También dicen que es un escritor que leen más los hombres que las mujeres.
Arturo Pérez-Reverte: No es verdad, aunque eso creía yo también. Mi editorial es muy potente y tiene muchos medios para hacer ese tipo de estudios. Un libro no es un hecho inocente. Un libro es un lanzamiento complejísimo, se invierte mucho dinero, se utiliza mucho marketing, mucha prospección, etc, etc… y te aseguro que no es cierto, no son los hombres los que más me leen.
Si usted y los estudios lo dicen será verdad. Pero sí es cierto que el sector masculino habla mejor de usted que el femenino.
APR: No es que quiera llevarte la contraria todo el rato, pero tampoco. Asómate a Internet y verás.
De Internet hablaba...
APR: Bueno, yo suelo atacar bastante a los talibanismos feministas y hay una reacción de la extrema radical feminista tachándome de machista, pero para mi sorpresa hay defensoras, muchas defensoras. En mi novela la mujer es un personaje muy importante. Además, siempre es el mismo tipo de mujer el que está en mis libros. Que una mema que no sabe leer opine de una forma extrema sobre determinados asuntos que yo tengo mucho cuidado en plantear, a la luz de las modas impuestas por el sector radical, que tampoco por todas la feministas, provoca otras reacciones de apoyo. Fuera de ese sector, ahí está Internet.
Hablemos del tipo de mujer de sus libros y de su vida.
APR: Cualquier mujer que diga que mis planteamientos son machistas es que no ha leído La Reina del Sur, que no me ha leído en general. Hay dos tipos de mujer en la literatura, en el cine y en la vida. Cuando los indios atacan el fuerte, está la que se agarra al brazo del vaquero y la que dispara por la ventana. A mí me interesan las que disparan por la ventana.
¿En su vida personal también?
APR: Sí, las que han tenido algo que ver enmi vida todas disparan por la ventana. La otra, la que se agarra al brazo del vaquero, nome interesa nada. Creo que el héroe moderno, el Ulises moderno, es la mujer. Ulises en territorio hostil intentado llegar a Itaca es la mujer. La mujer es la que en un mundo de hombres, sin poder renunciar al lastre del instinto de nido, tiene que pelear con reglas hechas por nosotros.
Queda bien eso de que la mujer sea el héroe moderno.
APR: Es que es el único héroe que puede haber, porque el hombre está ya muy sobado. La mujer no se ha liberado del lastre del pasado, de la religión, de muchas cosas, pero está ahí, peleando en desigualdad, mientras el hombre, cuando es derrotado, siempre encuentra consuelo. Por eso la mujer es tan cruel cuando es cruel, por eso es tan dura y golpea duro. Por eso es tan despiadada en un divorcio: la mujer sabe que no tiene retaguardia. Además, una mujer tiene fecha de caducidad, como los yogures.
¿Perdón?
APR: ¿Frase sexista? Un consejo, ponla en el titular. Ya verá como dicen: Ese hijo de puta ya está otra vez. Eso es lo que ocurre. La mujer sabe esas cosas, no hay que hacer una lectura fácil, y esa certeza dolorosa y terrible le hace ser un héroe siempre con las armas en la mano. Eso pasa con la lúcida, porque la tonta es tonta hasta el final. Bueno, hasta las tontas son héroes sin saber que lo son.
Explíquelo, mujeres lúcidas, héroes modernos; mujeres tontas, ¿héroes modernos también?
APR: Sí, hasta la más tonta tiene una lucidez genética. Mi mundo con las mujeres empezó a cambiar cuando mi hija tenía siete años. Le dije algo y ella me contestó: Pero papá… Había un desprecio en su voz..., una superioridad moral increíble. Pensé: No puede ser, nadie le ha engañado, nadie le ha mentido, no se ha enamorado y ya sabe que los hombres somos tontos y torpes. Me di cuenta de que eso estaba en los genes. Los personajes femeninos de mis novelas han surgido de mi hija. Me hizo asomarme a una parte de la mujer que yo desconocía. ¿Machista? Que me lean y que luego opinen. Pero a pesar de lo que creas son las mujeres las que me leen más.
¿Y qué les pasa a ustedes, los hombres?
APR: Que están el fútbol y otras cosas. Las mujeres también van al fútbol. Es distinto. Tengo una explicación, pero es personal. La mujer tiene una necesidad de vivir vidas, de proyectarse.
¿Y el hombre?
APR: El hombre hizo las reglas y se ha dotado socialmente de proyecciones cómodas, de analgésicos útiles. El hombre tiene un montón de consuelos, ha montado todo un hospital de primeros auxilios para él mismo, mientras que la mujer necesita proyectarse, necesita vivir vidas que no puede vivir. Cuando la gente se mete con las telenovelas, por ejemplo, o con Sálvame, por poner otro, ahí está doña María: dejó los estudios porque se casó con dieciocho años, ha pasado la vida haciendo la comida y la cena para Mariano, ha criado varios hijos, tiene ya sesenta años y el marido, viejo y chocho, está en el bar o en la sociedad gastronómica. Pues bendita sea esa telenovela que hace que doña María viva vidas, vea a las actrices y sea feliz.
¿Necesitamos llenar carencias a través de un libro, una historia?
APR: Creo que ese impulso de la mujer por leer, y es una opinión personal, es porque sabe que eso mejorará su condición.
Rosana Lakunza
deia.com (Noticias de Bizkaia)
1 de junio de 2010