26 julio 2007

Agggh, detesto dormir tanto


No sé por qué, pero para mí, dormir más allá de cinco o seis horas, es desperdiciar el tiempo. Recuerdo que algunos años atrás, podía llegar a las seis de la mañana a casa, luego de una fiesta o de salir con amigos, y con cuatro horas de sueño quedar como nueva. Inclusive, cuando estuve embarazada, no solía ser una marmota pero tampoco necesitaba echarme una siesta por la tarde. Podía estar todo el día perfectamente bien. Sin embargo, no sé si sea sueño atrasado o que ser madre de tiempo completo me agota física y mentalmente, pero estoy durmiendo demasiado y cuando digo demasiado es que de verdad lo es. No se imaginan cuánto odio mirar el reloj y ver que son las diez de la mañana, grrr... algo en mí se enfurece y me grita a voz de cuello que ya hemos perdido al menos dos horas. Pero, me imagino que como cualquiera de ustedes se preguntarán: ¿Qué me he perdido?, pues no lo sé... Sin embargo nada me quita esa sensación.
Nunca he tenido eso que llaman "mal despertar" o aquello de que "la gente no es gente hasta después de tomarse un café". Siempre comento que tuve la enorme gracia de contar con una madre que nos despertaba de buen modo a mi padre y a mí y que, sobre todo en mi caso, me enseñó que nunca hay que levantarse como impulsado por un resorte, sino poco a poco, percatándonos que estamos despiertos y dispuestos a iniciar un día más. Mi madre tenía algo así como un despertador integrado, hahahaha, jamás le gustó llegar tarde a ningún sitio y en cuanto al horario de la escuela, tenía todo fríamente calculado, a pesar de que la primaria donde estudié los seis años completitos quedaba a una calle de distancia de mi casa.
Yo solía tener el sueño ligero, aunque no tanto para que los constantes ires y venires de los aviones pudiesen despertarme (durante 31 años viví a 20 minutos del aeropuerto de la Ciudad de México). Sin embargo, no tuve que esperar a que mi madre me despertara cuando el temblor del '79 y el terremoto del '85 (en aquel entonces yo estaba en 2º de secundaria pero iba al turno vespertino) sacudieron al DF. Creo que será difícil que olvide esas sensaciones tan peculiares que resultan casi imposibles de describir. Total, que yo nunca fui una marmota ni me costó trabajo madrugar o inclusive sólo dormir un par de horas (lo cual me benefició cuando trabajé en tele y en la última revista donde teníamos que velar para hacer correcciones de estilo y demás chucherías). Siempre presumí de mi calidad de sueño y no comprendía cómo era posible que hubiese personas que no dormían ocho horas sino hasta doce!!!!
Esta madrugada, uno de esos clásicos dolores de cabeza que me atacan sin previo aviso y que por lo regular me despiertan en mitad de la noche, logró que, primero: diera varias vueltas en la cama buscando una posición donde pudiera volver a dormir (a veces la misma almohada casi plana que tengo, me provoca la sensación de molestia cuando duermo de lado); después, no me quedó más remedio que levantarme, tomarme las pastillas de costumbre, hacer otra vez la tonta en la cama y finalmente, venir delante de la laptop y ponerme a mirar y revisar algunas cosas, confiando en que pronto se me pasaría el dolor de cabeza y con ello, volvería el sueño. Oh, ingenuidad, hahahaha, tuve que tomarme dosis doble de pastillas y quedarme hasta las siete de la mañana en pie, para combatir por completo el dolor y esa especie de insomnio que en cierta medida quisiera padecer un par de días a la semana. A ver si las musas tan rejegas con aquello de que no salen de su escondite de día y son plenas aves nocturnas, vuelven al redil de mi pluma y me inspiran mucho más que antaño. Que yo antes escribía de noche, envuelta en el pequeño silencio de la oscuridad y acompañada muchas veces de ciertos temas musicales que se convertían en algo así como el soundtrack o el score de los relatos que escribía.
Lo cierto es (o al menos eso le imploro a los dioses, já) que las musas sean generosas, cambien el horario y me bendigan por las mañanas que desde septiembre tendré sólo para mí, pues el Happy Demon entrará a la guardería y al menos cuatro horas podré aprovechar y mejor aún, podré levantarme desde las ocho de la mañana :)
Genial, ¿no?

