Quizá resulta misión imposible explicarle a un adolescente de estos tiempos, en pleno siglo XXI, que ha nacido y crecido en una era digital, cómo era el mundo veinticinco años atrás. Cómo nos divertíamos los adolescentes (o los que estábamos en camino de convertirnos en ellos) sin reproductores musicales, sin cedés, sin móviles, sin dvd's, sin consolas de videojuegos, sin ordenadores ni mucho menos internet, y en el caso de México, con sólo seis canales de tele que no ofrecían mucha variedad y sólo había uno dedicado casi exclusivamente a los dibujos animados (
Canal 5, XHGC) y las series infantiles durante el día, pero a partir de las ocho, luego del telediario conocido como "Contacto Directo" se emitían las series más famosas de Estados Unidos. Aunque, debo reconocer, que yo hubiera preferido tener un solo programa como el que disfrutaron en esta parte del mundo y cuyo título fue
La bola de Cristal, conducido nada menos que por Alaska.
Los jóvenes no existían demasiado para el mercado musical, a menos que saturaran sus oídos de música pop (montones de solistas y grupetes de adolescentes) y de los baladistas (la mayoría de las veces, no tan jóvenes) del momento que lo mismo surgían de varios puntos de Latinoamérica como de este lado del mundo. Había algunas estaciones de radio que emitían música en inglés pero echaban mano de los top ten más comerciales. Todas eran repetitivas e inclusive a esas alturas de los '80, aún había una estación de radio dedicada única y exclusivamente a la música disco.
Hasta que el 1 de junio de 1984 la jovencísima frecuencia modulada de la radio mexicana se vio invadida por un proyecto novedoso y único hasta el momento: ROCK 101
Esa fecha marca un antes y un después en la radio de la Ciudad de México (y algunos estados circunvecinos). ROCK 101 fue una radio hecha por y para jóvenes que no se conformaban con mover el esqueleto y perderse en unas letras que nadie entendía (y que en la mayoría de los casos, tampoco tenían ningún transfondo).
Luis Gerardo Salas y el pequeño gran equipo que se fue formado al cabo de un par de años (se dice que llegaron a ser algo así como 25 locutores y/o colaboradores). Nunca fueron una estación política, nunca se "casaron" con una forma única de pensamiento comercial o anticomercial. Cada uno de los locutores tuvo libertad total para crear y recrear sus propuestas: lo mismo se podía escuchar una hora o dos de rockabilly que una mañana de sábado podías animarte a punta de salsa, había un programa de literatura y otro de música punkie o metal extremo. En fin, que la revolución surgió y continúo a ritmo de: Puro , total y absoluto rocanrol ;-)
El poder convocatoria entre la banda (la peña) compuesta tanto por adolescentes como por jóvenes, fue tremenda: "caravanas" organizadas con sólo una frase dicha al aire y conformadas con cientos de coches de recorrían buena parte del sur de la Ciudad de México para festejar uno de los aniversarios, concursos, teléfonos bloqueados por cientos de llamadas, algunos años después aquellos viajes organizados para ir a Estados Unidos y ser testigo directo de los conciertos que durante mucho tiempo fueron prohibidos en México hasta que tímidamente, ROCK 101 comenzó a abrir brecha al organizar un concierto masivo en la Plaza de Toros en 1988 para presentar nada menos que a Miguel Ríos. ROCK 101 fue una poderosa fuente de retroalimentación que dudo mucho vuelva a repetirse entre locutores y oyentes.
A cuántos de nosotros nos fueron reveladas montones de canciones, de bandas y cantantes, de datos curiosos, de libros, de autores, de formas novedosas de hacer la radio. Había complicidad entre la voz que estaba al otro lado del micrófono y los que parábamos oreja. Yo recuerdo haber estado en mitad de la noche, con el abuelo del mp3 y tatarabuelo del iPod: mi humilde walkman y reírme sola, como una demente, mientras disfrutaba de aquella transmisiones en directo de los conciertos en RockStock.
