24 octubre 2006

Ese viejo demonio llamado amor


Hubo un tiempo donde creí que el corazón me iba a reventar de pura dicha. Hubo un tiempo donde amanecer a su lado era suficiente para creer que la vida no era tan miserable. Hubo un tiempo donde me convertí en un ser invisible que sólo se "sacrificaba" por el otro componente de aquella supuesta pareja. Y hubo un tiempo donde me topé de frente con la realidad y después de hundirme de la forma más miserable en la desesperanza y el dolor, pude renovar mi vida, sonreír y creer, sí, una vez más creer, que la existencia no era una putada.

Han pasado algunos años. Ahora yo estoy en el otro lado del mundo, que no de la luna, como muchas veces lo busqué. Él dice que ha cambiado su vida y su forma de mirarla y ahora parece disfrutar zambulléndose en los recuerdos. Quizá su vida actual le orilla a hacerlo. Quizá como aquella canción de U2: sigue buscando pero no encuentra nada. Ahora quiere rememorar cuántas huellas ha dejado a su paso. Cuántas mujeres le han dedicado algunas líneas evocando el tiempo que han estado a su lado. A mí eso me suena a vanidad venida a menos o a una repentina necesidad de constatar que ha compartido cama y mesa con presencias físcas, que no sombras o delirios. Yo estoy segura que no apareceré en dicho muestreo que lleva por vía cibernética. También creo que no formo parte de ese "harem" sentimental porque conmigo, su corazón no padeció taquicardia ni se agitó felizmente. A veces me pregunto si él ha sabido ser feliz. A veces creo que las personas que hemos estado con él, en algún momento de su vida, hemos sido víctimas de ese nudo sentimental que lo agobia. Pero no, que nadie crea que lo compadezco ni que mucho menos lo disculpo. Las cosas como son: con él o gracias a él, aprendí muchas cosas de mí misma, pero también supe lo que es morir de dolor en el más puro sentido de la frase. De todo aquello lo único que me quedó claro es que soy muy fuerte y de que la vida me tenía reservada otra senda totalmente opuesta por donde debía encaminarme para alcanzar mi destino. El verdadero no el que fantaseaba con tener al lado de él cuando los sueños guajiros que me impulsó a crear, se cumpliesen e hiciéramos nuestra vida a nuestra manera. Já.

Cuesta creer que algún tiempo atrás hicimos cosas que ahora no seríamos capaces de permitir que ocurriesen. No es falsa moral, no es arrepentimiento barato. Es tomar conciencia de que la vida avanza, de que todo pasa y nada queda, para bien o para mal. Tengo una memoria casi excelente y atesoro buenos recuerdos de todo tipo, pero aquellos que me provocan tanto dolor y angustia, aquellos que casi me arrancan el corazón, los combato para que terminen de desaparecer. Y voy teniendo grandes resultados. Aunque a veces son celosos fantasmas que acechan en los rincones, pero basta con abrir ventanas y puertas, con mirar la vida actual que llevo, con encontrarme con la sonrisa de mi pequeño Happy Demon, o perderme en los labios de mi marido para saber que soy presa de aquel viejo demonio llamado amor...El real, el único que llega a tu vida y pone cada cosa en su sitio y acuna tu corazón.

23 octubre 2006

"Nunca he querido trabajar en otra cosa"


¿Qué mejor retrato de un escritor que mostrar a un hombre que ha quedado embrujado por los libros?
“Ciudad de Cristal”, 1985
Paul Auster


Confieso que no lo conozco a fondo, que he leído más acerca de él, que su trabajo. Pero me intriga y me atrae. Hasta hace poco tiempo, era demasiado atractivo para ser escritor, jejeje, pero como decía mi madre: todo por servir se acaba y los 59 años que carga sobre sus espaldas ya se le notan. Nació en Estados Unidos, estudió Literatura Inglesa en la Universidad de Columbia, vivió cuatro años en París (trabajando como traductor) y al volver a Nueva York, en 1974, empezó su carrera literaria escribiendo poesía y ensayos en las revistas New York Review of Books y Harper's Saturday Review que combinaba con el ejercicio de trabajos de todo tipo como cuidador de una granja. En 1987 publica "Trilogía de Nueva York" (cuya primera historia es también la primera novela que escribió) que recibe magníficas críticas. "El país de las últimas cosas" se publicó en 1988. A partir de entonces, Paul Auster se ha internado con éxito en el mundo de la literatura, inclusive del cine tanto como guionista ("Smoke", dirigida en 1995 por Wayne Wang y basada en el cuento "Auggie Wren") o co-director ("Lulu in the bridge", 1998). Dice que una vez fue de excursión al bosque y encontró el idioma al que mucho más tarde trataría de traducir el mundo, el mundo cómico y aterrador: el idioma del azar, el idioma de la casualidad y las coincidencias, el idioma de los encuentros fortuitos que se convierten en destino. También hay memorias íntimas, pedacitos autobiográficos. Pocos diálogos y muchas reflexiones. Y la mayoría de sus personajes, están relacionados entre sí, aunque pertenezcan a diferentes libros.

