31 diciembre 2006

Huellas


Martín había vivido gran parte de su vida con intensidad y gozo. De alguna manera su intuición lo había guiado cuando su inteligencia fallaba en mostrarle el mejor camino. Casi todo el tiempo se sentía en paz y feliz. Pero en algunas veces, ensombrecía su ánimo, esa sensación de estar demasiado en función de sí mismo.

Él había aprendido a hacerse cargo de sí y se amaba suficientemente como para intentar procurarse las mejores cosas. Sabía que hacía todo lo posible para cuidarse de no dañar a los demás, especialmente a aquellos de sus afectos. Quizás por eso le dolían tanto los señalamientos injustos, la envidia de los otros o las acusaciones de egoísta que recogía demasiado frecuentemente de boca de extraños y conocidos.

¿Alcanzaba para darle significado a su vida la búsqueda de su propio placer?

¿Soportaba él mismo definirse como un hedonista centrando su existencia en su satisfacción individual?

¿Cómo armonizar estos sentimientos de goce personal con sus concepciones éticas, con sus creencias religiosas, con todo lo que había aprendido de sus mayores?

¿Qué sentido tenía una vida que sólo se significaba a sí misma?

Ese día, más que otros, esos pensamientos lo abrumaron.

Quizás debía irse. Partir. Dejar lo que tenía en manos de los otros. Repartir lo cosechado y dejarlo de legado para que, a pesar de la ausencia, ser en los demás un buen recuerdo.

En otro país, en otro pueblo, en otro lugar, con otra gente, podría empezar de nuevo. Una vida diferente, una vida de servicio a los demás, una vida solidaria. Debía tomarse el tiempo de reflexionar sobre su presente y sobre su futuro.

Martín puso unas pocas cosas en su mochila y partió en dirección al monte. Le habían contado del silencio de la cima y de cómo la vista del valle fértil ayudaba a poner en orden los pensamientos de quien hasta allí llegaba. En el punto mas alto del monte giró para mirar su ciudad quizás por última vez. Atardecía y el poblado se veía hermoso desde allí.

- Por un peso te alquilo el catalejos.

Era la voz de un viejo que apareció desde la nada con un pequeño telescopio plegable entre sus manos y que ahora le ofrecía con una mano mientras con la otra tendida hacia arriba reclamaba su moneda. Martín encontró en su bolsillo la moneda buscada y se la entregó al viejo que desplegó el catalejos y se lo alcanzó.

Después de un rato de mirar consiguió ubicar su barrio, la plaza y hasta la escuela frente a ella, algo le llamó la atención. Un punto dorado brillaba intensamente en el patio del antiguo edificio. Martín separo sus ojos del lente, parpadeó algunas veces y volvió a mirar. El punto dorado seguía allí.

- Qué raro - exclamó Martín sin darse cuenta de que hablaba en voz alta.

- ¿Qué es lo raro?, preguntó el viejo.

- El punto brillante, dijo Martín, ahí en el patio de la escuela, siguió, alcanzándole al viejo el telescopio para que viera lo que él veía.

- Son huellas - dijo el anciano.

- ¿Qué huellas? - preguntó Martín.

- Te acordás de aquel día... debías tener siete años; tu amigo de la infancia, Javier, lloraba desconsolado en ese patio de la escuela. Su madre le había dado unas monedas para comprar un lápiz para el primer día de clases. Él había perdido el dinero y lloraba a mares, contestó el viejo. Y después de una pausa siguió, ¿te acordás lo que hiciste? Tenías un lápiz nuevito que estrenarías ese día. Te arrimaste al portón de entrada y cortaste el lápiz en dos partes iguales, sacaste punta a la mitad cortada y le diste el nuevo lápiz a Javier.

- No me acordaba- dijo Martín - pero eso ¿qué tiene que ver con el punto brillante?

- Javier nunca olvidó ese gesto y ese recuerdo se volvió importante en su vida.

- ¿Y?

Hay acciones en la vida de uno que dejan huellas en la vida de otros, explicó el viejo, las acciones que contribuyen al desarrollo de los demás quedan marcadas como huellas doradas...

Volvió a mirar por el telescopio y vio otro punto brillante en la vereda a la salida del colegio.

Ese es el día que saliste a defender a Pancho, ¿te acordás?. Volviste a casa con un ojo morado y un bolsillo del guardapolvo arrancado. Martín miraba la ciudad. Ese que está ahí en el centro, siguió el viejo, es el trabajo que le conseguiste a Don Pedro cuando lo despidieron de la fábrica... y el otro, el de la derecha, es la huella de aquella vez que juntaste el dinero que hacía falta para la operación del hijo de Ramírez... las huellas esas que salen a la izquierda son de cuando volviste del viaje porque la madre de tu amigo Juan había muerto y quisiste estar con él.

Martín apartó la vista del telescopio y sin necesidad de él empezó a ver cómo, miles de puntos dorados aparecían desparramados por toda la ciudad.

Al terminar de ocultarse el sol, el pueblo parecía iluminado por sus huellas doradas.

