Espejito, espejito, dime sí soy la más guapa, la más inteligente, la más delgada, la mejor valorada en mi trabajo y en mi sueldo, la más deseada entre todos los hombres que conozco, la más... Siempre exigiéndose, siempre exigiendo, nunca deseando, nunca anhelando (porque eso sólo lo hacen las perdedoras), siempre a golpe de tarjeta de crédito consiguiendo el éxito inmediato (ofertas, rebajas, créditos), de visita al médico o al cirujano plástico (para transformarse en algo que les garantizará éxito entre el sector masculino), nunca valorando su vida, siempre compitiendo. Las mujeres actuales viven en stress total las 24 horas del día y sin duda, resultan cansinas con tantas quejas y con tanta ansiedad por demostrar que son o que pueden ser mejores o más que los hombres. Exigir, exigir, exigir, parece que es el único verbo que saben conjugar, que es el único que dicta sus vidas. Se culpan de complacientes o de conformistas si anteponen sus verdaderos sentimientos o su familia, se aplauden y se vanaglorian si dejan a un lado la VIDA, así, con mayúsculas, por encerrarse entre las paredes de una oficina, con cargos públicos y empresariales que dan mucho juego para subir los niveles de una pobre auto-estima, pero hunden la víscera cardíaca y eso que nos vuelve humanos. Espejito, espejito, dime por qué no encuentro la felicidad, dime por qué no me gusta mi imagen física, dime por qué estoy sola.
Verdaderamente estoy cansada de convivir con esos "discursos" de las mujeres actuales, de leer en las revistas sus quejas constantes de que no les reconocen que son capaces de equiparse con los hombres en todos y cada uno de los cargos que desempeñan, si les ponen zancadillas invisibles cuando quieren progresar en sus trabajos, si es que como soy mujer me hacen menos en mi empresa y bla, bla, bla. ¿Quién les ha dicho que la felicidad es demostrar que son mejores que los hombres?, o peor aún: ¿saben qué es la felicidad?, la respuesta creo que se quedará en el aire. Es por eso que he usado la frase conocida de "espejito, espejito", porque tal parece que la mayoría de las mujeres se valoran en función de cómo las miran los demás. Pareciera que es un chute de adrenalina, descubrir en los ojos de los otros, el recelo, la envidia y pocas, poquísimas veces, la verdadera admiración y reconocimiento. Y todo se queda en el plano físico, triste pero cierto. La mayoría de las mujeres actuales (desde las pre-adolescentes hasta las maduritas) se miden en batallas escandalosas por entrar en una talla 34 (en México sería como la 5 en jeans y 28 en general, más o menos), de poseer la pasta para transformar su delantera en la envidia de un pavo de doble pechuga, en convertir su labios en una masa deforme a golpe de silicona, Botox en el rostro ante la visión de la primera arruga, etc. Sí, es cierto que la belleza abre todas las puertas, pero por lor regular así como las abre, así te vacía interiormente y cuando menos cuenta te das, estás más sola que la una y con la sensación de que sólo has sido utilizada cuando creías que tú eras la reina del mambo.
Hace algunos días, leí en una revista una pequeña entrevista que le hicieron a la doctora Pilar Riobó, jefa asociada de Endocrinología y Nutrición de la Fundación Jiménez Díaz de Madrid donde hablaba de las comedoras caóticas: "Las mujeres son más proclives que los hombres y aunque no existen demasiados estudios sobre el tema, la experiencia demuestra que, la tendencia a comer de manera desordenada es más habitual entre las mujeres. Además, aquellas que inician estos malos hábitos en la adolescencia a menudo los siguen arrastrando en las siguientes etapas de su vida, y en ocasiones se trasladan de madres a hijas". Junto al descontento con su propio cuerpo (hay una estadística que arroja que el 67% de las adolescentes españolas reconocen que no les gusta su cuerpo a pesar de tener un peso normal), detrás de un desarreglo de este tipo podrían esconderse otros factores: ansiedad, depresión, angustia y falta de autoestima, entre otros. La doctora Riobó también declara que últimamente hay unas rarezas que por lo regular, sólo se manifiestan en las mujeres: "Hay personas que cortan la comida en pedazos minúsculos; otras van al supermercado con calculadora en mano para ir sumando las calorías del carro de la compra; algunas , en los restaurantes, someten a los camareros a un cuestionario intensivo para saber la composición exacta del plato..." Algunos especialistas han dado en llamar chronic dieters algo así como dietistas crónicas, mujeres que se pasan la vida a dieta. O de una "comedora nocturna", aquellas que sufren una falta de control en la ingesta de comida y acostumbran a pegarse atracones de comida por la noche, en palabras de la doctora Riobó. El nutricionista Andrés Román Onsalo describe otra tendencia: "Empiezo a percibir una excesiva preocupación por lo que comemos. Los pacientes no dejan de preguntarme qué aporte diario necesitan de Omega 3 o de antioxidantes. Lo paradójico es que, en vez de consumir alimentos naturales y dar un paseo, se empeñan en tomar productos enriquecidos y encerrarse en el gimnasio. Mi conclusión es que hemos intentado controlar todos los aspectos de nuestra vida y ahora tratamos de hacer lo mismo con nuestro metabolismo".
