19 marzo 2011

Lunática luna



Hoy tenemos la última Luna Llena del invierno. Y a través de los medios de comunicación hemos leído que será muy especial, una Super Luna por lo que se ve, más brillante porque sera la más cercana en años... Algunos han añadido que ese fenómeno es muy extraño, y que provocará grandes mareas. Como siempre pasa, han aparecido lunáticos que afirman que esto además tiene relación con la sismicidad y demás catástrofes naturales. Es todo falso. Pero como siempre, la tontería repetida y amplificada por las redes sociales y de información nos pone mirando a la Luna. Algo que, si lo permiten las nubes, siempre merece la pena. Eso sí. Lo cierto es que además a las 0:23 comenzará la primavera, y debe ser cierto eso de que la sangre altera, porque si no, no se entiende cómo algo que sucede cada 27,3 días, o algo que pasa cada mes, cada 29,5 días, se convierta de repente en algo especial. Los dos periodos corresponden al mes sidéreo lunar, es decir, al tiempo que tarda la Luna en dar una vuelta alrededor de la Tierra, y al mes sinódico, es decir, el tiempo que pasa entre un plenilunio y el siguiente. Ninguno de los dos ciclos es nada especial, ni desconocido, ni provoca otra cosa que las mareas que bien conocemos. Y de la interacción de los dos, surgen mes a mes mareas vivas y mareas muertas, porque cuando la Luna y el Sol se alinean, en la Luna Llena y la Luna Nueva, la marea de los dos astros sobre los océanos se suma, haciendo que la diferencia de niveles entre mareas sea mayor. Pero nada de eso supone casi un fin del mundo, afortunadamente. Como comenta el Planetario de Pamplona en su blog, solo el desconocimiento y el amarillismo permite pensar que algo así puede ser especialmente relevante para lo que pasa en la Tierra. Lo más importante de todo es que cada 27,3 días la Luna se acerca mucho a nuestro planeta. Bueno, mucho mucho no, unos pocos miles de km más que cuando se coloca, unas dos semanas después, en el punto más alejado de su órbita. El de hoy es el llamado perigeo, y es cierto que gracias a él podemos ver la Luna algo mayor, ese disco podría tapar hoy por completo el disco solar, mientras que cuando está en el otro lado, el apogeo, no llegaría a taparlo. Tampoco nada sorprendente ni desconocido: es la causa de que cuando hay eclipses solares centrales unos puedan ser totales, y otros se queden en anulares. Cierto que debido a que los ciclos de estos periodos lunares, y la misma precesión de la órbita lunar, no suele darse cada mes una Luna Llena en el perigeo, que es precisamente lo que veremos esta noches. Pero tampoco es tan raro. Cada unos pocos años se produce y, seguro, no recuerda el lector ningún desastre especial producido en las veces anteriores. Pero resulta que a todo esto se le ha inventado el nombre de Superluna (lo hizo un astrólogo americano, que como fuente de información no parece demasiado fiable, pero Richard Nolle, que así se llama el inventor, vive del tema de vender falsedades del cielo y sus presuntas influencias aquí abajo. Es evidente que con los miles de terremotos que hay cada año alguno coincida con momentos precisos de los ciclos lunares. De la misma forma que uno podrá encontrar siempre algunos nacimientos en plenilunio, o accidentes, o cualquier otra cosa que queramos encontrar. Pero estadísticamente no hay tales influencias ni relaciones. Estas astrologías y superlunas, no son más que elucubraciones sin sentido. Lo malo es que todos nos ponemos a repetir las afirmaciones, más cuando son curiosas o desmelenadas directamente, y al final acaban poniéndose lunáticos hasta los que deberian ser más serios. Creo que habría que tener más cuidado con estas cosas, y comprueben cómo en la web de NASA, en la que han dado cobertura al "fenómeno", poco dicen de que esto realmente pase cada mes. Así que piensen lo que quieran, y disfruten esta noche de una Luna Llena preciosa, pero no se crean las consejas de quienes convierten a este espectáculo relativamente poco frecuente en algo significativo, con nombre superlativo y todo. No hay tal. Y perdonen porque siempre hay alguien que se enfada cuando uno explica que las cosas son más normales y naturales que lo que se decía, porque parece que hay gente que necesita grandes señales en el cielo para ponerse apocalíptico. Así nos van las cosas.



Javier Armentia
Astrónomo y Director del Planetario de Pamplona
Blog Cosmos
El Mundo
19 de marzo de 2011




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Happy Demon y yo acabamos de verla y es impresionante ;-) Pero no más que cualquiera otra que podamos ver un poco más cerca de la Tierra y dé la impresión de que es enooorme :)

Es de agradecer que gente tan cualificada como el director del Planetario de Pamplona, se acerquen un poquito más al "vulgo" intentando despejar todo ese halo de misterio y superstición de fenómenos naturales tan comunes.



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1 comentario:

Anónimo dijo...

Gracias por esta entrada, Mac.

Preciosa luna. Parecía que se podía tocar.

Un abrazo.