22 febrero 2009

El Sexto Centinela (5ta parte)

La madre había traido consigo una canasta repleta de hierbas. No preparó la cena, sino que pasó toda la tarde hirviendo las plantas hasta que se formó un jarabe muy fluido. De él emanaba un tufo amargo y picante mientras se cocinaba. La madre dejó que la pócima reposara hasta la noche siguiente. Entonces, Mamá hizo que Rosalie la bebiera toda.

Fue el peor dolor que jamás había sentido. Le parecía como si sus intestinos, su matriz y los huesos de la pelvis estuvieran siendo arrancados por un puño gigantesco. Cuando comenzó el sangrado, llegó a pensar que sus entrañas estaban disolviéndose. Había gruesos coágulos y pedazos de tejido desgarrados mezclados con sangre.

-No te hará daño-, le dijo Mamá - y se te pasará para mañana por la mañana.

Tal y como Mamá le había dicho, justo antes del amanecer Rosalie sintió como algo sólido era arrancado de su interior. De inmediato supo que estaba perdiendo lo único que le quedaba de Theophile. Trató de cerrar las paredes de su vagina alrededor de él, para mantenerlo dentro de ella el mayor tiempo que fuera posible. Pero aquella cosa era resbalosa y carecía de forma, y se deslizó sin dificultad a la toalla que Mamá había colocado entre las piernas de Rosalie. Su madre la recogió de inmediato y no permitió que Rosalie viera lo que había en ella.

La joven escuchó como el inodoro era descargado una vez, luego otra. Su matriz y los músculos de su abdomen se sentían como si acabaran de pasar por el molinillo que Mamá tenía en la cocina. Pero el dolor no se comparaba con el vacío que se apoderó de su corazón).

El cielo se estaba iluminando, revelándole más del cementerio que se extendía ante sus ojos: los cadáveres flotando en el agua que seguía creciendo, el barro infestado de gusanos y alimañas. El rostro de Theophile bostezando delante del suyo. Rosalie se retorció contra él, sintiendo como aquella carne devastada cedía bajo su peso. Ella ya no era capaz de reconocer a su amado en esos momentos. Se encontraba aterrada, luchando contra aquel cadáver. Su mano golpeó el estómago embotado, hundiéndose hasta la muñeca.

Entonces, de pronto, el cuerpo de Theophile se abrió como un flor hecha de carroña y ella se hundió en él. Sus codos quedaron atrapados en la frágil jaula de las costillas, su cara se sumergió en la amarga sopa de los órganos. Rosalie giró violentamente el rostro hacia un lado. Su cara era una máscara de podredumbre. La llevaba en el cabello, en sus fosas nasales, se convirtió en una fina capa en sus ojos. Ella estaba ahogándose en el cuerpo que alguna vez representó el sustento, el alivio anhelado. Abrió la boca para gritar y pudo sentir cosas revolviéndose entre sus dientes.

-Mi Rosalie, ma cherie-, puede escuchar la voz de su amante, susurrándole.

Y en ese preciso momento, la lluvia comienza a caer de nuevo.

***

Desagradable.

Me separé de ella gritando... aullando silenciosamente, sin desear despertarla. En ese instante tenía miedo de ella por lo que había que tenido que sufrir; me horrorizaba que abriera los ojos como si se tratase de una muñeca, observándome fijamente a la cara.

Pero Rosalie sólo estaba durmiendo en un sueño agitado. Murmuraba palabras inconexas, pastosas; una fría corona de sudor perlaba su frente; emanaba un floral y aplastante olor a sexo. Floté hasta el borde de la cama y estudié sus manos, llenas de anillos, cerradas en diminutos puños, sus párpados temblorosos e inquietos aún manchados con el maquillaje del día anterior. Sólo pude imaginar los años y tormentos que siguieron a todo aquello, y que habían llevado a esa pobre chiquilla hasta esta noche, a ésta habitación. Los que le habían hecho usar, incluso, la falsa parafernalia de la muerte, después de haberse sumergido en la aterradora verdad de Ella.

Pero yo sabía lo difíci que resultaría que ella hablase, sin coacción, de esos recuerdos. No podía haber consuelo o compensación posible ante un pasado tan cruel. Ningún tesoro, sin importar que tan valioso fuera, parecería importar ante la vista de tan abyecto error.

Así que yo os aseguro que lo que hice después fue hecho como un acto de misericordia pura... No un deseo de ganar algo para mí o de controlar a Rosalie. Nunca le hice algo semejante antes. Ella era mi amiga; deseaba liberarla de la ponzoña de tales recuerdos. Es tan simple como eso.

Me armé de valor y volví a la mente de Rosalie. Me abrí camino de nuevo, a través de sus ojos y de los enroscados túneles de sus oídos, de regreso al esponjoso bosque electrificado de su cerebro.

No puedo ser más científico acerca de esto: encontré las conexiones que generan la memoria. Busqué los nervios y sutiles ácidos que componían el sueño hasta encontrarlos, las migajas del cerebro de Rosalie que aún contenían el residuo de Theophile, las células que quedaron mancillas por su muerte.

Y lo borré todo.

Compadecí a Theophile. En verdad que lo hice. No hay existencia más solitaria que la muerte, en especial una muerte en la que no queda nadie que te llore.

Pero ahora me pertenecía a mí.


(Continuará)


Poppy Z. Brite (C) (1993)
Traducción: Javier Barriopedro (1999)
Corrección de Estilo: Macarena Muñoz (2009)

20 febrero 2009

Sweet child o' mine



http://www.youtube.com/watch?v=NmqK0aXkHho

"Sweet child o' mine" - Guns N' Roses




http://www.youtube.com/watch?v=hGAqBG0DsHg

La versión de Sheryl Crow (1999)


She's got a smile that it seems to me
Reminds me of childhood memories
Where everything
Was as fresh as the bright blue sky
Now and then when I see her face
She takes me away to that special place
And if I'd stare too long
I'd probably break down and cry

Sweet child o' mine
Sweet love of mine

She's got eyes of the bluest skies
As if they thought of rain
I hate to look into those eyes
And see an ounce of pain
Her hair reminds me of a warm safe place
Where as a child I'd hide
And pray for the thunder
And the rain
To quietly pass me by

Sweet child o' mine
Sweet love of mine

Where do we go
Where do we go now
Where do we go
Sweet child o' mine


Del álbum "Appetite for Destruction" (1987)

(Traducción al español, pincha aquí)

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Esta canción es una de mis favoritas dentro de las baladas rock de todos los tiempos. Su letra es sencilla, sin pretensiones, pero la instrumentación la convierte en algo redondo, único.

Sweet Child O' Mine fue el primer single de los Guns N' Roses que alcanzó el primer lugar en la lista Billboard Hot 100 permaneciendo dos semanas consecutivas en el verano de 1988. Ocupa el séptimo puesto de las 100 mejores canciones de los '80, listado creado por el canal de música VH1

El solo de guitarra con el que comienza, obra del oh gran guana Slash, ocupa el lugar 37 de los solos más grandes del Guitar World. Y en marzo de 2005, Sweet Child O' Mine ocupó el lugar 196 dentro del listado de las 500 mejores canciones de todos los tiempos realizado por la revista Rolling Stone.