El año pasado, Paul Auster publicó la novela "The Brooklyn Follies", actualmente está en pleno proceso de filmación de "The Inner Life of Martin Frost" basada también en un guión suyo y su próxima novela "Travels in the Scriptorium" se publicará a principios del próximo año. El pasado viernes fue galardonado con el premio Príncipe de Asturias 2006. En su acta, el jurado destacó que Auster ha sido premiado "por la renovación literaria que ha llevado a cabo al unir lo mejor de las tradiciones norteamericana y europea, innovar el relato cinematográfico e incorporar a la literatura algunas de sus aportaciones. Con su exploración de nuevos ámbitos de la realidad, Auster ha conseguido atraer a jóvenes lectores al dar un testimonio estéticamente muy valioso de los problemas individuales y colectivos de nuestro tiempo".

Tuve la oportunidad de ver en directo la premiación y de escuchar el discurso que Paul Auster leyó y que, independientemente de su contenido que me ha encantado, a mí me pareció entrañable porque pudimos ver a un hombre un poco tímido y echo lío con unas gafas que al fin consiguió "domarlas" aunque quedaron un poco torcidas en su rostro que aún guarda una chsipita de ese atractivo especial que posee:

"No sé por qué me dedico a esto. Si lo supiera, probablemente no tendría necesidad de hacerlo. Lo único que puedo decir, y de eso estoy completamente seguro, es que he sentido tal necesidad desde los primeros tiempos de mi adolescencia. Me refiero a escribir, y en especial a la escritura como medio para narrar historias, relatos imaginarios que nunca han sucedido en eso que denominamos mundo real. Sin duda es una extraña manera de pasarse la vida: encerrado en una habitación con la pluma en la mano, hora tras hora, día tras día, año tras año, esforzándose por llenar unas cuartillas de palabras con objeto de dar vida a lo que no existe…, salvo en la propia imaginación. ¿Y por qué se empeñaría alguien en hacer una cosa así? La única respuesta que se me ha ocurrido alguna vez es la siguiente: porque no tiene más remedio, porque no puede hacer otra cosa.

Esa necesidad de hacer, de crear, de inventar es sin duda un impulso humano fundamental. Pero ¿con qué objeto? ¿Qué sentido tiene el arte, y en particular el arte de narrar, en lo que llamamos mundo real? Ninguno que se me ocurra; al menos desde el punto de vista práctico. Un libro nunca ha alimentado el estómago de un niño hambriento. Un libro nunca ha impedido que la bala penetre en el cuerpo de la víctima. Un libro nunca ha evitado que una bomba caiga sobre civiles inocentes en el fragor de una guerra. Hay quien cree que una apreciación entusiasta del arte puede hacernos realmente mejores: más justos, más decentes, más sensibles, más comprensivos. Y quizá sea cierto; en algunos casos, raros y aislados. Pero no olvidemos que Hitler empezó siendo artista. Los tiranos y dictadores leen novelas. Los asesinos leen literatura en la cárcel. ¿Y quién puede decir que no disfrutan de los libros tanto como el que más?

