Un leñador llamado Wu Gang tenía el don de producir el elixir de la vida, pero un día dio el elixir a los humanos y, como consecuencia, fue castigado por el Divino Emperador de Jade. Como castigo, el Divino Emperador de Jade envió a Wu Gang a la Luna para cortar un árbol gigante de canela y no podría regresar hasta que derrumbara el árbol. Pero el árbol se recomponía inmediatamente después de cada hachazo, condenando a Wu Gan por la eternidad.
El Divino Emperador de Jade decidió buscar a alguien confiable y de buen carácter para ser responsable de producir el elixir divino, pero los seres humanos eran demasiado astutos, y hacían trucos y engaños. Finalmente, el Divino Emperador de Jade se inclinó por los animales y envió a tres deidades al mundo mortal con la misión de elegir a los animales más adecuados para que se cultivaran en seres divinos.
Las tres deidades bajaron a la Tierra en forma de tres ancianos y buscaron en el bosque. Ese mismo día, se sentaron en el suelo gritando, “¡Rogamos algo de comida para nosotros, ya no tenemos energía para buscar comida, tenemos hambre!” Los animales que oyeron los gritos se acercaron. Entre esos, un zorro, un mono y un conejo cobraron mucha simpatía por los tres ancianos y se separaron para encontrar comida. El zorro encontró unos boniatos, el mono recogió unas frutas, pero el conejo, aunque buscó por todo el bosque, no encontró nada para comer. Cuando vio a los tres ancianos comiendo boniatos y frutas, sintió tanto remordimiento y tristeza que saltó sobre la fogata que ardía, con la intención de cocinarse a sí mismo para dar a los ancianos algo de comer.
Los ancianos vieron el corazón del conejo y decidieron llevarlo al Cielo. Cuando el Divino Emperador de Jade se enteró de lo ocurrido, consideró que el conejo era benevolente y responsable, y designó a unos dioses para enseñarle a producir el elixir divino. El conejo aprendió diligentemente y pronto supo todo. Muy satisfecho, durante la ceremonia de conversión del conejo en una deidad, el Divino Emperador de Jade decidió otorgarle un nuevo aspecto. Así, el conejo recibió una piel transparente como cristal, y se hizo brillante. Al ver que el cuerpo entero del conejo lucía como jade blanco, los dioses en el Cielo lo llamaron "Yu Tu", el Conejo de Jade.
(Cuento tradicional chino)*******
A partir de hoy China se sumergirá en los festejos para recibir su Año Nuevo que en esta ocasión está representado por la figura del conejo o la liebre. El Festival del Año Nuevo es una de las fiestas más significativas para el pueblo chino. Su origen se remonta a miles de años y se desarrolla a través de varias historias y leyendas. Aunque las celebraciones del Año Nuevo Chino generalmente duran solamente unos días (en esta ocasión será del 2 al 17 de febrero), el festival en realidad dura tres semanas. Se inicia en el día veintitrés del duodécimo mes lunar porque se cree que justo ese día, varios dioses ascienden al Cielo para presentar sus respetos e informar acerca de los asuntos hogareños al Emperador de Jade, la deidad suprema del Taoísmo. Según la tradición, las familias honran a esos dioses quemando papel moneda de uso ritual para "pagar sus gastos del viaje". Otro ritual consiste en untar azúcar de malta en los labios del Dios de la Cocina, una de las deidades que viajan, para asegurar que presente un informe favorable al Emperador de Jade o se mantenga callado :)
Después, se cuelgan las "coplas de primavera" alrededor de la casa. Estas no son otra cosa que rollos y cuadros de papel escritos con bendiciones y palabras de buen augurio como buena suerte, riqueza, longevidad y tiempo de primavera. Los cuadros de papel se colocan de cabeza, debido a que la letra equivalente en mandarín para "al revés", tao, es homófona con la palabra "llegada". Así, los cuadros de papel representan la "llegada" de la primavera y el arribo de tiempos más prósperos.
En la Víspera del Año Nuevo, los miembros de la familia que ya no viven en la casa hacen un esfuerzo especial para reunirse con sus familiares y compartir una comida abundante. También es costumbre que los miembros de la familia entreguen a los ancianos y a los niños, "dinero de buena suerte" en sobres rojos, y se queden despiertos durante toda la noche para darle la bienvenida al Año Nuevo. El pueblo chino ha creído por mucho tiempo que permanecer despierto durante toda la noche ayuda a que sus padres tengan una vida más larga. Así, se mantienen encendidas las luces durante toda la noche no sólo para alejar a
Nian, como en los tiempos antiguos, sino también como una excusa para mantener a la mayor parte de la familia reunida. Algunas familias incluso realizan ceremonias religiosas después de la medianoche para dar la bienvenida al Dios del Año Nuevo en sus hogares, un ritual que generalmente termina con una enorme explosión de fuegos artificiales.
