
01 agosto 2009
31 julio 2009
Give me the reason to be a woman
"Glory Box" - Portishead
I'm so tired, of playing
Playing with this bow and arrow
Gonna give my heart away
Leave it to the other girls to play
For I've been a temptress too long
Just. .
Give me a reason to love you
Give me a reason to be ee, a woman
I just wanna be a woman
From this time, unchained
We're all looking at a different picture
Thru this new frame of mind
A thousand flowers could bloom
Move over, and give us some room
Give me a reason to love you
Give me a reason to be ee, a woman
I just wanna be a woman
[INSTRUMENTAL]
So don't you stop, being a man
Just take a little look from our side when you can
Sow a little tenderness
No matter if you cry
Give me a reason to love you
Give me a reason to be ee, a woman
Its all I wanna be is all woman
For this is the beginning of forever and ever
Its time to move over... ...
I'm so tired, of playing
Playing with this bow and arrow
Gonna give my heart away
Leave it to the other girls to play
For I've been a temptress too long
Just. .
Give me a reason to love you
Give me a reason to be ee, a woman
I just wanna be a woman
From this time, unchained
We're all looking at a different picture
Thru this new frame of mind
A thousand flowers could bloom
Move over, and give us some room
Give me a reason to love you
Give me a reason to be ee, a woman
I just wanna be a woman
[INSTRUMENTAL]
So don't you stop, being a man
Just take a little look from our side when you can
Sow a little tenderness
No matter if you cry
Give me a reason to love you
Give me a reason to be ee, a woman
Its all I wanna be is all woman
For this is the beginning of forever and ever
Its time to move over... ...
Del álbum "Dummy" (1994)
*******
Hubo un momento en mi vida en que me volví adicta a esta canción.
La tenía rodando mi cabeza casi todo el tiempo.
Así que, en cuanto tuve la oportunidad, compré el cd de una banda que, por extraño que parezca, (si es que la gente cree que soy como una caja fuerte con mis gustos musicales y carezco de oído aventurero, hahaha) más me cautivaba conforme fui escuchando su primer trabajo llamado Dummy.
Beth Gibbons, la voz cantante de Portishead, posee una fuerza cautivadora. Es sensual sin proponérselo, es cruel, es depresiva, es contradictoria. El resto de la banda son cuasi hipnóticos.
Beth y el tecladista Geoff Barrow formaron la banda en 1991 con marcada influencia Trip hop, tendencia también conocida como Bristol Sound. El Bristol Acid Rap o Sonido Bristol era un coctel de hip hop, reggae, soul, jazz y música electrónica downtempo. Música que corría ralentizada y abstraída y en la que la voz instropectiva de la Gibbons, acompañada de un aire retro y combinada a los reverberantes efectos del Dj, la dotaba de una etérea atmósfera de exotismo occidental. Beth, originaria de Exeter, Inglaterra, conoció a los 22 años a Barrow y posteriormente al guitarrista Adrian Utley quienes definitivamente le darían un giro a su vida hacia la fama, convirtiéndola de la frágil provinciana en una intérprete de desempeños deslumbrantes.
Glory Box (ojo con el video y con los protagonistas "masculinos" y "femeninos", jejeje) contiene sampleos de la canción Ike's Rap II de Isaac Hayes (el mismo creador del tema de The Shaft, conocido cantante y compositor y quien le ponía la voz y su charm, jejeje, al Chef de la serie South Park. Murió el año pasado).
***
30 julio 2009
Sin complejo de lagartija

Las lámparas de bronceado ya son oficialmente causa de cáncer
Igual que el gas mostaza, el tabaco o el arsénico. Las cabinas de bronceado acaban de ser incluidas en el grupo de factores causantes de cáncer que elabora la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC, según sus siglas en inglés), la principal organización no gubernamental dedicada a evaluar las evidencias científicas sobre estas cuestiones.
Hasta ahora, los rayos ultravioleta permanecían divididos entre UVA, UVB y UVC en el grupo 2A de esta organización, que incluye los elementos 'posiblemente carcinogénicos para el ser humano'. Sin embargo, tras la última revisión de las evidencias científicas sobre estos dispositivos de bronceado artificial, la IARC ha decidido elevarlos al grupo 1, el de los factores causantes de cáncer para el ser humano.
Según la revisión realizada por 20 científicos independientes de nueve países diferentes, entre ellos España, las cabinas de rayos UVA incrementan hasta un 75% las probabilidades de desarrollar un melanoma cutáneo cuando empiezan a utilizarse antes de los 30 años. Además de este agresivo tumor de piel, los especialistas citan varias evidencias concluyentes sobre la capacidad de estos dispositivos para causar melanoma ocular (el tipo de cáncer en el ojo más habitual en los adultos que afecta cada año a cinco de cada millón de españoles).