18 julio 2007

Sweet dreams... are made of this

Creo que voy a colgar en mi cabecera un "atrapasueños" (dreamcatcher) porque últimamente mi cerebro está lejos de descansar cuando duermo. Hace semanas que todas las noches, sin falta, tengo sueños muy intensos. Y no lo digo por las situaciones, sino por la manera en como los recuerdo nada más despertarme o inclusive, cuando casi logran que despierte en mitad de la madrugada. No son pesadillas, es más, creo que nunca he tenido ni una digna de mención, hahaha. Estoy soñando con gente que ha tenido un lugar específico en mi vida o en mis otras vidas (no familiares, por cierto) y es que aún tengo esa sensación de la que ya hablé la semana pasada. Lo curioso es que no sueño recuerdos, por así llamarlos, sino que todas son situaciones, sensaciones, visiones nuevas. Y por cierto, no sé si a muchos les pasa, pero yo sueño a colores :p y lo repito: con una intensidad que no deja de sorprenderme.

He comentado esta situación con un par de personas pero no han sabido captarlo o es que yo no me he explicado: uno me ha dicho que eso de soñar con ciertos hombres que han estado en mi vida es que le pongo subliminalmente los cuernos a mi marido, hahahaha, y nada más lejos de la realidad, porque yo no sueño situaciones sexuales; la otra tiene la creencia de que se trata de una forma de reabastecerme de creatividad ahora que tengo una especie de euforia creativa que empieza a entusiasmarme. Y yo estoy segura que no es ni una ni otra. Sin embargo no soy capaz de calificar toda esa ristra de sueños que he estado a punto de incluir en una libreta que siempre tengo en mi mesita de noche donde apunto ideas, bocetos y algunas cosas para futuros relatos. A ver si de ese modo puedo hallar alguna respuesta "lógica".

Un dreamcatcher, según la creencia de la tribu Ojibwe que se asentaba en la zona de los Grandes Lagos en Estados Unidos, es un filtro de sueños, una especie de telaraña que se ponía en las cunas de los niños para atrapar y retener todo lo malvado. Se hacía con un aro de madera de sauce de aproximadamente 10 cm., la orilla y lo que vendría a ser la telaraña se hacían con cordón rojo que significaba las raíces de sangre y en el extremo inferior se le colgaban plumas. Según una leyenda de la nación Ojibwe, todos los Clanes estaban situados en un sitio conocido como Isla de la Tortuga. Es así como los contadores de historias dicen cómo es que Asibikaashi (Mujer-Araña) ayudó a Wanabozhoo (El Sol) a regresar a su gente. Asibikaashi cuida de sus niños y sigue haciéndolo hasta la fecha. Cuando la Nación Ojibwe se dispersó por las cuatro esquinas de Estados Unidos para buscar la profecía, Asibikaashi tuvo problemas para viajar en todas las cunas de los pequeños, así que las madres, las hermanas y las Nokomis (abuelas) tomaron la práctica de tejer las mágicas redes para sus recién nacidos, usando aros de sauce y adornarlos con cordón o con plantas. La forma circular representa el viaje que el Sol realiza todos los días por el cielo. El Dreamcatcher alejará los malos bawedjigewin (sueños) y acogerá sólo los buenos pensamientos que entren en nuestras mentes cuando sólo somos unas criaturitas. Casi siempre podremos ver un pequeño agujero justo en el centro de cada dreamcatcher que es por donde sólo los buenos sueños pueden entrar. Con los primeros rayos del amanecer, los malos sueños desaparecen.

La cuestión de las plumas es algo tradicional pero originalmente sólo era una que colgaba del centro y significaba el aliento o el aire. Lo esencial para vivir. Un bebé que mira desde su cuna cómo el aire juega con la pluma lo podrá entretener pero también le dará una buena lección de la importancia del aire bueno. Esto viene a formar parte más adelante de la manera en que una pluma de lechuza le brinda sabiduría (para las mujeres) y una pluma de águila brindará coraje (para los hombres). Esto no quiere decir que que cada una esté restringida sólo al sexo al que van dirigidas, pero el uso de cada pluma dará las propiedades que él/ella invoquen (los indios nativoamericanos, por regla general, son muy específicos sobre los roles y la identidad). El posterior uso de las gemas de colores (cuentas, abalorios), que se incluyen sobre todo en los dreamcatcher para venta al público, no tienen mucho qué ver con lo que hacían los ancestros. Pero el Gobierno prohibió la venta de las plumas de las águilas, así que se usaron las gemas para representar las cuatro puntos cardinales. Los dreamcatchers para los adultos, no llevan plumas.

Habrá gente que no entienda mi respeto y mi pasión por todas las tradiciones e historias de la mayoría de las tribus de indios nativoamericanos, más aún porque en México también tenemos una amplia herencia desde los tarahumaras hasta los aztecas, mayas, toltecas, etc., pero... no sé, en cierta medida, siempre me he sentido más identificada e inspirada con los nativoamericanos.