"Huellas doradas"
Jorge Bucay

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Último día de 2006, con o sin balances, atrás quedan 364 días que estoy despidiendo con una variante espantosa de constipado, jejeje, que me ha noqueado como nunca en mi vida :P En 2006 cumplí 34 años que puedo confesar sin pena, hahahaha, y me ha pesado el paso del tiempo ahora con este revival medio rabioso de los '80. A veces, escuchar canciones que sonaban hace veinte años me sacude algo más que el esqueleto, pues nunca imaginé que cumpliría 30, menos aún que me acercaría a los 35 :P Tal parece que todos los directivos de merchandising rondan mi edad porque desde los anuncios de autos, hasta los de electrodomésticos o inclusive el nuevo de Coca-Cola Light han echado mano de éxitos de los '80. Por cierto, alguien me puede decir dónde quedaron esos anuncios navideños de la Coca-Cola donde los protagonistas eran la familia de osos polares? Este año los eché mucho de menos pues el anuncio de esta temporada me ha parecido sin gracia (me refiero al que han emitido en España, no sé si será el mismo en México) mostrando todo el "procedimiento" que se lleva a cabo dentro de una máquina para expender una clásica botella.

2006 está a punto de desaparecer y seguro que todos hemos dejado huellas como las del cuento de Jorge Bucay, sólo espero que sean resultado de acciones bien intencionadas. Yo la tarea más difícil que tengo, al igual que mi marido, es dejar huellas pero en nuestro Happy Demon que este año se ha tornado más personita (a punto está de cumplir dos años). Ainss, jamás imaginé que ser madre sería algo tan fascinante pero también tan difícil. Han sido 364 días de intenso aprendizaje pero con mucha alegría y satisfacción y como dicen por ahí: y los que faltan... ;-)

Paz, amor y suerte para todos.

Bienvenido 2007

24 diciembre 2006

Do they know it's Christmas?



A principios de 1984, la BBC emitió un reportaje sobre la hambruna en Africa y la enorme cantidad de víctimas que estaba causando. El cantante irlandés, Bob Geldof (líder de la banda Boomtown Rats) decide hacer un disco para recaudar dinero y tratar de combatir la hambruna. Llamó a su amigo Midge Ure, de la banda Ultravox, y uniendo sus talentos escribieron la canción "Do they know it's Christmas?"

Echando mano de los poderes de persuasión que forjan su leyenda, Geldof crea el grupo Band Aid que reúne cantantes y artistas irlandeses e ingleses tanto de pop como de rock bastante conocidos (lo cual ayudaría a incrementar las ventas de lo que ya era conocido como un charity single). En el mes de noviembre, en un tiempo récord (el estudio de grabación sólo les dio 24 horas) que corrió de las once de la mañana hasta las siete de la tarde, se grabó el single y un video. El primero en participar fue Phil Collins en la batería con una memorable apertura. Después Tony Handley, el cantante de Spandau Ballet, en una sección que originalmente sería cubierta por Status Quo y posteriormente reemplazada por el trío formado por Sting, Paul Weller y Glen Gregory. El cantante Paul Young declaró en una entrevista posterior que él sabía que el inicio de la canción había sido escrito para David Bowie, pero que no había podido colaborar por cosas de su agenda, sin embargo, hizo una contribución en el lado B del sencillo. Boy George llegó hasta las seis de la tarde después de que Geldof lo despertara para que tomara el vuelo del Concorde con la ruta Nueva York-Londres para grabar su parte.

A la mañana siguiente, Geldof aparece en el programa Radio 1 Breakfast Show para promover el sencillo y asegurar que cada centavo sería entregado para la causa. Esta iniciativa no fue apoyada por el gobierno británico que rehúso donar los impuestos del disco. Sin embargo, Geldof apeló a la buena voluntad del público, logrando que tanto Margaret Thatcher como el gobierno dieran su brazo a torcer y donaran los impuestos.

"Do they know it's Christmas?" sale a la venta el 15 de diciembre y casi de forma inmediata se convierte el número uno de los charts de Inglaterra tanto de ventas como de publicidad. Es el sencillo que más rápido ha subido de todas las listas en toda la historia vendiendo un millón de copias sólo en la primera semana. Se mantuvo en el número uno por cinco semanas consecutivas con tres millones de copias vendidas convirtiéndose en el sencillo más importante de la historia musical de Inglaterra.

El dinero recaudado creó lo que es conocido como The Band Aid Trust. Este proyecto dio pie al ya famoso y legendario concierto Live Aid que en 1985 se convirtió en un fenómeno global que logró recaudar diez veces más de lo que consiguió el puro single.

