30 octubre 2016

Penumbria

Aquí dejo los links de los tres artículos que he publicado hasta el momento en la revista digital Penumbria. 


Yule y la Cacería Salvaje

En el mundo occidental el mes de diciembre está marcado por una de las celebraciones más grandes del Cristianismo: el nacimiento de Jesús. Pero hace relativamente poco que las Navidades han acogido símbolos que se consideran ya tradicionales de estas fechas como la representación del barrigón vestido de rojo que deja regalos a los niños que se portan bien y el árbol tan simbólico que lo mismo puede ser un abeto o un pino, por ejemplo. Pero en las latitudes más al norte de Europa, donde el Cristianismo costó mucho de ser impuesto y asimilado, se conservan creencias que son más antiguas y arraigadas.





Un sueño que no era del todo un sueño

Había ocurrido al otro lado del mundo. Pero la oscuridad pronto los alcanzó. La ceniza generada por la erupción del Monte Tambora en Indonesia en abril de 1815 cruzó tres continentes a lo largo de un año provocando un cambio climático. Sin embargo, los visitantes de una villa suiza que habrían de generar vida a partir de sus miedos y sus dudas, de sus pasiones y sus odios, apenas y mencionan esto en sus diarios personales. Quizá la muestra más palpable es el poema “Darkness” (1816), escrito por Lord Byron.





No está muerto lo que yace eternamente 

Probablemente fue un reflejo de esa época convulsiva donde la generación nacida en la post-guerra cuestionaba lo preestablecido (manifestaciones y grupos anti-militares) y buscaba nuevas formas de vivir. Las religiones convencionales no les decían nada y comenzaron a buscar en el fondo de las culturas antiguas. Experimentación a través del consumo de alucinógenos. Los músicos fijaron su atención en viejas baladas y leyendas. El ocultismo, la brujería y el folclor invadieron cada rincón de esa nueva generación, pues se demostró que no eran cosas absurdas o cuentos de viejas sino una opción libre de creencias. Pronto, algunos artistas se dieron cuenta de que a este nuevo tipo de público le provocaba más miedo y angustia el mundo real que la fantasía gótica.







***

No hay comentarios: