24 julio 2010

Danzas de la muerte


'Dança da Morte' recorre las fiestas ibéricas del siglo XIV en torno a la muerte


La muerte no ha sido siempre en España esa desagradable vieja vestida de negro que iba con una guadaña reclutando personas para engrosar sus huestes. Al contrario, ha habido épocas en que era vista como algo natural y parte de la vida. Y para la que había que prepararse con celebraciones y fiestas, como Ana Zamora y Luis Miguel Cintra en 'Dança da Morte/Danza de la Muerte', un montaje de las compañías española Nao d'Amores y portuguesa Teatro de la Cornucopia que cada uno dirige.

El montaje, que durante todo el fin de semana puede verse en el Festival de Almagro, es un recorrido por las danzas macabras que recorrieron España y Portugal en torno al siglo XIV. Dirigido por Zamora e interpretado por un reparto encabezado por Cintra, uno de los más prestigiosos actores lusos, permite recuperar una parte de la literatura ibérica que no suele subir a los escenarios y para el que sus dos principales impulsores han debido emprender un viaje cuyo origen viene de antiguo.

El abuelo de la española es Alonso Zamora Vicente, mientras que el padre del portugués fue Luis Filipe Lindley Cintra, una pareja de eminentes investigadores de la lengua que se conocieron en los años 40 del siglo pasado cuando trabajaron con Menéndez Pidal. Años después sus descendientes se conocieron y, por esas casualidades de la vida, dos de ellos decidieron dedicarse al teatro.

El primero en hacerlo fue el mayor, Cintra, que dirige desde 1984 su compañía. Luego apareció Zamora que con su interés por los textos anteriores al Siglo de Oro y el hispano luso Gil Vicente amplió los horizontes de la escena nacional. Así que sólo faltaba que sus caminos coincidieran en algún punto, lo que ocurrió cuando el actor y director se interesó por el trabajo de su colega, lo fue a ver y le propuso unirse para levantar una producción juntos.

Un 'auténtico intercambio artístico'

"Compartimos muchas cosas, a los dos nos gustan los textos y la música antiguos, el teatro clásico y esa pasión que tenemos por lo popular por lo que no nos fue difícil empezar a buscar algo que nos interesara", recuerda Zamora. Además, ambos querían que la colaboración no fuera un mero trabajo entre dos compañías, sino que fuera más allá, que se convirtiera en "un auténtico intercambio artístico entre gentes de mundos distintos pero con ganas de aprender los unos de los otros".

Y si podía ser con textos que traspasaran la frontera entre Portugal y España, mejor que mejor. De ahí surgió la idea de buscar en la literatura de la muerte que recorrió los dos países, sin importar a qué lado de la raya estaba.

"Las danzas macabras medievales no pertenecen ni tienen un origen alemán o nórdico. Las danzas de la muerte tienen una raíz ibérica demostrada, con unas influencias moras y judías evidentes que no tienen las del resto de Europa", continúa la dramaturga y directora. "Aunque en Portugal no hay una 'Danza General' como en España, cuentan con las barcas de Gil Vicente, presentes en todas las religiones, por lo que nos lanzamos a investigar por ahí".

Las indagaciones le permitieron encontrarse con una realidad diferente de la que se tiene por existente. "Veían la muerte de una forma distinta de como lo hacemos nosotros y, también, sus predecesores, Para ellos la muerte formaba parte de la vida, era algo cotidiano en un tiempo en que las penurias, guerras o la peste del siglo XIV que había acabado con un tercio de la población".

Por eso "la conjuraban con una celebración de la vida, comunal, abierta a todos que duró hasta que llegó [el concilio de] Trento y acabó con esa fiesta que era y tantas otras cosas", ha asegurado Zamora.

'Dança da morte/Danza de la muerte' muestra esa realidad. Aunque lo hace con textos de los siglos XV y XVI ya que del XIV o hay documentos, pero sí material que lo refleja. Con ellos construye una dramaturgia que huye de la erudición para convertirse en un espectáculo popular con danzas, canto y música de la época, además de un vestuario inspirado en la tradición que puede sorprender a muchos que piensan que la austeridad y oscuridad eran los elementos característicos de la época.

También permanece el lenguaje de entonces. Mejor dicho, los lenguajes, porque el espectáculo es bilingüe. "Podíamos haber traducido los textos para España como nos decían algunas personas, pero no hemos querido. No sólo para mantener el rigor y la fidelidad a los originales, sino porque queríamos mantener ese espíritu de entonces que les llevaba a entenderse sin problemas en dos idiomas hermanos como son el castellano y el portugués".


Rafael Esteban
El Mundo
23 de julio de 2010



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http://www.youtube.com/watch?v=ruSV1swIUeo

Dansa de la Mort
Verges, Cataluña

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