13 julio 2007

Demasiado


Tengo la impresión de que en una sola vida he vivido dos, o tres... o más.
Apenas me reconozco cuando me miro en el espejo que me devuelve los reflejos de hace cinco o diez años. Sí, soy yo, pero es como si estuviera recubierta con otra piel y mil sensaciones diferentes a las de hoy.
Creo que he vivido más de una vida.

10 julio 2007

El bodorrio del año

Cuando me preguntan qué he hecho para sobrevivir a un cambio de vida tan radical y no morir en el intento, jejeje, por lo regular respondo que me ha ayudado mucho el apoyo de mi marido y de la gente que me rodea, donde, afortunadamente, cuento con muy buenos amigos. Hace ya un mes que mi querida amiga Amparo (Alison) se matrimonió, hahaha, si es que podemos verbalizar la unión civil, hahahaha pero he contado con poco tiempo para comentar cuánto me gusto la ceremonia y el banquete, todo llevado a cabo en Xátiva.

Caray, fue impresionante el Castillo desde que subimos montados en un trenecito (trenet) que se alquila para este tipo de ocasiones y la espectación que causó Amparo que rompiendo con lo establecido, hahahaha, lució un vestido tipo victoriano con encaje negro y raso color granate. Thom, el novio, con los clásicos nervios pero eso sí con una sonrisa de oreja a oreja. Las familias y los amigos estábamos también sonrientes y emocionados. La ceremonia, que incluyó traductora por supuesto (el novio es alemán), fue emotiva y cercana sin necesidad de toda la parafernalia religiosa que muchas veces aburre sin llegar ni una pizca al corazón. Y tuvo como marco un precioso atardecer y una temperatura aunque alta, soportable, jejeje.

Amparo y Thom en el Castillo de Xátiva

El banquete fue uno de los mejores que yo recuerdo tanto en ambiente como en menú, madre mía, que casi salimos rodando de ahí, hahahaha y por favor, que alguien me dé la receta del sorbete de moraaaa, que me he vuelto adicta a él, hahahahaha. Compartimos mesa Mendi, Estela, Román, mi señor marido, nuestro Happy Demon y yo, pasándolo genial. Inclusive a Happy Demon le sirvieron un menú infantil que incluía una rodaja enoorme de pescado emperador con papas a la francesa y claro, su propia silla y de adulto, ojito, que él ya no es ningún bebé y ya ni siquiera en casa se sienta en la silla alta, jejeje. Aunque, en cierto modo es un problema, porque no para quieto ni para comer :p

Amparo y Thom a su llegada al salón de banquetes

Aquí en España, tal vez por cuestiones de costumbre o por aquello de que aquí son muy perros con los derechos de autor y demás, no se acostumbran las orquestas para amenizar las bodas. Yo ya he ido a varias y me queda un raro sabor de boca eso de que de pronto veas aparecer a un tipo con un teclado y bien, canta los "éxitos de ayer y hoy" al más puro estilo karaoke (lleva programadas las pistas) o hace sus versiones :S En el mejor de los casos, como nos ocurrió en una boda, el hombre es capaz de poner cd's (sin imponer todo el tiempo melodías pop) y se pasa los derechos de autor por el arco del triunfo. En la boda de Amparo se cuidó mucho este tipo de detalles, jejeje, tanto que en un principio, sus hermanos tocaron en directo versiones de algunos éxitos de los '80, algunos representativos del rock español y otros de su propia cosecha, como aquel que nos dedicaron a los que acompañamos en esa fecha tan especial a nuestra querida Amparo :) Amenizaron la partida de pastel (que aquí se acostumbra hacer con una espada, aunque yo no recuerdo si en México se hace así también:P) y en cuanto terminamos de degustar esa maravilla de tiramisú, jejeje, empezó el desmadre total musical bajo la batuta de Julián, Dj Reset, que no pudo comenzar mejor al ritmo de "Friday I'm in love" de nuestros adorados The Cure. Obviamente, Julián conoce los gustos de todos nosotros y nadie evitó sacudir el esqueleto, jejeje.