Teniendo en cuenta "que el uso de las cabinas de bronceado está ampliamente extendido en muchos países occidentales, sobre todo entre las mujeres jóvenes", el mensaje de advertencia de la IARC es claro, aunque sus palabras carecen de cualquier poder de decisión vinculante.
Este panel de expertos, cuyas conclusiones pueden leerse esta semana en la revista 'The Lancet Oncology', se ratifica además respecto a las radiaciones solares, que siguen formando parte de la lista de elementos causantes de cáncer para el ser humano.
Radiación solar
Igual que el gas mostaza, el tabaco o el arsénico. Las cabinas de bronceado acaban de ser incluidas en el grupo de factores causantes de cáncer que elabora la Agencia Internacional de Investigación sobre Cáncer (IARC, según sus siglas en inglés), la principal organización no gubernamental dedicada a evaluar las evidencias científicas sobre estas cuestiones.
Hasta ahora, los rayos ultravioleta permanecían divididos entre UVA, UVB y UVC en el grupo 2A de esta organización, que incluye los elementos 'posiblemente carcinogénicos para el ser humano'. Sin embargo, tras la última revisión de las evidencias científicas sobre estos dispositivos de bronceado artificial, la IARC ha decidido elevarlos al grupo 1, el de los factores causantes de cáncer para el ser humano.
Según la revisión realizada por 20 científicos independientes de nueve países diferentes, entre ellos España, las cabinas de rayos UVA incrementan hasta un 75% las probabilidades de desarrollar un melanoma cutáneo cuando empiezan a utilizarse antes de los 30 años. Además de este agresivo tumor de piel, los especialistas citan varias evidencias concluyentes sobre la capacidad de estos dispositivos para causar melanoma ocular (el tipo de cáncer en el ojo más habitual en los adultos que afecta cada año a cinco de cada millón de españoles).
Teniendo en cuenta "que el uso de las cabinas de bronceado está ampliamente extendido en muchos países occidentales, sobre todo entre las mujeres jóvenes", el mensaje de advertencia de la IARC es claro, aunque sus palabras carecen de cualquier poder de decisión vinculante.
Este panel de expertos, cuyas conclusiones pueden leerse esta semana en la revista 'The Lancet Oncology', se ratifica además respecto a las radiaciones solares, que siguen formando parte de la lista de elementos causantes de cáncer para el ser humano.
Radiación solar
La decisión de englobar en una misma categoría todos los tipos de rayos ultravioletas (A, B y C), que hasta ahora permanecían separados, se debe al hecho de que todos ellos son elementos carcinogénicos. Aunque hasta ahora la principal causa de cáncer por la exposición a los rayos solares eran los rayos UVB (causantes de importantes daños en el ADN), nuevas investigaciones han demostrado que los UVA solares también tienen la capacidad de generar tumores cutáneos en experimentos con ratones.
En su documento, la IARC también añade una advertencia sobre la relación de las máquinas de soldar con el melanoma de ojo, aunque reconoce que puesto que estos trabajadores están expuestos además a otros elementos de riesgo, es difícil atribuir el riesgo de cáncer únicamente a las radiaciones UV.
En el grupo 1 de elementos carcinogénicos se incluyen, además, todo tipo de radiaciones ionizantes (propias de la energía nuclear o los rayos X, entre otros dispositivos), entre las que los especialistas citan el gas radón (un producto de la desintegración del radio que puede emanar del suelo), el plutonio o los radioiones que pueden afectar al tiroides de niños y adultos.
María Valerio
Diario El Mundo
29 de julio de 2009
*******
Sí ya lo decía yo: que eso de ser cuasi adicto a tomar el sol, sobre todo de forma artifical, no tendría buen fin. Quizá tarde (no sé desde cuando existen las cabinas de auto-bronceado) se ha hecho este estudio y se han mostrado los nefastos resultados.
Nunca he comprendido la pasión, sí pasión, que muchos sienten por tomar el sol. Aquella arcaica idea de que "tener un color bonito de piel" es muestra infalible de buena salud. Y hagamos a un lado mi devoción vampírica y mi paso por el mundillo gótico donde el concepto de la palidez ha sido tan manoseado y tan mal empleado, que da verdadero horror comprobar hasta donde puede llegar la ignorancia de la peña. Recuerdo que hace cosa de unos quince años hubo una webzine (claro, made in USA) de corta duración (sólo tres números) titulada Heliophobe que se describía como una "revista fetichista no-sexual dedicada exclusivamente a la adoración de las mujeres de piel pálida" (¿?) Ahora se han convertido, al cabo de los años, en una web donde las mujeres pálidas se muestran sin tapujos...
Por supuesto, todo giraba en torno a los conceptos que unos cuantos han impuesto sobre la belleza gótica. Conceptos que a más de diez, de cincuenta, de mil, les ha llevado a creer que para ser gótico es obligatorio ser blanco, cuasi transparente (y justo ahora viene a mi mente, una conocida que se echaba unos lingotazos de vinagre, puagh!, porque le habían dicho que así podría aclarar su tono de piel :p). Y si la madre naturaleza no ha sido "generosa" con ellos, qué importa, para eso están los maquillajes mal empleados, los talcos rebajados con crema Nivea, el maquillaje de disfraz. Y ahora, ese espantoso revival del deathrock (más los seguidores del horror punk) y sus zombies de pacotilla donde mientras más grotesco seas, más auténtico serás :p Claro que esto incluye heridas, supuraciones, y maquillaje mal puesto. Esto, sobre todo, tiene su mejor representación en mi tierra, desgracidamente.
Por otro lado, hace cosa de algunos meses vi un programa de una cadena de televisión de Inglaterra donde se hablaba de la tanorexia que no es otra cosa que adicción al bronceado. Daba escalofríos y no exagero, los casos que mostraron partiendo desde los niños que participan por cientos en concursos de talento. Sin distinguir entre niños y niñas, todooos son sometidos a largas sesiones de maquillaje para erradicar su palidez natural (ya sabemos que Inglaterra no se distingue por sus rayos solares ni por sus días no nublados ni cálidos). Y todos, no sólo competían con sus talentos artísticos propios, sino con su intensidad de bronceado. Menos mal que no les permitían echar mano de las cabinas de autobronceado. Aunque dicho programa sí que mostró otros tantos casos de gente que no puede verse ni un puntito pálido en la piel. Y es ahora cuando recuerdo a un personaje con el que salí hace cosa de varios años, que tampoco era partidario de las mujeres bronceadas: siempre apelaba que en el pasado, sólo la gente de campo era la que naturalmente lucía color en la piel y la nobleza, que no pululaba demasiado trabajando ni mucho menos haciéndolo en el huerto, en el jardín ni en el campo, hahaha, lucían una esplendorosa palidez. Que hasta los años '20 del siglo pasado, comenzaron con la moda de que la piel bronceada es sinónimo de buena salud.
En fin, que me voy por las ramas, hahaha. Que eso, que yo nunca padecí del complejo de lagartija, por aquello de permanecer bajo los candentes rayos del sol hasta puntos cuasi de achicharramiento. No soy de tez blanca, en todo caso, soy el resultado de un padre muy moreno y de una madre muy blanca, así que quizá podría ser algo así como "café con leche", hahaha. Pero durante años y más años (quizá desde que comenzé la adolescencia) evité los rayos del sol como si fuera la peste misma y ni les cuento lo mucho que esto me blanqueó, hahaha. Ojo, no era la pose de gotiquilla de tres al cuarto. Simple y sencillamente no compartía esa adoración por el Astro Rey (además, no cuido en exceso mi piel, pero sé que el sol en grandes cantidades, perjudica mucho más que beneficia). Y hablo en pasado porque desde que vivo en una ciudad enclavada a orillas del mar he tenido que enfocar de otro modo mi visión sobre el sol. No me he convertido en una asidua a la playa, tampoco me he transformado en la Negrita Cucurumbé, hahaha. Sin embargo, cada verano me hago al ánimo de que tendré que usar protector solar de mediana potencia (ya nunca más el factor de protección más allá de 50, casi el recomendado para los niños pequeños y bebés) pues resulta inevitable que el sol me haga su presa no solamente cuando voy a las piscinas o al mar, sino con el simple hecho de salir a comprar o al tomar algo en alguna terraza :p
En su documento, la IARC también añade una advertencia sobre la relación de las máquinas de soldar con el melanoma de ojo, aunque reconoce que puesto que estos trabajadores están expuestos además a otros elementos de riesgo, es difícil atribuir el riesgo de cáncer únicamente a las radiaciones UV.
En el grupo 1 de elementos carcinogénicos se incluyen, además, todo tipo de radiaciones ionizantes (propias de la energía nuclear o los rayos X, entre otros dispositivos), entre las que los especialistas citan el gas radón (un producto de la desintegración del radio que puede emanar del suelo), el plutonio o los radioiones que pueden afectar al tiroides de niños y adultos.
María Valerio
Diario El Mundo
29 de julio de 2009
*******
Sí ya lo decía yo: que eso de ser cuasi adicto a tomar el sol, sobre todo de forma artifical, no tendría buen fin. Quizá tarde (no sé desde cuando existen las cabinas de auto-bronceado) se ha hecho este estudio y se han mostrado los nefastos resultados.