En otras palabras, el arte es inútil, al menos comparado con, digamos, el trabajo de un fontanero, un médico o un maquinista. Pero ¿qué tiene de malo la inutilidad? ¿Acaso la falta de sentido práctico supone que los libros, los cuadros y los cuartetos de cuerda son una pura y simple pérdida de tiempo? Muchos lo creen. Pero yo sostengo que el valor del arte reside en su misma inutilidad; que la creación de una obra de arte es lo que nos distingue de las demás criaturas que pueblan este planeta, y lo que nos define, en lo esencial, como seres humanos. Hacer algo por puro placer, por la gracia de hacerlo. Piénsese en el esfuerzo que supone, en las largas horas de práctica y disciplina que se necesitan para ser un consumado pianista o bailarín. Todo ese trabajo y sufrimiento, los sacrificios realizados para lograr algo que es total y absolutamente… inútil.
La narrativa, sin embargo, se halla en una esfera un tanto diferente de las demás artes. Su medio es el lenguaje, y el lenguaje es algo que compartimos con los demás, común a todos nosotros. En cuanto aprendemos a hablar, empezamos a sentir avidez por los relatos. Los que seamos capaces de rememorar nuestra infancia recordaremos el ansia con que saboreábamos el cuento que nos contaban en la cama, el momento en que nuestro padre, o nuestra madre, se sentaba en la penumbra junto a nosotros con un libro y nos leía un cuento de hadas. Los que somos padres no tendremos dificultad en evocar la embelesada atención en los ojos de nuestros hijos cuando les leíamos un cuento. ¿A qué se debe ese ferviente deseo de escuchar? Los cuentos de hadas suelen ser crueles y violentos, describen decapitaciones, canibalismo, transformaciones grotescas y encantamientos maléficos. Cualquiera pensaría que esos elementos llenarían de espanto a un crío; pero lo que el niño experimenta a través de esos cuentos es precisamente un encuentro fortuito con sus propios miedos y angustias interiores, en un entorno en el que está perfectamente a salvo y protegido. Tal es la magia de los relatos: pueden transportarnos a las profundidades del infierno, pero en realidad son inofensivos.

Nos hacemos mayores, pero no cambiamos. Nos volvemos más refinados, pero en el fondo seguimos siendo como cuando éramos pequeños, criaturas que esperan ansiosamente que les cuenten otra historia, y la siguiente, y otra más. Durante años, en todos los países del mundo occidental, se han publicado numerosos artículos que lamentan el hecho de que se leen cada vez menos libros, de que hemos entrado en lo que algunos llaman la “era posliteraria”. Puede que sea cierto, pero de todos modos no ha disminuido por eso la universal avidez por el relato. Al fin y al cabo, la novela no es el único venero de historias. El cine, la televisión y hasta los tebeos producen obras de ficción en cantidades industriales, y el público continúa tragándoselas con gran pasión. Ello se debe a la necesidad de historias que tiene el ser humano. Las necesita casi tanto como el comer, y sea cual sea la forma en que se presenten –en la página impresa o en la pantalla de televisión–, resultaría imposible imaginar la vida sin ellas.

De todos modos, en lo que respecta al estado de la novela, al futuro de la novela, me siento bastante optimista. Hablar de cantidad no sirve de nada cuando nos referimos a los libros; porque no hay más que un lector, sólo un lector en todas y cada una de las veces. Lo que explica el particular influjo de la novela, y por qué, en mi opinión, nunca desaparecerá como forma literaria. La novela es una colaboración a partes iguales entre el escritor y el lector, y constituye el único lugar del mundo donde dos extraños pueden encontrarse en condiciones de absoluta intimidad. Me he pasado la vida entablando conversación con gente que nunca he visto, con personas que jamás conoceré, y así espero seguir hasta el día en que exhale mi último aliento.

Nunca he querido trabajar en otra cosa".

Paul Auster,
Oviedo, Asturias,
20 de octubre de 2006

20 octubre 2006

ZZ Top born to darkness

Gracias a una casualidad descubrí un video de los texanos ZZ Top que rompe con todo los esquemas, o al menos, con aquellos que enfatizaban en videos legendarios como "Gimmin all your love" o "Legs", donde aparecían como una especie de hados padrinos, hahahaha.

Más de diez años atrás, una madrugada, encendí el televisor y me encontré con la repetición de un programilla mediocre de videos de un canal de cable. Y mi sorpresa fue mayúscula cuando vi a Fairuza Balk (Nancy en la peli "The Craft", para mayor referencia, aunque ya ha hecho otras películas, la mayoría, poco comerciales) en el más puro plan vampiresa y a los ZZ Top casi convertidos en murciélagos, hahaha (alguna previsión a su participación en el soundtrack de la película From Dust Till Dawn dos años después). Al parecer, no se trataba de una canción conocida, mucho menos de un video que fuese popular y de inmediato eché a andar la videograbadora. Sobra decir que no logré grabarlo completo pero me quedé con la espinita clavada :P Algunos años después, muchos tal vez, lo encontré en la red y costó trabajo bajarlo. Ahora, con esa "maravilla" que es youtube.com tengo la oportunidad de compartirlo con ustedes, amables lectores :) y mostrar una vez más mi atracción por el tema vampírico en todas sus manifestaciones.

