Se cumple el primer mes del terremoto con intensidad de 7.1 en la escala de Richter que sacudió a la Ciudad de Mèxico y a otras poblaciones de los estados de Puebla, Morelos y Oaxaca. Una muestra de esa fuerza natural contra la que no podemos combatir ni muchos menos estar suficientemente preparados.
Aquí voy a colgar los comentarios que hice en mi perfil de FB desde la falsa alarma del 6 de septiembre, pasando por el sismo del jueves 7, hasta llegar al del 19.
Sep 07, 2017 12:37 am
Si no es por los técnicos del foro de al lado, ni nos enteramos de la alerta sísmica
Nos pilló en una reunión de trabajo. Y como llovía, aun me regresé a la
oficina para coger mi chaqueta, jojojo. Pero no sentimos nada,
absolutamente nada.
La alarma de la televisora no sonó, sólo la
de la calle. A los escasos minutos nos enteramos, al consultar las
redes, que habìa sido una falsa alarma
Sep 08, 2017 1:07 am
Aviso, anuncio, que estamos bien después del sismo de 8.2 grados en la
escala de Richter. Estábamos despiertos y nos tocó ver los relámpagos
que estallaban en el cielo durante el sismo... Joer, qué fuerte se
sintió.
Sep 19, 2017 7:38 pm
Bueno, seis horas después puedo decir y confirmar que estoy bien. Que mi
familia, fuera del tremendo susto, está bien. Una enorme ventaja es que
la escuela de Happy Demon está a dos barrios de distancia y que mi
Werewolf tiene baja médica y estaba en casa. Así que, aunque fue
caminando, lo recogió y me dejó el alma en paz. Yo tardé tres horas,
tres, para llegar a casa desde San Ángel. Caminando y
siendo
testigo de muchas cosas desde la sorpresa de ver algunas personas
haciendo cola para comer en puestos de la calle, hasta civiles
organizando el tráfico, y camiones con mucha gente organizada para
acudir a donde se derrumbaron edificios.
La avenida de los
Insurgentes cerrada al trafico a partir de la colonia Nápoles, íbamos
cientos de personas caminando por en medio. Llegando a la colonia Roma
cada vez eran más los edificios con ventanas rotas, el olor a gas, y el
edificio caído de la esquina de Medellín y San Luis Potosí.
Transformadores de luz rotos o caidos, escombros de las paredes
desgajadas, marquesinas a punto de caer, la gente aún en la calle no
tomando la fresca si no temerosos de entrar a sus casas, tráfico
desviado.
Lo "curioso" fue la coincidencia del macro simulacro de las once de la mañana que todos hicimos sin muchas ganas Y poco más de dos horas después, salir por patas de la oficina y sentir la intensidad cuando bajabamos las escaleras.
Sep 20, 2017 11:30 am
A las once de la mañana habíamos cumplido con el macro simulacro y nos
puso los pelos de punta la alarma que tienen dentro de la empresa
La mañana transcurría normal, con las cuestiones de trabajo y la
presión porque estamos en la cuenta atrás del estreno del programa. Yo
recién me había acercado al lugar de uno de mis compañeros para comentar
algunas cosas, no sentí lo primeros momentos del te
mblor,
lo juro. Fue hasta que alguien en la oficina dijo que estaba temblando y
entonces noté cómo se movían las lámparas. Agarré el teléfono que
estaba en mi escritorio y bajé las escaleras, justo en ese momento sentí
la intensidad del sismo. Todos salimos despavoridos hacia el punto de
reunión, en medio de uno de los pasillos centrales.
Tardamos en
darnos cuenta de que el sismo había terminado. Te queda una sensación
de mareo y bueno, el miedo la intensifica. Antes de que parara, yo
marqué el número de la escuela de Happy Demon y a mi marido. Las
llamadas ya no salían. Mi mejor aliado fue el Whatsapp del que no perdí
señal alguna. No me importó avisar por aquí si estaba bien como he
notado que hicieron muchos a los pocos minutos. Yo estaba angustiada por
mi hijo, por mi marido y mi padre. Poco a poco me tranquilicé porque
pude comunicarme con mi marido y porque una de las madres del colegio de
Happy Demon, que vive muy cerca de la escuela, ya estaba en la puerta y
nos avisaba por medio del grupo, que todo estaba bien con nuestros
hijos.
