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28 diciembre 2016

Leia



Cuarenta años atrás son muchos pero pocos se imaginan el mazazo que significó a pesar de que ahora algunos se 'quejen' de los efectos especiales que bien vistos, no fueron tan precarios ni tan rupestres. Mi generación (los que estamos ya entre los 45 y los 55) recibimos una influencia que es difícil de sacudir. Estética, historia, actuaciones, personajes, pronto se convirtieron en parte de la cultura pop, esa que muchas veces es despreciada por los que creen que viven en un mundo serio y muy culto (¿?). Y quizás no fue la primera 'heroína' o la primera guerrera como tal en cine pero ella destacó en una historia donde, sin ánimos de ningún tipo ni mucho menos reivindicativos (eso ya vendría después), se puso a la par de sus compañeros. Su personaje estuvo bien dibujado con dosis justas donde no adoptó posturas masculinas ni despreció su condición femenina. La queja muy posterior respecto al bikini que lució, sobra. Y más los que a estas alturas se cuelgan de eso y reclaman que no se le debe recordar con esa imagen


A mí siempre me atrajo el lado jedi. Me costó asumir que los villanos también tienen su aquel cuando son bien interpretados. Y aun teniendo un sable, por ser la única chica, me tocaba jugar a ser Leia, jojojo. Pero jamás me quejé, al contrario. Molaba ser la guerrera y aunque princesa, estar a años luz del concepto que Disney tan empalagosamente forjó.


Buen viaje, Carrie Fisher.










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30 octubre 2016

Penumbria

Aquí dejo los links de los tres artículos que he publicado hasta el momento en la revista digital Penumbria. 


Yule y la Cacería Salvaje

En el mundo occidental el mes de diciembre está marcado por una de las celebraciones más grandes del Cristianismo: el nacimiento de Jesús. Pero hace relativamente poco que las Navidades han acogido símbolos que se consideran ya tradicionales de estas fechas como la representación del barrigón vestido de rojo que deja regalos a los niños que se portan bien y el árbol tan simbólico que lo mismo puede ser un abeto o un pino, por ejemplo. Pero en las latitudes más al norte de Europa, donde el Cristianismo costó mucho de ser impuesto y asimilado, se conservan creencias que son más antiguas y arraigadas.





Un sueño que no era del todo un sueño

Había ocurrido al otro lado del mundo. Pero la oscuridad pronto los alcanzó. La ceniza generada por la erupción del Monte Tambora en Indonesia en abril de 1815 cruzó tres continentes a lo largo de un año provocando un cambio climático. Sin embargo, los visitantes de una villa suiza que habrían de generar vida a partir de sus miedos y sus dudas, de sus pasiones y sus odios, apenas y mencionan esto en sus diarios personales. Quizá la muestra más palpable es el poema “Darkness” (1816), escrito por Lord Byron.





No está muerto lo que yace eternamente 

Probablemente fue un reflejo de esa época convulsiva donde la generación nacida en la post-guerra cuestionaba lo preestablecido (manifestaciones y grupos anti-militares) y buscaba nuevas formas de vivir. Las religiones convencionales no les decían nada y comenzaron a buscar en el fondo de las culturas antiguas. Experimentación a través del consumo de alucinógenos. Los músicos fijaron su atención en viejas baladas y leyendas. El ocultismo, la brujería y el folclor invadieron cada rincón de esa nueva generación, pues se demostró que no eran cosas absurdas o cuentos de viejas sino una opción libre de creencias. Pronto, algunos artistas se dieron cuenta de que a este nuevo tipo de público le provocaba más miedo y angustia el mundo real que la fantasía gótica.







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07 marzo 2016

Crimson Peak y yo



 No sé si a alguno le ha pasado pero a mí el cine visto en pantalla grande y en una sala a oscuras me sigue emocionando mucho. Más aún si se trata de una ocasión tan especial como disfrutar de una película a la que se tiene muchas ganas de ver. Ayer estaba tan emocionada, sentada en mi butaca, que casi soltaba un gritito a lo Flanders, jojojo.

No me ciega el fanatismo pero es muy grande que haya artistas con los que conectas tan bien porque saben llegar a la médula de tus gustos, de tus emociones, de lo que sabes que siempre ha habitado en tu interior y que, en la medida de tus posibilidades, has tratado de plasmar. Guillermo del Toro, para mí, es uno de esos artistas. Y su más reciente película logra reunir y más importante aún, transmitir al espectador, el centro sobre el que gira su mundo. Me refiero, por supuesto, a Crimson Peak.