"Breakaway" pertenece al álbum Antenna editado en 1994.


It's a chemical attraction
I just can't slide by
Every time I look into my baby's eyes
I'm helpless, so helpless, so I surrender
There's a visual attraction and she's branded my soul
Simply can't deny it, she has control
I'm helpless, so helpless, so I remember
She won't let me breakaway
She won't let me breakaway
I said break away, yeah, ah yeah
We were working it through, baby we had a groove
Movin' to the moment when we make our move
But it happened, something happened
And I'm not lying 'bout the pain
She won't let me breakaway
She won't let me breakaway
I said breakaway, yeah, oh yeah
I want the answer, I want my soul
I'm dealing with a feeling deeper in love
But I'm helpless, so helpless, but I remember
She keeps saying breakaway
Something's saying breakaway
Telling me to breakaway
Keeps on saying breakaway



17 octubre 2006

Hay una pequeña bruja dentro de cada mujer




Nos acercamos "peligrosamente" a esa fecha que desde siempre ha sido mi favorita: 31 de octubre, Halloween, Samhain y también los festejos de Día de Muertos en mi tierra el 1 y 2 de noviembre. El año pasado, aquí mismo elaboré una entrada sobre el significado pagano de esta fecha y prometo que ahora hablaré cómo se vive en mi México, con sus "calaveritas" de azúcar, sus ofrendas, sus flores de cempasúchitl, sus esqueletos de cartón-piedra y toda esa alegoría :) Pero hoy, me ocuparé de mencionar algunas de mis películas favoritas de brujas que Hollywood ha realizado a través de los años y que bien podrían emitirse en un programación especial de Halloween ;-)

No soy practicante de Wicca (Brujería, como tal, ni magia blanca ni negra) porque no he encontrado algo o alguien que me convenza de "convertirme". Hay mucha charlatanería y prefiero ser una estudiosa del tema y apoyar el origen de lo que es considerada la primera religión en al historia del mundo: culto y veneración a la Madre Tierra y a la naturaleza (aunque bajo ningún concepto me haría vegetariana). Así que, el tema de las brujas es algo que me ha atraído desde siempre y de todos es sabido que en la conciencia popular va unido a la celebración de Halloween ya que se ha tergiversado el origen real proveniente de los celtas : el Samhain, la noche que se le rinde culto a los muertos que al permanecer bajo tierra se encargan espiritualmente de la siembra, el campo y por supuesto, de las cosechas.

En fin, que todo lo que quería decir sobre este tema ya lo escribí el año pasado y ahora sólo quiero enlistar mis películas favoritas:

I married a witch (1942) con la guapetona y mítica Veronica Lake. Es una comedia bastante lograda que algunos consideran la precuela de la serie de TV "Bewitched". Sobre todo porque ambas brujas, jejeje, llevan a cabo sus hechizos al hacer un mohín con la nariz. La historia parte de una venganza que lleva a cabo una bruja que es quemada en 1672 y vuelve en siglo XX para cumplir con su cometido en uno de los descendientes de aquel puritano que la envío a ella y a su padre a la hoguera.




Bell, book and candle
(1958) el personaje principal es interpretado por Kim Novak acompañada por James Stewart y Jack Lemmon. Yo disfruto mucho con esta película porque plantea la brujería en un Nueva York ultra-moderno, con una bruja que hechiza al novio de una ex-compañera de escuela pero que termina perdiendo sus poderes porque realmente se enamora del sujeto en cuestión. Hay escenas muy curiosas llevadas a cabo por Jack Lemmon, en el papel de un hechicero, hermano menor de la bruja, que se pasa todo el tiempo en un club llamado "Zodiac" (punto de encuentro la fauna brujeril) tocando jazz.





