31 octubre 2007
22 octubre 2007
Como en botica (por millonésima vez)
.I want yourrr blood. Aquellos que bien me conocen, saben que mi pasión por el mito del vampiro nació cuando yo tenía cinco años y a través del Canal Once de televisión, vi a Bela Lugosi enfundado en frac y capa de ópera en aquella mitológica libre adaptación de la novela de Bram Stoker. La versión filmada por Tod Browing en 1931 es un verdadero filme de culto, nadie lo niega, pero su Conde Drácula es el "padre de todos los vampiros", jejeje, hablando cinematográficamente. Sólo a un avezado director de vestuario se le pudo ocurrir que un conde de la vieja Europa Central, debía realzar su título nobiliario vistiendo un atuendo que pronto se convirtió en todo un cliché y en el uniforme vampírico por excelencia de toda fiesta de disfraces, festividades de Halloween y homenajes varios. Sólo la magia de vivir intensamente la ilusión de la inmortalidad puede robarnos la razón, aunque también ayudan y mucho, los elíxires que nos transporta a paraísos artificiales como los que se suministraba Lugosi a diestra y siniestra. Unos dicen que una vieja herida de guerra (I Guerra Mundial donde participó como teniente de infantería) fue su talón de Aquiles. Otros que fue puro y duro vicio. Lo cierto es que la decandencia en la que murió (a pesar de que es muy cierto el intento de rescate que intento aplicarle el director de cine más malo del mundo y que respondía al nombre de Ed Wood) sólo sirvió para aumentar más su mito, lo mismo que su cuerpo envejecido y su alma remendada, fuesen envueltos con la capa que tantas veces lució por los sets de películas cada vez de peor calidad.
El pasado 20 de octubre se conmemoraron 125 años del natalicio de Béla Ferenc Dezső Blaskó, mejor conocido como Bela Lugosi (adoptó ese apellido en homenaje a su ciudad natal: Lugoj ubicada en Transylvania que en ese entonces pertenecía al Reino de Hungría). Lo mejor de todo es que su leyenda aún continúa tan inmortal y grande como el "Drácula, rey de todos los vampiros".
El pasado 20 de octubre se conmemoraron 125 años del natalicio de Béla Ferenc Dezső Blaskó, mejor conocido como Bela Lugosi (adoptó ese apellido en homenaje a su ciudad natal: Lugoj ubicada en Transylvania que en ese entonces pertenecía al Reino de Hungría). Lo mejor de todo es que su leyenda aún continúa tan inmortal y grande como el "Drácula, rey de todos los vampiros".
.La "sorpresita" de J. K. Rowling. El profesor Dumbledore, uno de los principales personajes de la serie de libros de Harry Potter, es gay, según la autora de la saga, J.K. Rowling.
La escritora confesó la homosexualidad del mago Dumbledore el viernes, en el Carnegie Hall de Nueva York, cuando un joven fan le preguntó si el director de la Escuela de Magia y Hechicería Hogwarts se enamoró alguna vez. "Mi sincera respuesta ... Siempre pensé en Dumbledore como gay", dijo Rowling, cuyos comentarios ya fueron publicados en el portal de fans de Harry Potter. La autora aclaró que el Profesor Dumbledore se enamoró del mago Gellert Grindelwald, pero este último se convirtió a las artes oscuras. Dumbledore fue "atraído hacia esta brillante persona, y horriblemente, terriblemente decepcionado por él", añadió la autora. Durante una lectura de guión para la sexta entrega de la película, Rowling corrigió una referencia sobre un pasado amor femenino de Dumbledore. "Tuve que escribir una pequeña nota el borde y pasársela al guionista, 'Dumbledore es gay!'", explicó la escritora. Sus revelaciones sobre el personaje dieron lugar a una "ovación prolongada", según el portal de fans. "Si hubiese sabido que les haría tan felices, ¡lo habría anunciado hace años!", dijo a sus seguidores. (AFP) (Nota mía: Si es que ahora parece que está de moda salir del clóset, hahahaha).
La escritora confesó la homosexualidad del mago Dumbledore el viernes, en el Carnegie Hall de Nueva York, cuando un joven fan le preguntó si el director de la Escuela de Magia y Hechicería Hogwarts se enamoró alguna vez. "Mi sincera respuesta ... Siempre pensé en Dumbledore como gay", dijo Rowling, cuyos comentarios ya fueron publicados en el portal de fans de Harry Potter. La autora aclaró que el Profesor Dumbledore se enamoró del mago Gellert Grindelwald, pero este último se convirtió a las artes oscuras. Dumbledore fue "atraído hacia esta brillante persona, y horriblemente, terriblemente decepcionado por él", añadió la autora. Durante una lectura de guión para la sexta entrega de la película, Rowling corrigió una referencia sobre un pasado amor femenino de Dumbledore. "Tuve que escribir una pequeña nota el borde y pasársela al guionista, 'Dumbledore es gay!'", explicó la escritora. Sus revelaciones sobre el personaje dieron lugar a una "ovación prolongada", según el portal de fans. "Si hubiese sabido que les haría tan felices, ¡lo habría anunciado hace años!", dijo a sus seguidores. (AFP) (Nota mía: Si es que ahora parece que está de moda salir del clóset, hahahaha).