Su currículum cinematográfico no es muy amplio. Sin embargo, en cada una de las películas que ha dirigido y que ha forjado en su maravillosa cabeza (incluyendo Mimic que él mismo considera como un pequeño gran fracaso) no sólo aboga por lo oculto de la naturaleza humana sino por las emociones intensas y oscuras y que no siempre son sinónimo de maldad. También se le nota esa alma de inventor antiguo fascinado por los mecanismos. Y el entomólogo de armario que siempre necesita manifestarse, jejeje. 

 En su más reciente película, tito Guillermo (tito de cariño, como si lo considerásemos de la familia, como ese tío entrañable) busca cautivar al espectador poniendo mucha atención y mimo en todos los detalles no sólo visuales, sino que también alimenta el cerebro dejando pistas, mostrando y no las entretelas de una reacción, del por qué de una forma de ser, el dolor y la pasión. Quizá por eso, para los seguidores del susto barato, de los que necesitan "ver" para creer, Crimson Peak no les emociona. Cuesta creer que a pesar de las declaraciones de tito Guillermo, la prensa y los espectadores sigan tercos con que se trata de una película de fantasmas y después declaren que los han "timado". La historia de Edith, Thomas y Lucille (incluyendo a Alan) es intensa, oscura, y llena de metáforas. Y bebe de muchísimas fuentes literarias y cinematográficas, pero de ese cine en blanco y negro que lograba transportar al espectador a otro mundo, más intenso y menos terrenal, quizás, que en el que vivía. 

La Novela Gótica que surgió a finales del siglo XVIII y que fue imitada hasta la saciedad durante tres décadas, con toda variedad de resultados, sentó las bases de muchos géneros que vinieron después, entre ellos, el thriller. Crimson Peak se anuncia como un Gothic Romance. Y lo es gracias a la intensidad de sus protagonistas, de sus ambiciones y demonios personales. Pero también es un thriller que logra mantener la atención del espectador. Por eso se trata de una obra en la que debemos poner atención en los detalles, en los diálogos. Cada escena, sobre todo de la primera mitad, va dejando pistas.  

 La dirección actoral es estupenda. Aunque quizás considero que Edith si bien es un personaje que sirve como tributo a muchas de las más conocidas escritoras que se enfrentaron a sus sociedades y tiempos (primera mitad del siglo XIX) le falta un poquitín de garra en algunos momentos. Alan es el chico de corazón puro y buenos sentimientos decidido a todo por rescatar a su amada. Thomas es contenido pero intenso, muy oscuro pero que también oculta ese pequeño rayo de luz que casi lo redime. Lucille es un alma herida y ennegrecida no sólo por los demás sino por sus propios sentimientos de venganza y dominio.

El diseño de vestuario en Crimson Peak marca la personalidad de cada uno de los protagonistas. Edith es diáfana, rubia, colores claros, bordados discretos. Y una de las pocas protagonistas de una peli de época que luce con orgullo gafas, aunque eso sí, sólo cuando lee o escribe, jejeje. Thomas refleja dignidad pero también austeridad con colores oscuros y cortes clásicos. Lucille es quien porta el color rojo oscuro y el negro, los bordados en azabache, combinando con su cabellera morena y con su alma, también.


El caserón Allerdale Hall, el que está construido sobre una mina de arcilla, que es donde siempre han vivido los hermanos Thomas y Lucille, también se convierte en un personaje más. Desde la primera toma, cuando Edith llega a vivir ahí, nos recuerda a esas mansiones descritas en las novelas góticas. Enormes construcciones ruinosas, oscuras, con largos pasillos, cuartos deshabitados y retratos antiguos de familia en las paredes. Allerdale Hall tiene mucho de Manderley (recordemos Rebeca), de la mansión Rochester (Jane Eyre), de Cumbres Borrascosas por su ubicación en esos páramos secos y ventosos, y por supuesto de la Mansión Usher. Además, la arcilla que rezuma por los suelos y las paredes de Allerdale Hall resulta un sinónimo del dolor y de la tragedia. Es como si el caserón sangrara.

¿Y los fantasmas? Bueno, pues aparecen desde los primeros minutos. Pero no son meros recursos efectistas. Aunque, para bien o para mal, se enfatiza su aparición a través de la banda sonora. Sí, como los famosos violines de Psicosis, jojojo. Un dato curioso es que, por alguna razón que no ha declarado tito Guillermo, 'sus' fantasmas (desde la producción de la película Mamá) parecen que flotan en líquido, que se disuelven. Sin duda, es una forma novedosa de mostrarlos en la gran pantalla.  


