladas, no es sólo una historia española, sino también, y sobre todo, una historia mexicana. Cuando el autor cuenta que tras la toma de Tenochtitlán se hizo el recuento de las mujeres indias que iban con los conquistadores, añade que «algunas de ellas estaban ya preñadas»: para mal y para bien, los primeros nuevos mexicanos estaban a punto de nacer. Por eso Bernal Díaz del Castillo y sus camaradas son hoy más de allí que de aquí. Por la sangre vertida. Por la sangre mezclada. 


Arturo Pérez-Reverte
XL Semanal
24 de junio de 2012



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La conquista de Tenochtitlán es un tema que apasiona mucho a Don Arturo ;-) Si pinchan aquí podrán leer el relato de catorce páginas titulado Ojos azules escrito por Pérez-Reverte sobre un momento específico de la llamada Noche Triste, la única batalla que ganaron los mexicas.
 
 
 
 
 
 
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23 junio 2012

Noche de San Juan

 


"Litha" - Lisa Thiel

I am the fire that burns within your soul
I am the Holy light that fills and makes you whole
I am the Flame within, that never dies
I am the sun that will ever arise

Power of the Sun we honor you this night
We leap across the fire to keep our spirits bright
Power of the Sun, fire in the night
We leave behind, that which blinds, to restore our sight

I am the fire that clears away the old
I am the holy light that guides you to your soul
I am the Flame Of Love for which you yearn
I am the sun that will always return

Power of the Sun we honor you this night
We leap across the fire to keep our spirits bright
Power of the Sun, fire in the night
We leave behind, that which blinds, to restore our sight

I am the fire that burns within your soul
I am the Holy light that fills and makes you whole
I am the Flame within, that never dies
I am the sun that will ever arise

Power of the Sun we honor you this night
We leap across the fire to keep our spirits bright
Power of the Sun, fire in the night
We leave behind, that which blinds, to restore our sight

I am the fire that clears away the old
I am the holy light that guides you to your soul
I am the Flame Of Love for which you yearn
I am the sun that will always return

Power of the Sun we honor you this night
We leap across the fire to keep our spirits bright
Power of the Sun, fire in the night
We leave behind, that which blinds, to restore our sight
Del álbum "Circle of Seasons"

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Noche de San Juan. Y el mundo de las hadas se manifiesta a través del sueño de una noche de verano. Celebremos la plenitud del año danzando alrededor de las hogueras. Alejemos los malos espíritus que siempre nos acechan y atraigamos la buena fortuna :)





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21 junio 2012

Our house




Pues eso, que dentro de nada este será nuestro soundtrack :)

La Gothic-Biker Family inicia un nuevo ciclo, un cambio más de los muchos que llevabamos desde 2010. Y este año, ha sido bastante difícil de digerir y de sobrellevar. Menos más que se ve la luz al final del túnel y que todo parece que va cogiendo su ritmo :)

Mudanzas, una vez más. Aunque en esta ocasión no habrá que cruzar el charco ;-)  Y aunque mucho me gustaría una mansión al más puro estilo Addams o Munsters (adoraba ese reloj de cuco con su cuervo cantarín, hahahaha) me conformo con un piso, me conformo con que tengamos nuestro propio espacio.


La mansión de los Addams ;-)


Los Munsters delante de su mansión ;-)








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16 junio 2012

Dream On




"Dream on" - Aerosmith with Orchestra (MTV 10th Anniversary)


Every time I look in the mirror
All these lines on my face getting clearer
The past is gone
It went by, like dusk to dawn
Isn't that the way
Everybody's got their dues in life to pay

Yeah, I know nobody knows

where it comes and where it goes
I know it's everybody's sin
You got to lose to know how to win

Half my life's

in books' written pages
Lived and learned from fools and
from sages
You know it's true
All the things come back to you

Sing with me, sing for the year

Sing for the laughter, sing for the tear
Sing with me just for today
Maybe tomorrow, the good lord will take you away

Yeah, sing with me, sing for the year

sing for the laughter, sing for the tear
sing with me, just for today
Maybe tomorrow, the good Lord will take you away

Dream On Dream On Dream On

Dream until your dream comes true
Dream On Dream On Dream On
Dream until your dream comes through
Dream On Dream On Dream On
Dream On Dream On
Dream On Dream On, AHHHHHHH

Sing with me, sing for the year

sing for the laughter, sing for the tear
sing with me just for today
Maybe tomorrow, the good Lord will take you away
Sing with me, sing for the year
sing for the laughter, sing for the tear
Sing with me just for today
Maybe tomorrow, the good Lord will take you away...


Del álbum Aerosmith (1973)


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Nunca dejes de soñar que la vida es apenas un suspiro.

