Ostara,
nombre que deriva de la diosa lunar teutónica Eostre. Equinoccio de
Primavera que tiene como símbolo al conejo por su fertilidad y al huevo
por la imagen cósmica de la creación. Es por eso que ambos son los
protagonistas de Easter (Pascua).
Este es el tiempo de la
regeneración y la resurrección tal como lo hace la naturaleza. Ostara
promete esperanza e intensifica los sueños. Toda la vida emerge tras el
letargo del invierno.
A veces esas dinámicas que corren por las redes sociales, en especial por FB, donde se invita a los amigos a enlistar sus diez películas favoritas, libros, autores, artistas y álbums, logran destapar unas cajas de Pandora muy peculiares :)
Ayer participé en una donde fui invitada por un buen amigo: Tus 10 álbums que más te hayan marcado. Un listado difícil, sí señor, sobre todo para alguien como yo que cada momento de su vida ha sido acompañado por música. Mi soundtrack personal es variado pero muy significativo. Y allá fuí, rascando mucho y tratando de escoger esos álbums que sin pensarlo mucho pudieran ser representativos de muchos otros que han dejado su huella en mi memoria musical y en mi propia vida.
1."Disintegration" - The Cure 2. "Sonic Temple" - The Cult 3."Love at the first sting" - Scorpions 4. "First And Last And Always" - Sisters of Mercy 5. "Selected Scenes From the End of The World" - London After Midnight 6. "Girls Girls Girls" - Motley Crue 7. "Blessed Be" - The 69 Eyes 8. "Changesbowie" - David Bowie 9. "Volumen 1" - Caifanes 10. "Crimes of passion" - Pat Benatar
Quizás hay nueve que no resultan 'extraños', sobre todo por aquellos que me conocen bien, pero seguro el décimo resalta demasiado, jojojo.
A Pat Benatar (conservó el apellido de su primer marido) la conocí quizás como muchos de mi generación con el tema y el vídeo Love is a battlefield (1983). Yo tenía casi doce años y sin entender a la perfección la letra, me sentí identificada con el personaje que la Benatar interpreta en el vídeo: una mujer fuerte, guerrera, valiente (aquí se puede ver) :) Sin embargo, me tocó un poco la transición de la cantante rock con la baladista pop. Quizás el último tema que conservó la fuerza de sus primeros trabajos fue Invincible que servió como pieza clave del soundtrack de la película The Legend of Billie Jean (1985). Pero poco antes (a pesar de ser uno de sus grandes éxitos) We Belong (1984) ya nos daba pistas sobre el cambio que comenzaba a mostrar. Una especie de 'amansamiento' que quizás alejó a sus primeros fans pero lo compensó con los nuevos que estaba deseosos de baladitas muy ochenteras.
Quizás en 1986 0 1987, mientras buscaba sin mucho afán en una tienda de discos, me encontré de frente con ese gran álbum que es Crimes of Passion que la Benatar había editado en 1980. Diez temas redondos y con fuerza aunque haya algunos que puedan ser considerados power ballads. Inclusive la versión que Benatar hace del tema titulado Wuthering Heights casi logra superar al original interpretado y escrito por Kate Bush. Mis temas favoritos son Treat me right, Hell is for children, Hit me with your best shot, You better run y I'm gonna follow you.
En cuanto regresé a casa me puse a escucharlo y lo repetí un millón de veces, jojojo. Y siempre que me encontraba con la Benatar baladista pop echaba a andar mi estéreo y Crimes of Passion acudía a mi rescate.
Pat Benatar fue una artista que influyó mucho en mí, sobre todo por su actitud, por su forma de destacar con talento natural y con honestidad. Y sobre todo, por su fuerza.
Aquí dejo el álbum Crimes of Passion en formato playlist :)
No sé si a alguno le ha pasado pero a mí el cine visto en pantalla
grande y en una sala a oscuras me sigue emocionando mucho. Más aún si se
trata de una ocasión tan especial como disfrutar de una película a la
que se tiene muchas ganas de ver. Ayer estaba tan emocionada, sentada en
mi butaca, que casi soltaba un gritito a lo Flanders, jojojo.
No me ciega el fanatismo pero es muy grande que haya artistas
con los que conectas tan bien porque saben llegar a la médula de tus
gustos, de tus emociones, de lo que sabes que siempre ha habitado en tu
interior y que, en la medida de tus posibilidades, has tratado de
plasmar. Guillermo del Toro, para mí, es uno de esos artistas. Y su más
reciente película logra reunir y más importante aún, transmitir al
espectador, el centro sobre el que gira su mundo. Me refiero, por
supuesto, a Crimson Peak.
Su currículum cinematográfico no es muy
amplio. Sin embargo, en cada una de las películas que ha dirigido y que
ha forjado en su maravillosa cabeza (incluyendo Mimic que él mismo
considera como un pequeño gran fracaso) no sólo aboga por lo oculto de
la naturaleza humana sino por las emociones intensas y oscuras y que no
siempre son sinónimo de maldad. También se le nota esa alma de inventor
antiguo fascinado por los mecanismos. Y el entomólogo de armario que
siempre necesita manifestarse, jejeje.
En su más reciente película, tito
Guillermo (tito de cariño, como si lo considerásemos de la familia, como
ese tío entrañable) busca cautivar al espectador poniendo mucha
atención y mimo en todos los detalles no sólo visuales, sino que también
alimenta el cerebro dejando pistas, mostrando y no las entretelas de
una reacción, del por qué de una forma de ser, el dolor y la pasión.