The Witches of Eastwick
(1987), adaptación de la novela de John Updike. Uffh, aquí se luce Jack Nicholson, una vez más, en el papel de Daryl, el Diablo, jejejeje. Y ni duda cabe que esas tres brujillas interpretadas por Cher (Alexandra), Susan Sarandon (Jane) y Michele Pfeiffer (Sukie) son uno de los tríos más cotizados entre el público masculino Me gusta mucho el desarrollo de la historia y hasta cierto punto, esa reinvindicación femenina que terminan ejerciendo las tres brujillas al final, sin caer en tonterías feminazistas.


Un amour de sorcière (1997) Jean Reno es un crack, jejeje. Este tío lo mismo te ablanda el corazón como un asesino a sueldo en "The Professional", que te conmueve por su lealtad en "Ronin", que te parte de risa con "Wasabi" o te deja perplejo con "Les Rivières Pourpres". Es uno de mis actores favoritos, no lo niego, y me gusta el papelillo de villano cómico que intrerpreta en esta película, en calidad de hechicero. Esta es la única vez que he visto actuar a Vanessa Paradis y me parece que saca adelante su papel de Morgana, una bruja que necesita cuidar de Arturo,su hijo de apenas un año de edad, porque dependiendo de su "padrino", el pequeño hechicero servirá a las fuerzas del mal o del bien.


The Craft (1996). En un primer vistazo nos puede parecer una película más de adolescentes con ese clásico humor infumable de los gringos. Pero nada qué ver. La historia original surgió de una idea del productor Doug Wick (que fue co-guionista de la película "Wolf" con Jack Nicholson) y al desarrollarla con Peter Filardi (guionista de "Flatliners" con Kiefer Sutherland) decidieron acudir a alguien versado en Wicca para que los asesorara. Pat Devin, es una sacerdotisa (si así podemos traducir su cargo) y vocera de la Dianic Feminist Separatist Traditions y del Conventículo de la Diosa, y ella fue quien estuvo a cargo de los detalles que tocaban las enseñanzas Wicca, así como de la creación de todos los hechizos que vemos a lo largo de la película. Claro, The Craft no es un documental, y la propia Pat Devin declaró que debió hacerse de la vista gorda en algunas escenas ya que había una trama que desarrollar dirigida a un público joven y nada versado en Wicca. Sin embargo, hay varias cosas que se llevaron a cabo bajo la total supervisión de Pat y que dejaron tan buen sabor de boca entre el staff, que la propia Fairuza Balk (Nancy) poco tiempo después de terminar de filmar esta película, adquirió " Panpipes Magickal", una tienda de Wicca en pleno Hollywood. Esta es una e las películas que más m gustan: a pesar de los efectos "hollywoodescos" , de ciertas cosas en la trama que te remiten a Carrie enfurecida, o a otras películas que manejan el tema de los teenagers, en el fondo te deja la enseñanza que siempre muestra la Wicca: la ley de los tres regresos, aquella donde todo lo que hagas o provoques, se te devolverá multiplicado por tres. Claro, hablando de males o malas acciones. Digamos que esto es una muestra de la ética que se maneja dentro de la Wicca. Así mismo, que todos contamos con un poder interior, que pocos son capaces de descubrir o peor aún, de ser capaces de manejarlo con prudencia y humildad. Sip, The Craft me gusta mucho y nadie podrá negar que Fairuza Balk se convirtió en el ícono de la gótica practicante de Wicca, hahahaha. Ainss, cuántas niñas pretendieron ser como el presonaje que interpretó.

Practical Magic (1998) "Dentro de cada mujer hay una pequeña bruja", jejeje, así rezaban el slogan de esta película. Sí, de acuerdo, sé que habrá muchos que me digan que es una cosa infumable, que no soportan a Sandra Bullock. Pero, sinceramente, sin ser película de arte ni mucho menos de autor, me divierte cada vez que la veo. Las tías Owens, interpretadas por Dianne Wiest (Bridget) y Stockard Channing (Frances) son geniales. Me sorprende, también, hasta cierto punto, que Nicole Kidman (la otra protagonista) tenga capacidad para la comedia ligera, porque después de verla tan histérica en "The Others" o tan melosa en "Cold Montain" (por no mencionar otras tantas) no te cabe en la cabeza que pueda ser capaz de hacerte reír. En esta película muestra la historia de las mujeres Owens, brujas desde el siglo XVII que cargan con la maldición de no poder conservar a los hombres que aman porque mueren al cabo de un tiempo. En esta película hay un ambiente familiar y femenino que no empalaga y el final es tremendo con acertados efectos especiales.