.La ira de los dioses. El teniente de alcalde de Nueva Delhi, S.S. Cajwa, murió el domingo tras caer de un balcón durante un ataque de monos salvajes en su vivienda de la capital de la India, informaron medios de prensa. El funcionario fue llevado al hospital tras ser atacado por un grupo de monos macacos Rhesus, pero rápidamente sucumbió a las heridas que sufrió en la cabeza durante la caída, dijo la agencia Press Trust of India y el periódico The Times of India. Muchos edificios del gobierno, templos y urbanizaciones residenciales en Nueva Delhi han sido invadidas por macacos Rhesus, que suelen aterrar a visitantes y en ocasiones muerden a transeúntes o les roban comida.
Parte del problema es que los hindúes devotos consideran a los monos como manifestaciones del dios simio Hanuman y los convidan con bananas y con cacahuates, alentándolos a visitar sitios públicos. (Europa Press). (Nota mía: Pues eso, que nos agarren confesados cuando la ira de los dioses caiga sobre nosotros, hahahaha).
.¿No dices que harías cualquier cosa por mí? Así es como se llama el nuevo lema que ha lanzado la AECC (Asociación Española Contra el Cáncer) dirigida contra el cáncer de mama cuyo Día Mundial se celebra cada 19 de octubre. En esta ocasión, el spot de televisión está masculinizado, por así decirlo, pues los protagonistas son los padres, esposos e hijos quienes piden a las mujeres que se hagan una mamografía. Según el presidente de la asociación, Francisco González-Robatto, "el cáncer de mama si se detecta a tiempo puede curarse. Con una detección precoz, a través de la mamografía, ya no es sinónimo de final. Por ello hay que concienciarse". "En España, actualmente viven más de 70.600 mujeres diagnosticadas en los últimos cinco años", según ha indicado.
Parte del problema es que los hindúes devotos consideran a los monos como manifestaciones del dios simio Hanuman y los convidan con bananas y con cacahuates, alentándolos a visitar sitios públicos. (Europa Press). (Nota mía: Pues eso, que nos agarren confesados cuando la ira de los dioses caiga sobre nosotros, hahahaha).
.¿No dices que harías cualquier cosa por mí? Así es como se llama el nuevo lema que ha lanzado la AECC (Asociación Española Contra el Cáncer) dirigida contra el cáncer de mama cuyo Día Mundial se celebra cada 19 de octubre. En esta ocasión, el spot de televisión está masculinizado, por así decirlo, pues los protagonistas son los padres, esposos e hijos quienes piden a las mujeres que se hagan una mamografía. Según el presidente de la asociación, Francisco González-Robatto, "el cáncer de mama si se detecta a tiempo puede curarse. Con una detección precoz, a través de la mamografía, ya no es sinónimo de final. Por ello hay que concienciarse". "En España, actualmente viven más de 70.600 mujeres diagnosticadas en los últimos cinco años", según ha indicado.
http://www.youtube.com/watch?v=bnOgkIJEvYQ
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18 octubre 2007
Día de la Alimentación
Que sí, que está muy bien que nos detengamos un momento y reflexionemos sobre el cambio climático y le otorguemos premios y más premios a Al Gore. Que sí, que hay montones de animalitos maltratados y que mueren en pro de usar sus pieles sólo costeables por un puñado de damas rancias, pero a mí que no me toquen los ovarios (pues pelotas no tengo aunque fuese en sentido figurado) con aquello de las corridas de toros y que la tortuta no es arte y bla, bla, bla, porque sé perfecto que todo está patrocinado por gente descerebrada, alarmista y que no tiene nada mejor qué hacer que mirar la paja en el ojo ajeno y no hacer algo con la viga que tiene no en uno sino en ambos y en mitad del cerebro. Las corridas de toros han dado de comer a mi familia por más de dos generaciones y lo siguen haciendo, así que, a mí nadie puede venir argumentado estupideces que sólo los subnormales profundos son capaces de creer. Soy muy tolerate y soy capaz de dialogar con quien quiera hablar sobre el mundo taurino, lo he vivido desde que estaba en la barriga de mi madre y lo siento con la última célula de mi ser, pero soy francamente chocante cuando leo o escucho barbaridades tan grandes como una catedral que son obra de fanáticos de tres al cuarto.
En fin, damas y caballeros, que estoy de acuerdo y respeto que cada quien abraze una causa, es más, me ha sorprendido enterarme que hay famosos actores de Hollywood que realizan obras sociales sin apenas hacer ruido y eso sí que es para ovacionarles de pie, pero me parece que lo importante en este mundo somos nosotros, los seres humanos, y en todo caso los niños aún más. Es por eso que hace unos días coloqué un banner de una asociación que lucha contra la pornografía infantil. Puedo tener un cerebro muy retorcido, en todos los sentidos imaginables, pero no soy capaz de "procesar" cómo es que un adulto puede sentirse atraído sexualmente por niños, cómo es que puede ser capaz de abusar de ellos y ufanarse de tales cosas. Es que ni siquiera puedo sentir asco, sinceramente no puedo comprenderlo. Ojalá todas las acciones que están emprendiendo tanto aquí en España como en otras partes del mundo, logren acabar de una vez por todas con este cáncer social.