Quizá por eso, para los seguidores del susto barato, de los que
necesitan "ver" para creer, Crimson Peak no les emociona. Cuesta creer
que a pesar de las declaraciones de tito Guillermo, la prensa y los
espectadores sigan tercos con que se trata de una película de fantasmas y
después declaren que los han "timado". La historia de Edith, Thomas y
Lucille (incluyendo a Alan) es intensa, oscura, y llena de metáforas. Y
bebe de muchísimas fuentes literarias y cinematográficas, pero de ese
cine en blanco y negro que lograba transportar al espectador a otro
mundo, más intenso y menos terrenal, quizás, que en el que vivía.
La Novela Gótica que surgió a finales
del siglo XVIII y que fue imitada hasta la saciedad durante tres
décadas, con toda variedad de resultados, sentó las bases de muchos
géneros que vinieron después, entre ellos, el thriller. Crimson Peak se
anuncia como un Gothic Romance. Y lo es gracias a la intensidad de sus
protagonistas, de sus ambiciones y demonios personales. Pero también es
un thriller que logra mantener la atención del espectador. Por eso se
trata de una obra en la que debemos poner atención en los detalles, en
los diálogos. Cada escena, sobre todo de la primera mitad, va dejando
pistas.
La dirección actoral es estupenda.
Aunque quizás considero que Edith si bien es un personaje que sirve como
tributo a muchas de las más conocidas escritoras que se enfrentaron a
sus sociedades y tiempos (primera mitad del siglo XIX) le falta un
poquitín de garra en algunos momentos. Alan es el chico de corazón puro y
buenos sentimientos decidido a todo por rescatar a su amada. Thomas es
contenido pero intenso, muy oscuro pero que también oculta ese pequeño
rayo de luz que casi lo redime. Lucille es un alma herida y ennegrecida
no sólo por los demás sino por sus propios sentimientos de venganza y
dominio.
El diseño de vestuario en Crimson Peak marca la
personalidad de cada uno de los protagonistas. Edith es diáfana, rubia,
colores claros, bordados discretos. Y una de las pocas protagonistas de
una peli de época que luce con orgullo gafas, aunque eso sí, sólo cuando
lee o escribe, jejeje. Thomas refleja dignidad pero también austeridad
con colores oscuros y cortes clásicos. Lucille es quien porta el color
rojo oscuro y el negro, los bordados en azabache, combinando con su
cabellera morena y con su alma, también.
El caserón Allerdale Hall, el que está
construido sobre una mina de arcilla, que es donde siempre han vivido
los hermanos Thomas y Lucille, también se convierte en un personaje más.
Desde la primera toma, cuando Edith llega a vivir ahí, nos recuerda a
esas mansiones descritas en las novelas góticas. Enormes construcciones
ruinosas, oscuras, con largos pasillos, cuartos deshabitados y retratos
antiguos de familia en las paredes. Allerdale Hall tiene mucho de
Manderley (recordemos Rebeca), de la mansión Rochester (Jane Eyre), de
Cumbres Borrascosas por su ubicación en esos páramos secos y ventosos, y
por supuesto de la Mansión Usher. Además, la arcilla que rezuma por los
suelos y las paredes de Allerdale Hall resulta un sinónimo del dolor y
de la tragedia. Es como si el caserón sangrara.
¿Y los
fantasmas? Bueno, pues aparecen desde los primeros minutos. Pero no son
meros recursos efectistas. Aunque, para bien o para mal, se enfatiza su
aparición a través de la banda sonora. Sí, como los famosos violines de
Psicosis, jojojo. Un dato curioso es que, por alguna razón que no ha
declarado tito Guillermo, 'sus' fantasmas (desde la producción de la
película Mamá) parecen que flotan en líquido, que se disuelven. Sin
duda, es una forma novedosa de mostrarlos en la gran pantalla.
La música, el score, es casi perfecto.
De nuevo, quizás como un homenaje al maestro Hitchcock, se echa mano de
acompañamiento de violines. Pero también los temas interpretados con
piano son delicados y emotivos, además de que marcan la intensidad de
muchas escenas. Hay un tema que se repite en varias formas y que resulta
imposible alejar de nuestra mente, jojojo. Se trata de una versión más
pausada del vals que bailan Edith y Thomas. Por cierto, esa nana que se
escucha al inicio de Crimson Peak y que vuelve a escucharse en dos
ocasiones más (una de ellas esencial en la trama) me recuerda al tema
que tarareaba la niña Flora (aquí se puede escuchar) en la película The Innocents, la adaptación
de la novela Otra vuelta de tuerca de Henry James estrenada en 1961. Es
más, me atrevo a decir que parte de la influencia de esta novela en
Crimson Peak radica, para mí, en que Thomas y Lucille es como si fuesen
Miles y Flora de mayores, influidos perversamente por la relación entre
la institutriz Miss Jessel y el criado Peter Quint.
Crimson Peak nos deja claro que el amor,
cuando verdaderamente es amor, no sólo alimenta sino que también puede
destruir. Crece y se transforma en necesidad, en el aire que nos permite
seguir viviendo y sintiendo. Pero también puede asfixiarnos y provocar
que perdamos la cordura. Crimson Peak nos muestra que el amor de una
madre puede traspasar la barrera de la muerte, el amor recién estrenado
se intoxica con los aromas de la pasión y ciega, el amor de una hermana
puede convertirse en crueldad y manipulación pero sólo para esconder la
debilidad y el abandono. Que el amor nos puede convertir en monstruos.