Detrás de esta canción hay una pequeña historia: Axl Rose la escribió para su entonces novia (y posterior esposa) Erin Everly. Vamos, algo típico que haría cualquier enamorado, hahaha. Sin embargo, Slash ha declarado en alguna ocasión que sentía cierto desprecio por la canción debido a que en su origen fue un ejercicio técnico, casi un chiste, en especial el riff tan característico: el batería de aquel entonces, Steven Adler y Slash estaban en el descanso de un ensayo y Slash comenzó a tocar una melodía tipo circense. Mientras bromeaba con Adler, este le dijo que tocara el riff de nuevo y en eso, Izzy Stradlin (guitarrista) se unió con los acordes y Axl comenzó a cantar el poema que había escrito.

En una entrevista que el bajista Duff McKagan dio para la revista Hit Parade en 1988 declaró: Sweet Child fue escrita en cinco minutos. Era una de aquellas canciones de sólo tres acordes. ¿Sabes ese intro que hace Slash al principio? era un chiste porque pensábamos "¿Qué es esta canción?" No será nada, será una canción de relleno para el álbum. Y excepto por la parte vocal, es bastante dulce y sincera, Slash estaba jodiéndonos cuando escribió ese riff por primera vez.

Sin duda, algo que influyó en el tremendo éxito de Sweet Child O' Mine fue su video, ganador de varios premios: "Mejor Video de Heavy Metal" MTV Awards 1989, "Mejor Video de Nuevo Artista" Billboard Awards 1988 y alcanzó el Puesto 6 Mejor Video Musical Jamás Hecho MTV / TV Guide 1999 (votación llevada a cabo por los televidentes).

El video también tiene una historia particular: se filmó en en un teatro abandonado teniendo como "público" a algunos miembros de la casa discográfica y algunas de las novias reales de los integrantes de Guns N' Roses. Sin embargo, en una entrevista de radio en marzo de 2006, Axl Rose aseguró que su concepto original para el video se centraba en un tema de tráfico de drogas. Según Rose, el video era la historia de una mujer asiática que enviaba a su hijo al extranjero, sólo para descubrir al final que el niño estaba muerto y relleno de heroína. Obviamente, este concepto fue rechazado por la casa discográfica.

Hay una versión alternativa cuya única diferencia es que es dura un poco menos, tiene algunas tomas diferentes y es todo en blanco y negro.

Podría equivocarme, pero creo que la primera versión "oficial" de Sweet Child O' Mine es obra de Sheryl Crowe para el soundtrack de la peli Big Daddy de Adam Sandler (una de mis favoritas de este actor) en 1999. Bajo mi punto de vista, es una estupenda versión que si bien está ajustada para el estilo de la Crowe, no pierde escencia ni fuerza. Esta versión la hizo ganadora de un Grammy en la categoría de Best Female Rock Vocal Performance.

Después ha habido toda clase de intentos acertados o fallidos de versionar esta gran canción y para muestra, aquí dejo estos "botones", jejeje:




Versión en piano por Scott D. Davis (pulcra, sólo eso)



Versión de Taken by Trees (sinceramente, me parece floja y sin garra)



Versión de Luna (suena como si la hubiesen grabado luego de fumarse varios porros)



Versión de Bonnie Tyler (es una de mis cantantes favoritas pero en esta ocasión da repelús, parece que en cualquier momento se le desgarrará la garganta)



Versión hindú (a ritmo de sítar y parodiando a Nusrat Fateh Ali Khan para un anuncio, jejeje)



Versión electro-bossa (me quedo sin palabras luego de comprobar cómo se puede destrozar una enorme canción)



Versión coral (me aburre su estilo taaan angelical y moñas)



Versión Carrie Underwood (sencillamente genial, cantante de country ganadora de la 4º temporada del concurso American Idol)



Versión Alvin y las Ardillas (flipante, hahahaha)



Versión Hermanos por pelotas (Step Brothers) (la peli puede resultar soez pero este momento de la típica familia americana, hahaha, es genial)



Versión Michael Shulman (a ritmo de violín electrónico y ejecutado con guantes de invierno O_O)



Versión metro de NYC (los grandes talentos surgen del subterráneo, nunca mejor dicho, hahaha)



Versión de The String Quarter (exquisita, aunque me sobran los crótalos :P)



Version School of Rock de NY (no todo está perdido, podemos tener esperanza en esta juventud que abraza sin tapujos al rock y que lo interpreta tan bien)



Versión Fergie (resulta de gran ayuda versionar con el magnífico guitarrista original, pero la voz de esta mujer no transmite nada)




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16 febrero 2009

Las dos caras del San Valentín árabe

Un comercio en Beirut se prepara para festejar San Valentín
(Foto: The Daily Star)


Pese a la imagen que propaga la industria cinematográfica, los árabes se caracterizan por ser cariñosos, e incluso melosos, hasta la náusea. En todo Oriente Próximo, el apelativo 'habibi' (cariño) sirve igual para referirse al policía que multa, al agente de fronteras que se niega a estampar un pasaporte o al encargado del colmado, por no hablar de los amigos y familiares.

Los peluches y los corazones en todo material y color concebible son especialmente apreciados por una población muy aficionada al amor en el sentido más platónico del término, dado que la religión no permite 'ejercer' su pasión como muchos quisieran. Pues bien, imaginen todo ese romanticismo elevado a la enésima potencia. Es precisamente lo que ocurre cada San Valentín.

Los árabes acogieron ya hace años con regocijo la festividad comercial del amor, y si en algún lugar se nota especialmente es en el Líbano. De hecho, muchos cuenta cómo el magnicido del ex primer ministro Rafic Hariri, que marcó un antes y un después el 14 de febrero de 2005, les pilló recogiendo el 'pastel de San Valentín' o el ramo de rosas rojas.

Cuatro años después, Beirut se ha llenado de recuerdos políticos pero también de corazoncitos rojos, rosas color sangre, peluches del mismo tono con leyendas tan explícitas como 'I Love You' y demás importaciones, por no hablar de la parafernalia 'made in China' imposible de evitar en estos casos.

El centro ciudad, considerado feudo de la mayoría parlamentaria suní, ha sido decorado para esta ocasión con corazones en los muros. Eso por no mencionar los escaparates: las lencerías celebran San Valentin con lencería roja, las librerías exponen títulos como El arte del amor chino o Seducción, los centros de cosmética ofertan 'paquetes' especiales de belleza y los restaurantes, menús románticos para dos a la luz de las velas.

Como la crisis no afecta, por el momento, a la proteccionista economía libanesa, los hoteles también hacen su agosto. Los de cinco estrellas han publicado folletos especiales con ofertas de cena, habitación doble cubierta de pétalos de rosa y pasteles en forma de corazón, y no sólo eso: en el diario en lengua inglesa The Daily Star –que pese a haber permanecido cerrado una semana por problemas financieros ha vuelto a los quioscos- la sección de anuncios por palabras cuenta con una nueva y vasta sección: 'Ideas para San Valentín', en la que desde hoteles hasta hamburgueserías pasando por bares y empresas de cátering venden su particular concepción de San Valentín. (Aquí un simpático artículo de ese periódico)

Del todo a la nada

Pero es sólo una de las múltiples caras de Oriente Próximo. En Irak, sólo desde el año pasado, cuando disminuyó la violencia, es posible ver artículos relacionados con San Valentín y sigue sin haber humor para fiestas. Y en Arabia Saudí, donde la festividad está expresamente prohibida por las autoridades, se ha declarado la caza al peluche romántico.

