18 septiembre 2009

2003



http://www.youtube.com/watch?v=6Gm389YxvgU

"Bring me to life" - Evanescence


How can you see into my eyes like open doors?
Leading you down into my core
Where I've become so numb

Without a soul
My spirit's sleeping somewhere cold
Until you find it there and lead it back home

-CHORUS-
[wake me up] Wake me up inside
[I can't wake up] Wake me up inside
[Save me] Call my name and save me from the dark
[Wake me up] Bid my blood to run
[I can't wake up] Before I come undone
[Save me] Save me from the nothing I've become

Now that I know what I'm without
You cant just leave me
Breathe into me and {make me real
Bring me
To life

-CHORUS-
[wake me up] Wake me up inside
[I cant wake up] Wake me up inside
[Save me] Call my name and save me from the dark
[Wake me up] Bid my blood to run
[I cant wake up] Before I come undone
[Save me] Save me from the nothing Ive become

{Bring me to life
[Ive been living a lie..Theres nothing inside]
{Bring me to life

Frozen inside without your touch
Without your love, darling
Only you are the life among the dead

[All of this I, I cant believe I couldnt see
Kept in the dark, but you were there in front of me]

I've been sleeping a thousand years it seems
Got to open my eyes to everything

[Without a thought, without a voice, without a soul]
Don't let me die here (It most be something wrong)
Bring me to life

-CHORUS-
[wake me up] Wake me up inside
[I can't wake up] Wake me up inside
[Save me] Call my name and save me from the dark
[Wake me up] Bid my blood to run
[I can't wake up] Before I come undone
[Save me] Save me from the nothing I've become

Bring me to life
[I've been living a lie.. There's nothing inside]
Bring me to life

Del álbum "Fallen" (2003)

*******

Hace seis años, un día como hoy, llegué a España con ilusiones y dudas desperdigadas por mis tres maletas. Había decidido que tenía que cambiar de aires. Que, para bien o para mal, en México no había nada para mí. Desde hacía varios meses atrás estaba desempleada y empantanada en una promesa laboral que nunca terminó de arrancar. Y yo ya no quería trabajar más sustentada sólo por la "buena vountad" de la gente. Vamos, en pocas palabras: no me hallaba. Tampoco nada me retenía, sentimentalmente hablando.

A decir verdad, no pensé mucho la posibilidad de venir a España y a decir verdad, las cosas no salieron como yo las había planeado. Y como nunca comprobé que sólo en este tipo de situaciones, que por momentos se vuelven extremas, es cuando uno conoce a la gente que vale la pena y a los hijos de puta que abundan. Para fortuna tuya o para desgracia de otros, también compruebas que eres capaz de sobrevivir. Que te las ingenias, tomas aire y tratas de levantar cabeza a pesar de que todo indica que puedes fracasar o hundirte.

En seis años, mi vida ha dado un giro de 180º en todos los sentidos. Mucho más de lo que pudo ocurrir en diez o en quince. Y a pesar de que no me quejo, puedo decir que he lidiado lo mejor posible con todas y cada una de las sorpresas que han surgido en el camino.

Y aquí estoy :) tratando de adaptarme, tratando de ampliar mi visión del mundo y de la gente, sin renegar jamás de mis raíces, pero sin aferrarme a evolucionar. A veces me cuesta muchísmo trabajo identificarme con los compatriotas que he ido encontrando. La gran mayoría son personas demasiado cerradas que en su momento renegaron de su patria para salir pitando y cuando ya están lejos de la misma, ocupan la mayoría de su tiempo en recrearse en una nostalgia barata, en criticar a diestra y siniestra la tierra donde ahora viven y en hacer comparaciones que no vienen al caso. Remarco que la mayoría, aunque no todos. También he comprobado, en carne propia, que el mexicano fuera de su tierra, es un hijo de puta que si puede te mete zancadilla y no es capaz de ofrecerte ni un vaso de agua.

En seis años he creado una familia, he sido arropada por otra, he tenido la fortuna de crear buenos amigos y estoy segura que he crecido mucho interiormente. Hay cosas, deseos, anhelos, que conforme transcurre el tiempo ha sido necesario modificar o de plano hacer a un lado esperando tiempos mejores o más propicios... Pero, no me quejo. Puedo seguir afrontando las sorpresas de la vida.

En 2003 se dio a conocer la banda Evanescence con este tema que significa mucho para mí, a pesar de que los medios lo quemaron demasiado. Yo lo descubrí en el soundtrack de la peli Daredevil y recuerdo lo mucho que me gustó desde la primera vez que lo escuché mientras disfrutaba de la peli en el cine. Posteriormente, me acompañó durante mi odisea, jejeje y se convirtió en pieza indispensable del soundtrack no sólo de mi vida, sino de mi primigenia relación y posterior matrimonio. La frase: Call me name and save me from the dark me recuerda y mucho esos días que pasé en Sevilla y los primeros que empezé a vivir aquí en Valencia ;-)

Ya para terminar, aquí dejo un fragmento de la novela El Siciliano del maestro Mario Puzo, que incluí en el mail donde me despedí de mis amigos. Me parecía que reflejaba mucha cosas que sentía en esos momentos:


"Desde el borde de un escarpado peñasco, cerca ya de la cumbre del Monte D’Ora, Giuliano y Pisciotta contemplaban la ciudad de Montelepre. Allá abajo, a pocos kilómetros de distancia, las luces de las casa empezaban a luchar contra la creciente oscuridad. Giuliano incluso creyó oír los altavoces de la plaza, siempre conectados con las emisoras de radio de Roma para alegrar con su música a los habitantes del pueblo que salían a dar un paseo antes de la cena.