Estos son los músicos que tomaron parte en el Band Aid original (se han hecho otras dos versiones: una en 1989 y otra conmemorando el vigésimo aniversario en 2004): Adam Clayton (U2), Phil Collins, Bob Geldof (Boomtown Rats), Steve Norman (Spandau Ballet), Chris Cross (Ultravox), John Taylor (Duran Duran), Paul Young, Tony Hadley (Spandau Ballet), Glen Gregory (Heaven 17), Simon Le Bon (Duran Duran), Simon Crowe (Boomtown Rats), Marilyn,
Keren Woodward (Bananarama), Martin Kemp (Spandau Ballet), Jody Watley (Shalamar), Bono (U2), Paul Weller (The Style Council), James 'J.T.' Taylor (Kool & The Gang), George Michael (Wham!), Midge Ure (Ultravox), Martyn Ware (Heaven 17), John Keeble (Spandau Ballet), Gary Kemp (Spandau Ballet), Roger Taylor (Duran Duran), Sarah Dallin (Bananarama), Siobhan Fahey (Bananarama), Pete Briquette (Boomtown Rats), Francis Rossi (Status Quo), Robert 'Kool' Bell (Kool & The Gang), Dennis D. T. Thomas (Kool & The Gang), Andy Taylor (Duran Duran), Jon Moss (Culture Club), Sting, Rick Parfitt (Status Quo), Nick Rhodes (Duran Duran), Johnny Fingers (Boomtown Rats), David Bowie, Boy George (Culture Club), Holly Johnson (Frankie Goes to Hollywood), Paul McCartney, Stuart Adamson, Bruce Watson, Tony Butler y Mark Brzezicki, todos miembros de Big Country.

Ahora es muy común que los artistas se unan a causas sociales, ya sea por convicción o por simple publicidad (hay de todo en la viña del Señor), sin embargo, a mediados de los '80 creo que pocos se imaginan el impacto que causó el hecho de que la fauna rockera, que aquellos que muchos creían que vivían bajo el slogan sex, drugs & rock n' roll, mostrase que tenían conciencia social y que se interesaban por los problemas del mundo. Las Navidades de 1984 las recuerdo con esta canción y con el video que tímidamente aparecía aquí y allá en la televisión mexicana, sobre todo en el progama del que ya he hablado: A toda Música. Sin embargo, también recuerdo esas Navidades como unas de las peores de mi vida pues mi padre sufrió un terrible accidente el 23 de diciembre en el sur de México, siendo uno de los contados sobrevivientes y no fue trasladado al DF sino hasta la mañana del 25. Pero nos "desquitamos" en Nochevieja, jejeje, que aún estando en el hospital mi padre recibió la visita de un montón de amigos con jolgorio incluido al extremo de que los médicos y enfermeras terminaron echando a todos ;-)

Deseo que en estas fechas, todos y cada uno tengan, reciban y den amor y sobre todo que gozen de mucha salud. La felicidad cada uno se la agencia, cada uno la entiende de un modo distinto y la vive con mayor o menor intensidad. Lo demás... es lo de menos :)

21 diciembre 2006

"Rule of Rose"


Tiene 19 años, se llama Jennifer y cuando baja del autobús siguiendo a un niño que le ha regalado un cuento, no sabe que acaba de llegar al infierno. Éste tiene forma de orfanato, se llama Rose Garden y no lo habitan diablos con cuernos, sino niños de aspecto entrañable y mente perversa. Las escenas de terror se suceden. Un grupo de pequeños huesudos apalea un saco ensangrentado en el que parece haber alguien dentro, protagonizan persecuciones con palos y cuchillos, una joven enterrada viva que, si consigue escapar, será asaltada y mordida por varios niños hasta acabar con su vida. Así es Rule of Rose, el nuevo videojuego de Sony para la PlayStation 2 ambientado en un pueblo de Inglaterra en los años 30. Entre sádico y erótico, el juego, catalogado como survival horror, no es nuevo en el mundo de los videojuegos. Lo que ocurre es que aquí los protagonistas son niños, personajes de retorcida maldad que se deleitan tanto con la violencia física como con la psicológica. Italia fue el primer país en dar la voz de alarma. Una portada de la revista Panorama ha hecho que las delegaciones americana y europea de Sony hayan decidido detener la distribución. Tras el revuelo por la escenas de violencia, sadomasoquismo y lesbianismo del juego, la Comisión Europea está estudiando promover un código de conducta voluntario para la industria. En España, Proein anunció la distribución en octubre y, tras varios retrasos, mantiene diciembre como fecha de venta. Pero ni ellos ni la página oficial de PlayStation dicen nada al respecto. Los que sí han hablado son los creadores del juego, el director de Punchline, Shuji Ishikawa, y el productor de Sony Yuya Takayama. Su explicación es que el juego no es para niños, sino para adultos. Según Ishikawa, «queríamos mostrar lo aterradores que los niños pueden ser para los adultos». Takayama insiste: «Así son los niños siendo niños sin el filtro de la culpa o el pecado». Ninguno de los dos tiene hijos, pero aseguran haberse inspirado en los hermanos Grimm. Cabe preguntarse qué cuentos les contaron de niños.

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Este videojuego me recuerda la adaptación fílmica de la historia "Otra vuelta de tuerca" del británico Henry James, cuyo guión corrió a cargo de Truman Capote y el personaje principal, Miss Giddens, lo interpretó de manera genial Deborah Kerr. "The Innocents", aún en blanco y negro, ambientada en una Inglaterra victoriana, en una casa de campo, dos hermanos: niña y niño, cuasi poseídos por los espíritus atormentados de su anterior institutriz y uno de los trabajadores de la casa. Al final te queda la duda de si es real la posesión o todo es una obsesión por parte de una casi desquiciada Miss Giddens.