Y no es que me afecte más todo esto por el hecho de ser madre, sino que siempre me he sentido más identificada con la defensa del ser humano. Los animalitos son un regalo preciado así como la naturaleza y el medio ambiente, pero hay cosas que me mueven más las fibras interiores. Como la hambruna y esas imágenes dantescas que no dejan de aparecer desde hace años en los medios de comunicación. Hace ya 23 años que el mundillo del rock británico puso el dedo en la llaga sobre la hambruna que se vive en África y a pesar de todo, la situación no ha cambiado mucho. Miles de niños siguen murriendo, pequeños cabezones apenas con los huesitos forrados, aferrados a unas tetas donde seguro no pueden sacar más que unas gotas de leche, comidos por las moscas y la indiferencia de las grandes potencias donde se hacen planes casi a nivel gubernamental para que sus jóvenes pobladores dejen de tragar tanta grasa y se pongan a dieta porque se han convertido en países de obesos. Eso es lo que tiene vivir montado en el cuerno de la abundancia y pensar que se pueden limpiar las conciencias protestando desnudo para que paren de matar "foquitas blancas", o dejando escapar hordas de visones que acaban con todos los plantíos que encuentran a su paso o tragándose a las gallinas, jodiendo a los pescadores para que no salgan a faenar en áreas donde se permite la pesca sin afectar ecosistemas... Ejemplos hay muchos y maneras de crearse limpieza de conciencia, aún más.
Esta mañana he leído en el diario que compro todos los días, un artículo de opinión que me ha gustado y que quiero compartir con ustedes. Lo ha escrito una profesora de nutrición que sabe de lo que habla y que si bien no ahonda mucho, es capaz de transmitir un pequeño llamado para que reflexionemos sobre lo que acontece no muy lejos de nuestras sociedades plenas de bienestar y confort. Y cierto es, la gente de antes valoraba mucho más todo y aunque mi abuela estaba muy pequeñita cuando la Revolución, a mi madre le inculcó aquello que menciona la profesora Lagarda de que "la comida no se tira" y ahora recuerdo con cariño cuando me reprendía diciéndome: "Niñaaaa, que en África se mueren de hambre y tú sin comerte las orillas del pan Bimbo", hahahaha.
Ahora se hacen muchas bromas y chistes al respecto, creo que esta generación vivimos en mayor o menor medida esas cantaletas de nuestras madres, sin embargo, espero que seamos capaces de aportar una pequeña ayuda para rescatar, lo que se pueda rescatar, de la verdadera solidaridad con nuestro prójimo.
Color del cristal con que se mira: Día de la Alimentación
El pasado 16 de octubre conmemoramos el día mundial de la Alimentación. Este día lo llevamos celebrando desde 1979, año en el que se proclamó por la Conferencia de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO); se eligió este día por coincidir con la fundación de la FAO (en este caso en 1945). El lema elegido para este año es el del "Derecho a la Alimentación". La propia Declaración de los Derechos Humanos (1948), en su artículo 25.1, indica: "Toda persona tiene derecho a un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la salud y el bienestar, y en especial la alimentación..."
Creo que no estaría mal que esta conmemoración nos sirva para reflexionar un poco sobre lo grotesca que puede resultar nuestra sociedad occidental, en el ámbito de la alimentación, en comparación con las sociedades de los inmigrantes que acuden a nuestras costas en cayucos, o que ni siquiera pueden aspirar a salir de su país, dada la extrema pobreza en que se encuentran. Mientras que nuestros problemas están en le exceso de alimentación y, así se busca el diseño de nuevos alimentos que agraden a nuestro paladar pero que no aporten poca, o menos, energía que los tradiconales, para poder comer sin que el pasarnos pase recibo al peso corporal; o llegamos al refinamiento de los llamados "alimentos funcionales", es decir, aquellos que poseen alguna propiedad añadida más la que simplemente aportar nutrientes a nuestro organismo, como son los alimentos enriquecidos con "omega-3", o con "péptidos bioactivos", etc., que está muy bien, pero en su justa medida; contrastan los estados de desnutrición y desnutrición extrema que se dan en otras latitudes y, cada vez más, también cerca de nosotros. Las cifras hablan, en la actualidad, de más de 854 millones de seres humanos que sufren hambre en el mundo.
En la Cumbre Mundial sobre la Alimentación que tuvo lugar en Roma, a finales de 1996, se fijó como uno de los objetivos a conseguir llegar a reducir la mitad del número de personas que padecen malnutrición crónica en el mundo para el año 2015. Allí hubo quien dijo: "Tenemos la posibilidad de hacerlo, tenemos los conocimientos prácticos, tenemos los recursos y, con la Declaración de Roma y el Plan de Acción, hemos demostrado que tenemos la voluntad necesaria" y también, "si cada uno de nosotros da lo mejor de sí, considero que podremos alcanzar, incluso superar, la meta que hos hemos fijado". Vaya por delante que el problema no está en la falta de recursos alimenticios, sino en su reparto.
No basta contentarnos con decir que de esas desigualdades y del problema del hambre en el mundo ya se ocupan los gobiernos de las naciones y los organismos internacionales, amén de tantas ONG que, sin ánimo de lucro, están haciendo un gran bien allí donde trabajan. Aparte de nuestra ayuda material que siempre será bien venida, todos podremos aportar nuestro "granito de arena" a favor de la solidaridad y la concienciación del derecho a la alimentación que tiene toda persona. Estoy pensando en la sociedad del bienestar y en la educación que deberíamos transmitir a niños y jóvenes. Estos días, también, conmemoramos en Valencia los 50 años de la riada; por los reportajes, los archivos históricos y lo que cuentan quienes la vivieron, se deduce que fue una situación que marcó la vida de los valencianos y en donde todos se volcaron para ayudar en lo que hiciera falta. Se constata que las personas que han vivido épocas de escasez valoran mucho más los bienes conseguidos y, si esto lo aplicamos a los alimentos, podemos recordar cómo nuestra madres o nuestras abuelas, ponían el grito en el Cielo cuando caía un pedazo de pan al suelo y lo recogían con especial cuidado, o congoja; y así también nos inculcaron aquello de "la comida no se tira". También es verdad que hace unas décadas las comidas y cenas reunían a la familia, eran lugar de encuentro (alguien dirá: de discusión) pero también de cultura; se nos enseñaba, porque entraba por los ojos, en qué consistía la sobriedad, o la generosidad, y no se consentían los "caprichos" o el "no me gusta" en las comidas. Ahora, desgraciadamente, los horarios de trabajo, de estudio y de otras ocupaciones, junto con la presencia de la "tele" hacen que sea más difícil la transmisión de cultura, pero de alguna manera tendremos que seguir inculcando que "la comida no se tira" y que la primera muestra de solidaridad es evitar el hambre y la pobreza en el mundo buscando cada uno cuál puede ser su "granito de arena" para esta causa.
María Jesús Lagarda Blanch
Profesora titular de Nutrición y Bromatología,
Universitat de València
14 octubre 2007
La estrella pop murió gracias a la estrella de rock
Sobra decir que en youtube.com podemos encontrarnos con todo tipo de imágenes y de información. Hace algunas semanas, cuando me empeñé en la búsqueda de videos que valieran la pena de la banda Sonata Arctica, me topé con una grata, muy grata sorpresa: Ari Koivunen, el ganador de la más reciente edición de Idols, el Operación Triunfo de Finlandia. Valgamitoooo, yo aluciné cuando confirmé la información de que un chico de 22 años (aunque aparenta unos pocos menos) cantando versiones de Iron Maiden, Led Zepellin, Whitesnake, Stratovarius y Sonata Arctica, entre otros, había ganado un concurso que siempre desborda indefinible pop comercial aquí, en México y creo que en la mayor parte de los países donde se lleva a cabo.
Yo no sé cómo marchan las cosas en cuanto a estos concursos en México, pues como hay dos versiones (a cual más mala) gracias a la competencia entre cadenas de televisión, pero lo cierto es que en este lado del mundo la cosa no cambia mucho. A excepción, de un chico que en la edición de hace dos años le "enfatizaron" su pose muy estudiada de rebelde rockero que incluía pelo rizado más o menos largo, alguna muñequera de cuero y covereaba cosas que a los productores de OT España les sonaba a "rock" como un homenaje a David Lee Roth y su versión desmadrosa de I'm just a gigoló (¿?) y un cover a el one hit wonder de aquella banda de los '80 que se llamaba Europe: The final countdow. Este no ganó, quedó en tercer lugar y creo que a pesar de haber grabado un disco ya con temas propios, no ha sonado mucho.
Es por eso que llama ni atención que en Finlandia gane un chico que no tuvo cambios en su imagen primigenia y que competeción tras competición defendió temas rockeramente clásicos como aquel inigualable Still loving you de mis amados Scorpions, jejeje. Se dice que en esa tierra de donde han surgido tantos grupos con fuerza y potencia desde hace unos quince años, las listas de popularidad son encabezadas por Nightwish o HIM (aunque a estos yo no los soporto, hahaha) por mencionar a algunos grupos que de pop no tienen ni una pizca ni de canción del verano ni nada de esas tonterías que tanto se escuchan por la radio y la tele.
Por otro lado y sin alejarnos mucho de aquellas tierras, hace unos días se publicó la noticia de que Roger Tullgren, de 42 años, ha conseguido que el Estado sueco catalogue su 'adicción' al heavy como una invalidez. Una pasión 'infernal' que le incapacita para llevar una vida normal. Un juez de Hasslehölm, su localidad natal, ha certificado que Tullgren no puede desempeñar su trabajo sin someterse a intensivas y opíparas sesiones de heavy que, a veces, incluso le impiden llevar su labor a buen puerto (aunque Roger puntualiza que prefiere death metal por las mañanas y clásicos heavies de tarde).
El detonante fue el último (y al parecer enésimo) despido de nuestro héroe, que no pudo evitar asistir en 2006 a más de 300 conciertos para levantar su mano cornuda, abandonando su puesto de trabajo en tantas ocasiones que su jefe, poco comprensivo, le dio la patada. Según esto, su pinta llena de tatuajes, calaveras y demás chucherías nada tuvieron qué ver con el despido, hahaha.
Tullgren llevaba ya 10 años intentando que la justicia sueca reconociera su adicción musical como una dependencia que le mermaba psicológicamente. Así que entre el juez y el INEM sueco buscaron la solución: un trabajo a media jornada donde además pudiera seguir cultivando su melómano cuelgue, y una pensión de 400 euros al mes para cubrir la parte del día no trabajada. Tres psicólogos impulsaron la moción.