Lo cuenta la corresponsal de la agencia Associated Press en Riad. Desde hace días, ante la proximidad de la fecha, la policía religiosa saudí ha emprendido redadas en los establecimientos comerciales para 'decomisar' todo peluche de color rojo u objeto susceptible de ser un regalo para enamorados.

Lo más curioso es que, el resto del año, este tipo de productos pueden ser adquiridos sin el más mínimo problema. Pero en vísperas de San Valentín, se convierten en objeto de contrabando, tanto que algunos comerciantes han sido detenidos por ofrecer tan peligrosa mercancía.

Los periódicos del reino han reimpreso estos días la fatwa (edicto religioso) emitida años atrás en la que se declaraba el día de San Valentín, o eid al hob (fiesta del amor, en árabe), una 'festividad págana cristiana' que los musulmanes no deben celebrar. La explicación oficial es que en el reino wahabi –la interpretación más estricta del Islam suní- no está permitida ninguna celebración que no sea musulmana. Eso incluye los cumpleaños, el Día de la Madre y por supuesto San Valentín, que conmemora a un mártir cristiano del siglo III. Aunque no se trate de venerar al santo, sino de celebrar el amor, nadie podrá hacerlo públicamente en Arabia Saudí.



Mónica G. Prieto
Crónicas desde Oriente Próximo (Blog)
Diario El Mundo
14 de febrero de 2009


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Si es que al final, todos tienen su "corazoncito" ;-)

Por cierto, este año me negué a comprar un pastel con forma de dos corazones que tanto se vende por estas fechas. Y no fue tanto por evitar la ñoñería, hahaha, sino porque no había más que de yema y chocolate... Demasiado azúcar para mí :P



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15 febrero 2009

El Sexto Centinela (4ta parte)

El padre de la chiquilla no era un hombre duro ni cruel. Pero lo habían educado en el seno de la iglesia, y allí aprendió a medir su propia valía en función del honor de su familia. Theophile nunca supo que su Rosalie estaba embarazada. El padre de la joven lo esperó en el cobertizo de los botes una noche. El chico entró, llevando una carpeta con poemas nuevos y la escopeta del padre deshonrado le dio de lleno en le pecho y en el estómago, un centenar de diminutos ojos negros lloraron lágrimas rojas.

Papá estaba encerrado en la cárcel del condado y Mamá dijo que pronto iría a un lugar todavía peor, un lugar donde no podrían verlo nunca más. Mamá decía que no era culpa de Rosalie, pero la chiquilla podía ver en sus ojos que sí lo era).

Había sido la primavera más húmeda que cualquiera pudiese recordar, un mes de lluvias frecuentes. El nivel del agua en los mantos del Bayou de Louisiana es tan alto que un agujero excavado en aquel suelo, asesenta centímetros de profundidad -y hasta mucho menos que eso-, comenzará a inundarse. Durante toda la primavera, los mantos crecieron a tal grado, que el suelo estaba constantemente húmedo, ahogando al césped y a las flores, haciendo un barrizal de la dulce tierra del pantano. Las enredaderas habían crecido hasta los límites del cementerio, invadiendo las verjas. Pero la tormenta de anoche había llevado el nivel de los mantos subterráneos más allá del nivel de saturación. La gente acaudalada de Nueva Orleans construyen mausoleos para depositar a sus muertos y protegerlos de este peligro, pero nadie aquí, en este pueblo miserable, puede costearse una bóveda de mármol... Ni siquiera de ladrillo.

Y el cementerio del pueblo se ha inundado por fin.

Algunas cosas que han flotado hasta la superficie son poco más que pequeños huesos. Otras están abotargadas, hinchándose tres y hasta cuatro veces su tamaño normal, montes flatulentos elevándose entre el barro omo islotes de carne putrefacta; algunas tienen flores de tela, clavadas a manera de obscena decoración. Las moscas se levantan perezosamente, para después descender de nuevo en nubes centellantes que trazan círculos sobre ellas mismas y los despojos a la deriva. En un sitio descansan las retorcidas tapas de los ataúdes, encalladas en los desniveles del terreno, que fueron desgajadas por el imparable acoso del torrente de agua. En otro lugar flota la imagen, hecha de yeso, de un santo: su cara y el color de su túnica deslavados por la incesante lluvia. Rostros bostezantes de cuencas vacías, salen a flote entre las extensiones de agua estancada y pareciera que buscan con desesperación una bocanada de aire fresco. Manos putrefactas se desdoblan como las flores de las lilas y lirios acuáticos. Cada gota de lluvia, cada palmo de tierra en el cementerio está mancillado con los efluvios de los muertos.

Pero Rosalie sólo puede ver el rostro que tiene delante del suyo, el cuerpo aplastado debajo del suyo. Los ojos de Theophile se han hundido dentro de las cuencas y su boca está abierta, la lengua ha desaparecido. Ella puede ver las delgadas larvas blancas pululando en el oscuro paisaje de su garganta. sus fosas nasales son negros agujeros que se han ensanchado, replegándose hacia la piel verdosa de sus mejillas. El sedoso cabello casi ha desaparecido por completo, las pocas hebras que aún quedan son muy delgadas y pringosas, devoradas por los bichos acuáticos... (Sentados en el muelle, Rosalie y Theophile acostumbraban escupir al aguapara ver a los brillantes escarabajos negros aglutinarse alrededor de las bolas blancas de saliva. Theophile le había dicho que también se comían el cabello y las uñas de los pies). En algunas partes, ella puede ver el lustroso domo de su cráneo. El cráneo detrás del rostro amado; el cráneo que acunó sus pensamientos y sueños.

Piensa en la pala que trajo y se pregunta qué era lo que deseaba hacer con ella. ¿Deseaba ver a Theophile así, de esta forma? ¿O en realidad había esperado encontrar su tumba vacía, su hermoso y joven cuerpo ido, entero y fresco, al encuentro con Dios?

No. Ella sólo quería saber dónde estaba él. Porque no le quedaba nada de él... La familia Thibodeaux se había negado a darle los poemas, un rizo de su cabello. Y ahora, ella había perdido incluso su semilla.

(Los perros derribaron a Papá al suelo del pantano donde se ocultaba y los hombres lo llevaron a rastras a la cárcel. Mientras lo llevaban al coche de policía, la madre de Theophile corrió hasta él y le escupió en el rostro. Papá estaba esposado y no pudo limpiarse; sólo se quedó de pie en aquel sitio con el salivazo, lleno de resquemor y amargura, escurriéndole mejilla abajo, y sus ojos parecían confundidos, como si no estuviese seguro de lo que acababa de hacer.

Mamá hizo que Rosalie durmiera con ella aquella noche. Pero cuando la jovencita se despertó a la mañana siguiente, Mamá ya se había ido, sólo dejó una nota diciendo que regresaría más antes del ocaso. Así sucedió, la mujer llegó con la última luz de la tarde. Su cara estaba arañada y sudorosa, con la mitad inferior de sus vaqueros encostrados de barro.