Creo que la mayoría de las mujeres han perdido la brújula y a pesar de que se consideran dueñas de su vidas, son esclavas de lo que ellas mismas han fomentado. Se meten de lleno en competencias absurdas y se desgañitan vociferando un trato justo y equitativo, un reconocimiento que dudo mucho las llene por completo o que las haga sentir mejores anímicamente. Me temo que no se aceptan a sí mismas y sólo buscan complacer a los demás, que las llenen de lisonjas baratas, que las utilizen sexualmente, que las obliguen a convertirse en arpías laborales. A pesar del revuelo que causó, la semana pasada, el desfile de la firma italiana Elena Miró con el que se puso punto final a la Semana de la Moda de Milán, pues todas las modelos eran talla 48 (más o menos la 38, 40 en México) y lucieron espectaculares en la pasarela con diseños que recordaban la década de los '50 y que destacaban los cuerpos curvilíneos de mujeres tan emblemáticas como Marilyn Monroe (un cuerpo natural, un cuerpo de verdadera mujer), poca mella hará en el mundo de la moda donde muchos se tiran la pelota, pero a decir verdad, la culpa es de las propias mujeres, que han permitido que otros marquen su felicidad basados en una talla. Resulta escandaloso, o al menos a mí me lo parece, que existan tallas como la XS (extra-small) en chaquetas o suéteres en tiendas para mujeres. Es probable que una niña quepa en ella, pero dudo que una mujer que tenga más de 18 años lo logre. Es vergonzoso que firmas tan conocidas como Levi's tenga la talla 44 (española) como la máxima en vaqueros o que esta sea la más grande en diversas tiendas de firma o no. En la prensa, destacaron que el desfile de Elena Miró (firma que se dedica a crear moda para las mal llamadas tallas "plus") era para "mujeres normales", "mujeres reales" y yo estoy de acuerdo por mucho que le pique a algunas. Por cierto, hay una modelo que empieza a ser conocida, Crystal Fenn, con 19 añitos, 75 kilos y poco más del 1.77 de estaura (desfiló para Elena Miró). Pertenece a la conocida agencia de modelos Ford y cuenta con un historial bastante ilustrativo de lo que provoca vivir de la aceptación ajena: a los 14 años dejó de comer y sólo bebía agua. Sí, perdió kilos, pero puso en riesgo su vida. Ahora, ha superado toda esta etapa y luce su cuerpo serrano sin vergüenza alguna. El diseñador Jean- Paul Gaultier cerró con ella su más reciente desfile aunque, a decir, verdad, no he querido poner la foto porque me parece un poco ridículo el modelo que lucía esta chica con tanta gasa, fruncidos, moños (lazos) y cosas que no le ayudaban. Pero sirva como ejemplo para demostrar que las mujeres reales no sólo lo son por su cuerpo, por esas curvas que tanto nos distinguen y engatuzan, jejeje, sino por la fortaleza y el coraje con que enfrentamos el día a día y que no somos menos o más si estamos al frente de un hogar, de una empresa o de un trabajo cualquiera. Igualdad, sí, pero para aceptar que tenemos errores y aciertos como mujeres y como hombres, y que de nada sirve, compararse o enfrascarse en esa lucha estúpida por demostrar quién es mejor.
Hoy es el Día Internacional de la Mujer, pero detesto recordarlo. Eso se lo dejo a las feminazistas que si por ellas fuera, los hombres no existirían y los hijos, si es que los desean o sienten que dan mejor imagen de mujer luchadora, sólo nacerían por inseminación artificial.
9 comentarios:
Pues no sé Mac, tienes toda la razón pero afortunadamente conozco muchas mujeres, profundas, valiosas, brillantes y felices. Tal es tu caso, y creo que eso es lo que de verdad hace valioso un dia como hoy.
De todos modos felicidades :)
Clap, clap, clap, clap...! Felicidades Mac por este "manifiesto".
