08 julio 2005

Realmente, ¿hacemos lo que queremos?

El miércoles tomé un taxi y me tocó un chofer de esos que no se cortan y te hacen plática. Yo lo bautizé como el "tenista acechador", me refiero a que dentro del mundo del teatro, a los diálogos bien hechos se les suele nombrar "partido de tenis", el ataque y contraataque, el saque bien hecho y su respuesta. Pues bien, este hombre hizo su saque al mencionar que ya estábamos a mitad de semana, que quedaban menos días de trabajo, agobio y rutina. Acto seguido, el partido de tenis dio comienzo, pues decidí seguir la conversación ya que noté que no era alguien agobiante. Total, que la charla derivó en la angustia de vivir inmerso en la rutina, más aún, de caer en la sinrazón de vivir y buscar el suicidio lográndolo o no. El hombre flipó en colores cuando le comenté que dos amigos míos, -hermanos, por cierto- se habían suicidado con 8 o 9 meses de diferencia: uno, ingiriendo un limpiador de cañerías, el otro, ahorcándose. Me imagino que el chófer sólo había escuchado hablar del suicidio, pero no había vivido casos cercanos ni mucho menos. En fin, que a lo largo del día, me quedé pensando en lo primero que inició esa charla matutina: ¿Es que realmente hacemos con nuestra vida lo que queremos? ¿O sólo somos marionetas de la rutina y de las responsabilidades que implica hacerse adulto y "vivir"? Hace ya tiempo que noto cuánto aumenta esa sinrazón de vivir, de sólo dejar pasar los días de tantísima gente que cae en la rutina del trabajo, que sólo vive para trabajar y no trabaja para vivir. Algunos serán guiados por la ambición desmedida, porque mientras más tienes más quieres tanto en el sentido de las posesiones materiales como de las cuentas bancarias. Y no sé, yo me pregunto qué hace esa gente con sus sentimientos, con sus aficiones particulares, con sus relaciones familiares y amorosas. Y me temo que esto se aplica a la mayoría de la gente, sean de la edad que sean: gente que no encuentra sentido a su existencia, gente que sólo despierta, come, defeca, trabaja y/o estudia, vuelve a casa y duerme y a la mañana siguiente, otra vez más de lo mismo. Gente que muchas veces ni siquiera se ha preguntado qué quiere realmente de la vida o qué le satisface, qué le llena, qué lo hace sentirse feliz. Podrá ser un mal actual, podrá ser el resultado del stress de la vida cotidiana, o simple y sencillamente que la rutina es imposible de eludir y que sin apenas darte cuenta, pronto caes en ella y vas sacrificando todo lo que no signifique trabajo, trabajo y más trabajo. Me gustaría que la gente descubriera sus metas, descubriera que la rutina se puede romper y que disfrutaran más de cada momento. Sí, es algo muy trillado, pero no somos inmortales, hay un tiempo límite y creo que la mayor desgracia de "vivir" es darte cuenta de que atrás has dejado lo que realmente te llenaba como persona, como ser pensante, como ser con sentimientos para dar y para recibir. Me gustaría que la gente abriera los ojos y se percatara de que mientras más se lamentan, mientras más se quejan, más tiempo desperdician. Que la vida tiene sentido siempre y cuando aprendamos a disfrutarla en cada pequeño instante. Pienso en esas personas que añoran lo que nunca han tenido y se sienten solas, a veces, cuando más están rodeadas de gente. Pienso en quienes añoran una pareja pero no son capaces de abrirse y sólo exigen. Pienso en esos matrimonios donde la única conversación es cuándo se deben hacer los pagos o qué hay para cenar. Pienso en aquellos que se desaniman a vivir, porque creen que toda su vida será tan "negra" y "lastimosa" como la que supuestamente viven ahora que comienzan a andar el camino. En fin, que pienso en toda esa gente que cae en diferentes rutinas, donde cada día en una secuencia repetida del anterior. Los palos de la vida, luchar por alcanzar y conservar lo que quería y quiero como vida y los años, me han hecho ver que hay que exprimir cada minuto que respiro. Por suerte, pocas veces cai en la rutina de la que tanto hablo, a fin de cuentas, mis trabajos han sido muy cercanos a lo que yo quería hacer. Espero que allá afuera, existan más personas así, o que al menos, tengan la pasión de vivir, que les emocione despertar un día más, porque saben que tendrán más tiempo de disfrutar y gozar aquello que los hace felices y a aquellas personas que enriquecen su vida, independientemente de la relación que tengan con ellas.
Música de fondo: "Wonderful World" Joey Ramone

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Un saludo. No había venido nunca pero volveré. Muchas gracias por el enlace (y felicidades por ese recuerdo del tenis verbal y las angustias cotidianas).

MacVamp dijo...

Gracias Alberto, espero que, efectivamente, vuelvas pronto y dejes algún comentario cuando lo consideres oportuno. Entre las reflexiones y las dudas existenciales ;-) a veces voy colando textos originales que he escrito.