(Continuará)


Poppy Z. Brite (C) (1993)
Traducción: Javier Barriopedro (1999)
Corrección de Estilo: Macarena Muñoz (2009)

13 febrero 2009

2 temas de San Valentin



"Always on my mind" - Elvis Presley





"Bring me to life" - Evanescence





Canciones importantes para la Gothic-Biker Family y que nos gusta remarcar en días como estos :)




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11 febrero 2009

Espejos




Espejos
Deepak Chopra


Todos somos extensiones del campo universal de energía, distintos puntos de vista de una única entidad. Esto implica ver todas las cosas del mundo, a todas las personas del mundo, y darnos cuenta de que estamos mirando otra versión de nosotros mismos. Tú y yo somos lo mismo. Todo es lo mismo. Todos somos espejos de los demás y debemos aprender a vernos en el reflejo de las demás personas. A esto se llama espejo de las relaciones. A través del espejo de una relación, descubro mi yo no circunscrito. Por esta razón, el desarrollo de las relaciones es la actividad más importante de mi vida. Todo lo que veo a mi alrededor es una expresión de mí mismo.

Las relaciones son una herramienta para la evolución espiritual cuya meta última es la unidad en la conciencia. Todos somos inevitablemente parte de la misma conciencia universal, pero los verdaderos avances tienen lugar cuando empezamos a reconocer esa conexión en nuestra vida cotidiana.

Las relaciones son una de las maneras más efectivas para alcanzar la unidad en la conciencia, porque siempre estamos envueltos en relaciones. Piensa en la red de relaciones que mantienes: padres, hijos, amigos, compañeros de trabajo, relaciones amorosas. Todas son, en esencia, experiencias espirituales. Cuando estás enamorado, romántica y profundamente enamorado, tienes una sensación de intemporalidad. En ese momento, estás en paz con la incertidumbre. Te sientes de maravilla, pero vulnerable; sientes cercanía pero también desprotección. Estás transformándote, cambiando, pero sin miedo. Te sientes maravillado. Ésa es una experiencia espiritual.

A través del espejo de las relaciones, de cada una de ellas, descubrimos estados prolongados de conciencia. Tanto aquellos a quienes amamos como aquellos por quienes sentimos rechazo, son espejos de nosotros. ¿Hacia quiénes nos sentimos atraídos? Hacia las personas que tienen características similares a las nuestras, pero eso no es todo. Queremos estar en su compañía porque subconscientemente sentimos que al hacerlo, nosotros podemos manifestar más de esas características. Del mismo modo, sentimos rechazo hacia las personas que nos reflejan las características que negamos en nosotros. Si sientes una fuerte reacción negativa hacia alguien, puedes estar seguro de que tú y esa persona tienen características en común, características que no estás dispuesto a aceptar. Si las aceptaras, no te molestarían.

Cuando reconocemos que podemos vernos en los demás, cada relación se convierte en una herramienta para evolución de nuestra conciencia. Gracias a esta evolución experimentamos estados extendidos de conciencia.

La próxima vez que te sientas atraído por alguien, pregúntate qué te atrajo. ¿Su belleza, gracia, elegancia, autoridad, poder o inteligencia? Cualquier cosa que haya sido, sé consciente de que esa característica también florece en ti. Si prestas atención a esos sentimientos podrás iniciar el proceso de convertirte en ti más plenamente.

Lo mismo se aplica a las personas hacia las que sientes rechazo. Al adoptar más plenamente tu verdadero yo, debes comprender y aceptar tus características menos atractivas. La naturaleza esencial del Universo es la coexistencia de valores opuestos. No puedes ser valeroso si no tienes a un cobarde en tu interior; no puedes ser generoso si no tienes a un tacaño; no puedes ser virtuoso si no tienes la capacidad para actuar con maldad.

Gastamos gran parte de nuestras vidas negando este lado oscuro y terminamos proyectando esas características oscuras en quienes nos rodean. ¿Has conocido personas que atraigan sistemáticamente a su vida a los sujetos equivocados? Normalmente, aquéllas no comprenden por qué les sucede esto una y otra vez, año tras año. No es que atraigan esa oscuridad; es que no están dispuestas a aprobarlas en sus propias vidas. Un encuentro con una persona que no te agrada es una oportunidad para aceptar la paradoja de la coexistencia de los opuestos; de descubrir una nueva faceta de ti. Es otro paso a favor del desarrollo de tu ser espiritual. Las personas más esclarecidas del mundo aceptan todo su potencial de luz y oscuridad. Cuando estás con alguien que reconoce y aprueba sus rasgos negativos, nunca te sientes juzgado. Esto sólo ocurre cuando las personas ven el bien y el mal, lo correcto y lo incorrecto, como características externas.

Cuando estamos dispuestos a aceptar los lados luminosos y oscuros de nuestro ser, podemos empezar a curarnos y a curar nuestras relaciones. Todos somos multidimensionales, omnidimensionales. Todo lo que existe en algún lugar del mundo también existe en nosotros. Cuando aceptamos esos distintos aspectos de nuestro ser, reconocemos nuestra conexión con la conciencia universal y expandimos nuestra conciencia personal.

Las características que distinguimos más claramente en los demás están presentes en nosotros. Cuando seamos capaces de ver en el espejo de las relaciones, podremos empezar a ver nuestro ser completo. Para esto es necesario estar en paz con nuestra ambigüedad, aceptar todos los aspectos de nosotros. Necesitamos reconocer, en un nivel profundo, que tener características negativas no significa que seamos imperfectos. Nadie tiene exclusivamente características positivas. La presencia de características negativas sólo significa que estamos completos; gracias a esa totalidad, podemos acceder más fácilmente a nuestro ser universal, no circunscrito.

Una vez que puedas verte en los demás, será mucho más fácil establecer contacto con ellos y, a través de esa conexión, descubrir la conciencia de la unidad. Éste es el poder del espejo de las relaciones.

10 febrero 2009

King opina sobre el Niño-Mago


J. K. Rowling y Stephen King en una lectura benéfica en Radio City Music Hall (agosto de 2006)

Resulta gratificante comprobar que aquella leyenda urbana de que Stephen King había contratado un grupo de psicólogos para que ellos escribieran sus libros y así adentrarse en los miedos más profundos del norteamericano promedio, no tiene nada de cierto. Y para comprobarlo sólo basta leer una reciente entrevista que ha concedido al diario USA Weekend donde demuestra que no vive encerrado en una buhardilla alejado del mundo actual. Al contrario, se mantiene al tanto de lo que se cuece en el mundo literario y no tiene pelos en la lengua para hacer algunas declaraciones que a más de diez pueden incomodar.

Por un lado, comenta que él no nota la posible influencia que sus libros hayan ejercido en la sobrevalorada Stephenie Meyer, la creadora de la saga Crepúsculo (quizá el propio King se ha sentido horrorizado de que lo relacionen con semejantes vampiros tan ñoños, hahaha). Sin embargo, sí que entiende el efecto que pudo causar, años atrás, en una jovencísima lectora que responde al nombre de J. K. Rowling, la madre de Harry Potter. A leguas se nota que King simpatiza con la saga Potter y queda claramente constatado en un artículo que escribió en agosto de 2007 para Entertainment Weekly . Comienza con algo así como una crítica hacia esos críticos literarios que sólo se habían dedicado a soltar spoilers a diestra y siniestra. Vamos, que "reventaban" aquella promesa editorial de no revelar antes de tiempo posibles pistas o detalles de las tramas, sobre todo del último libro de la saga: Harry Potter y las Reliquias de la Muerte:

En su prisa por exprimir los centímetros de sus columnas, los miembros que tienen buena reputación en la Iglesia de Qué Está Pasando Ahora, no han dicho algo que valga la pena recordar. Muchos de estos precocinados y sensibleros críticos ven a Harry —sin mencionar ni a sus amigos ni sus aventuras— en sólo dos perspectivas: sociológica ("Harry Potter: ¿Gran Ayuda o Desastre para la Infancia?") o económica ("Harry Potter y la Cámara de Descuento de Precio"). Toman una línea superficial de las cosas, como la atmósfera y el lenguaje, pero hay más y realmente ¿cómo pueden hacerlo? Cuando sólo tienes cuatro días para leer un libro de 750páginas, y después escribir una crítica de 1.100 palabras sobre ello, ¿cuánto tiempo tienes realmente para disfrutar del libro? ¿Para pensar sobre el libro? Jo Rowling ha propuesto una suntuosa comida de siete platos, cuidadosamente preparados, preciosamente cocinados y cariñosamente servidos. Los niños y adultos que se enamoraron de las series (yo entre ellos) saborearon cada bocado, desde el aperitivo (Piedra Filosofal) hasta el postre (el precioso epílogo de Las Reliquias de la Muerte). La mayoría de los críticos, por otro lado, lo han engullido todo, y amablemente lo han devuelto a medio digerir sobre las páginas sus respectivos periódicos.