Roger, el genio, lo explicaba así al periódico sueco 'The Local': "Firmé un documento que decía: 'Roger se siente impulsado a mostrar su estilo heavy metal. Esto dificulta su situación en el mercado laboral. Por lo tanto, necesita ayuda financiera adicional'. Así que ahora puedo ir a una entrevista de trabajo vestido como voy habitualmente y darle ese papel al entrevistador".
Tullgren trabaja ahora de lavaplatos, y su nuevo jefe le deja vestir como quiera, recuperar las horas perdidas en conciertos y escuchar sus sinfonías heavies a todo volumen "excepto cuando hay clientes", dijo a 'The Local'.
La patología de este 'metalómano' se inicia en 1971, cuando su hermano mayor le pone un disco de Black Sabbath a toda caña y envía al infantil Roger a otra dimensión. Ahora mismo, ya un señor de 42 años, Tullgren toca en dos bandas de su ciudad, pero si por él fuera serían doscientas. Grandioso Roger, hahaha. Y casi un filósofo, a juzgar por otra de sus frases a 'The Local': "Podrán decir que debería crecer y escuchar otro tipo de música... Pero no puedo. El heavy metal es mi estilo".
http://www.youtube.com/watch?v=2ajDYbOY9jw
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03 octubre 2007
Modo Mutante On
Desde que mi Happy Demon va todas las mañanas a la guardería, yo he empezado a crearme una pequeña rutina que consiste en ir al bar que está al lado de casa, tomarme un café con leche (corto de café, leche tibia y dos sobrecitos de azúcar) junto con un "croissant" (un clásico cuernito en México) mientras le echo una ojeada al periódico que siempre compro en la papelería que me queda a mitad de camino entre nuestra casa y la guardería. No suelo tardarme mucho, así que después subo a casa y leo más detenidamente. Y mientras más lo hago, más me siento una especie de mutante (ya quisiera yo tipo los X-Men, hahaha, pero qué vá) al constatar que 31 años de mi vida lograron convertirme en algo así como una sobrevivivente. Por un lado, que vivía a 20 minutos del aeropuerto de la Ciudad de México (que no hace falta decir que prácticamente se encuentra a tiro de piedra del centro) y por el otro, que mis pulmones han aspirado todo el tabaco del mundo gracias a mi padre y cantidades infames de todo clase de agentes tóxicos regados en el contaminadísimo ambiente del D.F., y aquí sigo, vivita y coleando, hahahaha.
Desde hace algunos días, semanas tal vez, vengo escuchando en los noticieros de la tele y leyendo en el periódico, que hay montones de personas que se quejan a diestra y siniestra por la cercanía de sus casas con los aeropuertos (en especial el de Barajas de Madrid), los barrios saturadísimos de contaminación acústica y otra gran cantidad de reportes sobre la mala calidad del aire en ciudades como Valencia ( y yo que creía que nos salvaba la cercanía del mar, já).
Damas y caballeros, no es que quiera hacer menos a nadie ni que mire a los pobres quejosos por encima del hombro, pero esta clase de cosas sólo me provoca una sonrisita, vamos, que ni por equivocación me despierta un sentimiento de solidaridad con aquellas pobres almas que no son capaces de afrontar que vivimos en ciudades, no en mitad del campo, y que esto conlleva montones de riesgos. Así que, estas buenas almas son capaces de hacer marchas, plantones y todo tipo de aparatosas manifestaciones públicas con tal de que las autoridades retiren de la cercanía de sus hogares discotecas, terrazas, pubs, fábricas y si es posible, hasta los aeropuertos pues viven en un "sinvivir" debido al ruido que naturalmente provocan los parroquianos con copas encima, a los altos volumenes de la música y al ruidajo que hacen el ir y venir de los aviones.
Probablemente si yo no hubiese crecido en un barrio donde todo se paralizaba para ver pasar al famoso Concorde (allá por 1981), donde el tráfico aéreo comenzaba a las seis de la mañana y no paraba hasta las dos de la madrugada, donde jamás nos pasó por la cabeza insonorizar nuestras casas con vidrios dobles y donde nadie protestaba por tener un restaurante que abría las 24 horas con todo lo que esto significa como ciertos connatos de peleas, música de tríos ocasionales e inclusive un tiroteo que terminó con la muerte de un vecino del barrio que se encontraba en dicho lugar, sería capaz de comprender a estas pobres almas que inclusive llegan al punto de mostrar certificados médicos que constatan que el ruido les ha provocado depresiones, bajas laborales y demás padecimientos.
Esta semana comenzó con una noticia que trascendió todos los medios de comunicación y que se refería al traslado de trescientos vecinos de una zona habitacional cercana de Madrid a unos pisos nuevos, tras ganar un pleito por el ruido insoportable de los aviones de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas que, según esto, sobrevuelan a escasos metros de sus casas. Así que las autoridades aeroportuarias accedieron financiar los nuevos inmuebles en una zona más alejada. Yo no sé ustedes, pero ya quisiera yo imaginarme si tooodos los vecinos de las colonias Jardín Balbuena y El Peñón de los Baños, por ejemplo, demandaran el mismo traslado y se quejaran a diestra y siniestra... Si es que en la Unidad Kennedy se pueden ver claritos los trenes de aterrizaje e inclusive, no hay zonas baldías ni siquiera detrás de los hangares de carga de muchas líneas comerciales (sólo un pequeño muro los separa de las casas). Todo, pero todo, está habitado y hasta donde yo recuerdo, nadie ha protestado, al menos, no como lo han hecho en Madrid. Para bien o para mal, como rezaba el título de aquel programa de la periodista Cristina Pacheco: Aquí nos tocó vivir y como dicen tantos por ahí: A todo se acostumbra uno, menos a no comer.
Lo siento, pero me parece una verdadera exageración tanta delicadeza y fragilidad humana. En esta parte del mundo, como si nadie fuese consciente de lo que conlleva vivir en el centro de las grandes ciudades, por ejemplo, se mira con lupa los niveles de contaminación acústica. Los dueños de bares, clubes y pubs gastan y mucho para insonorizar sus locales así como para tener un indicador en los aparatos de música. Pero, aquí entre nos: al calor del desmadre, de las copas, van subiendo los niveles de las risas, las charlas, las carcajadas y esa manía que tenemos de que la música suene a todo trapo porque si no es así, pues como que no la sentimos, hahahaha. No es que queramos que los centros de las ciudades queden prohibidos para ser habitados, pero creo necesario que se debe meter bien en la cabeza de los vecinos los riesgos que implica tener un departamento o un moderno loft en medio de una zona de bares y restaurantes que de alguna manera logran conservar vivos los antiguos ombligos de las ciudades. En este sentido, alguien podría decirme que quién soy yo para decirle a un vecino sofocado e insomne que se joda o que se cambie de casa y quizá esté de acuerdo, pero lo cierto es que vivir en la ciudad no sólo implica tener la mayoría de las comodidades, sino también aceptar que esto tiene un precio y que muchas veces, cuesta pagarlo.
En el periódico de hoy aparece una nota que alerta que hay un estudio sobre la mala calidad de aire en Valencia debido a la contaminación, que hay elevados niveles de dióxido de nitrógeno (NO2). Todo se desprende del estudio llamado "Calidad del aire en las ciudades: clave de sostenibilidad urbana" y que revela que en el 2005 un total de 13 ciudades españolas presentaban concentraciones medias anuales de dióxido de nitrógeno superiores al valor límite anual para la protección de la salud, que entrará en vigor en el año 2010. De estas ciudades, Valencia se sitúa en el cuarto lugar. En el listado se encuentran Madrid, Barcelona, Zaragoza y Córdoba, entre otras.
El estudio asegura que en estas ciudades se ha dado un incremento de la tasa de mortalidad y morbilidad, además de ataques de corazón, bronquitis o enfermedades pulmonares que se relacionan con la contaminación atmosférica. El dióxido de nitrógeno es uno de los principales indicadores de contaminación y según el OSE (Observatorio de Sostenibilidad en España) declaró que las causas que han contribuido al mantenimiento de valores altos y continuados de alta contaminación destacan el aumento del uso del transporte privado y la existencia de industrias cercanas a las ciudades. Con respecto al uso de los vehículos privados tanto por la tele como en la prensa están dale que te pego con una campaña (impulsada por el Gobierno de España, el el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y el IDAE, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) que han titulado "Eres el rey de la creación" donde quieren que la gente vaya tomando conciencia de una vez por todas para evitar el uso y abuso de los coches particulares pues según varios estudios, representan el 15% de toda la energía final consumida en España. Así que recomiendan usar el coche sólo para trayectos largos y que para evitar embotellamientos y demás, se eche mano del transporte público, que a decir verdad, es mucho mejor que el de mi querido México, en calidad, pero no tanto en servicio pues en el caso del metro de Valencia que, al menos a mí, me desespera pues pasa cada cinco minutos o más (cuando el metro del DF pasa cada tres minutos o un poco más si hay retrasos en la central) y el autobus urbano puede durar hasta 15 minutos o más entre uno y otro.
Pues, lo dicho, que soy una especie de mutante, jejeje, que ha logrado sobrevivir a las famosas inversiones térmicas que tanto padece la Ciudad de México durante el invierno, los altos índices de Imecas (Índice Metropolitano de la Calidad del Aire), al programa Hoy No Circula , a crecer y vivir muy cerca del aeropuerto y en sí, al monstruo en que se ha convertido en poco más de cincuenta años el D.F.
Un monstruo que tiene un lado adorable y que a veces extraño mucho.
Desde hace algunos días, semanas tal vez, vengo escuchando en los noticieros de la tele y leyendo en el periódico, que hay montones de personas que se quejan a diestra y siniestra por la cercanía de sus casas con los aeropuertos (en especial el de Barajas de Madrid), los barrios saturadísimos de contaminación acústica y otra gran cantidad de reportes sobre la mala calidad del aire en ciudades como Valencia ( y yo que creía que nos salvaba la cercanía del mar, já).
