14 octubre 2007

La estrella pop murió gracias a la estrella de rock



Sobra decir que en youtube.com podemos encontrarnos con todo tipo de imágenes y de información. Hace algunas semanas, cuando me empeñé en la búsqueda de videos que valieran la pena de la banda Sonata Arctica, me topé con una grata, muy grata sorpresa: Ari Koivunen, el ganador de la más reciente edición de Idols, el Operación Triunfo de Finlandia. Valgamitoooo, yo aluciné cuando confirmé la información de que un chico de 22 años (aunque aparenta unos pocos menos) cantando versiones de Iron Maiden, Led Zepellin, Whitesnake, Stratovarius y Sonata Arctica, entre otros, había ganado un concurso que siempre desborda indefinible pop comercial aquí, en México y creo que en la mayor parte de los países donde se lleva a cabo.

Yo no sé cómo marchan las cosas en cuanto a estos concursos en México, pues como hay dos versiones (a cual más mala) gracias a la competencia entre cadenas de televisión, pero lo cierto es que en este lado del mundo la cosa no cambia mucho. A excepción, de un chico que en la edición de hace dos años le "enfatizaron" su pose muy estudiada de rebelde rockero que incluía pelo rizado más o menos largo, alguna muñequera de cuero y covereaba cosas que a los productores de OT España les sonaba a "rock" como un homenaje a David Lee Roth y su versión desmadrosa de I'm just a gigoló (¿?) y un cover a el one hit wonder de aquella banda de los '80 que se llamaba Europe: The final countdow. Este no ganó, quedó en tercer lugar y creo que a pesar de haber grabado un disco ya con temas propios, no ha sonado mucho.

Es por eso que llama ni atención que en Finlandia gane un chico que no tuvo cambios en su imagen primigenia y que competeción tras competición defendió temas rockeramente clásicos como aquel inigualable Still loving you de mis amados Scorpions, jejeje. Se dice que en esa tierra de donde han surgido tantos grupos con fuerza y potencia desde hace unos quince años, las listas de popularidad son encabezadas por Nightwish o HIM (aunque a estos yo no los soporto, hahaha) por mencionar a algunos grupos que de pop no tienen ni una pizca ni de canción del verano ni nada de esas tonterías que tanto se escuchan por la radio y la tele.

Por otro lado y sin alejarnos mucho de aquellas tierras, hace unos días se publicó la noticia de que Roger Tullgren, de 42 años, ha conseguido que el Estado sueco catalogue su 'adicción' al heavy como una invalidez. Una pasión 'infernal' que le incapacita para llevar una vida normal. Un juez de Hasslehölm, su localidad natal, ha certificado que Tullgren no puede desempeñar su trabajo sin someterse a intensivas y opíparas sesiones de heavy que, a veces, incluso le impiden llevar su labor a buen puerto (aunque Roger puntualiza que prefiere death metal por las mañanas y clásicos heavies de tarde).

El detonante fue el último (y al parecer enésimo) despido de nuestro héroe, que no pudo evitar asistir en 2006 a más de 300 conciertos para levantar su mano cornuda, abandonando su puesto de trabajo en tantas ocasiones que su jefe, poco comprensivo, le dio la patada. Según esto, su pinta llena de tatuajes, calaveras y demás chucherías nada tuvieron qué ver con el despido, hahaha.

Tullgren llevaba ya 10 años intentando que la justicia sueca reconociera su adicción musical como una dependencia que le mermaba psicológicamente. Así que entre el juez y el INEM sueco buscaron la solución: un trabajo a media jornada donde además pudiera seguir cultivando su melómano cuelgue, y una pensión de 400 euros al mes para cubrir la parte del día no trabajada. Tres psicólogos impulsaron la moción.

Roger, el genio, lo explicaba así al periódico sueco 'The Local': "Firmé un documento que decía: 'Roger se siente impulsado a mostrar su estilo heavy metal. Esto dificulta su situación en el mercado laboral. Por lo tanto, necesita ayuda financiera adicional'. Así que ahora puedo ir a una entrevista de trabajo vestido como voy habitualmente y darle ese papel al entrevistador".

Tullgren trabaja ahora de lavaplatos, y su nuevo jefe le deja vestir como quiera, recuperar las horas perdidas en conciertos y escuchar sus sinfonías heavies a todo volumen "excepto cuando hay clientes", dijo a 'The Local'.

La patología de este 'metalómano' se inicia en 1971, cuando su hermano mayor le pone un disco de Black Sabbath a toda caña y envía al infantil Roger a otra dimensión. Ahora mismo, ya un señor de 42 años, Tullgren toca en dos bandas de su ciudad, pero si por él fuera serían doscientas. Grandioso Roger, hahaha. Y casi un filósofo, a juzgar por otra de sus frases a 'The Local': "Podrán decir que debería crecer y escuchar otro tipo de música... Pero no puedo. El heavy metal es mi estilo".




http://www.youtube.com/watch?v=2ajDYbOY9jw



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2 comentarios:

Korkuss dijo...

Y agárrate, que por aquí además de todo, ha comenzado otra mamarrachada llamada:

"Buscando a Timiriche"

Pa' madrearlos, en serio. Jejeje.

| Alison | dijo...

Que fuerte, que fuerte, que fuerte!!!!!!!!! O_o