10 abril 2015

Poppy Z. Brite, la reina de Nueva Orleans



 Poppy Z. Brite se inició en la literatura coqueteando con el género gótico de terror. Ganadora del premio Icarus a la autora revelación y varias veces nominada en los certámenes Stoker y World Fantasy, nos habla de su vida y de sus libros, especialmente los de la saga Liquor, que tiene como protagonistas a una pareja gay de Nueva Orleans, y que han sido editados en español por El Tercer Nombre.


Si nunca segundas partes fueron buenas, en este caso habría que decir que no siempre los refranes dicen la verdad. Porque al parecer el éxito persigue a Poppy Z. Brite, quien se empeña en contarnos la saga entera de una simpática pareja de restauradores neorleaneses, unidos en la vida laboral y sentimental. Los afamados chefs de cocina John Rickey y ‘G-man’ Stubbs, propietarios del restaurante Liquor, vuelven a la carga con Prime rib (Prime en su versión inglesa), una novela en la que los ingredientes novelescos (celos, intriga, amor, pasión…) combinan a las mil maravillas en las riberas del Misisipi.

Entre sus obras traducidas al español figuran Lost souls ( ‘El alma del vampiro’, 1992), Drawing blood (‘La llamada de la sangre’, 1993) y Exquisite corps (‘El arte más íntimo’, 1996), los tres de temática gótica, y dentro de la saga de esta simpática pareja de cocineros, ya podemos leer en nuestro idioma Liquor (2005) y Prime rib (2008).
Algunos de sus relatos cortos han sido traducidos al castellano por Camilo Higuita en su blog (http://adrede-etereo.blogspot.com).

Poppy Z. Brite –cuyo nombre real es Melissa Ann Brite– nació en Nueva Orleans el 25 de mayo de 1967. En sus obras destacan los personajes homosexuales masculinos o de sexualidad ambigua, que no son sino reflejo de sus sentimientos y de su propia identidad. Nacida mujer, Poppy suele adoptar roles masculinos, aunque prefiere considerarse un “transexual no operativo”.


 En la actualidad vive en su ciudad, con Chris, sus gatos, dos perros y una serpiente rey albina.


 R.A.: Empezaste a escribir a edad temprana, casi cuando eras una niña, ¿cómo decidiste ser escritora y cuáles fueron tus primeros pasos como novelista profesional?

Poppy Z. Brite: No puedo recordar haber pasado un tiempo sin escribir. Junto con la lectura y el dibujo, siento como si hubiera estado haciéndolo toda mi vida. Empecé presentando mis primeros cuentos en los mercados nacionales cuando tenía 12 años. A los 18, algunos de mis relatos fueron publicados en la revista The Horror Show, que suponía un trampolín para los nuevos escritores, y entonces los autores y editores de novelas de terror comenzaron a fijarse en mí. Empecé la Universidad, pero pronto lo dejé porque me puse a trabajar en Lost Souls.



R.A.: Al principio te gustaba escribir novelas góticas, pero más adelante decidiste incluir a algunos personajes gays en tus libros. ¿Qué fue lo que te inspiró para hablar en tus libros de este tipo de personajes?


PZB: Es justo lo que soy. No hablo de gente gay con el propósito de hacer apología. Escribo de lo que conozco, de la gente a la que amo y los personajes que comprendo. Mis primeras novelas de terror se hicieron populares de la misma manera que muchos personajes gays en los libros actuales sobre la saga Liquor. No me veo como una autora activista de los derechos de los gays, aunque espero que llegue el día en el que el hecho de que yo escriba a través de los ojos de los personajes gays no sea tan inusual que haya que mencionarlo, porque querrá decir que los retos que aún afronta la comunidad gay (matrimonio, adopción, etc.) serán aceptados como derechos humanos básicos.
 



Y, en efecto, una de las cosas de las que más orgullosa me siento en los libros de Liquor es que a la relación entre Rickey y G-man se le da un trato muy normalizado, muy real. Es emocionante que estos dos chicos se amen el uno al otro. Su relación está basada en unos sólidos cimientos y la gente que rodea a Rickey y G-man lo aceptan sin controversias, como debería ser en la realidad.


R.A.: Naciste en Nueva Orleans y aún vives allí, incluso después del huracán Katrina. ¿Piensas que el hecho de ser ciudadana de Nueva Orleans te ha marcado a la hora de escribir tus libros?


PZB: Nueva Orleans ha sido siempre un ingrediente vital para mi escritura. Es una capital extraña y hermosa y además es mi ciudad natal. Es obvio que mucho de lo que existe sobre ella sigue oculto. Es una ciudad que cuenta sus secretos sólo a aquellos que aman con devoción este lugar rodeado por pantanos al pie del poderoso río Misisipi. Desde que me trasladé aquí definitivamente en 1993, espero haber llegado a comprender a Nueva Orleans desde mi interior, y también ser capaz de mostrar a través de mis libros cómo vivimos aquí.
 



