03 octubre 2007

Modo Mutante On

Desde que mi Happy Demon va todas las mañanas a la guardería, yo he empezado a crearme una pequeña rutina que consiste en ir al bar que está al lado de casa, tomarme un café con leche (corto de café, leche tibia y dos sobrecitos de azúcar) junto con un "croissant" (un clásico cuernito en México) mientras le echo una ojeada al periódico que siempre compro en la papelería que me queda a mitad de camino entre nuestra casa y la guardería. No suelo tardarme mucho, así que después subo a casa y leo más detenidamente. Y mientras más lo hago, más me siento una especie de mutante (ya quisiera yo tipo los X-Men, hahaha, pero qué vá) al constatar que 31 años de mi vida lograron convertirme en algo así como una sobrevivivente. Por un lado, que vivía a 20 minutos del aeropuerto de la Ciudad de México (que no hace falta decir que prácticamente se encuentra a tiro de piedra del centro) y por el otro, que mis pulmones han aspirado todo el tabaco del mundo gracias a mi padre y cantidades infames de todo clase de agentes tóxicos regados en el contaminadísimo ambiente del D.F., y aquí sigo, vivita y coleando, hahahaha.

Desde hace algunos días, semanas tal vez, vengo escuchando en los noticieros de la tele y leyendo en el periódico, que hay montones de personas que se quejan a diestra y siniestra por la cercanía de sus casas con los aeropuertos (en especial el de Barajas de Madrid), los barrios saturadísimos de contaminación acústica y otra gran cantidad de reportes sobre la mala calidad del aire en ciudades como Valencia ( y yo que creía que nos salvaba la cercanía del mar, já).

Damas y caballeros, no es que quiera hacer menos a nadie ni que mire a los pobres quejosos por encima del hombro, pero esta clase de cosas sólo me provoca una sonrisita, vamos, que ni por equivocación me despierta un sentimiento de solidaridad con aquellas pobres almas que no son capaces de afrontar que vivimos en ciudades, no en mitad del campo, y que esto conlleva montones de riesgos. Así que, estas buenas almas son capaces de hacer marchas, plantones y todo tipo de aparatosas manifestaciones públicas con tal de que las autoridades retiren de la cercanía de sus hogares discotecas, terrazas, pubs, fábricas y si es posible, hasta los aeropuertos pues viven en un "sinvivir" debido al ruido que naturalmente provocan los parroquianos con copas encima, a los altos volumenes de la música y al ruidajo que hacen el ir y venir de los aviones.

Probablemente si yo no hubiese crecido en un barrio donde todo se paralizaba para ver pasar al famoso Concorde (allá por 1981), donde el tráfico aéreo comenzaba a las seis de la mañana y no paraba hasta las dos de la madrugada, donde jamás nos pasó por la cabeza insonorizar nuestras casas con vidrios dobles y donde nadie protestaba por tener un restaurante que abría las 24 horas con todo lo que esto significa como ciertos connatos de peleas, música de tríos ocasionales e inclusive un tiroteo que terminó con la muerte de un vecino del barrio que se encontraba en dicho lugar, sería capaz de comprender a estas pobres almas que inclusive llegan al punto de mostrar certificados médicos que constatan que el ruido les ha provocado depresiones, bajas laborales y demás padecimientos.

Esta semana comenzó con una noticia que trascendió todos los medios de comunicación y que se refería al traslado de trescientos vecinos de una zona habitacional cercana de Madrid a unos pisos nuevos, tras ganar un pleito por el ruido insoportable de los aviones de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas que, según esto, sobrevuelan a escasos metros de sus casas. Así que las autoridades aeroportuarias accedieron financiar los nuevos inmuebles en una zona más alejada. Yo no sé ustedes, pero ya quisiera yo imaginarme si tooodos los vecinos de las colonias Jardín Balbuena y El Peñón de los Baños, por ejemplo, demandaran el mismo traslado y se quejaran a diestra y siniestra... Si es que en la Unidad Kennedy se pueden ver claritos los trenes de aterrizaje e inclusive, no hay zonas baldías ni siquiera detrás de los hangares de carga de muchas líneas comerciales (sólo un pequeño muro los separa de las casas). Todo, pero todo, está habitado y hasta donde yo recuerdo, nadie ha protestado, al menos, no como lo han hecho en Madrid. Para bien o para mal, como rezaba el título de aquel programa de la periodista Cristina Pacheco: Aquí nos tocó vivir y como dicen tantos por ahí: A todo se acostumbra uno, menos a no comer.

Lo siento, pero me parece una verdadera exageración tanta delicadeza y fragilidad humana. En esta parte del mundo, como si nadie fuese consciente de lo que conlleva vivir en el centro de las grandes ciudades, por ejemplo, se mira con lupa los niveles de contaminación acústica. Los dueños de bares, clubes y pubs gastan y mucho para insonorizar sus locales así como para tener un indicador en los aparatos de música. Pero, aquí entre nos: al calor del desmadre, de las copas, van subiendo los niveles de las risas, las charlas, las carcajadas y esa manía que tenemos de que la música suene a todo trapo porque si no es así, pues como que no la sentimos, hahahaha. No es que queramos que los centros de las ciudades queden prohibidos para ser habitados, pero creo necesario que se debe meter bien en la cabeza de los vecinos los riesgos que implica tener un departamento o un moderno loft en medio de una zona de bares y restaurantes que de alguna manera logran conservar vivos los antiguos ombligos de las ciudades. En este sentido, alguien podría decirme que quién soy yo para decirle a un vecino sofocado e insomne que se joda o que se cambie de casa y quizá esté de acuerdo, pero lo cierto es que vivir en la ciudad no sólo implica tener la mayoría de las comodidades, sino también aceptar que esto tiene un precio y que muchas veces, cuesta pagarlo.