Nunca dejes de soñar y vive intensamente. No te creas el cuento de la inmortalidad ni de la vida después de la muerte. Vive el hoy, el presente. Dile a los que amas cuánto los amas ahora mismo, dentro de tres horas y antes de marcharte a dormir. Porque no sabes cuándo vendrán a cobrarte las cuentas viejas que todos hemos ido creando a lo largo de nuestra vida.

Nunca dejes de soñar y de creer que tus sueños se pueden volver realidad.

Nunca dejes de soñar porque cuando lo hagas, es que ya tu corazón no palpita más.

Este es uno de los temas que más me inspiran. De los que echo mano cuando necesito animarme si desfallezco en el camino. 






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14 junio 2012

La cocina de 'Juego de Tronos'



Me apostaría cien dragones de oro a que George R. R. Martin es un fanático de la comida. No lo digo porque el autor de Juego de tronos esté bastante gordezuelo, sino por las lujuriosas descripciones de los banquetes en su serie de novelas. Martin no pierde ocasión de darnos hambre en cada capítulo. En cuanto los personajes se juntan para zampar, cosa bastante frecuente, desfilan por nuestras mentes uros asados con puerros, empanadas de venado con zanahoria, panceta y setas, chuletas de cordero en salsa de clavo y miel, cisnes de crema y unicornios de azúcar.

Por eso parece algo natural que la obra, cuya fantástica versión televisiva regresa en abril, acabe teniendo su propio libro de cocina con el que los fanses podamos montarnos versiones caseras de los festines de Invernalia o Desembarco del Rey. El recetario, que se publicará en Estados Unidos el 29 de mayo, está firmado por Chelsea Monroe-Cassel y Sariann Lehrer, dos bostonianas que hace menos de un año tuvieron la genial idea de crear un blog culinario basado en las novelas.

The Inn At The Crossroads (La posada en la encrucijada) nació después de que estas dos cocineras aficionadas -Chelsea trabajaba en un museo, y Sariann, en un banco- organizaran en su casa una cena temática de Juego de Tronos. El subtítulo de la bitácora parafrasea uno de los lemas de la serie: "En el Juego de la Comida, o ganas o limpias los platos". Aunque las autoras hacen gala de un sano sentido del humor, poca broma hay en sus recetas, cuya solidez aleja el blog de la mera gracieta friqui.

Las técnicas culinarias de las entradas provienen en muchas ocasiones de la Edad Media, la época real más fácilmente trasladable al universo fantástico de la serie. Acompañados por la cita concreta del libro en la que aparecen, platos como la sopa de castañas de Cersei con pato ahumado y lentejas, el cordero de Dorne con hojas de parra rellenas, olivas y vino dulce o la tarta de fresa están muy bien formulados y ejecutados, resultando tan atractivos como los personajes que los toman en la ficción.





 Desayuno de Invernalia y pasteles de limón/ THE INN AT THE CROSSROADS


"Es una gran ocasión de exporar los tipos de comida que existieron en nuestra propia historia, y usar esa información para imaginar cómo podrían ser las comidas en Poniente", explica Chelsea por e-mail desde Boston. "Es fascinante ver cómo la cocina ha evolucionado en el tiempo. Ademas, poder comer lo que los personajes comen hace su mundo más accesible: tomar pasteles de limón [dulce favorito de Sansa] te ayuda a entender mejor su personalidad: ligera, dulce, pero con una profundidad y una riqueza que toma un tiempo apreciar. Comer los contundentes estofados de la Guardia de la Noche intensifica la relación del lector con Jon Nieve, Sam Tarly y los demás".

Para Sariann, la comida es un instrumento literario en las novelas: ambienta las escenas y ayuda al desarrollo de los personajes y la trama. "Usando una parte tan simple y básica en la vida ordinaria de la gente, crea una realidad alternativa pero accesible a los lectores. Los platos más frecuentes son históricos y tradicionales, y a la vez nos suenan remotos, lo que ayuda a recrear el escenario pseudo-medieval".

Yo añadiría que las escenas de comida contribuyen a mantener la alta temperatura sensorial de la historia, de una manera similar a las de sexo. No en vano han sido consideradas como puro food porn. Son un vehículo más para que respiremos ese mundo brutal, lascivo y muchas veces despiadado, en el que aparte del honor, sólo importan el placer, el poder y la supervivencia.