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13 octubre 2006

El poder de los cellos

En aquel entonces eran cuatro cellos y en la estación de radio Radioactivo 98.5 emitían un programa especial sobre ellos y su "peculiar" homenaje a la banda Metallica: Apocalyptica plays Metallica by Four Cellos. Era 1997 y aquello me dejó sin palabras.

Cuatro estudiantes finlandeses de la Academia Sibelius, que escuchaban Metal en sus ratos libres, se habían atrevido a re-intepretar canciones emblemáticas de una banda tan poderosa como es Metallica. Además, en su siguiente trabajo Inquisition Symphony, incluían covers de Sepultura, Faith No More y Pantera. El impacto visual sobre el escenario lo completaba su "facha": cuatro chicos nada convencionales, enfundados en jeans o pantalones de cuero, melenas largas y con toda la actitud de un rockstar antes que de un chico de Conservatorio, jejeje. Y en directo, créanme, son espectaculares, tuve la fortuna de verlos en su primera visita a México en el Teatro Ferrocarrilero.

En 2003, pasaron a ser un trío debido a que uno de sus miembros decidió abandonar a la "banda". En ese año crean el album Reflections donde ya incluyen acompañamiento de batería, bajo, piano, trompeta y violines. Se dice que fue una estapa experimental en su carrera pero que también fue un trabajo poderoso. Sin embargo, en 2005, Apocalyptica rebasa cualquier expectativa y "regresa" a sus orígenes contando sólo con la colaboración de un batería.A lo largo de diez años de carrera, Apocalyptica (cuyo nombre es una combinación entre Apocalipsis y Metallica) han colaborado con diferentes figuras de la talla de Nina Hagen (haciendo el cover de una canción de Rammstein), Max Cavalera (ex- Sepultura y Soulfly), los vocalistas de HIM y The Rasmus cuyo video ha sido muy aclamado, algunas otras cantantes de diversas bandas y este año, cuando han lanzado el álbum Amplified - A Decade of Reinventing the Cello han colaborado con la banda alemana Oomph en la canción "Die Schlinge" y el video de la misma que se ha filmado en Praga y simula una historia en el Viejo Oeste.

Recién se ha lanzado un DVD The Life Burns Tour , que reúne sus mejores actuaciones en directo, videos y algunos bonus. También, este año, llevaron a cabo una gira de seis meses que recorrió la mayor parte de Europa. Y como una imagen dice más que mil palabras, aquí les muestro un video tomado en el mes de mayo en Bucarest, donde Apocalyptica interpreta con maestría "Enter Sandman" , uno de los himnos de Metallica ;-)




06 octubre 2006

Un talento oculto




En alguna ocasión comenté que me gustaba dibujar, que me interesaba el diseño gráfico pero que lo mío no es precisamente la creatividad. Tengo facilidad y cierta idea, pero por lo regular copio aunque le ponga ciertos detalles de mi cosecha al resultado final. Y bueno, he rescatado algunos dibujos que traje de México como muestra de que tal vez tengo un talento oculto, jejejeje :)

03 octubre 2006

¿Jóvenes felices?


Desde hace unos días está a la venta un libro cuyo título es Los jóvenes y la felicidad escrito por el sociólogo y catedrático Javier Elzo y a pesar de que sus estudios sólo se refieren a la juventud española, me parece que en gran medida refleja lo que ocurre en la mayor parte del mundo. Resulta triste leer que muchos declaran ser felices pero que en realidad no saben cuál es verdadero significado. Declaran con la boca llena que ser feliz es llegar tarde a casa, hacer lo que le salga de las pelotas, no tener horarios ni límites, divertirse, divertirse y sólo divertirse. No tienen claro qué hacer con su vida y en muchas ocasiones, no les importan los demás a pesar de ser muy "amigueros" ni respetan figuras de autoridad. Elzo recalca que hay una gran diferencia entre los jóvenes de hace 20 o 25 años y los actuales que no "luchan" por nada, que no tienen ideales de ningún tipo, que todo lo tienen a manos llenas, que nunca han crecido con límites y que prácticamente han crecido solos o al cuidado de un televisor y de un tiempo para acá de la Playstation y demás consolas de videojuegos. Esto se refleja en el aumento sorprendente del acoso escolar que a mí me pone los pelos de punta: chiquillos que golpean, dominan, roban y maltratan a compañeros que son un par de años más pequeños o que inclusive no tienen respeto alguno por sus profesores y se encaran a ellos sin reconocer la autoridad que siempre ha tenido y hasta donde yo recuerdo, solía conservar el profesor que ahora es una víctima más totalmente amedrentada. Me ha dejado sin palabras y con la mandíbula en el suelo ver un reportaje que hace un par de semanas se transmitió por la tele, hecho con una mini-camara de vídeo oculta y comprobar que hay alumnos de 14 o 15 años que son capaces de amenazar a una profesora a punta de soltarle en su cara: Eres una hija de puta, cállate o te violo, ¿quieres ver que lo hago? ¿quieres ver que es cierto?