Pero el aire de la montaña era engañoso. Tardarían dos horas en bajar al pueblo y cuatro en regresar al monte. Giuliano y Pisciotta habían jugado allí de niños, conocían todas las rocas y las cuevas y las galerías de aquellas montañas. Al pie de aquel peñasco se encontraba el Grotto Bianco, la cueva preferida de su infancia, más grande que cualquier casa de Montelepre.

Turi Giuliano pensó que Aspanu había cumplido muy bien sus órdenes. La cueva estaba bien provista de sacos de dormir, cacerolas, cajas de municiones y bolsas con pan y comida. Había una caja de madera con linternas, faroles y cuchillos y tenía también algunas latas de petróleo.

-Aspanu – dijo riéndose -, podríamos quedarnos a vivir aquí siempre.

-Sólo unos cuántos días – contestó Aspanu -. Es el primer lugar que registraron los carabinieri cuando te buscaban.

-Sólo buscan de día. Por la noche estamos a salvo.

El manto de la noche había caído sobre las montañas, pero el cielo estaba tan estrellado que se podían ver uno a otro con toda claridad. Pisciotta abrió la bolsa de mano y empezó a sacar armas y prendas de vestir. Poco a poco y con mucha ceremonia, Turi comenzó a equiparse. Se quitó el hábito de monje y se puso los pantalones de pana y una amplia zamarra con muchos bolsillos. Se metió dos pistolas al cinto y con una correa se ajustó la pistola ametralladora en el interior de la chaqueta, de forma que no se viera y, al mismo tiempo, pudiera echar mano de ella inmediatamente. Se ciñó la canana a la cintura y añadió más cajas de municiones a las que llevaba en los bolsillos de la zamarra. Piciotta le entregó un cuchillo que él alojó en una de las botas militares que calzaba. Después introdujo una tercera y pequeña pistola con su correspondiente funda y correa bajo la axila izquierda. Finalmente revisó con sumo cuidado todo el arsenal.

El fusil lo llevaba a la vista, en bandolera. Una vez listo, miró sonriente a Pisciotta, que sólo llevaba la lupara y una navaja en la parte posterior del cinto.

-Me siento desnudo –dijo Pisciotta- ¿Podrías andar con tanta chatarra encima? Como te caigas, no podrás levantarte.

Giuliano seguía esbozando su enigmática sonrisa de chiquillo que cree tener el mundo en sus manos. La enorme cicatriz del costado le dolía debido al peso de las armas y las municiones, pero él acogía con agrado aquel dolor que le daba la absolución.

-Estoy dispuesto a ver a mi familia o enfrentarme con mis enemigos –le dijo a Pisciotta.

Ambos jóvenes empezaron a bajar por el largo y serpeante camino desde la cima del Monte D’Ora conducía a la ciudad de Montelepre.

Descendían bajo la bóveda estrellada. Armado para enfrentarse a la muerte y sus congéneres humanos, aspirando el perfume de los lejanos limonares y de las flores silvestres, Turi Giuliano experimentó una serenidad que jamás había conocido. Ya no estaba a merced de cualquier enemigo. Ya no tenía que luchar contra el temor a la cobardía. Si por la fuerza de su voluntad había conseguido no morir y que su cuerpo desgarrado se restableciera, ahora se creía capaz de repetir lo mismo una y otra vez. Ya no dudaba de que el suyo era un esplendoroso destino. Era como aquellos legendarios héroes medievales que no podían morir hasta haber llegado al final de su largo camino; hasta haber alcanzado sus grandes triunfos.

Jamás abandonaría aquellas montañas, aquellos olivos, aquella Sicilia. No tenía más que una vaga idea de cual iba a ser su futura gloria, pero no dudaba ni por un momento de que la alcanzaría. Jamás volvería a ser un pobre muchacho campesino, temeroso de los carabinieri, los jueces y la demoledora corrupción de la ley.

Habían dejado la montaña y se estaban adentrando en los caminos que conducían a Montelepre. Pasaron por delante de unas imágenes de la Virgen y el Niño cuyas túnicas de yeso brillaban como el mar a la luz de la luna. La fragancia de los huertos llenaba el aire de una dulzura casi embriagadora. Giuliano vio que Pisciotta se agachaba para recoger un higo chumbo madurado por el aire nocturno, y le envolvió una oleada de afecto hacia aquel amigo que le había salvado la vida, un afecto que tenía su raíz en su infancia en común. Quería compartir con él su inmortalidad. De ningún modo morirían como unos campesinos anónimos, en la ladera de una montaña de Sicilia. Presa de un inmenso júbilo espiritual, Giuliano rompió a gritar:

-¡Aspanu, Aspanu, yo creo, yo creo!

Y echó a correr pendiente abajo, abandonando las espectrales rocas blancas y pasando junto a varias imágenes de Jesucristo y de algunos de sus mártires, protegidas por cajas cerradas con candados. Pisciotta corrió a su lado, riendo, hasta que ambos penetraron en el arco de luz lunar que bañaba el camino de Montelepre".

No hay comentarios: