Aquí dejo los links de los tres artículos que he publicado hasta el momento en la revista digital Penumbria.
Yule y la Cacería Salvaje
En el
mundo occidental el mes de diciembre está marcado por una de las
celebraciones más grandes del Cristianismo: el nacimiento de Jesús. Pero
hace relativamente poco que las Navidades han acogido símbolos que se
consideran ya tradicionales de estas fechas como la representación del
barrigón vestido de rojo que deja regalos a los niños que se portan bien
y el árbol tan simbólico que lo mismo puede ser un abeto o un pino, por
ejemplo. Pero en las latitudes más al norte de Europa, donde el
Cristianismo costó mucho de ser impuesto y asimilado, se conservan
creencias que son más antiguas y arraigadas.
Un sueño que no era del todo un sueño
Había
ocurrido al otro lado del mundo. Pero la oscuridad pronto los alcanzó.
La ceniza generada por la erupción del Monte Tambora en Indonesia en
abril de 1815 cruzó tres continentes a lo largo de un año provocando un
cambio climático. Sin embargo, los visitantes de una villa suiza que
habrían de generar vida a partir de sus miedos y sus dudas, de sus
pasiones y sus odios, apenas y mencionan esto en sus diarios personales.
Quizá la muestra más palpable es el poema “Darkness” (1816), escrito por Lord Byron.
No está muerto lo que yace eternamente
Probablemente fue un reflejo de esa
época convulsiva donde la generación nacida en la post-guerra
cuestionaba lo preestablecido (manifestaciones y grupos anti-militares) y
buscaba nuevas formas de vivir. Las religiones convencionales no les
decían nada y comenzaron a buscar en el fondo de las culturas antiguas.
Experimentación a través del consumo de alucinógenos. Los músicos
fijaron su atención en viejas baladas y leyendas. El ocultismo, la
brujería y el folclor invadieron cada rincón de esa nueva generación,
pues se demostró que no eran cosas absurdas o cuentos de viejas sino una
opción libre de creencias. Pronto, algunos artistas se dieron cuenta de
que a este nuevo tipo de público le provocaba más miedo y angustia el
mundo real que la fantasía gótica.
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