Siempre los niños, como tales, resultan más terroríficos, amparados en una dulzura o una inocencia que muy pronto pierden pero que pocos son capaces de descubrirlo. Es como si se pudiese aceptar más un caramelo envenenado que el simple cianuro vertido en una copa o en un café. No olvidemos a esa terrible Samara (Sadako en la versión original japonesa) protagonista de la película "The Ring" o el niñito de "Pet Sematary", Gage, que vuelve de la tumba como un zombie tierno que nadie se atreve a matar. Y en el número uno del Top Ten no olvidemos que se encuentra Damian, el niño diabólico de "The Omen", la versión original que este año cumplió su 30 aniversario.

Aquí les dejo el trailer del juego "Rule of Rose" y el video del grupo alemán Oomph "Augen Auf" que me apetecía ponerlo pues es uno de mis favoritos y va mucho con la temática de esta entrada: niños siniestros, niños malvados.





13 diciembre 2006

Vuelve el Capitán

Arturo Pérez-Reverte presenta la sexta entrega del Capitán Alatriste

'Corsarios de Levante' discurre en las peligrosas fronteras del mar Mediterráneo del XVII

Las intrigas palaciegas, los tercios de Flandes y los duelos en las calles de Madrid de anteriores entregas han dejado paso, en palabras del autor, a una "novela de soldados" que tiene como escenario las peligrosas fronteras del mar Mediterráneo del siglo XVII.

Por las páginas de 'Corsarios de Levante' desfilan corsarios berberiscos y piratas turcos, y se suceden los abordajes y los zafarranchos en alta mar. "Esta vez he elegido el Mediterráneo del siglo XVII porque es un tema narrativamente poco conocido". Alatriste cumple 10 años (la primera entrega apareció a finales de 1996). En esta década se han vendido cuatro millones de ejemplares de sus aventuras en todo el mundo, se han hecho traducciones a la mayoría de idiomas y Alatriste ha dado nombre a exposiciones, cómics, juegos de rol y hasta restaurantes con su nombre, y que han culminado en este 2006, con el estreno de la multimillonaria producción cinematográfica protagonizada por Viggo Mortensen.

De esta sexta entrega, Pérez-Reverte destaca, además del recurso al 'Mare Nostrum', que ha querido ir "un poco más lejos" en el lenguaje, recuperando viejas palabras de la jerga soldadesca y marinera. Lo que sí se mantiene como una constante es la mirada que quiere ofrecer el escritor sobre una época dura y un mundo cruel, "en el que la vida y la muerte valían de forma diferente que ahora".

"Intento mirar ese mundo sin juicios morales, con los ojos de ese mundo", señaló el autor, que está seguro de que Alatriste no tendría sitio en el mundo actual. "En aquella época", añadió, "Alatriste era un marginal pero con reputación. Ahora, en este mundo donde se manipulan palabras como honradez y decencia torera, Alatriste sería un proscrito. El mundo de hoy rechaza a los Alatriste".

De la película de Alatriste, Reverte hace un balance muy satisfactorio, aunque admite que, como siempre ocurre en estos casos, habría escenas o actores que le hubiera gustado cambiar. A su juicio, la interpretación de Mortensen es magnífica, porque refleja a la perfección esa mirada a una época de "tristeza" con la que ha querido dotar a sus personajes.

Con vistas al futuro, Pérez-Reverte tiene comprometidas otras tres entregas de Alatriste, que en principio llevarán por título "El puente de los asesinos", "La venganza de Alquézar" y "Misión en París". Ninguna de ellas se desarrollará en América, porque "en aquella época no había Air Madrid ni Iberia y un viaje de ese tipo era muy largo y se hacía para quedarse", bromea el novelista cuando la prensa del otro lado del Atlántico le pregunta con insistencia sobre esta posibilidad.

El autor de "El maestro de esgrima" descarta la segunda parte de una película, aunque dice que le ha llegado una propuesta para hacer una serie de televisión sobre Alatriste que va a estudiar.

Fuente: Servimedia

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"¡Bogad, bogad, malditos!"

Pardiez que hay coraje en Corsarios de Levante, el primer Alatriste poscinematográfico. Y emoción. Y aventura. Y amistad. Arturo Pérez-Reverte nos lanza una novela que es como una buena estocada: rápida, directa y efectiva, con la engañosa sencillez de la esgrima del maestro. Nos encontramos en el inicio del relato -un mediodía de mayo de 1627- con el Capitán Alatriste e Íñigo de Balboa (17 años recién cumplidos) navegando ya a toda castaña en una galera española a la caza de una galeota berberisca. "¡Aferra las dos!" ... ¡Ropa fuera! ¡Pasaboga!". El cómitre con su látigo tejiendo en las espaldas de los galeotes "un jubón de amapolas". Tensión, besos a los escapularios, las mechas de los arcabuces a punto, hambre de botín. Acaso miedo ("miente quien diga que nunca conoció el miedo, pues no hay cosa que no tenga su día"). Seguirá el pandemónium de un abordaje sangriento en el que Pérez-Reverte trazará el ancho escenario histórico en que nos vamos a mover: la peligrosa "turbulenta frontera mediterránea, encrucijada de razas, lenguas y viejos odios".