Nunca he comprendido la pasión, sí pasión, que muchos sienten por tomar el sol. Aquella arcaica idea de que "tener un color bonito de piel" es muestra infalible de buena salud. Y hagamos a un lado mi devoción vampírica y mi paso por el mundillo gótico donde el concepto de la palidez ha sido tan manoseado y tan mal empleado, que da verdadero horror comprobar hasta donde puede llegar la ignorancia de la peña. Recuerdo que hace cosa de unos quince años hubo una webzine (claro, made in USA) de corta duración (sólo tres números) titulada Heliophobe que se describía como una "revista fetichista no-sexual dedicada exclusivamente a la adoración de las mujeres de piel pálida" (¿?) Ahora se han convertido, al cabo de los años, en una web donde las mujeres pálidas se muestran sin tapujos...
Por supuesto, todo giraba en torno a los conceptos que unos cuantos han impuesto sobre la belleza gótica. Conceptos que a más de diez, de cincuenta, de mil, les ha llevado a creer que para ser gótico es obligatorio ser blanco, cuasi transparente (y justo ahora viene a mi mente, una conocida que se echaba unos lingotazos de vinagre, puagh!, porque le habían dicho que así podría aclarar su tono de piel :p). Y si la madre naturaleza no ha sido "generosa" con ellos, qué importa, para eso están los maquillajes mal empleados, los talcos rebajados con crema Nivea, el maquillaje de disfraz. Y ahora, ese espantoso revival del deathrock (más los seguidores del horror punk) y sus zombies de pacotilla donde mientras más grotesco seas, más auténtico serás :p Claro que esto incluye heridas, supuraciones, y maquillaje mal puesto. Esto, sobre todo, tiene su mejor representación en mi tierra, desgracidamente.
Por otro lado, hace cosa de algunos meses vi un programa de una cadena de televisión de Inglaterra donde se hablaba de la tanorexia que no es otra cosa que adicción al bronceado. Daba escalofríos y no exagero, los casos que mostraron partiendo desde los niños que participan por cientos en concursos de talento. Sin distinguir entre niños y niñas, todooos son sometidos a largas sesiones de maquillaje para erradicar su palidez natural (ya sabemos que Inglaterra no se distingue por sus rayos solares ni por sus días no nublados ni cálidos). Y todos, no sólo competían con sus talentos artísticos propios, sino con su intensidad de bronceado. Menos mal que no les permitían echar mano de las cabinas de autobronceado. Aunque dicho programa sí que mostró otros tantos casos de gente que no puede verse ni un puntito pálido en la piel. Y es ahora cuando recuerdo a un personaje con el que salí hace cosa de varios años, que tampoco era partidario de las mujeres bronceadas: siempre apelaba que en el pasado, sólo la gente de campo era la que naturalmente lucía color en la piel y la nobleza, que no pululaba demasiado trabajando ni mucho menos haciéndolo en el huerto, en el jardín ni en el campo, hahaha, lucían una esplendorosa palidez. Que hasta los años '20 del siglo pasado, comenzaron con la moda de que la piel bronceada es sinónimo de buena salud.
En fin, que me voy por las ramas, hahaha. Que eso, que yo nunca padecí del complejo de lagartija, por aquello de permanecer bajo los candentes rayos del sol hasta puntos cuasi de achicharramiento. No soy de tez blanca, en todo caso, soy el resultado de un padre muy moreno y de una madre muy blanca, así que quizá podría ser algo así como "café con leche", hahaha. Pero durante años y más años (quizá desde que comenzé la adolescencia) evité los rayos del sol como si fuera la peste misma y ni les cuento lo mucho que esto me blanqueó, hahaha. Ojo, no era la pose de gotiquilla de tres al cuarto. Simple y sencillamente no compartía esa adoración por el Astro Rey (además, no cuido en exceso mi piel, pero sé que el sol en grandes cantidades, perjudica mucho más que beneficia). Y hablo en pasado porque desde que vivo en una ciudad enclavada a orillas del mar he tenido que enfocar de otro modo mi visión sobre el sol. No me he convertido en una asidua a la playa, tampoco me he transformado en la Negrita Cucurumbé, hahaha. Sin embargo, cada verano me hago al ánimo de que tendré que usar protector solar de mediana potencia (ya nunca más el factor de protección más allá de 50, casi el recomendado para los niños pequeños y bebés) pues resulta inevitable que el sol me haga su presa no solamente cuando voy a las piscinas o al mar, sino con el simple hecho de salir a comprar o al tomar algo en alguna terraza :p
28 julio 2009
El "corazoncito" de Madonna y Janis Joplin

Aunque cueste trabajo siquiera imaginarlo, artistas como Madonna o Janis Joplin, alguna vez estuvieron enamoradas hasta las trancas. Lo bueno o lo malo, es que ha quedado constancia de esas felices épocas ;-)

En el caso de la Joplin, cuarenta y cuatro años después sale a la luz una (de las 64 que hay constancia que existen y que salieron a la luz tras la muerte de De Blanc en 2002) carta de seis páginas que le envió a su prometido Peter J. de Blanc. Era 1965 y Janis había regresado a casa de sus padres en Texas, luego de probar fortuna en San Francisco y Nueva York (también se dijo que había vuelto para tratar de limpiarse luego de varios años de abuso de drogas :p ). La carta refleja un tiempo muy feliz en la vida de Janis: cuando ella estaba enamorada. Habla sobre su reciente compromiso con de Blanc (a quien había conocido en California pero en esos momentos había regresado a su casa en Manhattan), de lo mucho que lo ama y de "que eres lo mejor que me ha pasado en la vida (¿Te lo había dicho ya?)".