Posteriormente, se dedica a enfatizar que el gran secreto del éxito de la saga Potter es que tanto los personajes como sus lectores han crecido, un gran acierto bajo su óptica. Declara que J. K. Rowling ha sido y es una novelista increíblemente dotada. Hace hincapié en lo mucho que se ha escrito en los blogs acerca de que el talento de la Rowling también ha crecido conforme avanzó la saga Potter. Y declara que es algo lógico, que el talento no se estanca: o crece o simplemente muere. Rowling era buena cuando comenzó con la saga pero al llegar a las Reliquias de la Muerte ha comenzado a ser una de las más finas creadoras de su país.

King remarca que si la saga Potter puede resultar tan atractiva lo mismo para niños que para adultos es porque hay magia en cada página. Que desde que somos pequeños nos sentimos atraidos por ella y es por eso que una y otra vez regresamos a los Hermanos Grimm, a Hans Christian Andersen y a la antigua Alicia del País de las Maravillas. Los primeros lectores cautivos fueron sin duda los niños puesto que había magia en la historia creada por Rowling. El hecho de leer, para King, ya es algo mágico y le gusta imaginar cuántos chicos habrán dejado a un lado sus Game Boy y sus iPod para devorar cada una de las 4,000 páginas que componen la saga Potter en su totalidad.

Quizá se todo se debe a la prosa británica. Resulta difícil resistirse al hipnotismo de esas voces calmadas y sensibles, especialmente cuando se vuelven verdaderas. J. K. Rowling no perdió de vista el tema principal de su historia: el poder del amor convertido en algo apabullante que a menudo da miedo, niños convertidos en dignos y responsables adultos. Para King, los personajes de la saga Potter están vivos y bien dibujados, su ritmo es impecable.

Por último, envía un mensaje a esos críticos que han declarado que la saga del Niño-Mago no es suficientemente fuerte para crear nuevos lectores (en especial en el sector masculino) : que recuerden lo que le pasó a Lord Voldemort por subestimar la magia de Harry Potter. Esos críticos que declaran que la novela está muerta no son capaces de darse cuenta de que la lectura en manos de los niños está más viva que nunca. Inclusive, ahora mismo, lo que se considera literatura infantil y juvenil, está mucho más sana que la dirigida a los adultos que cada año se ve saturada por 400 pretenciosas y aburridas "novelas literarias".

Ahora, regresando a la más reciente entrevista realizada a Stephen King, retomo una declaración que sin duda se ha convertido en mi favorita: Rowling y Meyer le hablan directamente a los jóvenes. La diferencia es que Rowling es una estupenda escritora y Stephenie Meyer no puede escribir peor. Ella no es tan buena. La gente se puede sentir atraida por las historias, por el ritmo, pero en el caso de Meyer está claro que ella escribe para toda una generación de chicas que se están abriendo a una clase de disfrute sano de amor y sexo a través de esos libros. Es excitante, es emocionante, pero no es particularmente amenazador pues no son abiertamente sexuales. Mucho de su lado físico está encubierto por aspectos como que el vampiro toca su brazo o roza su piel con su mano, y ella pasa de cálida a fría en un momento. Para las chicas, todos estos sentimientos indican que aún no están listas para experimentar.

No recuerdo en dónde he leido que debido a que la Meyer es mormona, esto marca y mucho la "tensión sexual" -que es inherente cuando se toca un tema con tantas referencias eróticas como el del vampiro- de sus novelas. Como que todo es muy contenido, demasiado encorsetado y dejemos a un lado si todo esto puede resultar romántico. Yo creo que el romanticismo no tiene por qué ser aburrido y ñoño.


(Con información de Blog Howgarts y Harry Latino)

08 febrero 2009

El Sexto Centinela (3era parte)

Las crudas siluetas de las lápidas aguijonean el cielo entintado de púrpura y negro. Pocas familias del pueblo pueden comprar una estela labrada; amarran dos troncos para formar una tosca cruz, o cincelan su propio memorial en granito... Si pueden conseguir una losa. Rosalie se abre camino a tientas, en aquel bosque de desvencijados e irregulares, paupérrimos homenajes-sepulcro a los difuntos. Ella sabe que algnos no son más que una tabla de roble, con los nombres garabateados a navaja, hundidas en el suelo. Las sombras en la base de cada una están húmedas, refulgentes. Un cieno inmundo lame sus pies, los chupa. En algunos sitios, el suelo se siente resbaloso y lleno de bordecitos, no puede ver qué es lo que está pisando.

Pero cuando ya está cerca de la estela que busca, puede verla bien. Porque es la mejor lápida del cementerio, labrada en mármol de un blanco intenso como el de la luna, que parece absorber la luz hacia su níveo interior. Su familia la mandó a hacer en Nueva Orleans, gastándose lo que, con toda probabilidad, eran los ahorros de toda su vida. Las letras cinceladas son tan finas y precisas como el filo de una navaja. Rosalie no puede distinguirlas en la penumbra, pero conoce cada esquina, cada recodo y sombra. Sólo su nombre, rígido y frío; sin fechas ni inscripciones, tal como si la pena de aquella familia fuese tan grande que no pudieron soportar decir nada y dejar testimonio acerca de él. "Sólo pongan su nombre y déjenlo ahí".

El parche de tierra en la base de la lápida no está a la vista, pero ella lo conoce bien: un árido y lodoso rectángulo. No había pasado suficiente tiempo para que el césped o la hierba crecieran en él, apenas lo habían enterrado dos noches atrás, y los pocos brotes verdes que trataron de conquistar el rectángulo de tierra, fueron aplastados por la lluvia. Pero, ¿de verdad puede estar él allí abajo, encerrado en una pequeña caja, su ligero y grácil cuerpo hinchándose y reventando, sus maravillosas manos y cara comenzando a pudrirse?

Rosalie avanza con la mano extendida para poder rozar las letras de su nombre: TEOPHILE THIBODEAUX. Mientras piensa -o sueña- el nombre, sus dedos prestos para recorrer los contornos de cada letra en el mármol, una imagen llena su mente, una oleada de sensaciones tan intensas como eróticas. Un chico de más edad que Rosalie, quizá de diecisiete años: una cara pálida, demasiado delgado para decir que es apuesto, pero sí atractivo, una cortina de largo y dócil cabello negro ocultando a medias sus ojos de un fiero y calcinante azul. ¡Theophile!