En el periódico de hoy aparece una nota que alerta que hay un estudio sobre la mala calidad de aire en Valencia debido a la contaminación, que hay elevados niveles de dióxido de nitrógeno (NO2). Todo se desprende del estudio llamado "Calidad del aire en las ciudades: clave de sostenibilidad urbana" y que revela que en el 2005 un total de 13 ciudades españolas presentaban concentraciones medias anuales de dióxido de nitrógeno superiores al valor límite anual para la protección de la salud, que entrará en vigor en el año 2010. De estas ciudades, Valencia se sitúa en el cuarto lugar. En el listado se encuentran Madrid, Barcelona, Zaragoza y Córdoba, entre otras.

El estudio asegura que en estas ciudades se ha dado un incremento de la tasa de mortalidad y morbilidad, además de ataques de corazón, bronquitis o enfermedades pulmonares que se relacionan con la contaminación atmosférica. El dióxido de nitrógeno es uno de los principales indicadores de contaminación y según el OSE (Observatorio de Sostenibilidad en España) declaró que las causas que han contribuido al mantenimiento de valores altos y continuados de alta contaminación destacan el aumento del uso del transporte privado y la existencia de industrias cercanas a las ciudades. Con respecto al uso de los vehículos privados tanto por la tele como en la prensa están dale que te pego con una campaña (impulsada por el Gobierno de España, el el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y el IDAE, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) que han titulado "Eres el rey de la creación" donde quieren que la gente vaya tomando conciencia de una vez por todas para evitar el uso y abuso de los coches particulares pues según varios estudios, representan el 15% de toda la energía final consumida en España. Así que recomiendan usar el coche sólo para trayectos largos y que para evitar embotellamientos y demás, se eche mano del transporte público, que a decir verdad, es mucho mejor que el de mi querido México, en calidad, pero no tanto en servicio pues en el caso del metro de Valencia que, al menos a mí, me desespera pues pasa cada cinco minutos o más (cuando el metro del DF pasa cada tres minutos o un poco más si hay retrasos en la central) y el autobus urbano puede durar hasta 15 minutos o más entre uno y otro.

Pues, lo dicho, que soy una especie de mutante, jejeje, que ha logrado sobrevivir a las famosas inversiones térmicas que tanto padece la Ciudad de México durante el invierno, los altos índices de Imecas (Índice Metropolitano de la Calidad del Aire), al programa Hoy No Circula , a crecer y vivir muy cerca del aeropuerto y en sí, al monstruo en que se ha convertido en poco más de cincuenta años el D.F.

Un monstruo que tiene un lado adorable y que a veces extraño mucho.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Creo que ya te lo he comentado alguna vez, pero si me repito, se siente: me encantan tus post!!!!

Esa manera que tienes de acercarnos al dia a dia temas tan metafisicos como la contaminación de las ciudades!!! vamos que de normal, lo más probable es que leyendo el periódico, mirase el titular grandote en negrita y pasara a ptra noticia. Sin embargo, cuando tu la comentas, gusta leerla!

En fin, al respecto del post, me ha hecho gracia lo del NO2, más que nada porque me lo trago a diario en el hospital, ya que es uno de los gases anestésicos que usamos (el que provoca la amnesia para no recordar el trago de la operación) Si me tuviera que plantear qué me trago (además del tabaco, claro), que ruidos tengo que aguantar (sin contar con el bar de abajo de casa) y demás parafernalias... me daba algo!!!!

Está claro que las comodidades de la ciudad no las tienes en el campo, pero...como bien dice un refrán: no se puede estar en el plato y en las tajas.

En fin, que cada día me parece que nos estamos volviendo más locos...

Besos miles

Korkuss dijo...

Ja! Me cae que vivir en etsa caótica ciudad lo prepara a uno para todo.

Un besazo amiga.

Ariel Hexen dijo...

Es que despues de la gran ciuda jejeje cualquier cosa es chiquita y facil de sobrellevar :)

Y si la verdad es que los chilangos estan preparados para todo y no solo eso son adaptables casi al 100% a climas y circunstancias adversas.

Saludos

| Alison | dijo...

Yo supongo Mac q despues de vivir en el DF llegar a Valencia seria no dormir x las noches del silencio absoluto q hay no?.. comico, realmente comico :)

Oye mutante!! q quiero mandarte unas fotos xa q veas donde tengo posicionada tu obra de arte mupcial en mi casa, dame un e-mail xa q te pueda mandar 1 o 2 fotos q he hecho.

La obra de tu marido esta en lista de espera todavia, xq queremos colocar primero todo lo q tengamos q poner en las paredes xa asi luego poder reservarle un sitio bueno... todavia no sabemos si en el dormitorio (x aquello de "el hombre es quien lleva los pantalones") o en el comedor, la cuestion es q tendra un sitio visible, eso dalo x hecho :)

Nos vemos en nada!!

Me manda Thom muchos saludos xa vosotros y yo os mando el doble ;)