Madonna, a quien cuesta trabajo siquiera imaginarla capaz de adorar a alguien más que no sea ella, jejeje, dejó para la posteridad 21 cartas (enviadas todas por fax) que escribió a su boyfriend James Albright (quien fuera su guardaespaldas) entre 1992 y 1994 desde ciudades como Londres, Los Angeles y Tokio, entre otras. Ella usaba el pseudónimo de Lola Montez (una actriz y bailarina nacida en Irlanda que se hizo famosa por bailar flamenco (¿?) y por haber sido cortesana y amante del rey Ludwing I de Bavaria) y en algunas ocasiones se refiere a Albright como Ceasar, J, James o Booty Man.
Albright, por su parte, reenvío algunos faxes, escribiendo al reverso de los mismos. En uno de ellos firmó como "Yours Truly, Little Black Sambo Esq."
Resulta raro encontrar este material luego de que en 2007, Madonna y su entonces marido Guy Ritchie, se vieron envueltos en un episodio controvertido cuando otra casa de subastas pretendió ofrecer un jugoso lote de cartas muy parecidas junto con fotos polaroid bastante comprometedoras donde se distinguía de forma clara a la propia Madonna. Fue la época en que Madonna estaba, solicitando la adopción de David, el niño de Malawi. Así que pretendía limpiar su largo y controvertido expediente, sobre todo el referente a los años intensos cuando creó el libro Sex y lanzó el álbum Erotica (y que coincidían con su relación con Albright).
En ese entonces, Albright pretextó que se encontraba en una mala situación económica y que se veía forzado a poner en venta toda aquella memorabilia.
Estas misivas así como más de cuatrocientos objetos que ya pertenece a la historia del Rock & Roll conforman la subasta on line que lleva a cabo el website Gotta Have It desde ayer hasta el 5 de agosto. El objeto más valioso, al parecer, no son las cartas de Madonna y la Joplin, hahaha, sino el primer contrato musical de Jimmy Hendrix del año 1965, que tiene un valor estimado de 250, 000 dólares.
Las cartas de Janis Joplin tienen como precio de salida 1, 500 a 2, 000 dólares pero esta no es su única aportación a la subasta: también se incluye una ficha de detención a la que se hizo acreedora cuando el 17 de noviembre de 1969 mientras cantaba en Curtis Hixon Hall de Tampa, Florida, le gritó obscenidades a la policía cuando estos trataban de controlar a los asistentes. Este mug shot en blanco y negro tiene como precio de salida entre 5, 000 y 6, 000 dólares.
Las cartas-faxes de Madonna tienen el precio de salida de entre 3, 000 y 4, 000 dólares, aunque no es lo único que se subasta de su época con James Albright: dos cintas con mensajes de amor de Madonna que podrían ingresar, según estima la casa de subastas, hasta 40.000 dólares (28.000 euros). La cantante dejó grabados los 17 minutos de las cintas a comienzos de los '90 en el contestador de su novio de entonces.
25 julio 2009
Nina y yo
Foto de Pierre et Gilles
El dúo de franceses Pierre et Gilles, uno de los mayores exponentes del arte contemporáneo, acercó hoy a Berlín el universo más kitsch y provocador de su obra, con la primera gran retrospectiva que exponen en Alemania.
Quince años después de que exhibieran por primera vez en el Stadtmuseum de Múnich, los artistas recorren su trabajo, desde sus inicios en la década de los '70, hasta la actualidad, con Pierre et Gilles. Retrospectiva.
"Estamos muy entusiasmados con la idea de venir a Berlín con esta gran exposición; es más, la selección de las obras la hemos hecho teniendo en cuenta su relación con la capital alemana", explicó Pierre en rueda de prensa.