Espero igualmente que los lectores españoles comprendan que aunque el huracán Katrina fue un desastre natural, Nueva Orleans no debería haberse inundado completamente. La muerte y la destrucción de la ciudad fueron el resultado de fallos técnicos y de la negligencia de los políticos. Sin embargo, los ciudadanos de Nueva Orleans hemos luchado duro para devolverla a la vida. Tenemos más batallas por librar, pero los puntos turísticos más populares no fueron seriamente dañados, y ahora hay más restaurantes abiertos y nuevas cosas que ver y visitar. Ha sido a la vez excitante y frustrante vivir aquí mientras íbamos reconstruyéndolo todo. No puedo imaginarme viviendo en otro lugar.


R.A.: ¿Crees tener una deuda contraída con paisanos tuyos, como el escritor Tennessee Williams, que también se interesó por la novela gótica y por los personajes homosexuales? ¿Estarías interesada en adaptar, como él, tus obras a la pantalla?


PZB: No quisiera decir nada en contra de Tennessee Williams, que fue un escritor maravilloso, pero me da la sensación de que tengo contraída una deuda mucho mayor con John Kennedy Toole. Su obra A Confederacy of Dunces es seguramente la más bella y verídica pieza de ficción jamás escrita sobre Nueva Orleans. De no haber sido por este libro suyo, yo nunca habría escrito las novelas de la saga ‘Liquor’.
 



No me seducen en absoluto ni Hollywood ni las películas, así que no me veo escribiendo para la meca del cine bajo ningún tipo de circunstancia. Dicho esto, los dos chefs seguramente deben parecer un tándem interesante, así que no me sorprendería si alguien anduviera detrás de Rickey y G-man para llevarlos a la TV o al cine. Estaría encantada de trabajar en series de televisión partiendo de ‘Liquor’. De hecho, se han barajado algunos proyectos, pero no tengo la intención de mirar hacia Hollywood.


R.A.: Ahora, gracias a la editorial El Tercer Nombre, eres más conocida y valorada en España. ¿Qué te gustaría decir a tus lectores españoles?


PZB: Yo hablo un poco de español, de modo que si algún día llegamos a viajar a España, podré mantener alguna conversación con mis lectores, cosa que me encantaría. Sabemos de las maravillas que encierra la cocina española, de modo que nos sentiremos como en casa. Si mi salud me lo permite, España está a la cabeza de nuestra lista de viajes, desde Barcelona a Granada, y también el País Vasco y Santiago de Compostela. Mi marido es un devoto de la cocina española y debe gran parte de su inspiración a la gastronomía de España. Creo que su especia favorita es un tipo de pimentón ahumado agridulce. Así que espero que los lectores españoles puedan descubrir en mis libros más cosas sobre la cocina de Nueva Orleans.
 



También quisiera hablaros de un pequeño malentendido con el título de mi último libro. Lo llamé Prime, que en los Estado Unidos se refiere a la ternera de alta calidad, que sólo se sirve en los restaurantes más caros y exclusivos. ‘Prime’ también alude a un factor de originalidad, como el número primo en matemáticas… Pues bien, por alguna razón el título en español se convirtió en Prime rib, que es el nombre que se daba antiguamente a un tipo de costillas de ternera y que posee unas connotaciones refinadas, especialmente para los británicos. Tal vez el traductor conocía mejor el inglés de Inglaterra. Dudo si esto le importa mucho al lector, pero quería aclararlo.

Por último, Nueva Orleans tiene más conexiones con lo español de lo que la gente supone. La mayor parte de la arquitectura del French Quarter es española, y algunos de nuestros platos más célebres, como ‘jambalaya’ –guiso de arroz parecido a la paella–, le deben mucho a la gastronomía de España. Espero que mis lectores españoles puedan sentir cómo han aprendido de la ciudad a través de mis libros, y me divertiría saber que han decidido pasar sus vacaciones en Nueva Orleans para verlo todo con sus propios ojos.
 



R.A.: ¿Cuáles son tus nuevos proyectos como escritora?

PZB: Ahora mismo no trabajo en nada. Desde el Katrina he publicado una novela de la saga ‘Liquor’, titulada D*U*C*K, y una colección de relatos cortos (Antediluvian Tales). Pero ahora mismo mi creatividad parece adormecida, como si sintiera la necesidad de poner mi vida en orden antes de acometer un nuevo proyecto.



R.A.: Alguna pregunta que nadie te haya hecho anteriormente y que quisieras haber respondido…


PZB: No se trata de una pregunta específica, pero me gustaría que la gente me preguntara más por mis relatos cortos. Me encanta escribirlos, pero la mayoría de los lectores parece preferir mis novelas, como evidencia el hecho de que ninguno de mis relatos breves ha sido traducido al español.



R.A.: Mil gracias, Poppy, por tu amabilidad y tu enorme sinceridad respondiendo a nuestras cuestiones, y también por dejarnos conocerte mejor, a ti y a tu obra. Ten la seguridad de que no vamos a olvidarte fácilmente, como aquella reina que, allá en el Misisipi, cautivó nuestros corazones a través de sus libros. Un beso enorme desde España.



* Esta entrevista se publicó en el número 35 de la revista VG VanityGay. Mi eterna gratitud hacia Poppy, que tan generosamente se prestó a responder a mis preguntas, y a la editorial El Tercer Nombre, que actuó de intermediaria entre la escritora y su entrevistador.



Rafael Arribas
VanityGay
2010 





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