La novela no dejará de ir subiendo en intensidad hasta un final absolutamente espectacular, con cinco galeras turcas mortalmente enfrentadas a la nuestra en las costas de Anatolia, un pequeño Lepanto con hechuras de Trafalgar. Un trance malo, sin duda: "No hay otra, esta noche cenamos con Cristo o en Constantinopla". Ahí llega Uluch Cimarra, jenízaro grande pegando mandobles feroces y gritando "¡bir mum!" ("hijos de la gran puta", con perdón, en turco)...

Persecuciones y batallas navales por todos los rincones del Mediterráneo, el ataque a un campamento moro en un uadi cerca de Orán (ecos de Beau Geste -"ah, pero es que eso era nuestro Beau Geste", señala Pérez-Reverte-), peligrosos galanteos en Nápoles, "pepitoria del mundo"; el escamoteo de la escultural favorita del bajá de Chipre... El horror (ahorcamientos, desollamientos, los sesos volantes del caporal Conesa, el niño que espanta las moscas de la cabeza cortada de su padre, el culpable recuerdo de Alatriste de la represión de los moriscos) y también el humor (en el golfo de Escanderlu, situación desesperada, tres galeras que van a jugársela al amanecer contra la flota turca; dice el capitán Urdemalas: "Ningún socorro a nadie. Cada cual para sí y puto el último". A lo que recuerda oportunamente el sargento Quemado: "El último somos nosotros"). ¡Vaya singladura, Arturo!

"Me he inventado pocas cosas, las situaciones son auténticas; es un tema que tengo localizado hace muchos años y me lo sé. Manejo mucho material de la época, de las campañas corsarias de España y Nápoles. Hay mucho trabajo detrás. He leído libros enteros que me han servido para una sola línea de la novela. Lo asombroso es que esa gente que muestro eran realmente así. El coraje, la aventura, la crueldad, eran los mismos que muestro. Había realmente individuos que saltaban a una galera enemiga solos. Eran una gente peligrosísima. Éramos muy peligrosos. Esa singularidad, esa arrogancia, sentirse dueños del mundo, poseedores de la religión verdadera. Alatriste me permite entrar en la psicología de aquellos tíos. Cuando lees esas acciones ... eran tíos asombrosos, una combinación de valor, desesperación, ambición y salvajismo absolutamente español. Un país de miserables era el nuestro. Ser soldado, ir a América, a Flandes, al Mediterráneo, era salir de la miseria a por botín. Eso sí, como hidalgos y vendiendo cara la piel, pues hacen de su reputación, de su dignidad personal -que es lo único que poseen- una filosofía de vida". Como aquello de que los "señores soldados", la infantería embarcada, no reman en la galera ni que les vaya la vida en ello. La tropa no boga ni hartos de alboroque, que dicen en la novela. "Efectivamente. Eso es cierto. Lo cuenta Cervantes. No reman. Remar es cosa de los galeotes y para el soldado es deshonroso. Al leer el libro te pueden parecer unos animales, unos marcianos. Pero eran así, exactamente así. Alonso de Contreras, Jerónimo de Pasamontes, Osuna y sus capitanes... Lo de las bocas de Escanderlu, esa lucha atroz y desproporcionada en el mar, tres a ocho... " Esa batalla ocurrió. Y el episodio real es aún más increíble: un bajel y dos galeras contra treinta. Lo dicho, hay mucho material, mucha documentación, el siglo XVII es muy rico en ella, pero es un tema poco trabajado, en buena parte desconocido. Se habla mucho del pirata turco, del corsario berberisco... pero nosotros hicimos lo mismo en esa frontera mestiza que era el Mediterráneo. Los españoles hicimos mucho el corso".

Al turco, al moro, al berberisco, se le mata y destaza si hace falta, pero es una rivalidad sana; en cambio a los ingleses... "Ése viene de fuera a robar, es un intruso, al moro lo conoces bien, incluso frecuentemente, si tiene reaños, se le admira; es de aquí, vecino del mismo patio. Se le odia, se le degüella, pero con un respeto".

¿No se ha teñido un punto este Alatriste de la negra perspectiva de El pintor de batallas (Alfaguara), la anterior novela de Pérez-Reverte? "No, lo que pasa es que Íñigo ha crecido y eso hace que surjan unas lucideces y amarguras en la relación que no se daban cuando era más joven. Hay enfrentamientos. Cosas que cualquier padre que haya tenido hijos adolescentes entiende".