Yo recuerdo cuando era niña que nunca faltaba el graciosito en turno que se metía con los más "indefensos" de la clase, que tampoco nunca faltan. Y si es que se busca crueldad, los niños son y mucho, pero no se llegaba a los extremos de hoy porque se temían los reportes de conducta, las expulsiones o los días de baja. En secundaria, yo me encargaba de firmar los reportes, haciéndome pasar por las madres de mis compañeros, pues temçian que los regañaran. Vamos, que había temor y respeto, a pesar de que podíamos hacer tropelías aunque en una escala muy baja. Ni pensar meterse con alguien del profesorado, aunque, a decir verdad, recuerdo que en tercero de secundaria jodíamos al maestro de música, pero es que era muy blandito, hahahaha, inclusive lo llegábamos a encerrar en el salón pero estando todo el grupo dentro y en una ocasión fue tal su desesperación que tuvo que salir por la ventana, hahahaha. Pero bueno, yo alucino con lo que hoy se ve y se escucha, con esa terrible falta de valores y no es que caigamos en la moralina y en tratar de igualar el tiempo de los abuelos donde los castigos escolares eran severos. Todo esto lo único que refleja y que expone Elzo en su estudio, es que los jóvenes han crecido sin límites y desconociendo el significado del NO. Nadie culpa directamente a los padres, pero lo cierto es que la vida actual que exige que ambos trabajen, está mandando a la mierda a la familia y los valores que sólo dentro de ella se pueden inculcar. También colaboran esas "teorías y estudios" que ahora declaran que el castigo corporal "trauma" a los pequeños, que de pronto, hay una explosión de niños con Síndrome de Déficit de Atención, los hiperactivos, que en mi época se les conocía simple y sencillamente como los "chinga-quedito", los impertinentes, los inquietos que ponían de los nervios a los profesores y muchas veces a sus propios compañeros. Yo recuerdo a algún que otro en la primaria, pero jamás le pasó por la cabeza a sus padres o al colegio, llevarlos con un psiquiatra y recetarles pastillas que según los tranquilizan. Ahora que soy madre, tengo la impresión de que es probable que exista este síndrome y que pueda ser resultado de nuestros tiempos caóticos y estresantes, pero también creo que la parte medular proviene de la educación y de la verdadera atención que se le brinda a los hijos. Siempre han dicho que cuenta más la calidad que la cantidad y en ciertos casos es aplicable, pero con los hijos cuenta todo: ¿qué pueden hacer los padres que trabajan jornadas completas y que no vuelven a casa sino hasta las ocho de la noche? ¿De qué hablan con los hijos durante la cena? ¿Cómo los pueden "corregir" sin que se sientan ellos mismos los ogros y prefieran dejar pasar por alto tantas cosas con tal de que su hijo les demuestre un poquito de cariño? Ahí es donde surgen las habilidades manipuladoras de los niños que cuando son adolescentes se convierten en verdaderos maestros. Ahí surge el abusón de la clase que se siente omnipotente y con derecho a joder a medio mundo porque nadie le ha enseñado a respetar a sus semejantes e inclusive es capaz de encarar a sus padres (y tal vez, sólo en algunos casos, tenga razón de hacerlo). No sólo Elzo, sino muchos más sociólogos, psicólogos y demás fauna han dicho que el comportamiento actual de los jóvenes pide a gritos que se les impongan límites o en pocas palabras: que alguien verdaderamente les haga caso.