Damas y caballeros, no es que quiera hacer menos a nadie ni que mire a los pobres quejosos por encima del hombro, pero esta clase de cosas sólo me provoca una sonrisita, vamos, que ni por equivocación me despierta un sentimiento de solidaridad con aquellas pobres almas que no son capaces de afrontar que vivimos en ciudades, no en mitad del campo, y que esto conlleva montones de riesgos. Así que, estas buenas almas son capaces de hacer marchas, plantones y todo tipo de aparatosas manifestaciones públicas con tal de que las autoridades retiren de la cercanía de sus hogares discotecas, terrazas, pubs, fábricas y si es posible, hasta los aeropuertos pues viven en un "sinvivir" debido al ruido que naturalmente provocan los parroquianos con copas encima, a los altos volumenes de la música y al ruidajo que hacen el ir y venir de los aviones.
Probablemente si yo no hubiese crecido en un barrio donde todo se paralizaba para ver pasar al famoso Concorde (allá por 1981), donde el tráfico aéreo comenzaba a las seis de la mañana y no paraba hasta las dos de la madrugada, donde jamás nos pasó por la cabeza insonorizar nuestras casas con vidrios dobles y donde nadie protestaba por tener un restaurante que abría las 24 horas con todo lo que esto significa como ciertos connatos de peleas, música de tríos ocasionales e inclusive un tiroteo que terminó con la muerte de un vecino del barrio que se encontraba en dicho lugar, sería capaz de comprender a estas pobres almas que inclusive llegan al punto de mostrar certificados médicos que constatan que el ruido les ha provocado depresiones, bajas laborales y demás padecimientos.
Esta semana comenzó con una noticia que trascendió todos los medios de comunicación y que se refería al traslado de trescientos vecinos de una zona habitacional cercana de Madrid a unos pisos nuevos, tras ganar un pleito por el ruido insoportable de los aviones de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas que, según esto, sobrevuelan a escasos metros de sus casas. Así que las autoridades aeroportuarias accedieron financiar los nuevos inmuebles en una zona más alejada. Yo no sé ustedes, pero ya quisiera yo imaginarme si tooodos los vecinos de las colonias Jardín Balbuena y El Peñón de los Baños, por ejemplo, demandaran el mismo traslado y se quejaran a diestra y siniestra... Si es que en la Unidad Kennedy se pueden ver claritos los trenes de aterrizaje e inclusive, no hay zonas baldías ni siquiera detrás de los hangares de carga de muchas líneas comerciales (sólo un pequeño muro los separa de las casas). Todo, pero todo, está habitado y hasta donde yo recuerdo, nadie ha protestado, al menos, no como lo han hecho en Madrid. Para bien o para mal, como rezaba el título de aquel programa de la periodista Cristina Pacheco: Aquí nos tocó vivir y como dicen tantos por ahí: A todo se acostumbra uno, menos a no comer.
Lo siento, pero me parece una verdadera exageración tanta delicadeza y fragilidad humana. En esta parte del mundo, como si nadie fuese consciente de lo que conlleva vivir en el centro de las grandes ciudades, por ejemplo, se mira con lupa los niveles de contaminación acústica. Los dueños de bares, clubes y pubs gastan y mucho para insonorizar sus locales así como para tener un indicador en los aparatos de música. Pero, aquí entre nos: al calor del desmadre, de las copas, van subiendo los niveles de las risas, las charlas, las carcajadas y esa manía que tenemos de que la música suene a todo trapo porque si no es así, pues como que no la sentimos, hahahaha. No es que queramos que los centros de las ciudades queden prohibidos para ser habitados, pero creo necesario que se debe meter bien en la cabeza de los vecinos los riesgos que implica tener un departamento o un moderno loft en medio de una zona de bares y restaurantes que de alguna manera logran conservar vivos los antiguos ombligos de las ciudades. En este sentido, alguien podría decirme que quién soy yo para decirle a un vecino sofocado e insomne que se joda o que se cambie de casa y quizá esté de acuerdo, pero lo cierto es que vivir en la ciudad no sólo implica tener la mayoría de las comodidades, sino también aceptar que esto tiene un precio y que muchas veces, cuesta pagarlo.
En el periódico de hoy aparece una nota que alerta que hay un estudio sobre la mala calidad de aire en Valencia debido a la contaminación, que hay elevados niveles de dióxido de nitrógeno (NO2). Todo se desprende del estudio llamado "Calidad del aire en las ciudades: clave de sostenibilidad urbana" y que revela que en el 2005 un total de 13 ciudades españolas presentaban concentraciones medias anuales de dióxido de nitrógeno superiores al valor límite anual para la protección de la salud, que entrará en vigor en el año 2010. De estas ciudades, Valencia se sitúa en el cuarto lugar. En el listado se encuentran Madrid, Barcelona, Zaragoza y Córdoba, entre otras.
El estudio asegura que en estas ciudades se ha dado un incremento de la tasa de mortalidad y morbilidad, además de ataques de corazón, bronquitis o enfermedades pulmonares que se relacionan con la contaminación atmosférica. El dióxido de nitrógeno es uno de los principales indicadores de contaminación y según el OSE (Observatorio de Sostenibilidad en España) declaró que las causas que han contribuido al mantenimiento de valores altos y continuados de alta contaminación destacan el aumento del uso del transporte privado y la existencia de industrias cercanas a las ciudades. Con respecto al uso de los vehículos privados tanto por la tele como en la prensa están dale que te pego con una campaña (impulsada por el Gobierno de España, el el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio y el IDAE, el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía) que han titulado "Eres el rey de la creación" donde quieren que la gente vaya tomando conciencia de una vez por todas para evitar el uso y abuso de los coches particulares pues según varios estudios, representan el 15% de toda la energía final consumida en España. Así que recomiendan usar el coche sólo para trayectos largos y que para evitar embotellamientos y demás, se eche mano del transporte público, que a decir verdad, es mucho mejor que el de mi querido México, en calidad, pero no tanto en servicio pues en el caso del metro de Valencia que, al menos a mí, me desespera pues pasa cada cinco minutos o más (cuando el metro del DF pasa cada tres minutos o un poco más si hay retrasos en la central) y el autobus urbano puede durar hasta 15 minutos o más entre uno y otro.