A Pérez-Reverte le gusta especialmente el episodio del soldado varado en Orán, el viejo veterano Malacalza. "Se entiende en él lo que era el abandono de España a sus gentes, cómo todo se fue perdiendo por desidia". Le place también el lance del "rufián de entremés", cuando Íñigo se ve metido en una clásica situación de enredo en Nápoles, rico vergel... Para él ha sido, por supuesto, "un gustazo", hacer una novela con tanta trama marina. "He manejado cartografía de la época, he analizado cada barco, cada derrotero, cada maniobra, cada viento". Como con Patrick O'Brian, el lector siente que navega en las páginas, aunque los capitanes de mar y de guerra del escritor inglés nunca soltarían una retahíla tan elocuente como los de Pérez-Reverte: "Bogad, cuarta a babor, me cago en Satán, bogad malditos, bogad, amolla ese cabo, tensa aquella driza, bogad que ya son nuestros, bogad u os arranco la piel, bellacos, voto a Dios y a la hostia que vi alzar". El mundo de la galera que describe Corsarios de Levante es muy bestia. "Era así. Un infierno hediondo e insalubre. Piensa que a lo máximo que te condenaban era a remar diez años, porque nadie aguantaba más vivo. Era durísimo. Y ellos, las gentes de entonces, también, para aguantarlo. Si ahora navegar ya es jodido, en aquella época, con guerra, esclavitud... Ya lo decían: 'La galera, dela Dios a quien la quiera". Eran tiempos crueles, esa crueldad aparece en la novela. "Esta novela no se puede escribir desde el siglo XXI, es un error aplicar nuestros criterios éticos -como hacen muchos autores de novela histórica, especialmente mujeres- a otras épocas. No se puede juzgar. La crueldad era algo natural, impuesto por la supervivencia limitada, por las circunstancias; ¿cómo ibas a tomar prisioneros heridos en una galera abarrotada ya?: al agua con ellos. Así era el mundo. Mataban, pero también sabían morir cuando venían mal dadas. Con dignidad, con fatalismo profesional".

Corsarios de Levante es la primera novela de Alatriste tras encarnarse en la gran pantalla. "La película estaba bien, pero Alatriste existe antes y después de ella. Alatriste no ha de luchar con la película, que es un complemento. Tenía curiosidad para reencontrar a Alatriste después de la película. No hay ningún problema, Alatriste está intacto. No está contaminado. La película se adaptaba mucho a los libros, era muy fiel, no los violentaba. Al no hacer Viggo (Mortensen) ni Agustín (Díaz Yanes) su capitán, sino basarlo en las novelas, no ha habido otro Alatriste diferente".

Hace diez años que nació Alatriste, con esa frase -"no era el hombre más honrado", etcétera- que ya ha saltado a los colegios y al cine. Pérez-Reverte recuerda: "Hice desde el principio un plan que he ido siguiendo, que he ido ampliando pero sin cambiarlo. El cuadro inicial se mantiene". En Corsarios de Levante, descubrimos que Malatesta está vivo, que Luis de Alquézar conspira desde América y que Angélica -"he crecido por dentro y por fuera", escribe a Íñigo- lanza el cebo desde allí. Pero nuestros héroes no cruzarán el charco en el futuro. "Sería falso llevar a Alatriste a América, la gente de su clase no iba tan lejos, a no ser para quedarse. Seguirán por el Mediterráneo, irán a París... Y Rocroi espera".

Hablar de los diez años de Alatriste -tantos años como heridas- da pie a recalcar algunas cosas. "No es justo poner a Alatriste en la estela de la novela popular de aventuras. Alatriste es mucho más complejo. La serie maneja mecanismos humanos, documentación y desarrollos lingüísticos que son ajenos a Salgari o a Dumas. Alatriste, y no se entienda esto como una herejía, va más allá que Dumas. En relación con Alatriste se puede usar la asociación con la novela de aventuras y sus mecanismos -yo mismo hago uso de ello-, pero al tiempo hay en Alatriste una cantidad de información, reflexión y trama complejísima que trasciende el género. El lector lúcido constata que hay un trabajo ímprobo de creación de un lenguaje. Alatriste no es un pastiche, es una obra viva y fresca, nueva".

Jacinto Antón, Diario El País, 2 de diciembre de 2006

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Ainss, qué emoción ;-) Aunque ya he recibido mis regalos de Navidad y Reyes por adelantado, creo que no me vendría mal la nueva aventura del Capitán Alatriste y más aún si se combina con el mar y los piratas. Varios de mis temas favoritos en una misma historia.

Por cierto, el canal de televisión de aquí: Antena 3 convertirá en serie de televisión La piel del tambor, novela que publicó Pérez-everte hace una década. Roberto Enríquez interpreta a Lorenzo Quart, un sacerdote al que el Vaticano envía a Sevilla después de que el Papa recibiera una enigmática denuncia de un pirata informático. El pasado mes de noviembre, la productora Endemol comenzó en Madrid el rodaje de Quart, en la que el propio Pérez-Reverte supervisa los guiones.

Antena 3 aborda un ambicioso proyecto en el que rodará, en formato cine, La piel del tambor, cuya acción comienza en Roma y transcurre en la Sevilla de la actualidad. El Vaticano envía a la capital hispalense a un especialista en asuntos sucios, Lorenzo Quart, para saber qué pasa en una pequeña iglesia barroca en la que se han producido dos muertes. A partir de ahí se cruzan tramas de pirateo informático, especulación inmobiliaria, corrupción, suspense y amoríos. "La gente de esa novela sabe que no hay un futuro, que sólo hay el presente. Son náufragos", explicó Pérez Reverte cuando editó el libro.