Con una peculiar técnica que mezcla pintura y fotografía, Pierre et Gilles apuestan por una estética barroca, en la que no falta lo dorado, lo brillante y lo sobrecargado, y muy influida por el cine y la publicidad.
Así, se exhiben más de 80 obras de grandes dimensiones, en las que los cuerpos esculturales de querubines yacen sobre fondos desenfocados y escenarios urbanos.
El carrete y el revelado lo pone Pierre, mientras que del óleo y la brocha se encarga Gilles; ésta es la técnica mediante la cual consiguen conferirle a cada imagen un carácter único y exclusivo.
Sin embargo, frente a la fuerza de los elementos y el colorido típicamente pop, aparecen unos escenarios sombríos, propios de una ciudad industrial, como cualquiera de las que se pueden encontrar en la vida cotidiana.
"Nuestro trabajo es un reflejo de la vida y, por eso, también en nuestra obra hay siempre un lado oscuro y siniestro, de sombras", apuntó Gilles.
A su juicio, ésos "son los fantasmas" con los que se acaban topando siempre y que se ven obligados a expresar, ya sea a través de una temática religiosa o incluso erótica.
Nacido en La Roche-sur-Yon (Valle del Loira) en 1950, Pierre comenzó a trabajar como fotógrafo para revistas de moda y tendencias como Dépêche Mode e Interview en 1973, tras haber concluido el servicio militar.
Tres años más tarde, durante la inauguración de una nueva tienda del modisto Kenzo en París, conoció a Gilles y, sólo un año después, ya habían formalizado su situación como pareja artística y sentimental.
Desde entonces, no han dejado de protagonizar exposiciones por todo el mundo, desde Francia a Estados Unidos, pasando por Rusia e incluso China.
Su obra se ha visto muy influida por todos los viajes de los artistas a Asia, y muestra de ello son sus series dedicadas a Laos y Tailandia.
Con su peculiar mirada, en parte fílmica y en parte voraz, en las tres últimas décadas Pierre et Gilles han retratado a celebridades de la talla de Jean-Paul Gaultier, Madonna, Catherine Deneuve, Paloma Picasso, Iggy Pop, Dita von Teese y Rossy de Palma.
Eso sí, siempre utilizando como ingredientes básicos lo surrealista, en forma de caracoles que recorren las espaldas de los mozos, y lo tétrico, representado a través de payasos cubiertos de sangre o una mujer Bloody Amelie, vestida de luto con la mitad de su cuerpo sumergido en un lago.
Un arte en el que, como ellos mismos explicaron, no hay nada calculado, y en el que todo brota "de forma natural e instintiva", sin planificación previa.
La pareja, que obtuvo entre otros galardones el Gran Premio de Fotografía de París en 1993, no quiso desvelar detalles sobre sus próximos proyectos, con la idea de mantener la sorpresa, aunque destacaron que siempre están pensando en su próxima imagen.
Sí comentaron que, en pocos meses, su obra verá la luz en Brasil y en la prestigiosa galería Jérôme de Noirmont, de París, que tanto les apoyó en sus inicios.
La muestra Pierre et Gilles. Retrospectiva podrá visitarse en la céntrica galería C/O de Berlín, desde hoy y hasta el próximo 4 de octubre.
EFE
*******
Ocurrió hace unos nueve años, más o menos por estos días. Estaba en La Diabla, en una de las fiestas que organizó durante una corta temporada un amigo que lo mismo fungía como manager de bandas que como Dj (ahora, tengo entendido que sólo se dedica a la promoción de eventos). Mitad del evento. Yo bailaba con singular alegría, quizá algo de London After Midnight, quizá algo de los Sisters, no sé, mi memoria no guarda detalles taaan precisos, hahaha. Bailaba con una amiga, que tampoco era preciso tener pareja del sexo contrario para pasarlo tan bien sacándole brillo al suelo, hahaha.
De pronto, notamos que había dos chicos que no nos quitaban la mirada de encima. Uno más bajito que el otro. Nada de pose gótica de tres al cuarto, es más, iban vestidos con vaqueros y camisetas. No eran guapísimos pero tampoco desagradables a la vista. Cuando terminó una de las canciones extralargas, uno de ellos se acercó a mí. Su speech ha sido uno de los más originales que he escuchado en mi vida: "¿Sabes que me recuerdas a aquella portada donde Nina Hagen lleva coletas, está vestida de látex negro y está en la más pura pose bondage atada en una silla?"... Creo que ni siquiera parpadeé, sin embargo, sonreí lo más auténticamente posible. Original, muy original forma de ligar, sí, señor, hahaha.
