Durante los 31 años que viví y crecí en aquel monstruo de ciudad llamado DF (que ahora, según resultados de los recientes censos, cuenta con casi 25 millones de habitantes) jamás celebré los Carnavales. Sólo mencionarlos, al menos a los citadinos, nos llevaba a pensar en los festejos de las costas: en el de Mazatlán (Océano Pacífico) y en el de Veracruz (Golfo de México), básicamente. En todo caso, si los niños y los adultos queríamos disfrazarnos, lo hacíamos en Halloween :P Y para la mayoría de los latinoamericanos, el Carnaval más representativo es el de Río de Janeiro.
Con el paso del tiempo, descubrí con fascinación la forma de festejar el Carnaval en Venecia, por ejemplo (y que es uno de mis must antes de que rinda cuentas allá arriba o allá abajo, hahaha) y que en muchos lugares de Europa era un festejo común. No mencionemos el de Nueva Orleáns, el Mardi Grass (el Martes Gordo) porque ese es punto y aparte, jejeje. Más que por Mrs. Rice, la mejor descripción corresponde a Poppy Z. Brite en el prólogo de su novela Lost Souls:
Durante el verano las familias de los suburbios de Nueva Orleáns -Metarie,Jefferson, Lafayette cuelgan guirnaldas en sus puertas delanteras: alegres guirnaldas de paja de color oro, púrpura y verde; guirnaldas con campanillas y tiras de cinta que cuelgan de ellas, y que son movidas por la cálida brisa enredándose unas con otras. Los niños disfrutan comiendo pasteles enormes. Cada
rebanada de pastel está adornada con un recubrimiento distinto e igual de dulzón y pegajoso -las cerezas confitadas y el azúcar de distintos colores son los preferidos-, y el niño o la niña que encuentran un bebé de plástico rosado dentro de su porción de pastel gozarán de un año de buena suerte. El bebé representa al Cristo recién nacido, y los niños casi nunca se atragantan porque Jesús ama a los niñitos.
Los adultos compran máscaras de gato adornadas con lentejuelas para las mascaradas, y los esposos de otras mujeres atraen a las esposas de otros hombres hacia su pecho bajo el refugio del musgo español y el anonimato, seda caliente y lenguas que se lanzan a una búsqueda desesperada, la tierra húmeda y el blanco perfume fantasmal de las magnolias que se abren en la noche, y los farolillos de papeles multicolores del porche que brillan en la lejanía.
En el Barrio Francés el licor fluye como si fuese leche. Ristras de abalorios baratos cuelgan de los balcones de hierro forjado y adornan cuellos sudorosos. Después de que hayan pasado los desfiles, los abalorios quedan esparcidos por las calles y se convierten en la realeza de la basura que se amontona en las cunetas, colores abigarrados entre las colillas de los cigarrillos, las latas y las gafas de plástico marca Huracán. El cielo es de color púrpura, el destello de una cerilla medio oculta que se enciende detrás de una mano curvada es de color oro; el licor es verde, de un verde muy intenso, hecho de mil hierbas distintas, hecho de altares. Los que tienen la experiencia y la sabiduría suficientes para beber chartreuse durante el carnaval son muy afortunados, porque la esencia destilada de la ciudad arde en sus estómagos. El chartreuse brilla en la oscuridad, y si bebes una cantidad suficiente de él tus ojos se volverán de un verde fosforescente.
Cuando vine a vivir a este lado del mundo descubrí que en muchos rincones de España tanto del interior como de las costas, se festejan los Carnavales con singular alegría. Valencia capital no monta uno en toda la extensión de la palabra (como el de Madrid que se llevó a cabo el pasado domingo en plena Gran Vía, con peligro de cuasi congelamiento de los participantes, por aquello de las bajísimas temperaturas y de la caída diurna de nieve que al final no cuajó) pero en los colegios se enfatiza mucho la celebración. Cuando Happy Demon estuvo en la guardería, las mismas profes junto con los niños, fabricaron un disfraz de conejo que no fue otra cosa que una careta sujeta con un palito de helado y una bolsa de basura gris (que se la pusieron a modo de sayo) a la que le pegaron, en la parte posterior, una bola de papel higiénico simulando un rabito, hahaha. Aquello resultó gracioso para unos niños de dos años pero hasta ahí :P Lo malo es que hay fotos que probablemente, en un futuro no muy lejano, cuando Happy Demon se haga un poco mayor, renegará de su madre por haber permitido que lo disfrazasen tan ridículamente, hahaha.