(De pronto,algo sucede. Las cosas se suceden a tropel y es como si la consciencia de Rosalie se fundiese por completo con la mía. Mi corazón se retuerce con el amor y el ardiente deseo que sólo una chiquilla adolescente puede sentir por este ardiente chico cajun. Apenas me percato del cuerpo de Rosalie, alcoholizado y de veintidós años, que reposa en la cama, sintiendo como sus vísceras más femeninas pulsan la recordad a aquel mozalbete. Oh, cómo la tocaba... ¡Oh, cómo y cuánto la probó!

Ella sabía que eso está mal ante los ojos de Dios. Su madre la educó para que fuera una niña buena. Pero las tardes que había pasado junto a Theophile después de los bailes o de las reuniones de la iglesia, sentados en el columpio con su brazo rodeándole los hombros, inclinada sobre el tibio hueco de su pecho... Eso no podía estar mal. Después de que pasara una semana, tras haberse conocido, él comenzó a mostrarle lo que escribía en una máquina de escribir Olympia, una reliquia salpicada con manchas de tinta: poemas e historias, canciones del pantano. Y eso no podía estar mal.

Y la noche en que ambos se escaparon de sus casas para reunirse, aquella noche en el cobertizo de los botes abandonado, que estaba cerca de la casa de Theophile... Aquello tampoco podía estar mal. Comenzaron besándose únicamente, pero los besos se volvieron más apremiantes, tórridos, salvajes... Rosalie sentía como hervía todo en su interior.

Theophile respondió a su calor con el de su propio cuerpo. Ella sintió como él leventaba la grosera tela de su falda y -con cuidado, casi con reverencia- deslizaba las bragas de algodón hacia abajo. Después, comenzó a acariciar la negrura que le crecía en la entrepierna, provocándola con la punta misma de los dedos, rozando cada vez más rápido y hurgando cada vez más adentro, hasta que ella se sintió como un botón de rosa a punto de reventar en una oleada de dulce néctar. Después le separó las piernas aún más y se inclinó para besarla justo allí con tanta ternura como la había besado en la boca. Su lengua era suave pero rugosa, como una toalla humedecida, y llena de jabón y, Rosalie creyó que su joven cuerpo moriría debido al terrible placer de todo aquello. Luego, con lentitud, Theophile se abría camino, con suavidad, dentro de ella, y sí, ella lo deseaba allí; sí, ella estaba aferrada a su espalda, forzándolo a entrar más profundamente, negándose a aceptar el intenso dolor de la primera penetración. Él descansó dentro de ella, casi sin moverse, entonces se inclinó para besarle los pezones doloridos, que apenas se desarrollaban, y Rosalie sintió todo el poder de la feminidad correr atropelladamente, por todo su cuerpo. "Esto no puede estar mal").

Con los recuerdos fijos con firmeza en su mente, ella da otro paso hacia la la´pida. El suelo se hunde bajo sus pies y cae de cabeza dentro de la tumba de su amado.

La pala le golpea la mitad de la columna. El olor a podredumbre lo invade todo a su alrededor, es pesado y añejo: carne pudriéndose, grasa rancia, un olor dulzón y nauseabundo al mismo tiempo. La caída la desorienta. Se revuelve en el cieno pegajoso, lo escupe fuera de su boca.

Entonces la primera luz del día rompe la oscuridad del alba y Rosalie puede ver la cara arruinada de Theophile.

(Ahora sus recuerdos me abruman, ahogándome cual si se tratase de un torrente imparable. Algún tiempo después de que comenzaran a citarse en el cobertizo abandonado, ella empezó a sentirse mal todo el tiempo, el calor la volvía apática. El sangrado menstrual que se le presentó por primera vez hacía tan sólo un año, se detuvo. Mamá la llevó a ver un médico al pueblo vecino y éste confirmó lo que Rosalie ya temía desde hacía unt iempo: la jovencita iba a tener un bebé de Theophile.

(Continuará)


Poppy Z. Brite (C) (1993)
Traducción: Javier Barriopedro (1999)
Corrección de Estilo: Macarena Muñoz (2009)

06 febrero 2009

Faraway Vol.2



http://www.youtube.com/watch?v=t8ILlINnHbg


"Faraway Vol.2" - Apocalyptica feat. Linda Sundblad


There is something in the way
You're always somewhere else
Feelings have deserted me
To a point of no return
I don't believe in God
But I pray for you

Don't you slip away from me
It's you I live for
Don't you leave no
Don't you slip away from me
I'm vulnerable to your love

There is something in the way
You're always somewhere else
Feelings have deserted me
To a point of no return
So the light fades out
And you're so close to lose it

Don't you slip away from me
It's you I live for
Don't you leave no
Don't you slip away from me
I'm vulnerable to your love

Don't you slip away from me
It's you I live my life for
Don't you slip away from me
I'm vulnerable to your love
Don't you slip away



Del EP "Faraway Vol.2" (2003)


Sip, lo sé, esta canción lo mismo suena aquí que en mi perfil de MySpace, pero no se imaginan cuánto me gusta y cuánto me engancha cada vez que la escucho.

La letra es triste: abandono, súplica y la intención casi de vivir de un recuerdo de lo que fue y no volverá a ser... Sobre todo aquella frase de: No creo en Dios pero rezo por ti. Y no sé, la voz de Linda y toda la atmósfera creada por esos finlandeses geniales que son los chelistas de Apocalyptica, me mueve muchas fibras.

Linda Sundblad es una cantante sueca que fue vocalista del grupo pop-rock Lambretta. En 2006 lanzó su primer álbum como solista.



***

03 febrero 2009

Bicentenario Poe



Edgar Allan Poe el escritor maldito celebra bicentenario

Supo plasmar en su obra los miedos atávicos que, generación tras generación, sacuden a los hombres. Atormentado por la pobreza y los mismos terrores que recreaba, murió entre alucinaciones y delirios alcohólicos. Fue el pionero de la ciencia ficción, el padre del cuento fantástico y la novela policiaca. Una detallada biografía y la recopilación de su obra celebran su bicentenario.

Poe decía de sí mismo que «muchas veces he pensado que podía oír perfectamente el sonido de las tinieblas deslizándose por el horizonte».

Con una sensibilidad, tal no es de extrañar que los críticos de su tiempo lo acusaran de complacerse en lo siniestro. Siempre le atrajo la vertiente más oscura del ser humano, quizá porque él mismo era una criatura frágil y vulnerable que se debatía entre la visión deseada de una mujer-madre que debía arroparlo y protegerlo, y las tinieblas de la locura que lo acechaban tras cada rincón de las destartaladas habitaciones donde transcurrió su existencia. Tal vez por eso, a él, que tantos miedos ha provocado en sus lectores, le aterrorizaba la oscuridad, como reconoció en numerosas ocasiones. El genio de Edgar Allan Poe (Boston 1809, Baltimore 1849) apenas fue reconocido en su momento, pero tras su muerte se convirtió en maestro e inspirador de escritores posteriores y despertó la admiración de figuras de la talla de Baudelaire, Victor Hugo, Herman Melville, Oscar Wilde, Dostoievsky, Nabokov, Thomas Mann, Marcel Proust o Borges. El Sherlock Holmes de Conan Doyle está inspirado en el personaje de Auguste Dupin, creado por Poe, y su influencia es evidente en magos del terror como Lovecraft o Stephen King.