El chico no iba a degüello, parecía no tener prisa. Yo tampoco. Charlamos un poco, bebimos algunos sorbos de nuestras respectivas cervezas y poco después bailamos un corto, cortísimo tiempo porque me temo que eso de moverse intentando tener ritmo, no era lo del chico aquel, jejeje. Así que, terminé bailando sola, a mí aire. Y el chico me miraba y me miraba con una sonrsita, digamos que, críptica.
Antes de que la fiesta terminara, intercambiamos números telefónicos. Lo dicho: el chico iba a su ritmo. Quedamos que él me llamaría y bla, bla, bla, lo de siempre. Al día siguiente, corrí a investigar de qué portada me había hablado el chico. Me gusta mucho la Hagen, pero tampoco soy tan fan como para conocer y recordar todas y cada una de las portadas de sus discos. Cuando tuve delante de mí la imagen que me revelaba la pantalla, sonreí y mucho. Sólo vino a mi mente algo: original, muy original. Después de todo, yo no me había peinado con dos largas coletas ni lucía el flequillo, ni me había puesto una minifalda de charol negro por tratar de parecerme a la Hagen, hahaha. Había sido una casualidad.
¿Qué cómo terminó todo esto? Pues en ninguna extraordinaria historia de amor ni mucho menos. En todo caso, más bien fue una historia de lo más psicotrópica. El chico aquel pertenecía a una especie de asociación creada por niñatos bien pro-nazi que no neo-nazi como tal (que por supuesto, adoraban todo lo que era alemán y de ahí venía la comparación de la Hagen conmigo :p). Tenían un lugar de reunión adornado con banderas nazis y toda la parafernalia que puedan imaginarse. Acudí a una de esas reuniones (invitada por el chico, por supuesto, que tampoco era cosa de que cualquiera podía acudir) y casi salí horrorizada, no por la ambientación, sino por las pocas neuronas que pululaban entre aquellos chicos que hablaban de supremacía blanca y de intentar captar a todos los que, según ellos, desde el plano físico hasta el mental compartieran sus ideales.
No sé qué rayos les había hecho creer que entre la peña gótica encontrarían muchos simpatizantes. Y digamos que el chico este y su amigo, iban a las fiestas y a los conciertos, con ojo avizor, primero seleccionado por el físico (no sólo por el hecho de los que tuviesen de forma natural la tez blanca, que por desgracia, en mi tierra, los góticos se ponen cuasi talco porque muchísimos están acomplejados de su tez morena) y luego mirando su look (consideraban más "aptos" a los que lucían estética electro con sus botas militares, sus bombers, sus pantalones caqui y los chicos luciendo el pelo casi al rape). Es probable que tuviesen éxito y eso los animaba a seguir asistiendo a todas las fiestas. Lo cierto es que después de que le dije que nanay, que no compartía esa forma de pensar, no me encontré con ese chico nunca más.
Dentro de lo que cabe, se portó de forma ecuánime, hahaha. Aceptó que yo cortara por lo sano y pusiera pies en polvorosa. Sólo recordarlo, me da un escalofrío por la espalda. Tanto niño bien y tan descerebrado.
Y justo hoy, gracias al anunción de la exposición de Pierre et Gilles en Berlín, he recordado la fotografía que le hicieron a la Hagen y la historia que ella originó en un momento de mi vida.
24 julio 2009
Trailer de Alicia made by Mr. Burton
Una bomba estalló la tarde del miércoles pasado: el website IGN accidentalmente había colgado el trailer de prueba de Alicia en el País de las Maravillas made by Tim Burton. Aseguran que fue un accidente, como ya lo comunicó Disney mientras informaba que el trailer estaría colgado "oficialmente" la tarde de ayer jueves (en conexión con el perfil que han creado en Facebook)
Rápidamente, hubo algunos listos que lo colgaron en youtube.com, pero si ustedes lo buscan, hasta el momento (9:23 AM en este lado del mundo) no lo encontrarán. Así que he ido directo a IGN para poder echarle un vistazo al mentado trailer y he quedado alucinada ;-)
Aquí la prueba de mi asombro y de mi emoción:
IGN Video: Alice in Wonderland Movie Trailer - SDCC 09: Debut Trailer
(No se preocupen si ven la pantallita negra negra, pinchen en el botón de play que está en el extremo inferior izquierdo y verán el trailer).