Se podría decir que no hay una brecha generacional marcada entre los jóvenes y personas como yo que pasamos de los 30, pero en ocasiones creo que hay una distancia de años luz. Y a veces pienso en mi Happy Demon y me rompo la cabeza tratando de esclarecer cómo hay que educarlo, cómo hay que enseñarle el mundo, cómo hay que protegerlo sin caer en la sobreprotección exagerada en la que han sido criados muchísmos jóvenes actuales que no saben lo que es tener una responsabilidad o ganarse la pasta con la cual se puedan dar un capricho y que sólo saben estirar la mano y proclamar que su "derecho" como hijos es que los padres los mantengan Dios sabe hasta cuando, sin importar que se hagan mayores de edad. Cierto es que el mundo ha cambiado mucho tan sólo en veinte años y que lo que pensábamos y vivíamos las generaciones que estamos en los treintas o cuarentas, no tiene nada qué ver con lo el mundo de hoy. Un ejemplo tonto: soy incapaz de imaginarme si el panorama si en lugar de discos de vinyl (vinilo aquí) hubiese tenido los cd's y reproductores al alcance del bolsillo, o ahora los mp3 o IPod que ya son los bisnietos de aquellos casi cavernícolas walkman de principios de los '80 que inclusive llegaban a pesar un poco (por las pilas doble AA y sus componentes de metal más que de plástico) y a tragarse sin decoro alguno las cintas que tanto nos costaba conseguir muchas veces grabando las canciones directamente de la radio. O el uso casi indiscriminado de Internet y ahora de los teléfonos móviles donde puedes inclusive navegar por Internet, mirar la televisión o las famosas videollamadas (que eso, para mi generación, sonaba más a cosa de la peli "Blade Runner" que a ser real al cabo de los años). O la "normalidad" en el uso de Internet, uso y abuso de la supuesta "globalización".

Sí, el mundo avanza pero también aumenta la desazón, la falta de proyectos de vida porque todo es muy relativo. Aquí cada vez se quejan más de los contratos basura donde al cabo de un mes de haberte contratado pueden echarte sin miramiento alguno, también los trabajos temporales que muchas veces son una mierda. Lograr que te hagan indefinido en un trabajo, uffh, parece que es como sacarse la lotería. Luego están las hipotecas para comprar los departamentos que van de 20 a 25 años y aquí la broma es que quienes disfrutarán de tanto esfuerzo serán los nietos. No se diga esos créditos que tan "alegremente" ofrecen bancos e instituciones que cierto es, pueden sacarte de un apuro, pero de uno muy puntual, eh? porque los intereses son una verdadero insulto.


Ya para terminar, rescato una respuesta de una entrevista que le fue realizada a Javier Elzo hace unos días:

P: ¿Sigue siendo válido el lema "es maravilloso ser joven"?

R: Yo me encuentro con gente de mi edad -voy a cumplir 65 años-, que me dice: no quisiera ser joven. Lo cual es un fenómeno absolutamente único, porque hay gente que quisiera ser joven en lo físico, pero no le gustaría tener que enfrentarse a las dificultades de la sociedad actual, a la competitividad pura y dura, a una situación de enorme incertidumbre laboral. Este mundo, cada vez más normativo, más duro, más anónimo, donde no cuenta la persona como tal, hace que en el fondo el joven perciba que le van a medir por la rentabilidad económica que le puedan sacar. Sin embargo observo que, muchas veces, los chavales están menos preocupados que los propios padres. Un joven hoy se hipoteca por 25 años o más, con un trabajo incierto, lo cual para un mayor puede resultar espantoso. Pero el joven vive así, porque vive en lo provisional. Saben que hoy todo es de un día para otro. De alguna manera han llegado a internalizar esa inseguridad, ese vivir el día a día, esa cotidianeidad, que pueden ser armas que nosotros no teníamos. ¿Es maravilloso ser joven? Lo que es claro es que va a ser más difícil tener una cierta seguridad en el futuro y cada vez será más importante la propia persona, y menos importante la familia de origen, los recursos económicos, los títulos que pueda tener y otra serie de aspectos que antes daban una cierta seguridad. Hoy va a importar el individuo con una cabeza 'amueblada', para lo cual será fundamental lo que dijo Jacques Delors: que los jóvenes hayan aprendido a aprender. En definitiva, que tengan un proyecto de vida.