Aquí también se hacen listas de bodas o depositas tu regalo en las cuentas bancarias de alguno de los novios o, en el peor de los casos, en el banquete les entregas un sobre que contiene la cantidad que puedes regalarles. Pero habemos otros que aparte de hacer lo último, jejeje, decidimos regalar algo más como muestra del cariño que le tenemos a los novios. Sin más, en el mes de mayo, cuando Amparo vino a probarse el vestido y a hacer circo, maroma y teatro en cuanto a los preparativos, mi marido prometió regalarle la espada para la partida del pastel de bodas y yo le aseguré que le daría la pareja de figuritas que lleva el mismo. Porque este último detalle la estaba volviendo un poco loca, jejeje, quería algo fuera de lo común pero no tenía una idea clara. Así que le dije que se quitara eso de la cabeza, que yo solucionaría todo.

Yo tengo una clara afición por las espadas, a veces creo que podría ser una manía que va en camino de convertirse en vicio, hahahaha, pero mi marido no se queda atrás. Cuando empezamos a vivir juntos, ya de la pared del comedor colgaba una señora espada Excalibur que no recuerdo quien se la ha regalado y hace un año o poco más, ha empezado a probar forjar espadas de tamaño real. Pues bien, como el primer intento no quedó tan mal, en esta ocasión se esmeró mucho más y nos sorprendió a todos con le pedazo de espada que hizo para Amparo y para Thom, inclusive les grabó sus iniciales sobre la hoja, muy cerca de la empuñadura y por supuesto pulió y afiló la hoja.

La espada hecha por mi marido

Yo, por mi parte, no me rompí demasiado la cabeza para hacer la pareja, jejeje. Puedo preciarme de conocer muy bien los gustos de Amparo y gracias a una recomendación de mi marido, hice un Jack Skellington (Pesadilla antes de Navidad) y como novia no hice a Sally sino a Emily, la protagonista de "La Novia Cadáver" :) sólo que le pinté negro el vestido y le hice un velo de gasa del mismo color. Me tomé mi tiempo, no lo niego, pero es que quise hacerlo sin prisas y con mucho cuidado, la ocasión lo ameritaba. Yo nunca había hecho figuras que son un poco de tipo papel maché, pero me sirvió mucho haber visto muchos sábados por la mañana ese programa de Disney Channel (que aquí en tele abierta pasan en Antena 3) "Art Attack", hahahaha. Siempre logran hacer maravillas y a veces cosas cuasi inimaginables con papel periódico, cinta adhesiva (celo, aquí), cola blanca (nuestro querido Resistol blanco) y papel de cocina, jejeje. Así que dije "manos a la obra" y yo misma, lo juro, no podía creer el resultado. Nos contaron que antes de que el pastel entrara al salón, los meseros y la gente que estaba en los otros salones festejando también bodas, inclusive le hicieron fotos a la pareja tan singular y que era del tamaño de una barbie, poco menos :)

La super-pareja made by Mac

Sobra decir que esta ha sido una de las mejores bodas a las que hemos ido y que nos divertimos como enanos, jejeje. Happy Demon tuvo encuentros y desencuentros con uno de los sobrinos de Thom que es un par de años mayor que mi nano y descubrimos que cada vez posa más para las cámaras, hahaha. También que la abuela de Thom tiene pila para rato y se apunta para todo tipo de bailes, jejeje, lo mismo que los suegros de Amparo que le sacaron brillo al piso acompasados como una gran pareja de baile. Por último, aquí dejo constancia de las bellezas que acompañamos en ese día tan especial a nuestra amiga y ahora señora Laleike :)


Full de bellezas y un Happy Demon que cayó rendido demasiado pronto, jejeje.

06 julio 2007

Trece


- Ha planteado el tema de la mentira - dije -. Quizás eso sí deba preocuparnos.

- ¿En qué sentido? - A través de los oscuros cristales podía vislumbrar los movimientos de las pestañas de la señorita Winter.

Estas se agazapaban y temblaban alrededor del ojo como largas patas de una araña.

- En los últimos dos años ha dado a los periodistas diecinueve versiones diferentes sobre su vida. Y ésas son sólo las que encontré en una búsqueda apresurada, pero debe de haber muchas más, probablemente centenares.

Se encogió de hombros.

- Es mi profesión. Soy narradora.

- Y yo soy biógrafa. Trabajo con hechos reales.

La señorita Winter asintió con la cabeza y sus tiesos bucles se movieron a una.

- Qué aburrido. Yo no podría haber sido biógrafa. ¿No cree que la verdad se puede contar mejor con un relato?

- Con los relatos que le ha contado al mundo hasta ahora, no.

La señorita Winter cedió asintiendo con la cabeza.

- Señorita Lea -comenzó con una voz pausada-, tenía mis razones para crear una cortina de humo en torno a mi pasado, pero le aseguro que esas razones ya no son válidas.

- ¿Qué razones?

- La vida es el abono.