El objetivo de las autoras es hacer todos y cada uno de los manjares que aparecen en Juego de Tronos. Según ellas, en los cuatro primeros tomos hay unos 160, bebidas incluidas. Pero más que la cantidad, su principal problema son algunos ingredientes que no se venden precisamente en el supermercado de debajo de casa, como la ardilla o las serpientes. Por no hablar de especies extinguidas, como el uro. "Esperamos poder hacer algunos platos raros si encontramos los ingredientes. Para otros, inventaremos un modo de falsearlos", explica Chelsea.

"Antes de este proyecto, no nos dábamos cuenta de lo difícil que es conseguir algunos alimentos aquí que son bastante populares en otras partes del mundo", añade Sariann. "Yo me embarqué en una búsqueda titánica de anguila y lamprea desde el principio. ¡He prometido que haré el pastel de lamprea!". Hay platos que, por repugnancia o porque serían ilegales en Estados Unidos, se quedarán en el mundo de la fantasía: salchichas de perro, aceitunas rellenas de gusanos, garza con higos...

El propio George R. R. Martin ya les advirtió desde su blog que evitaran algunas delicias: "Les he dicho que se salten la gaviota cuando lleguen a ella. De la rata-en-un-palo también merece la pena pasar", escribió. Aun así, le pareció fantástica la idea y pidió a sus fans que animaran a las blogueras. "Tienen un montón de comida por hacer. Sólo en el banquete de boda de Joffrey salen 77 platos".

Chelsea y Sariann conocieron en persona al escritor en una firma de libros. "Le llevamos una cesta de comida y fue muy amable con nosotras. También ha escrito el prólogo para el libro de cocina", cuenta Chelsea. ¿Y es tan gourmet como se imagina uno leyendo sus libros? "Se considera más un comedor que un cocinero", responde Sariann. "El mismo admite que no sirve de mucho en la cocina".


Blog El Comidista
Mikel López Iturriaga
El País
7 de marzo de 2012

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No soy muy aficionada  a la cocina :P Y tampoco me precio de ser una sibarita que goza degustando exquisitos platillos, manjares, dulces varios y excelsos vinos. Pero sí que es de llamar la atención como una lectura puede verse tan bien sazonada (nuna mejor dicho) con semejantes comilonas y banquetes ;-)

Y sin ser un as en cuestiones culinarias ni mucho menos de repostería, leyendo este blog, dan ganas de probar suerte intentanto reproducir las recetas basadas en Juego de Tronos.




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12 junio 2012

Intro Los Simpsons a la Juego de Tronos




Sin conocer casi nada, sin haber leído la saga de George R. R. Martin, un buen día me enteré que se estrenaba una serie de tv que prometía y mucho ;-) 

Ayer he terminado de ver la segunda temporada y me ha sabido a poco :P Ahora sólo me queda empezar a devorar los libros que en muy mala hora he descargado, hahahaha. 

A lo largo de estos dos años, los homenajes a la adaptación a tele de Canción de Hielo y Fuego, han sido muchos. Pero el de los Simpsons, estrenado a principios de marzo pasado,  es genial ;-)

Larga vida a George R. R. Martin!!!!!







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04 junio 2012

El nacimiento del Sol y la Luna

El dios Nanahuatzin


Los antiguos mexicas creían que alguna vez la Luna había brillado tanto como el Sol, pero que luego fue castigada. Ésta es la historia que contaban los viejos sobre el nacimiento del Sol y la Luna.

    Antes de que hubiese día en el mundo, cuando aún era de noche, se juntaron todos los dioses en Teotihuacán, su ciudad, y se sentaron formando un círculo. 

    -¿Quién se encargar de alumbrar el mundo? -preguntaron. 

    Entonces Tecuciztécatl, que era muy rico y muy bien vestido, se puso de pie. 

    -Yo tomo el cargo de alumbrar el mundo -dijo. 

    -¿Quién será el otro? -preguntaron los dioses. 

    Pero nadie respondió, nadie quería tomar la carga. Uno a uno fueron bajando la cabeza hasta que sólo quedó el último, un dios pobre y feo, lleno de bubas y llagas, que se llamaba Nanahuatzin. 

    -Alumbra tú, bubosito -le dijeron. 

    -Así será -respondió Nanahuatzin mientras bajaba la cabeza-. Acepto sus órdenes como un gran honor. 

    Antes de poder convertirse en soles para alumbrar el mundo, los dos dioses tenían que hacer regalos y ofrendas. Para ello les construyeron dos gigantescos templos en forma de pirámide que aún ahora se pueden ver en Teotihuacán. Cada uno se sentó arriba de su pirámide y estuvo ahí cuatro días, sin comer ni dormir. Tecuciztécatl ofrendó plumas hermosas de color azul y rojo, pelotas de oro y espinas rojas de coral de mar. Nanahuatzin no pudo regalar nada tan hermoso: en vez de plumas ofreció yerbas atadas entre sí, ofrendó pelotas de heno en lugar de pelotas de oro y regaló espinas de maguey pintadas de rojo con su propia sangre. Mientras los dos dioses hacían penitencia, los otros prendieron una inmensa fogata en , la cumbre de otro templo. 