El año pasado, en primero de Infantil (preescolar), las cosas cambiaron. Happy Demon se entusiasmó con la idea de disfrazarse y eligió ser una versión mini de Jack Sparrow: tuvimos la suerte de encontrar un disfraz muy completo (eso sí, sin el pelucón con rastas y pañuelo que ahora venden por doquier) que venía acompañado de todos sus complementos: pistola, espada, parche, garfio, brújula y medallón y que, a pesar de que no se vendía como una copia del insigne look del capitán Sparrow, tenía mucha similitud. Happy Demon disfrutó mucho y yo me familiarizé un poco más con la forma de celebrar los Carnavales en su cole que no es otra cosa que un pasacalle de cada grupo para que los alumnos de sexto otorguen algunos premios. Y al final del mentado pasacalle, los chicos de sexto montan una coreografía para "deleite" de todos los asistentes :P
En esa ocasión, llamaron mi atención un grupo de chicas de quinto de primaria que se habían disfrazado de algo que a lo lejos parecía ser una versión rara, rara, rarraaa, de góticas mezcladas con chicas emo, hahahaha: labios y uñas negras, guantes negros que se sujetaban al pulgar con calaveritas blancas, camisetas negras, minifaldas de tela vaquera y Convers negros. Uys, iban monísimas de la muerte, hahaha y mi marido y yo tratábamos de descifrar de qué pitos se habían disfrazado. Había otra chiquita, creo que del mismo curso que me encantó porque si bien iba de princesa (con el cabello liso y un par de pequeñas trenzas unidas en la parte posterior de la cabeza) su vestido era negro de gasa y de corte medieval. Ciertamente muy bonito y sencillo, comparado con esos disfraces que de unos años para acá venden con nombres como Gothic Princess O_O Sí, amables lectores, ahora resulta que las chiquillas pueden disfrazarse de góticas de la muerte con vestiditos medievales de terciopelo y poliéster... Yo no sé si alegrarme o cortarme las venas con galleta María, hahaha. Si bien hay disfraces de brujas y diablesas que son geniales, yo no creo que por propia voluntad una chiquilla quiera ser la mini-versión de Dark Queen (que no drag-queen, hahaha). Aunque no sé yo si habrá algunos darkie-padres que podrían incitar a sus pequeñas criaturas a que se vistan como toda una Claudia de la peli Entrevista con el Vampiro ;-) Hace muchos años conocí el caso de un chico, amigo de amigos míos del mundillo darkie, que para la presentación en la iglesia de su pequeñaja de tres años, la vistió de raso negro y cuasi tocado de plumas en la cabeza :P
En fin, que con cierto sopor, cada vez descubro que hay más oferta (quizá porque hay más demanda, juas!) para que las chiquillas se disfracen de princesitas góticas... Y yo que pensé que Happy Demon podría ser la sensación, hahaha, el día que lo disfrazara (mi marido dice que lo "desfigurara", hahaha) no de vampiro, que de esos ya hay muchos hasta con camisas de olanes y chalecos que semejan tela de brocado, sino de Robert Smith, hahaha.
Para este año, la fiebre de los piratas quedó opacada por otra figura clásica: la del Zorro. Pero Happy Demon no admira a Antonio Banderas (que bien que mal ha logrado que resurja la imagen del justiciero californiano en la pantalla grande) sino al Zorro de los dibujos animados que al tratarse del siglo XXI, se titula: El Zorro, Generación Z que ya no monta a lomos de Tornado sino de una veloz moto negra y que casi ni usa el látigo, sino una espada láser al más puro estilo Star Wars, hahaha. Sin embargo, el disfraz que se vende es el clásico con florete y tuve que inventarme una historia para convencer a Happy Demon que el florete estaba mucho mejor que esa espadita láser, hahaha.
Las chicas del año pasado ya están en sexto y ahora van de superguays, nada qué ver con las pintas medio siniestras: todo el grupo montó una coreografía al más puro estilo del concurso Fama: A bailar con gorritas, ropa deportiva, esos horrorosos pantalones que llevan tanto ellos como ellas a medio culo y tratando de hacer virguerías con sus cuerpos que en la mayoría de los casos fueron poco menos que modestas, jejeje.
Un chico de cuarto o quinto iba de rockero ;-) con guantes negros con calaveritas, algo de maquillaje, pelos de punta y guitarra eléctrica que de lejos parecía de gomaespuma aunque era hinchable. Otro chico (eso creo porque no me quedó muy claro :/ ) iba de Elvis Presley con el clásico traje blanco con capa y piernas acampanadas y una peluca desgreñada que pedía a gritos algo de spray (laca) para que el peinado volviese a su forma original, hahaha. Ese es el clásico disfraz de Elvis, pero debido a la rotundidad del chico, más parecía que iba del Elvis versión el programa de tele Muchachada Nui, en aquel capítulo donde a Robert Smith le revelan un mundo alternativo a donde van aquellos artistas que han fingido su muerte ;-)
Sí, mucho disfraz, mucha música que apenas se escuchaba por la modestísima magafonía del patio del colegio, pero tanto los padres y familiares como los propios profes y los chiquillos, cuasi nos estábamos congelando a las cuatro de la tarde. Se llegó al grado de volver a ponerle las chaquetas a todos los chiquillos de preescolar antes de que pescaran el mega-resfriado. Menos mal que durante buena parte del festival, lucieron sus disfraces, sobre todo las chiquillas que este año decidieron vestirse todas de princesitas Disney :P
Happy Demon de nuevo disfrutó mucho con su disfraz. Estaba contentísimo vestido del Zorro y al final ni siquiera echó de menos la espadita láser, jejeje. Jugó mucho con el clásico florete y no quiso quitarse el disfraz hasta la hora de ir a dormir, que si por él hubiera sido, seguro se habría dormido hasta con el sombrero ;-)
3 comentarios:
Y los disfraces del Pollo?? Lleno estaba mi pueblo....
Eso sí, había un grupo vestido de La Novia Cadáver, que te hubiera encantado, Mac. Geniales.
En Uruguay el carnaval dura todo el mes de Febrero, el más largo y el más patetico del mundo sin lugar a dudas.
Brujita: Hahahaha ;-) Tienes razón, ahora entiendo por qué había tantos disfraces de ninja ;-)
Ainss, de la Novia Cadáver, qué chulo.
Muertevideano: :P
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