29 noviembre 2007
Me siento incapaz de odiar, pero no soporto el odio
Por lo regular, no abro los boletines que envían mis contactos de myspace. Muchas veces me basta y me sobra con leer los títulos de los mismos. Sin embargo, a finales de septiembre, si mal no recuerdo, leí con atención uno que nos envío un dj muy reconocido en Inglaterra: Martin Oldgoth Hablaba sobre juntar firmas (sólo para los residentes dentro del territorio británico) para protestar y sacudir conciencias sobre un hecho brutal que había apenas ocurrido en agosto: en la ciudad de Lancashire, una pareja cuya pinta era gótica, habían recibido una tremenda paliza por parte de cinco menores de edad. Los dejaron en tan malas condiciones que a la policía le costó identificar quién era la chica y quién era el chico. Según la noticia aparecida en el diario británico Telegraph UK, hasta los piercing que llevaban en algunas partes del rostro, les fueron arrancados a puñetazos, inclusive, se mencionaba que la chica había perdido una parte del cuero cabelludo debido a los tirones de pelo que le dieron sus atacantes. Sophie Lancaster, la chica, quedó en coma y sólo sobrevivió poco más de semana y media. Su novio logró recuperarse.
Es un hecho que la misma sociedad británica reconoce que hay algo muy podrido en sus entretelas. Artículos y reportajes van y vienen donde los especialistas declaran que los embarazos adolescentes abundan (madres solteras a puñados), que los chicos sólo conocen el lenguaje de la violencia y de las armas y que cada vez se reduce la edad de los infractores. Lo cierto es que, para bien o para mal, los ingleses confían y en cierta medida, abusan, del poder de los medios (no olvidemos el caso de Madeleine, la niña secuestrada o desparecida mientras sus padres estaban de vacaciones en un sitio turístico de Portugal) y en el caso de Sophie, hasta un líder conservador ha levantado su voz en contra de lo que todos llaman ya un "crimen de odio" y su familia ha creado una especie de asociación y/o campaña contra la violencia hacia las subculturas al que han llamado S.O.P.H.I.E (Stamp Out Prejudice Hatred (and) Intolerance Everywhere). Amigos, familiares y la mayoría que tenga dos dedos de frente, sabrá ver que el ataque sufrido por Sophie y su novio entra en la terrible categoría de crimen de odio. Y si nos ajustamos a lo que esto significa encontraríamos que: los crímenes de odio tienen lugar cuando una persona ataca a otra y la elige como víctima en función de su pertenencia a un determinado grupo social, según su edad, raza, género, identidad de género, religión, etnia, nacionalidad, afiliación política, discapacidad u orientación sexual. Un crimen de odio es una conducta violenta motivada por prejuicios.
Sophie y su novio fueron agredidos por su tipo de vestimenta o su estilo de vida y no voy a levantar mi voz en defensa de todo aquel que diga sentirse identificado con la ahora considerada tribu urbana, pero no apoyo ni apoyaré jamás cualquier clase de prejuicio. A pesar de que hay muchísimos casos de niñatos que no tienen ni pajolera idea de lo que va el Gótico y que tal parece que se visten y se maquillan con todo lo que consiguen en tiendas de disfraces. Quizás esos cinco idiotas que les taparon el paso por un parque a esa pareja vestida de negro, les pareció muy ingenioso darles una paliza sólo por el mero gusto de ir y contar que los pobres chicos ni las manos había metido, que los góticos son unos maricas y bla, bla, bla. Menos mal que los pocos testigos que hubo de tal ensañamiento, no se hicieron de la vista gorda y declararon. Gracias a ellos, ahora esos cinco hijos de puta están siendo juzgados aunque lo que tienen a su favor en que son menores de edad.
Como pocas veces se había visto, la comunidad gótica británica se ha unido en una larga serie de tributos y conciertos en memoria de Sophie Lancaster. Algunos pensarán que son acciones exageradas, otros creemos que sin bien pueden parecer algo descabellado y que ya basta de que la mayoría de los góticos siempre culpe a la sociedad de todos sus problemas que en la mayoría de los casos sólo habitan en sus cabezas, lo cierto es que siempre se buscan y siempre se encuentran chivos expiatorios donde algunos descerebrados descargan sus frustraciones. Y aquellos que se atreven a ser un poco diferentes o que lo son por su propia naturaleza, son lo que siempre pagan el pato.
El pasado 12 de noviembre se llevó a cabo el funeral de Sophie y no es que quiera recrearme en el dolor de su familia y de su novio, pero tal como se puede ver en las imágenes reunidas en un video-tributo que ha sido colgado en youtube.com, debió ser un funeral emotivo, con un ataúd blanco donde todos sus amigos escribieron alguna frase.
Es cierto que cada día hay miles de personas que padecen o sufren de discriminaciones por todo tipo de motivos, principalmente por su condición sexual, por su apariencia o por su origen (recordemos al hijo de puta que hace unas cuantas semanas atacó sin más a una chiquilla ecuatoriana en el metro de Barcelona), que Sophie y su chico no han sido los únicos... Pero ojalá sean de los últimos que son presas de frustraciones ajenas, de gente sin valores (y no hablo en cuestiones moralinas sino en tener conciencia de aquellos que nos rodean y del respeto que nos merecen).
Aquí les dejo el video-tributo.
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5 comentarios:
Se me ha oprimido el corazón.
Lo que más me jode es que tengan "la excusa" de ser menor de edad para que su castigo sea menor... No debería ser así, nadie tiene el poder ni el derecho sobre la vida de otra persona.
Ojo por ojo, diente por diente.
D.E.P
Uffff... me se me hizo un nudo en la garganta.
Lo lamento mucho :(
Esto no debería pasar nunca más.
No pude terminar de leer...
Mac, me da mucho gusto leerte de nuevo, aunque sea con esta triste noticia.
Te mando un saludo y un beso desde México.
Eran menores de edad, vale... xo sinceramente, creo q hoy en dia hay chicos de 14 a 17 años q nos podrian pegar una paliza perfectamente a todos.
Son mas grandes, mas fuertes y mas ignorantes q nunca.
Yo los mandaba a un correcional a los 5 y luego de ahi a los 18 años en la carcel.
Gracias por sus comentarios, lo cierto es que precisamente los maleantes ahora encuentran la perfecta excusa en la cuestión de la minoría de edad.
Los homicidas de Sophie irán a juicio en marzo, veremos qué tipo de condenas les imponen.
Y bueno, yo no creo que la culpa total sea de los chicos, sino que la raíz es la sociedad, las familias desintegradas, madres que no son más que adolescentes que no pueden ni saben cómo educar a sus hijos y una violencia, casi asumida, que transpira cada rincón del mundo.
No quiero sonar moralina pero si no hay un buen abono que cuide a las raíces, cómo esperamos que den árboles que sepan dar sombra y que produzcan frutos?
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