    Cuando terminó su penitencia, Nanahuatzin y Tecuciztécatl arrojaron al aire las cosas que habían ofrendado y bajaron de sus templos. Poco antes de la medianoche los otros dioses los vistieron para que se arrojaran al fuego. Tecuciztécatl se puso prendas de fina tela y un tocado de plumas; Nanahuatzin iba vestido con un maxtlatl (taparrabos) y un tocado de papel. Era el momento esperado. Todos los dioses se sentaron alrededor de la inmensa fogata y Nanahuatzin y Tecuciztécatl se acercaron cada uno por su lado. 

    -Tecuciztécatl, brinca tú primero -ordenaron los dioses. 

    Tecuciztécatl se aproximó al fuego con paso firme, pero se detuvo cuando vio las inmensas llamas y sintió el calor abrasador. Otra vez volvió a intentarlo, pero tampoco pudo arrojarse a la fogata. Los dioses lo contemplaron en silencio hasta que hizo su cuarto intento. Entonces lo detuvieron. 

    -Ningún dios puede hacer más de cuatro intentos. Has perdido. ¡Qué venga Nanahuatzin! 

    El buboso caminó rápidamente y se arrojó al fuego sin detenerse un instante. Entonces el fuego comenzó a sonar y rechinar. En cuanto lo vio entrar a las llamas, Tecuciztécatl sintió tanta envidia que corrió tras él y se arrojó a su lado. Detrás de ellos entraron un águila y un tigre. Desde entonces esos animales tienen manchas negras en las plumas y en la piel. 

    Después de que Nanahuatzin y Tecuciztécatl se quemaron en el fuego, los dioses se sentaron a esperar que saliera el Sol. Cuando el cielo se iluminó de color rojo, como se ilumina al alba, los dioses se pusieron de rodillas para saludar al nuevo astro. No sabían bien por cuál rumbo había de aparecer. Unos decían que por el Norte, otros por el Sur. Sólo el dios Ehécatl, el Señor del Viento, supo que el Sol debía aparecer por el Este y se arrodilló en esa dirección. 

    Cuando salió el Sol, que era Nanahuatzin, se veía muy colorado, parecía que se contoneaba de una parte a la otra. Brillaba tanto que nadie lo podía mirar directamente. Pero poco después apareció la Luna, que era Tecuciztécatl, que brillaba tanto como él y tenía el mismo resplandor rojo.

    Cuando los dioses vieron a los astros juntos dijeron: 

    -¡Oh dioses! ¿Cómo es esto? ¿Será bien que vayan ambos a la par? ¿Será bien que igualmente alumbren? 

    Entonces unode ellos corrió hacia la Luna y le arrojó un conejo. El conejo cayó en la cara de la Luna y apagó su brillo. Por eso la Luna ahora es menos brillante que el Sol y tiene un conejo marcado con todo y sus orejas en el centro de su rostro. 

    Los dioses quedaron tranquilos, pues el único Sol debía ser Nanahuatzin, que se había arrojado primero fuego. Pero ni el Sol ni la Luna se movían, los dos se habían quedado quietos en el Oriente, arriba del horizonte. 

    -¿Cómo podemos vivir? -se preguntaron los dioses. El Sol no se mueve y la Luna tampoco. 

    Entonces habló uno de ellos: 

    -Debemos morir todos, para hacer que el Sol pueda renacer. 

    En ese momento se levantó un viento horrible que mató a todos los dioses. Sólo el dios Xólotl se negó a morir y para escapar al viento se convirtió en mata de maíz pequeña y después en un maguey pequeño y en un pez que tiene pies y que vive en las lagunas, llamado ajolote. 

    Dicen los antiguos que ni siquiera con la muerte de los dioses se movió el Sol. Fue Ehécatl, el viento, quien hizo moverse, pues fue hasta donde estaba y lo empujó para que anduviese su camino. 

    Detrás del Sol comenzó a andar la Luna. Por eso no se mueven juntos, sino que se mueven en distintas direcciones.



Tomado del libro Hijos de la Primavera: vida y palabras de los indios de América
FCE, 1994


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Hoy he recordado que esta fue una de las leyendas que más me gusta de la mitología mexica o nahuatl :) Recuerdo haberla leído cuando estaba en tercero o cuarto de primaria gracias a uno de mis libros de texto. Y durante mucho tiempo, busqué al conejo en la cara de la luna ;-)







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