Esta fue la primera novela que leí de este magnífico autor y sin duda, es una de mis favoritas.

Si quieren leer las primeras páginas de Corsarios de Levante pinchen aquí (es documento pdf)

08 diciembre 2006

Hard Rock ¿Seminole?

La tribu de los indios Seminoles de Florida anunció ayer la adquisición de la cadena de restauración Hard Rock Café, en una operación que supera los 725 millones de euros (965 millones de dólares), según un comunicado remitido por la compañía. El cierre de la operación está previsto para principios de marzo de 2007.

El Hard Rock Café es mundialmente conocido por sus bares, decorados con esmero utilizando objetos que forman parte de la historia del rock (unas 70 piezas, incluyendo guitarras eléctricas que fueron propiedad de Jimi Hendrix, Bob Dylan, Eric Clapton y Chuck Berry), pero también cuenta con hoteles, casinos y salas de conciertos, que en total suman más de 130 establecimientos en todo el mundo. La sociedad compradora, Seminole Tribe of Florida, pertenece a la tribu india de los Seminoles, que ya mantenían contratos con la marca de restauración. Se trata de la primera adquisición de una gran corporación internacional por parte de una tribu de indios nativos americanos.

Los Seminoles, cuya población ronda las 12.000 personas, viven en los estados de Florida y Oklahoma. Hasta finales de los años 70 su economía se basaba en la cría del ganado, los cultivos de cítricos y las ayudas que recibían del gobierno federal. Su despegue se produjo con la apertura de un local de bingo y otro de venta de tabaco libre de impuestos. Actualmente poseen varios locales de juego, de venta de tabaco y compañías de turismo. Se trata de la única tribu originaria de Estados Unidos que no ha firmado un tratado de paz con el gobierno nacional. Junto a sus dos hoteles y casinos Seminole Hard Rock, en la actualidad poseen y explotan otros cinco casinos -no pertenecientes a la marca Hard Rock- en el Estado de Florida, en Coconut Creek y Hollywood (ubicadas en la costa sudoriental) en Immokalee (cerca de Naples) y en las reservas de Brighton y Big Cypress (al Norte y al Sur del famoso Lago Okeechobee, respectivamente). Más del 90% del presupuesto de la tribu proviene de estos casinos, lo que equivale a más de 22, 000 millones de dólares en ingresos anuales.

Por su parte, Rank Group, grupo propietario de la famosa cadena de restauración, señaló que la decisión de vender este negocio obedece a una «revisión estratégica» de sus intereses y anuncia su intención de aprobar un dividendo extraordinario para repartir entre los accionistas parte de las plusvalías obtenidas a través de la transacción, unos 518 millones de euros, aunque esta decisión todavía debe ser sometida a la aprobación de los accionistas de la compañía. El Grupo Rank se ha desligado recientemente de las tradicionales firmas británicas de entretenimiento, como los campos de vacaciones Butlins, los cines Odeon y los estudios de cine Pinewood, con las que antes trabajaba, con el objetivo de borrar su imagen de conglomerado antiguo. Rank Group ha recibido asesoramiento por parte de las entidades Merryl Lynch y Goldman Sachs para el desarrollo de la operación, que le permitirá dedicarse en exclusiva al negocio de los juegos de azar y aprovechar así la liberalización del sector que tendrá lugar en el Reino Unido en 2007.

Por su parte, el presidente de la tribu Seminole, Mitchell Cypress, subrayó su intención de trabajar con el actual equipo directivo de Hard Rock International para poner en marcha nuevas estrategias de crecimiento para la compañía, que seguirá teniendo su sede central en Orlando. «Hard Rock International cuenta con un equipo directivo con experiencia y con unos empleados que dan lo mejor de sí en cada restaurante, cada hotel y cada tienda. Se trata, por tanto, de una oportunidad única y, dado el inmenso éxito de la cadena Hard Rock Café y el gran impacto de los hoteles y casinos podemos afirmar que esta marca tiene un potencial de crecimiento ilimitado», señala la tribu en un comunicado. «Nos damos cuenta del poder y la longevidad de esta marca» dijo a la agencia Reuters el presidente ejecutivo de Seminole Gaming, Jim Allen.

El primer Hard Rock Café fue inaugurado en Londres en 1971 por un grupo de pacifistas estadounidenses que se negaron a ir a la guerra de Vietnam.


Fuentes: Diario La Opinión, Los Angeles y Diario La Razón, España



06 diciembre 2006

Lucha, lucha, lucha


Soy una persona bastante apática en cuanto a lo que dá o deja de dar, brinda o arrebata el "sistema" (como quiera que cada uno lo entienda, ya sea gobierno, religión, etc.). Sin embargo, me irrita y mucho esa "necedad" de tragarse sin medida, sin remedio y sin cuestionar, todo lo que el "sistema" zambute por los medios de comunicación. En este caso me refiero concretamente a la televisión y más aún, a la televisión de "entretenimiento" made in México.