 La música, el score, es casi perfecto. De nuevo, quizás como un homenaje al maestro Hitchcock, se echa mano de acompañamiento de violines. Pero también los temas interpretados con piano son delicados y emotivos, además de que marcan la intensidad de muchas escenas. Hay un tema que se repite en varias formas y que resulta imposible alejar de nuestra mente, jojojo. Se trata de una versión más pausada del vals que bailan Edith y Thomas. Por cierto, esa nana que se escucha al inicio de Crimson Peak y que vuelve a escucharse en dos ocasiones más (una de ellas esencial en la trama) me recuerda al tema que tarareaba la niña Flora (aquí se puede escuchar) en la película The Innocents, la adaptación de la novela Otra vuelta de tuerca de Henry James estrenada en 1961. Es más, me atrevo a decir que parte de la influencia de esta novela en Crimson Peak radica, para mí, en que Thomas y Lucille es como si fuesen Miles y Flora de mayores, influidos perversamente por la relación entre la institutriz Miss Jessel y el criado Peter Quint.

Crimson Peak nos deja claro que el amor, cuando verdaderamente es amor, no sólo alimenta sino que también puede destruir. Crece y se transforma en necesidad, en el aire que nos permite seguir viviendo y sintiendo. Pero también puede asfixiarnos y provocar que perdamos la cordura. Crimson Peak nos muestra que el amor de una madre puede traspasar la barrera de la muerte, el amor recién estrenado se intoxica con los aromas de la pasión y ciega, el amor de una hermana puede convertirse en crueldad y manipulación pero sólo para esconder la debilidad y el abandono. Que el amor nos puede convertir en monstruos.

4 de noviembre de 2015









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15 enero 2016

Loving the alien called David Bowie

Yo tenía 11 años cuando David Bowie lanzó el álbum Let's Dance en 1983. Y fue con este trabajo que comencé a sentirme atraída por su estilo.




Agradezcamos a los vídeos, sobre todo, y a que desde mis ocho o nueve años, me la vivía pegada a la radio :)  Los vídeos rotaban todos los fines de semana en un programa que Televisa creó para que durante dos horas se emitieran los éxitos de MTV.



Recuerdo mucho los vídeos Let's Dance, China Girl y Modern Love. Y al año siguiente, Mr. Bowie nos volvió a soprender con Tonight de donde surgió el temazo Blue Jean, por ejemplo. 




Del sencillo que dá nombre al álbum no tengo tantos recuerdos (a pesar de que es conocida la versión que interpretó a dueto con la gran Tina Turner) pero sí de Loving the alien, sobre todo, una vez más, por el vídeo. 



Poco después vino la gran estación de radio Rock 101 y su adoración por el Camaleón :) Vinieron más años y más conocimiento sobre este gran artista. Descubrir su gran influencia en cantantes y grupos que yo comenzaba a admirar como Bauhaus. Su etapa Glam y su genial personaje Ziggy Stardust.




Las películas Labyrinth y The Hunger.

 










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09 noviembre 2015

Ojalá no descanses mientras yo viva

"Ojalá no descanses mientras yo viva. Yo te maté. Persígueme. Persigue a tu asesino, toma cualquier forma, enloquéceme, pero no me dejes solo. No puedo vivir sin mi vida, no puedo morir sin mi alma."

Hace muchos, muchos años, cuando entendí que romántico no es sinónimo de cursi, aprecié profundamente la novela Cumbres Borrascosas. Y si hay un personaje que haya logrado llegar al fondo de mi corazón, es Heathcliff. Sobre todo después de la adaptación fílmica de 1992 donde un estupendo y guapísimo Ralph Fiennes lo interpretó.

Podemos llegar a odiar o despreciar a esa Cathy caprichosa y voluble, egoísta e inmadura pero no podemos negar que es la fuerza de la pasión encarnada. El vendaval que a su paso arrasa con todo. Heathcliff es el alma rebelde que necesita un contrapeso que lo centre. Son dos fuerzas que no se pueden vencer pero que se complementan. Dos fuerzas que sobreviven al tiempo y a la misma muerte.

Almas torturadas que exigen ser libres de todo dolor y pena y sin embargo son lo que las mantiene vivas, poderosas, con ese fuego que por más pequeñas que sean sus ascuas, resurge y se aviva.

Una lectura que se presta para cualquier momento, pero es en estas fechas (octubre) cuando más se aprecia porque nos muestra que la muerte no es precisamente el fin. Porque las almas inquietas, apasionadas o muchas veces maldecidas, siguen buscando la forma de permanecer entre los vivos.











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19 junio 2015

Noir 80s






New York - a Revealing New Approach
  Fotos: Andrea Blanch 





London: The Modern Romantics
Fotos: Lord Snowdon 







Paris: A New Sense of Shape
Fotos: Steven Meisel 



Vogue USA en su edición de julio de 1985







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