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Hay una parte de mí que seguramente hubiese sido plenamente completa si los caminos de la vida me hubiesen dirigido al mundo de la medicina. Nunca me he desmayado viendo sangre, suelo tener estómago fuerte para ser testigo de heridas y cirugías, si es necesario. Además, a causa de diversos motivos (por fortuna, no personales) asistí a un par de autopsias en el Hospital de Xoco de la Ciudad de México y al embalsamamiento de un cadáver en el Panteón Francés patrocinado por un conocido que estaba muy orgulloso de mostrarnos sus habilidades y esos humectantes que les aplican a los cuerpos mediante unas brocas que insertan por la clavícula y el costado. No niego que aquello causa impresión, que la primera vez por más fuerte que quieras hacerte, te tira para atrás ver cómo somos realmente por dentro, pero también puede resultar fascinante.
Es por eso que suelo quedarme prendada de series de televisión que "huelan" a medicina. Ahora mismo recuerdo al grandioso y simpático Dr. Quincy cuyo paso por la televisión nocturna de los años '80 en el Canal 5 de la tele de México marcó casi historia, aunque ahora estas nuevas generaciones no tienen ni idea de aquel médico forense que resolvía casos dignos de la mejor pluma de misterio, jejeje. Tiempo después, ER me dejaba casi sin respirar con aquella forma tan particular de mostrar una sala de emergencias, las historias particulares de los implicados y el estilo visual muchas veces debido a que se graba cámara en mano siguiendo a los personajes o casi montados en las camillas. Ahora, mientras me declaro fan de la serie española de Telecinco Hospital Central con ese doc. Vilches tan malaleche, sarcástico pero eso sí certero y eficaz y de CSI: Las Vegas cuya manera tan particular de llevar el área de investigación forense me resulta más que atractiva (también CSI: Nueva York), hace meses que he descubierto House, una de esas series que ya se transmitían por el Canal Fox pero que el nuevo canal Cuatro ha rescatado para emitirlas por vía libre. En algún programa había escuchado que hablaban de ese médico tan particular, que siempre acertaba en sus diagnósticos pero que se salía de toda regla y ética profesional. Un martes por la noche hice la prueba (mientras los de la Primera de TVE se decidían o no a ajustar el horario de Mujeres Desesperadas) y voilà, me enganché, hahaha.
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House (estrenada en 2004) es una una nueva vuelta de tuerca a las series de misterio, en donde el villano es una enfermedad médica y el héroe, un irreverente y controvertido doctor que no confía en nadie, al menos, de todos sus pacientes. El doctor Gregory House (el conocido actor británico Hugh Laurie) carece de buenas maneras e incluso evita hablar con sus pacientes si puede hacerlo. Afrontando su trabajo con un propio y constante dolor físico (un problema en la rodilla que lo lleva a medicarse con dosis de caballo), usa continuamente un bastón que parece enfatizar su conducta brutalmente honesta y su comportamiento mordaz. Aunque su conducta puede rozar lo antisocial, House es un médico brillante, cuya forma poco convencional de ver las cosas y su instinto insuperable, le ha granjeado un alto nivel de respeto profesional. Es especialista en enfermedades infecciosas, un brillante diagnosticador que adora los retos que suponen los rompecabezas médicos que debe resolver para poder salvar multitud de vidas. La lista de casos médicos en los que trabaja House son aquellos casos inexplicables que ningún otro doctor puede solucionar y para ello tiene a su disposición un fantástico equipo de jóvenes médicos para que le ayuden en sus esfuerzos por resolver estos misteriosos diagnósticos. El equipo de House incluye al neurólogo Eric Foreman (Omar Epps), que tiene un pasado ligeramente sospechoso; la inmunóloga Allison Cameron (Jennifer Morrison), y un antiguo investigador, el doctor Robert Chase (Jesse Spencer). House tiene, además, un buen amigo en el doctor James Wilson (Robert Sean Leonard) un especialista en oncología al que House consulta en multitud de ocasiones.
Además de trabajar juntos, hay cierta química (que pronto queda diluida a la mitad de la primera temporada) entre House y la doctora Lisa Cuddy (Lisa Edelstein) la Decana de Medicina y administradora del hospital. Cuddy está en conflicto constante con House por culpa del trabajo que él desempeña en el hospital, pero aún así, ella admite que probablemente sea el médico más brillante que tiene en su plantilla. Y es que con la vida de los pacientes en una balanza, House hará lo que haga falta en una carrera contrarreloj para resolver el caso antes de que cueste una vida, desde enviar a alguien de su equipo a allanar la casa de un paciente para buscar pistas, hasta probar controvertidos tratamientos experimentales para ver como responden los pacientes. Los métodos de House pueden ser discutibles, pero sus resultados no.
En enero de este año, Hugh Laurie fue galardonado en la entrega de los Globos de Oro, los tradicionales premios que cada año entrega la Asociación de Prensa Extranjera de Hollywood , a las mejores producciones tanto de cine como de televisión. El doc. House ganó en la categoría de mejor actor dramático del año. Por cierto, ayer se transmitió el último capítulo de la segunda temporada por canal Cuatro, pero ya se ha confirmado, por parte de David Shore, el creador de la serie, que la cadena Fox había accedido a encargar una tercera temporada para emitir en el próximo otoño. Ainsss, ojalá antes de que termine este año, podamos verla en canal abierto, jejeje.
Para más información:
House M.D. Guide