Otro de sus admiradores fue Julio Cortázar, autor de la traducción de sus Cuentos completos que acaba de publicar la editorial Edhasa para celebrar el bicentenario de su nacimiento. La obra recoge, entre otros relatos, La caída de la casa Usher, Los crímenes de la calle Morgue, El tonel de amontillado, El gato negro, El escarabajo de oro, La máscara de la muerte roja y el resto de narraciones que tantos escalofríos han provocado a millones de ávidos lectores y que han originado multitud de adaptaciones cinematográficas o televisivas, desde las películas de Roger Corman hasta aquellas Historias para no dormir, de Narciso Ibáñez Serrador. Títulos que provocaban pesadillas en los telespectadores españoles de finales de los 60, por no hablar de la obra de Hitchcock, quien reconocía sin ambages la inmensa deuda que tenía con el autor de El gato negro.

Hoy, 200 años después, Poe sigue entusiasmando a las nuevas generaciones. Como señala el escritor y crítico de cine Jesús Palacios, autor, entre otros de Juegos mortales: Katanas, mentiras y cintas de vídeo (Espasa Hoy), «es imposible escapar a su inmensa influencia y radical importancia histórica en todos los aspectos de la creación artística y literaria… Como poeta, narrador y pensador, y más aún como mito y leyenda, Poe simboliza la trágica y pírrica victoria de la imaginación sobre la realidad. Más aún: para quienes amamos el lado oscuro, es la sombra hecha carne. Un genuino mártir de la otredad, santo patrón de bohemios, freaks, visionarios, vagabundos de las estrellas y amantes de los estados alterados de la conciencia. Todas, absolutamente todas las variedades de la imaginación moderna nacen en su obra –la ciencia ficción, el policial, el terror…–, pero, además, de su sangre y alcohol mezclados, de sus amores desgraciados e ideales rotos, nacen el simbolismo y el modernismo, los decadentes y los surrealistas, los góticos, los hermosos y malditos, los apocalípticos y los desintegrados… Si Poe no hubiera existido, habríamos tenido que inventarlo, pero, afortunadamente, fue él quien nos inventó a nosotros».

ADOPTADO. Edgar Allan Poe nació en Boston una gélida mañana del 19 de enero de 1809. Hijo de una pareja de actores ambulantes, quedó huérfano siendo muy niño y fue criado por un matrimonio de prósperos comerciantes, los Allen, de quienes tomó el apellido aunque nunca fue adoptado formalmente.

Su madre adoptiva era una mujer sensible y enfermiza que le brindó un cariño constante, contrarrestando así la severidad de su esposo. Con 16 años, Edgar ingresó en la Universidad de Virginia, donde comenzó a beber sin moderación y a contraer desmesuradas deudas de juego, aunque seguía sus estudios aplicadamente. Pero su paso por las aulas duró sólo un año. Su padrastro se negó a pagar sus deudas y a seguir financiando sus estudios, por lo que el muchacho dejó el hogar familiar y se enroló en el ejército, una experiencia que no le gustó en absoluto y de la que intentó librarse a toda costa.

Entonces se produjo el fallecimiento de la señora Allen y las relaciones con su padre adoptivo se rompieron. Ahí comenzó para Poe la vida errática que habría de acompañarle hasta el final de sus días. Su existencia transcurrió en un peregrinaje desenfrenado por ciudades como Nueva York, Filadelfia, Baltimore..., siempre acuciado por la pobreza, trabajando en pequeños periódicos de provincia y cada vez más dominado por la bebida.

Peter Ackroyd, autor de la biografía Poe. Una vida truncada, recoge la opinión de uno de los impresores que trabajó con Poe en el Messenger: «Era un perfecto caballero cuando estaba sobrio. Se mostraba siempre amable y cortés, y en tales momentos era querido por todos. Pero cuando bebía se convertía en uno de los hombres más desagradables que he visto en mi vida». Probablemente no fue ese el único lastre que arrastró el escritor. Sentía una necesidad desesperada de amor y atención y, al tiempo, tenía un carácter distante y orgulloso, teñido de una melancolía que se alternaba con momentos de euforia. Su matrimonio en 1835 con su prima hermana, Virginia Clemm, le aportó cierta estabilidad, y aunque la novia tenía sólo 13 años en el momento del enlace, vivieron en armonía durante una década, siempre perseguidos por las estrecheces económicas. Poe fue publicando poemas, relatos y críticas literarias que le granjearon cierta notoriedad, pero su equilibrio se desmoronó cuando Virginia enfermó de tuberculosis.

Tras la muerte de su esposa siguió siendo cuidado con solicitud maternal por su tía y suegra, María Clemm, pero ésta no pudo evitar que Poe continuara su proceso de autodestrucción. Cortejó a diferentes mujeres, a las que cautivaba con su aura de desamparo y su exaltación romántica, aunque no tardaba en mostrar su faceta más oscura: la del hombre incapaz de enfrentarse a sus demonios interiores, a los que intentaba ahuyentar con ayuda de la bebida.

Edgar Allan Poe murió a los 40 años en un hospital de Baltimore después de pasar varios días vagando por las calles, borracho y enajenado. Ackroyd, que analiza detalladamente en su biografía el misterio que envuelve los últimos días del escritor, señala que lo encontraron en una taberna rodeado de una muchedumbre de bebedores y vestido con unas ropas raídas que, evidentemente, no eran suyas.

Según el biógrafo, como aquel día había elecciones al Congreso puede ser que lo hubieran utilizado como falso votante para que presentara su papeleta varias veces por un mismo candidato, una práctica que no era inusual y para la cual se encerraba a los falsos votantes en una taberna y se les daba alcohol en ingentes cantidades.

Ackroyd también apunta otras hipótesis para aquella trágica muerte: el delirium tremens, la tuberculosis o incluso un tumor cerebral. Sea como fuere, lo cierto es que falleció entre alucinaciones, sacudido por temblores incontrolables y hablando a gritos con personajes imaginarios. A su entierro en Baltimore, Maryland, cuya ceremonia se despachó en tres minutos, acudieron sólo cuatro personas.

Hay quien sostiene, con mil y una leyendas improbables, que el lugar donde yacen los restos del escritor —cementerio de Westminster— no se corresponde con su tumba real. Sea como fuere, desde hace casi 50 años una sombra sigilosa se desliza cada 19 de enero por el camposanto. Como un espectro, indetectable para el resto de visitadores, deposita tres rosas y una botella de cognac sobre la lápida del genio. ¿Querrá con ello inspirar otro cuento redactado desde el más allá?


Carmen Machado
Magazine Nº 486
Diario El Mundo
18 de enero de 2009

01 febrero 2009

El Sexto Centinela (2da parte)

Así que la observaba mientras bebía hasta quedar inconsciente, su delgado cabello esparcido por la almohada, un fino hilillo de saliva corriendo desde la esquina de su boca hasta la funda de seda negra. Entonces entré en su cabeza. Esto no era algo que me gustara hacer con frecuencia... En ocasiones la había notado mirándome inquisitiva a la mañana siguiente, como si recordara haberme visto entre sueños y preguntándome cómo había entrado en ellos. Si pudiese persuadir a Rosalie para que desenterrara uno de los cofres de mi botín -sólo uno-, nuestros problemas terminarían. Ella nunca volvería a trabajar y yo podría tenerla conmigo todo el tiempo. Pero primero tenía que encontrar su miedo. Sólo hasta que supiera cuál era, y pudiese tramar cómo trazar mi camino a través de él, mis tesoros iban a permanecer enterrados en el negro lodo del Bayou.