Pues, lo dicho, que soy una especie de mutante, jejeje, que ha logrado sobrevivir a las famosas inversiones térmicas que tanto padece la Ciudad de México durante el invierno, los altos índices de Imecas (Índice Metropolitano de la Calidad del Aire), al programa Hoy No Circula , a crecer y vivir muy cerca del aeropuerto y en sí, al monstruo en que se ha convertido en poco más de cincuenta años el D.F.
Un monstruo que tiene un lado adorable y que a veces extraño mucho.
01 octubre 2007
Quisiera
Quisiera tener la "gracia" suficiente para describir todo lo que me pasa viviendo en este lado del mundo... Pero mucho me temo que no gozo de esa magia, hahaha y puedo padecer con singular frecuencia, la sensación de que no escribo todo lo que quisiera, ni aquí, en mi ciber-hogar ni en las hojas blancas que he decidido encuadernar con espiral y todo, pues tal parece que aquí le han declarado la guerra abierta a los cuadernos de hojas blancas y me han obligado a detestar los de cuadrícula chica, puffhh... Qué manía de usar a diestra y siniestra un cuaderno que hasta donde yo recuerdo, en la primaria solíamos usar para la clase de matemáticas y tan tan. Ah, y también abusan de los cuadernos que en mi niñez conocíamos como de "doble raya" y aquí llaman "pautados". Es que, no sé a quién se le ocurrió, pero desde que los niños agarran su primer lápiz en forma se les enseña a escribir con manuscrita y aquí lo más raro del mundo es que primero: la mayoría goce de una buena letra y segundo: que sepan escribir en forma con el estilo script. Así que, como yo también tengo manías, jejeje, sé que estaré obligada a seguir encuadernando hojas blancas de esas que se compran en paquetes de 500, pues de otro modo no me siento cómoda ni mucho menos inspirada tendiendo delante cuadernos de hojas rayadas.
Quisiera, como ya lo dije al principio, tener la gracia de describir la mayoría de las cosas que me ocurren desde que llegué a este país hace ya cuatro años. En un primigenio intento de blog que tuve en bitácoras.com, creo que mi primera entrada la dediqué a lo mucho que me sorprendía (y me sigue sorprendiendo) que vengan pipas enormes con sus mangueras correspondientes a limpiar las calles del barrio donde vivo con agua a presión. Caray, la primera vez que contemplé tal cosa, lo primero que me vino a la cabeza fueron esas imágenes de la gente que en muchas zonas del DF, sobre todo del área conurbada, esperaban a que las pipas vayan una vez al día para llenar toda clase de recipientes pues no cuentan con agua potable ni mucho menos con sistemas de drenaje. Y aquí, a chorro limpio, limpiando las calles que eso sí, mucho se agradece porque no hay acera, banqueta o como quieran llamarla, que se libre de las cacas de perro... Yo no sé cómo es que la gente sigue sin tomar conciencia y sigue sacando a sus animales a que defequen en cualquier área. En cuatro años, lo mismo viviendo en Sevilla que aquí en Valencia, si he visto a tres o cuatro personas recogiendo con bolsitas las cacas de sus perros, han sido muchas, en serio. A ver cuándo dejamos de creer que las aceras son algo así como campos minados donde hay que mirar muy bien por dónde pisas o pisa el Happy Demon y pasas el cochecito de paseo o el triciclo del nene para no llevarte un "recuerdito".
Quisiera acostumbrarme, después de cuatro años, que los domingos, aquí, ni las gallinas ponen. Que a veces son descuidada y que a veces las cosas me pasan porque me lo merezco :P Como ayer, que me atacó uno de mis clásicos dolores de cabeza y no tenía unas pastillas que mezcladas con otras de ibuprofeno, me sirven genial. Y pues nada, que era domingo y que sí, que tenemos "cerca" una farmacia que es de 24 horas, pero sinceramente, no estaba yo como para caminar quince minutos (y mi señor marido en el quinto sueño descansando del pésimo horario que tiene desde hace casi tres semanas). Ainss, cuánto extrañé la farmacia que siempre había tenido a dos calles de mi casa, que lo mismo abría días festivos que domingos, desde las ocho de la mañana hasta las diez de la noche non-stop.
Quisiera muchas otras cosas, como al fin continuar con esa historia que tengo años rondándome en la cabeza y que aseguro que podría ser mi primera novela, o en todo caso, mi primer intento, porque lo mío son los cuentos. La historia de unos gemelos idénticos que sin embargo parecen diferenciarse en la forma de ser, en la forma de reaccionar ante la vida. Anotaciones van y vienen, el embrión del primer capítulo ya está, sólo quisiera tener decisión y... valor.
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