Ciertamente días como el de hoy, en mi opinión, no deberían existir, entre otras cosas, porque no se si se dan cuenta estas progres-feminoides que una fecha así "anormaliza" algo que tan poco llamativo es hoy día, que una mujer se gane las habichuelas.
Ý si, las mismas mujercitas que hoy se quejan por el trato que reciben en el trabajo son las primeras que ponen la zancadilla a otras de su amado género y especie en el entorno laboral.
Así que bueno, creo que yo me dedicaré a ser feliz con lo que tengo, lucharé por cumplir mis sueños(sin dejar cadáveres a mi paso) y me limitaré a vivir como YO quiera (con botox o sin ella, con dietas o sin ellas...)sólo lo que YO quiera y las circunstancias me permitan ;)
Yo no lo pude haber dicho mejor estan ahi todos mis pensamientos :D
Muchos saludos
Korkuss: Muy amable :) pero créeme, hay demasiadas "congéneres" allá afuera que mejor sería que mantuviesen cerrada la boca. Por lo geneal, dejan por los suelos la imagen de la mujer, así, sin más, sin oficios, ni beneficios, sino simplemente siendo como es. Te envío un abrazo.
Ana: Sabes que eres una de mis brujitas apreciadas y considerada una amiga muy pero muy cercana. Sé que tienes más de dos dedos de frente y que tienes bien amueblada la cabeza y más aún, que no eres de esa clase de feminoides progre que sólo provocan más misoginia que respeto, hahahaha. Estoy convencida de que tú eres y serás lo que quieres ser. Un besazo.
Ariel: Gracias por compartir mi punto de vista. Bastante cansino ha sido tener jefas y compañeras de trabajo que son arpías y que se tiran la pose de la mujer que debe ser una perra para destaca y para que, peor aún, valoren su trabajo. Un abrazo.
me encanto tu comentario macvamp.
un abrazo
De acuerdo, competir contra hombres o unas contra otras no es vida, porque cada quien es diferente, no hay mejores o peores... jerarquizar en base a situaciones tangibles es totalmente nauseabundo: todos los humanos tenemos belleza.
Añadiré un link de tu oscuro espacio, espero no sea molestia ;)
Cariñosas flagelaciones.
Selaran Majere: Gracias por tu comentario, te envío un abrazo.
Akasha: No es ninguna molestia, gracias por incluir mi link, yo haré lo mismo contigo :)
telita marinera! hechaba de menos tus comentarios tan reales y tan verdaderos, auqnue a veces las verdades duelan a algunas mentes estrechas.
Creo que se ha perdido el norte y, por desgracia, no solo en el genero femenino, si no por desgracia en el ser humano en general.
veo a diario operaciones de estética que me ponen los ojos como platos (niñas de 18 recien cumplidos a los que su querida mamá les regala una liposucción por su cumpleaños, hombres jóvenes, fuertes y vigorosos que se "chupan la grasa" de la tripa para que se les marque las abdominales, cartucheras inexistentes, pechos preciosos marcados con cicatrices para aumentarlos....) En fin, un sin fin de barbaridades!! En mi opinión la cirugía plástica es una suerte para aquellas mujeres que han tenido que sufrir un cáncer de mama y han perdido un pecho, aquel jovencito que tenía una obesidad mórbida y tras poder adelgazar sus 100 kg ha perdido toda la elasticidad en la piel, etc, etc...Hay muchos casos en que le doy un Olé!!!! a la cirugía...pero, por desgracia...se nos fue la pinza! y mucho...
Y no sólo en este aspecto. Como sabeis, acabo de volver de viaje. Estando en el aeropuerto, esperando el avión, me di cuenta de algo. El 90% de la gente iba con el portatil, con el móvil pegado a la oreja o el manos libres activado, estresado, histerico mirando el reloj porque perdía tiempo... Y yo me pregunto...¿quien pierde más tiempo? ¿el que espera sentado leyendo un libro o mirando el paisaje, o el que se siente morir cada segundo que no aprovecha conectado a su oficina o colgado al teléfono cerrando negocios?
en fin....este mundo cada día está mas lleno de enfermos potenciales de nuevas enfermedades...llamense burning, estres o como bien les parezca.
Yo es q solo de ver los clones de Paris Hilton que hay por ahi me pongo mala... la ambicion del ser y aparentar de da agonia, la poca importancia q se le da a los valores intelectuales de la persona me parece una cosa horrenda, asi q creo q no hace falta q diga mas xa estar totalmente de acuerdo con el post de Mac :)
En cualquier caso este tipo de cosas se dan xq ya de por si los padres no infunden una moral y la sociedad de hoy en dia claramente esta muy corrompida por la perfeccion estetica y lo superficial q te da "poder".
Saludos :)
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