Vamos a remontarnos a aquellos años: no había internet, no había messenger ni otra forma de comunicarte con los amigos como no fuera por teléfono, la información no viajaba a la velocidad de la luz, así que no quedaba más remedio que consultar periódicos y revistas (en el mejor de los casos, ya tenías mucho trecho ganado si masticabas el inglés, porque ni soñar que la información útil estuviese en español). No es que consideraras al locutor en turno (y por ende, tarde o temprano se convertía en tu favorito) algo así como un gurú, sin embargo, esa persona, que apenas tenía unos cuantos años más que tú, te revelaba mundos a golpe de canciones, de lecturas, de creatividad.
Aquellos años los recordaremos con bastante más cariño que otra cosa, porque vivíamos la música a través de los discos de vinyl y qué afortunado era aquel que podía darse un rol por Estados Unidos (o los que teníamos parientes allí) y ya no se diga por Europa. Si teníamos la suerte de conocer a alguien así, lo saturábamos de peticiones, en la medida de nuestras posibilidade$$$ La mayoría, buenamente nos apañábamos con los cassettes, tan socorridos en aquel entonces (eran como las cucarachas: casi indestructibles, hahaha) que los mismo te servía una y otra y otra vez, que lo mismo podías grabar un álbum entero (claro, echando mano de sus dos lados) que de las canciones que pasaban por ROCK 101 y que las esperabas como agua de mayo porque no podías conseguirlas de otra manera :P
Recordar y constatar todo lo que llegó a siginificar ROCK 101 logra que se te muevan todas las fibras cardícas y las que directamente despiertan a la nostalgia. Varias generaciones, aquellos que sobre todo estamos entre los 35 y los 40, crecimos a su vera y varios tuvimos la enorme fortuna de ser parte de su historia al participar activamente en muchos programas que dejaron huella como fue mi caso con "En los Cuernos de la Luna". Yo comencé como todos: oyente totalmente fascinada porque al fin se trataban en la radio temas como cuestiones paranormales, vampiros, ovnis, horror, literatura oscura, pero sin tomarse demasiado en serio aunque tampoco se caía en el payasismo. Poco a poco comencé a participar vía teléfono y pronto me di cuenta de que mis participaciones gustaban a los demás oyentes (no me echaba flores yo misma, sino que aquello quedaba claro con los comentarios que salían al aire, jejeje). Hasta que
Iñaki Manero, creador y locutor del programa, tuvo la gentileza de invitarme a hacer el primer programa de varios que hice con él: uno dedicado a los Poetas Malditos, luego vino otro sobre Lovecraft y finalmente terminamos hablando durante varios programas sobre un tema que a ambos nos apasiona: vampiros ;-)
La historia de ROCK 101 tocó fin en 1996 pero sólo en la frecuencia modulada, porque en el corazón y en la memoria de muchos, aún persiste. También hubo algunas estaciones que pudieron ser mínimamente herederas del estilo creado por Luis Gerardo Salas y el resto del equipo, pero ninguna ha tenido el alcance de ROCK 101, ninguna logró penetrar en la banda como la frecuencia que se ubicaba en el 100.9 del cuadrante.
Honor a quien honor merece, es por eso que desde la semana pasada, la estación de radio de la Universidad Iberoamericana:
Ibero Radio está rindiendo un merecido homenaje a ROCK 101 donde han elaborado un par de programas especiales captando las voces en la actualidad de los creadores de ROCK 101 y hablando de cómo era la Ciudad de México en 1984. Ayer domingo elaboraron su programación basados en el estilo de ROCK 101 incluyendo algunas viñetas: aquellas frases con las que Luis Gerardo Salas impuso estilo: se grababan encima de la canción, un minuto o dos antes de que terminara y que contenían textos cuasi poéticos relacionados con el intérpete, el álbum o el tema de la canción. Una de las más grandes innovaciones que brindó esa legendaria estación y que no ha podida ser copiada (alabados sean los dioses). Una enorme idea que surgió a raíz de un pensamiento muy lógico: Salas explicó que sabía que la gente cambiaba de estación cuando la canción estaba a punto de terminar, así que se le ocurrió hacer algo para "retener" al oyente. Nada mejor que un pequeño texto que muchas, muchísimas veces resultó hasta poético.
Señoras y señores, todos de pie, que ROCK 101 está cumpliendo sus bodas de plata.
ROCK 101 en Wikipedia
Grupo de Yahoo ROCK 101 (hecho por y para fanáticos)
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