Hace unos días, en un foro donde hace poco tiempo participo (y que tiene qué ver con los mexicanos que residen en esta parte de España) se inició una absurda polémica surgida por un comentario personal que hice sobre Raúl DelAsco, mejor conocido como el Risitas Velasco. Jamás me simpatizó tal "personaje" y puedo decir que llegué a justificar su permanencia en televisión como un medidor de la torpeza mental de los televidentes. Gente que se plantaba delante del televisor todos los domingos para hacerse chaquetas mentales (de cualquier tipo e índole) con los cantantes de música popular, sin faltar el ingenuo de turno que se tragaban todo y decían sin empacho: "Ay, mira qué mono/a es X o Y, si es rete-humilde y buena persona". Si este personajillo tuvo o no tuvo carisma, si sólo fue un instrumento para terminar de idiotizar al medio común del pueblo mexicano, no me interesa, pero soltar mi opinión sobre él fue como abrir la caja de Pandora y descubrir que los malos vicios nos persiguen así vayamos al fin del mundo. Y después nos preguntamos por qué a los mexicanos, muchas veces, nos identifican en este lado del mundo con memeces como El Chavo del 8. Peor aún es que parece que Televisa se ha esforzado en "pulir" la programación del canal internacional conocido como Galavisión: pura porquería mediática. Es que ni siquiera rescatan telenovelas históricas, al menos.

No pienso dedicarle esta entrada al tal Risitas DelAsco, sin embargo, sirva como excelente ejemplo de que la televisión dá lo que se merece el pueblo tele-adicto: mierda, mierda y más mierda. Otros ejemplos más claros son lo que abundan en lo que se llama "programas del corazón" o dedicados a la "prensa rosa". Puffhh, otros que de verdad me erizan los cabellos y no sólo me irritan, sino que me revuelven el estómago. Hace varios años que en México se imita (sin vergüenza alguna) todos y cada uno de los pasos que se llevan a cabo aquí, en España. La misma miseria humana ilustrada en unos personajillos que de periodistas no tienen ni un gramo y mucho menos de decoro. La misma ansiedad por hundir a esos ídolos que antes era intocables y no por su "grandeza" sino porque de alguna manera se respetaba ese punto de lejanía que tenían con respecto al pueblo. Ahora, sobran los que buscan no sólo sus quince minutos de fama, sino las grandes sumas de dinero que ofrecen diferentes programas para "balconear" a la amiga, sobrina, conocida, patrona, etc. y con mucha mayor razón si se trata de alguien famoso. Aquí verdaderamente la tele vespertina es un asco, a excepción de un par de canales abiertos (de la tele por cable no hablo, porque esa se cuece aparte y tiene una variedad mucho mayor de opciones). Los programas "estrella" se remiten a revolver en las vísceras, en regodearse de todo lo que pueden pillar in fraganti de tal o cual famoso (que aquí lo mismo es un don nadie surgido de un reality show, como el novio/a "de", la ex "de", el chico surgido de Operación Triunfo, como el freak que se ha dejado manipular y vapulear por la tele, lo mismo que cantantes, actores y demás fauna) y en sí, de sacar todos los trapos al sol que la "víctima" en cuestión tenga, deje de tener, se le otorguen o se le intenten quitar (con menos éxito, claro).

Aquí no hay un prime-time como tal, nadie se disputa los horarios nocturnos tal y como los conocemos en México (y aquellos que hemos trabajado en tele) y creo que no lo necesitan. Después de los programas de prensa rosa, hay otros "medios" como la saturación de revistas de la misma temática, sub-programas de tele que se recrean "rescatando" momentos estelares de otros programas y un largo etcétera. Quizá sólo así me resulta comprensible que las personas que armaron la polémica respecto a mi opinión sobre el Risitas DelAsco (y que tal parece que sólo se "alimentan" con este tipo de televisión) se sintieran tan "ofendidas", así me hayan puesto ejemplos de que a pesar que sólo beben de la fuente de la miseria humana (o al menos eso es lo que dan a entender a través de sus mensajes y su pasión por hablar de temas de la prensa del corazón, principalmente de México), son capaces de disfrutar de un libro o de citar a un erudito profesor de filosofía que se "relajaba" mirando telenovelas.

Sé perfecto que no somos puro intelecto, pero tampoco tenemos pura mierda moldeable en el lugar que debería ocupar un cerebro de capacidad neuronal mediana. Claro, allá cada quien con sus gustos y disgustos, pero no puedo evitar sentirme ofendida (como ser pensante) cuando me encuentro con este tipo de situaciones.

Es por eso que pido: ¡Lucha por rescatar tu cerebro!

05 diciembre 2006

Los animales de dos en dos, ua ua

Sí, lo reconozco: soy fan de los anuncios de tele y más si estos, claro, están bien hechos y son ingeniosos. Hace unos cuantos días que ha empezado a rolar por todos los canales de este lado del mundo, el anuncio del nuevo coche Altea (Seat) que me encanta y cuya música me parece muy conocida pero no logro recordar dónde más la he escuchado :p