Lo primero que se hace en el Día de Año Nuevo es un ritual para rendir homenaje a los antepasados. Después, se veneran a los dioses, seguido por un acto donde los miembros más jóvenes de la familia presentan sus respetos a los mayores que todavía viven. La gente se pone vestidos nuevos y visita a los amigos, vecinos y familiares para intercambiar buenos deseos de kung- hsi fa-tsai , que significa "felicitaciones y prosperidad". Es un momento para la reconciliación, donde se dejan aparte los rencores del pasado en medio de la atmósfera amistosa y llena de calor humano.
El segundo día del Festival del Año Nuevo Chino es el día en que las hijas casadas retornan al hogar de sus padres. Si se trata de una recién casada, su marido la debe acompañar y llevar regalos para su familia. Según una encantadora leyenda, el tercer día del Año Nuevo es el día en que los ratones casan a sus hijas. Por eso, durante esa noche, se supone que la gente debe acostarse temprano para que los ratones puedan llevar a cabo sus ceremonias.
En el cuarto día, el fervor comienza a disiparse. En la tarde, la gente prepara ofrendas de comida para recibir el retorno del Dios de la Cocina y su séquito del viaje a la corte del Emperador de Jade. El retorno del Dios de la Cocina significa el fin de la libertad de la supervisión espiritual, por eso un popular refrán chino dice: "Nunca es muy temprano para despedir a los dioses ni es muy tarde para invitarlos a que vuelvan".
El quinto día pone fin a las festividades del Año Nuevo Chino. Se quitan todas las ofrendas de los altares y la vida retorna a la normalidad.
Finalmente, en el noveno día, se presentan numerosas ofrendas en el atrio o patio de los templos para celebrar el cumpleaños del Emperador del Jade, que según la creencia popular, nació inmediatamente después de la medianoche del noveno día. Como en todas las festividades chinas, la comida juega un papel importante durante todo el Año Nuevo chino, y las cenas tienden a ser especialmente abundantes. Muchos de los platos que se preparan para esta ocasión se sirven debido a que son considerados como símbolos de buena suerte. Por ejemplo, el pescado (yu) representa "abundancia"; la cebollina (chiu-tsai) significa “Eternidad"; los nabos (tsai-tou) simbolizan "buen augurio"; mientras que las bolas de pescado (yu-wan) y de carne (jou-wan) representan "reunión". También se preparan bocadillos para la ocasión como el pudín de arroz glutinoso (nien-kao), para desear a la gente que "avance hacia cargos más altos". La gente del norte de China generalmente prepara empanadillas (shui-chiao) que tienen la forma de lingotes de oro y supuestamente ayudan a quienes las coman a tener riqueza.
Del Conejo como uno de los simbolos del horóscopo chino se dice que representa fortuna y abundancia, también que simboliza la gracia, los buenos modales, la amabilidad y la sensibilidad a la belleza. Pero el conejo de este 2011 tiene asignado el metal como elemento, a Venus como planeta y es yin, y teniendo en cuenta que cada cosa afecta de modo diferente a cada animal, podemos decir que el metal le hace ser algo más agresivo y competitivo.
Sin embargo será un año más tranquilo que el que dejamos con el Tigre, pues el Conejo gusta más de la intimidad y el reposo. Cuando en China se mira a la luna se puede llegar a ver (con los ojos del alma) al conejo o la liebre junto a una roca, debajo de un árbol de casia y con el elixir de la inmortalidad entre las patas. Durante la
Fiesta del Medio Otoño que es cuando la luna se muestra más grande y más bella, los niños chinos llevan linternas de papel hechas a imagen y semejanza de un conejo y suben a las colinas para ver la liebre de la luna. Su influencia otorga a este animal cambios bruscos de humor, siendo sociable, amante de la belleza y juicioso en extremo, sorprende su rapidez para enajenarse y volverse irascible. Puede parecer indiferente a todo pero sufre en silencio las críticas que le llegan de fuera. Es el emblema de la longevidad, su esencia le viene de la luna.
Al conejo se le asocia a la fertilidad y por lo tanto a la madre, busca seguridad y serenidad en relación consigo mismo y los demás. Hogareño, se debate entre la ambición y la prudencia, es silencioso pero capaz de una gran elocuencia y capacidad de persuasión. Desean que el mundo sea un lugar mejor, son hábiles para dar y recibir mucho cariño pero se llenan de preocupaciones al estar pendientes de los que les rodean, por eso su tranquilidad es siempre aparente. Tienen una enorme capacidad para emocionarse hasta perder el sentido y lo hacen con la cosa más banal, como la lectura de un libro, viendo una película o escuchando el relato de un amigo. El idealismo con el que persiguen la felicidad o la armonía en sus vidas puede verse frustrada y entonces se evaden guardando rencor, es importante que estén alertas ante los males del mundo pues su problema fundamental es su falta de realidad.
Son Conejo los nacidos en 1915, 1927, 1939, 1951, 1963, 1975, 1987 y 1999.
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