Superstar

Crecí en una familia que se declara católica pero no practicante. Me bautizaron, hice la Primera Comunión pero no me casé por la Iglesia porque a mi señor marido y a mí nunca nos interesó y en todo caso, nos pareció un gasto innecesario. A nuestro Happy Demon lo hemos bautizado cumpliendo un precepto más, con el fin de acallar comentarios y letanías repetitivas de nuestras familias, jejeje. Me gusta la historia del Cristianismo pero no comulgo con la Iglesia ni con su afán de permanecer en el oscurantismo. No soy detractora ni fan de El Código Da Vinci ni de Caballo de Troya. En todo caso, la "gran revelación-teórica" que muestra el primer libro, es un secreto a voces entre los gnósticos y desde hace varios años. A pesar de que Dan Brown ha ganado la demanda donde lo acusaban de plagiar un libro, estoy segura de que se basó totalmente en otro de investigación llamado La revelación de los Templarios de Lynn Picknett y Clive Prince, publicado en 1997. Dentro de sus páginas se analiza la obra de Leonardo Da Vinci partiendo del cuadro "La última cena", del Priorato de Sión, de la región de Rennes-le-Château (sitio donde se dice que descansan los restos de María Magdalena), francmasonería, Santo Grial, la descendencia probable de Jesús, etc. ¿A los lectores del Código Da Vinci les suena conocido todo esto?

Varios años atrás, en una especie de ritual particular, en Semana Santa trataba de releer Operación Jesucristo de Og Mandino (digamos que fue mi primer acercamiento a ese tipo de libros que ofrecen visiones particulares sobre los últimos días de Jesús) y a veces acudía a la iglesia sólo por respirar todo ese ambiente dramático que para mí tiene un punto muy atrayente. Ese Oficio de Tinieblas que se lleva a cabo el miércoles, con las iglesias casi a oscuras, los santos y santas cubiertos con mantos púrpuras, los rezos susurrados, el olor de los cirios y de los nardos... Sí, me gustan mucho las iglesias y mientras más antiguas sean, mejor. Esas construcciones modernistas que surgieron a partir de los años 50, no me "dicen" nada, más aún porque son austeras y a mí una de las cosas que más me agrada de las iglesias es el arte religioso, los altares barrocos y las vidrieras (vitrales).

Todo este rollo, jejeje, viene a cuento porque he recordado cuánto me gustaba Jesucristo Superstar (Superestrella, en México), lo mucho que disfrutaba del excelente montaje que se hacía más de 20 años atrás gracias a la iniciativa de algunos artistas que desde los años '70 habían obtenido los derechos en español para los grandes musicales de Broadway. Disfrutaba y mucho, será que en mi interior, más que una vena religiosa, hay una vena atrofiada de starlet, hahahaha, que en otras épocas hubiese dado cuerpo y alma por ser parte de un cabaret berlinés, por ejemplo. Cantar, bailar, actuar... por eso mismo estudié un tiempo arte dramático y desde pequeña participé en montajes teatrales (a nivel amateur, claro y sobre todo, escolar) y posteriormente en algunos performance. En fin, que me desvío del tema, jejejeje. Me gusta la película de Jesucristo Superstar aunque en cierta medida se ha quedado encapsulada en el estilo de los años '70, un poco hippie, hahahaha, pero no deja de ser fascinante que los últimos días de Jesús sean mostrados en un ambiente que pretende ser atemporal pero que cuenta con varios elementos modernos.

Varias de las canciones de esta ópera-rock son muy conocidas e inclusive yo tarareaba algunas después de ir al teatro, jejeje y mucho me gustaría que aparte de todas esas películas de stock que pasan por tele estos días como Quo Vadis, Rey de Reyes, Espartaco (pero la versión con Kirk Douglas, por favor), El Manto Sagrado, etc. (faltaría Barrabás con una actuación suprema de Anthony Quiin), los programadores tuvieran la iniciativa de transmitir Jesucristo Superstar con un Jesús dubitativo, temeroso y poco dispuesto a cumplir a rajatabla su destino.

Jesus Christ, Jesus Christ,
Who are you? What have you sacrificed?
Jesus Christ Superstar,
Do you think you're what they say you are?


PD: Recomiendo la versión de Laibach de esta ópera-rock, es genial.