Así que en tan sólo en unos instantes, me hundí profundamente en el esponjoso tejido del cerebro de Rosalie, espiando entre sus recuerdos de infancia, removiéndolos como si fuese monedas de oro que yo hubiese saqueado recientemente de un galeón español. Incluso creí que era posible oler el whisky que nublaba sus sueños.

Lo encontré más rápido de lo esperado. Le recordé a Rosalie sobre su miedo oculto, y ahora -porque no había dejado a su mente consciente controlarlo- su mente inconsciente lo había conjurado en sueños. Por un instante, me mantuve en el filo de la vigilia; vagamente estaba consciente de la habitación que me rodeaba, de los pesados muebles y de las recargadas paredes de color negro. Entonces todo se alejó como una oleada, mientras caía de bruces en el sueño de infancia de Rosalie.

Un poblado del sur de Lousiana construido en la confluencia de un centenar de arroyos y riachuelos. Calles de tierra apisonada y conchas de ostras molidas, casas construidas sobre pilotes para evitar que el agua humedezca el suelo, tejados pintados con colores brillantes. Redes camaroneras extendidas sobre las barandillas, endureciéndose con la sal, en algunas casas: trampas para cangrejos colocadas encima de los techos. Territorio Cajun.

Mala Suerte Rosalie una chiquilla cajun, ella que sostenía nunca haber puesto un pie en Louisiana antes! ¡Mon petite chou!, ¿con qué Smith?, ya lo creo que sí).

En una de las terrazas, una jovencita vestida con camiseta y una falda hecha en casa de fresca tela de algodón, sentada encima de una caja de botellas de cerveza vacías. Las suaves puntas de sus pechos se pueden ver a través de la delgada tela de su camiseta. Un medallón brilla en la base de su cuello, un pequeño santo congelado en plata. Quizá tenga doce años. Sólo puede tratarse de su madre quien está a su lado, una mujer alta con facciones regias, coronada con una mata revuelta de cabello negro. La madre está pelando langostinos. Aparta las cabezas en una lata de café y arroja las cáscaras a unos pollos de plumaje manchado, que rascan en la parte del patio que no está enlodada. El nivel de agua es más alto del que la madre haya visto jamás.

La niña tiene una lata de coca-cola, pero no ha bebido mucho de ella. Está preocupada por algo, se le nota en la caída de los hombros, en la forma en que extiende sus delgadas piernas bajo la falda de algodón. En varios momentos sus ojos se ven arrasados de lágrimas que apenas es capaz de controlar. Cuando levanta la vista, se nota que es mayor de lo que parecía al principio: trece o catorce años. Un aire de ingenuidad, cierta torpeza de extremidades y gestos, la hacen parecer más joven. Se mece y al fin dice: "¿Mamá?"

"¿Qué sucede Rosie?" La voz de la madre parece salir con mucha lentitud; se forma en su garganta y se arrastra, titubeante, hacia fuera de sus labios.

"Mamá... ¿Theophile sigue enterrado?"

(Aquí no existe un hueco en el sueño, o mejor dicho, en mi percepción de él. Desconozco quien es Theophile... Un amigo de la infancia, quizá... Es más probable que sea un hermano; en una familia cajun no existe eso del hijo único. La pregunta me perturba, y siento cómo Rosalie se escapa momentáneamente. Entonces, el sueño continúa, inexorable, y vuelvo a caer en él).

Mamá lucha por mantener la calma. Los hombros se le vencen y sus pesados pechos se aplastan contra la barriga. La estoica expresión de su rostro se resquebraja un poco. "No, Rosie". Contesta por fin. "La tumba de Theophile está vacía. Se ha ido al cielo".

"Entonces, ¿no estará ahí si lo busco?"

(De pronto, puedo reconocer a mi Rosalie en el rostro de esta chiquilla floreciente. Los oscuros e inteligentes ojos, la ágil mente detrás de ellos, limpia de whisky y tiempo).

Mamá permanece callada, buscando la respuesta que consolara y dejara satisfecha a la chiquilla al mismo tiempo. Pero una tormenta del Bayou se ha ido generando y llega de pronto: los truenos cruzan el cielo, el aire está vivo de pronto con chispas invisibles. Luego la lluvia cae en sólido torrente. Los pollos manchados corren a guarecerse debajo de la terraza. En breves segundos, el patio delantero de la casa se convierte un mar de lodo. Ha llovido de esta forma todos los días durante un mes. Es la primavera más húmeda que nadie ha visto en este lado del Bayou.

"No vas a ir a ningún lado con esta inundación", dice mamá. La tranquilidad se hace evidente en su voz. Y logra que la niña entre en casa con un aspaviento y luego corre alrededor de la cabaña para recoger la ropa que está tendida en la parte trasera, aún cuando las faldas de algodón delgadísimo y los vaqueros ya están completamente empapados.

Dentro de la acogedora y tibia cabaña, Rosalie está sentada delante de la ventana de la cocina, observando como la lluvia martillea toda la extensión del Bayou hasta donde alcanza su vista y se asombra.

La tormenta dura toda la noche. Recostada en su cama, Rosalie escucha a las gotas golpeando el techo, oye como crujen y se azotan las ramas por el viento. Pero está acostumbrada a las tormentas de este tipo, y no le presta mayor atención. Está pensando en una casita donde se guardan las trampas para los cangrejos y las redes de su padre, en el patio de al lado. Sabe que hay una pala guardada ahí. Sabe donde está la llave.

La tormenta termina una hora antes del amanecer y ella está lista.

Lo que le preocupa es su propia muerte, por supuesto, no la de Theophile (quien quiera que este fuese).Está en la edad en la que la curiosidad sobre la fragilidad de la carne es mayor que su miedo ante ella. Piensa en él bajo la tierra y quiere saber si en realidad se encuentra ahí. ¿Habrá ascendido al cielo o sigue en su tumba, pudriéndose? Lo que sea que encuentre, no podrá ser peor que lo que ha imaginado.

(Al menos por el momento).

Rosalie no se siente del todo cuerda mientras se escabulle por la casa silenciosa, toma la pala de su padre y se desliza por el oscuro pueblo rumbo al cementerio. Le gusta ir descalza, y las plantas de sus pies están lo suficientemente endurecidas para caminar sobre los filos, húmedos y brillantes, de las conchas de ostras, pero sabe que se deben usar zapatos después de una lluvia torrencial o los gusanos podrían horadar los pies con su voraz apetito, abriéndose camino haca la carne tierna bajo la piel callosa. Así que chapotea entre el barro y los charcos con sus húmedas zapatillas, negándose a pensar en lo que está a punto de hacer.

Sigue estando demasiado oscuro como para ver, pero Rosalie conoce el camino a través de las calles del pueblo... De memoria y con los ojos cerrados. Muy pronto, su mano se topa con una oxidada puerta del cmenterio y ésta se abre, rechinando, en cuanto la toca. Se sobresalta por el agudo sonido que tiene el silencio de la madrugada moribunda, pero no hay nadie cerca que lo escuche.

Por lo menos, nadie que pueda escucharlo.


(Continuará)


Poppy Z. Brite (C) (1993)
Traducción: Javier Barriopedro (1999)
Corrección de Estilo: Macarena Muñoz (2009)