Las personas encargadas de protección civil de la
empresa nos dejaron más de una hora al rayo del sol mientras hacían
revisiones
Tuvimos la impresión de sentir algunas réplicas breves. Por fortuna
sólo hubo tres connatos de histeria pero nada grave ni mucho menos. Y
como debían hacer una revisión más amplia de todo el inmueble y los
foros, sobre todo por las posibles fugas de gas, nos indicaron que
rápidamente pero con orden, recogiéramos nuestras cosas y nos fuéramos a
nuestras casas.
Y aquí comenzó la "peregrinación", el viaje
"hobbitesco" hasta Mordor... Tres horas non stop desde San Ángel hasta
la colonia Obrera. Caminando por la vía del metrobús pues estaba
cancelado el servicio o de plano, a partir de la colonia Nápoles, por en
medio de la avenida Insurgentes.
Cuando llegué a casa, abracé
muy fuerte a mis chicos. Qué angustia y qué desesperación te invaden
ante la fragilidad de estar a merced de la naturaleza.
Sep 23, 2017 8:24 am
G-e-n-i-a-l
Un sismo de magnitud 6.4 en la escala de Richter con
epicentro en un lugar de Oaxaca a las 7:53 AM Menos mal que apenas y fue
perceptible.
Curiosamente, me había despertado poco antes
Todos bien. Sólo se despertó mi Werewolf y despertamos a Happy Demon. Preferimos dejar dormir a mi padre y a Goofie.
Oct 1, 2017 1:56 pm
Estamos tratando de regresar a la rutina, de reencontrar el huequito
donde manteníamos nuestra vida y nuestras costumbres, pero nos sigue
costando... Hasta cierto punto nos alienta que familiares, amigos y
personas cercanas se encuentran bien, que no sufieron más que el susto,
pero como decìan las abuelas: La procesión se lleva por dentro. Hay una
persona muy pero muy cercana a mí que intenta apar
enta
fortaleza pero ayer me confesó que si volvía a vivir algo como el
pasado martes 19, jura por todos los dioses que le dará una crisis de
ansiedad...
Ayer también, pasé por Insurgentes y fue
inevitable que hiciera una comparación entre lo que viví el martes 19 y
ayer con el tráfico normal de una avenida como esa. Me costó reconocer
lo que en medio de mi ansiedad y asombro lo tomé casi como normal: ir
caminando por la vía del Metrobús y descubrir las primeras calles
cerradas desde la colonia Nápoles y pronto en la Condesa y en la Roma,
los escaparates en un primer piso de una tienda que hace vestidos de
quinceañera que parecían que habían explotado por el efecto de una bomba
(y la tienda sigue sin recuperarse y cerrada), el paso de camiones ya
con voluntarios, ambulancias y bomberos a todo trapo, la mirada de la
gente que por primera vez te sostenía el "reto" pero sólo para encontrar
un gesto amable, una pequeña sonrisa. De nuevo la esquina con San Luis
Potosí ( en la siguiente esquina con Medellín se derrumbó un edificio)
que sigue cerrada al tráfico porque se mantiene un centro de acopio
justo delante de la tienda Sears. Pensar qué tanto han podido regresar a
la "normalidad" todos los que trabajan en esa pequeña plaza comercial,
si acaso hay gente que asiste a los cines y sigue guardando sus
vehículos en el gran estacionamiento que también servía para los que
trabajan en las oficinas cercanas.
Y sigo pensando en cómo es
posible que sigamos adelante después de vivir "esto": aquí la imagen de
una cámara de la ciudad que está ubicada muy cerca del edificio que cayó
en la esquina de las calles Laredo y Amsterdam en la colonia Condesa.
Nótese (por si no nos quedó claro ese día) que la sacudida fue
trepidatoria, que casi no se nota el movimiento oscilatorio.
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