Parpadeé.

- Sé que mis palabras le extrañan, pero es así. Toda mi vida y todas mis experiencias, las cosas que me han sucedido, la gente que he conocido, todos mis recuerdos, sueños y fantasías, cuanto he leído, todo eso ha sido arrojado al montón del abono que, con el tiempo, se ha ido descomponiendo hasta convertirse en un humus orgánico oscuro y fértil. El proceso de descomposición celular vuelve todo irreconocible. Otros lo llaman imaginación. Yo lo veo como un montón de abono. Cada cierto tiempo tomo una idea, la planto en el abono y espero. La idea se alimenta de esa materia negra que en otros tiempos fue una vida, absorbe su energía. Germina, echa raíces, produce brotes. Y así hasta que un día tengo un relato o una novela.

Asentí dándole mi aprobación a la analogía.

- Los lectores - prosiguió la señorita Winter - son ingenuos. Creen que todo lo que se escribe es autobiográfico. Y lo es, pero no como ellos creen. La vida del escritor necesita tiempo para descomponerse antes de que pueda ser utilizada para alimentar una obra de ficción. Hay que dejar que se pudra. Por eso no podía tener a periodistas y biógrafos hurgando en mi pasado, recuperando retazos y fragmentos, conservándolos mediante sus palabras. Para escribir mis libros necesitaba dejar tranquilo mi pasado a fin de dejar que el tiempo hiciera su trabajo.

Después de meditar su respuesta, le pregunté:

- ¿Y qué ha sucedido para que ahora desee cambiar las cosas?

- Ya soy vieja. Estoy enferma. Una esos dos hechos, biógrafa, ¿y qué obtiene? El final de la historia, creo yo.

"El cuento número trece"
Diane Setterfield

*******
Hace tiempo que un libro no me entusiasmaba tanto dejándome tan buen sabor de boca. Podría decirse que es un homenaje a la clásica novela gótica y al legado de las hermanas Brönte y Wilkin Collins. Además, de alguna forma, se las ingenia para mantener una atmósfera atemporal que bien puede ubicarse tanto a principios del siglo pasado hasta mediados, más o menos. Hay toda clase de sentimientos y un final satisfactorio, el que se espera en toda historia bien construida y redondeada que se precie de serlo. Y me temo que su éxito cuasi inmediato se ha debido en buena parte a que se escapa por completo de toda esa oleada asfixiante de novelas que intentan imitar al Código Da Vinci, inclusive, en la más reciente revista de el Círculo de Lectores he descubierto una que se llama: "La clave Gaudí", por favor!!!!

En lo personal, me encuentro un poco harta de tanto misterio ligado con el pasado. Sí, me encantan los enigmas sagrados y eso ha sido desde siempre, no sólo a raíz de la lectura de El Código Da Vinci (que leí mientras estaba embarazada), pero es que todas las editoriales pretenden montarse en el mismo carro del éxito y repletan el mercado con historias que no son otra cosa más que variaciones sobre el mismo tema, y no sólo en el aspecto de misterios ligados con la religión y/o sociedades secretas y herméticas, sino con personajes antiguos y muy conocidos (de preferencia escritores).

Nacida en Berkshire, Inglaterra, Diane Setterfield estudió en la Theale Green Community School y, posteriormente en la Universidad de Bristol, donde se licenció en Literatura francesa. Especializada en la creación literaria gala del siglo XX y, en particular, en la obra de André Gide, durante años colaboró en distintas instituciones y centros académicos. La publicación en 2006 de su ópera prima El cuento número trece -una obra que se inscribe en la mejor tradición de la novela gótico-romántica- ha supuesto una de las mayores y más agradables sorpresas literarias de los últimos años y ha alcanzado el primer puesto en la lista de los libros más vendidos del New York Times.

Más que recomendable :)


05 julio 2007

Pirate Mood


Yo nací con alma de pirataaaa!!!!
Nope, damas y caballeros, no cantaré completa la insigne composición que dedicó el Flaco de Oro al puerto de Veracruz, jejejeje, pero he echado mano de esa frase que queda muy bien con esta entrada.
Curioseando por el MySpace, en concreto, en el de un amiguete de Polonia que orgullosamente forma parte de esos hombres actuales que lucen kilts a diestra y siniestra, me encontré con este tipo de avatar que tú mismo/a puedes modificar de forma gratuita. Claro hay aditamentos muy buenos, pero hay que comprarlo$$$$ y ahí sí que ya no entro. Pero como aún estoy enchufada con aquellos de los piratas y demás, pues heme aquí, hahahaha: Al abordaje!!!!!