***
Nadie como tú
http://www.youtube.com/watch?v=TCmCXoLieC8
"No one like you" - Scorpions (filmado durante la gira World Wide Live, 1985)
Girl, it's been a long time that we've been apart
Much too long for a man who needs love
I miss you since I've been away
Babe, it wasn't easy to leave you alone
It's getting harder each time that I go
If I had the choice, I would stay
There's no one like you
I can't wait for the nights with you
I imagine the things we'll do
I just wanna be loved by you
No one like you
I can't wait for the nights with you
I imagine the things we'll do
I just wanna be loved by you
Girl, there are really no words strong enough
To describe all my longing for love
I don't want my feelings restrained
Ooh, babe, I just need you like never before
Just imagine you'd come through this door
You'd take all my sorrow away
There's no one like you
I can't wait for the nights with you
I imagine the things we'll do
I just wanna be loved by you
No one like you
I can't wait for the nights with you
I imagine the things we'll do
I just wanna be loved by you
There's no one like you
I can't wait for the nights with you
I imagine the things we'll do
I just wanna be loved by you
No one like you
I can't wait for the nights with you
I imagine the things we'll do
I just wanna be loved by you
Del álbum "Blackout" (1982)
*******
En 1982 se estrenaron en la gran pantalla E.T., el Extraterrestre, Blade Runner, Rambo, Poltergeist, Gandhi, Tootsie, Rocky III. Por supuesto, sólo tuve la oportunidad de ver la producción made by Spielberg debido a mi corta edad: diez años :p Sin embargo, esto no me impidió conocer a bandas tan importantes en el soundtrack de mi vida como los alemanes Scorpions.
Creo, supongo, que no fui una niñita cursi que se desvivía por grupos infantiles como Timbiriche (los Parchís de México) ni mucho menos por los Menudo. No me iba jugar con muñecas ni a la comidita. Durante los recreos, jugaba con los chicos antes que con las chicas y recuerdo lo mucho que me divertía a pesar de que los propios profesores se encargaban de meternos ideas distorsionadas sobre la convivencia entre niños y niñas: a partir de cuarto de primaria ya no veían con buenos ojos que jugáramos juntos, que nos abrazáramos, que nos cogiéramos de la mano (sin más interés que jugar). En ese aspecto, puedo asegurar que la gran , gran mayoría éramos muy inocentes y quizá, yo la primera.
Siempre fui la única que jugaba con los "problemáticos", la única que se sentaba con ellos (siempre en los últimos lugares: ellos, para que no distrajeran al resto de la clase; yo porque era de las niñas más altas), siempre fui la única que les hacía caso cuando llevaban de contrabando los discos de vinyl de sus hermanos adolescentes (alabados sean los dioses que tenían buen gusto musical). Fui la única que resultó beneficiada pues pude descubrir y escuchar a Pat Benatar, Rod Stewart, Iron Maiden, Led Zepellin, Scorpions... No entendía del todo las canciones, para qué mentir, pero me llegaban casi al alma y me movían todas las fibras.
No one like you fue una de las primeras canciones que más me gustaron de Scorpions, que hoy más me recuerdan cuando era niña y jugaba y vivía y sonreía casi libre, sin las imposiciones de lo que una niña debía hacer. En casa tenía la libertad de llegar con los discos que me prestaban y escucharlos una y otra vez en aquellas cuasi prehistóricas tornamesas (tocadiscos se les llamaba en mi tierra) con su aguja de punta de diamante, su tapa de plástico transparente, su radio AM/FM, doble cassetera y su adaptador que se ponía en el centro para poder escuchar discos de 45 revoluciones. (que en los '80 aún había bastantes rodando por las casas, hahaha)
A esos, a los problemáticos (dos solamente, que entre sus múltiples pecados escolares contaban con haber repetido un año y fue por eso que se convirtieron en mis compañeros de clase) les debo el descubrimiento de un mundo mucho más interesante que jugar a los novios o ser la mamá de mis muñecas.
22 julio 2009
El estrellato de Bowie y Pink Floyd
La 'odisea' caló en el terreno musical. Una de las aportaciones más memorables la hizo un joven David Bowie, quien, con sólo 22 años, lanzó su 'Space Oddity' el 11 de julio de 1969, cinco días antes del despegue del Apolo 11. La canción cuenta la historia de Major Tom, un astronauta ficticio que padece una depresión durante una misión en el espacio, y la BBC recurrió a ella para su retransmisión en directo del 'alunizaje', lo que la catapultó a lo más alto de las listas de la época.
Bowie no ha olvidado ese momento de su carrera y, coincidiendo con el 40 aniversario que ahora se conmemora, ha lanzando una reedición del single, que ofrece como bonus los master originales grabados por el artista, con los que se puede remixar el clásico.
También estuvieron en la BBC los míticos Pink Floyd, que tocaron en directo en uno de sus estudios durante el alunizaje. «Estaban emitiendo la llegada a la Luna y pensaron que, para hacer un descansito, podían sacarnos a tocar», recuerda ahora David Gilmour, guitarrista y vocalista de la banda. «Fue fantástico pensar que estábamos allí haciendo música mientras los astronautas caminaban por la Luna», añade. La canción, instrumental, se llamaba 'Moonhead'. Años después, en 1973, volvieron de nuevo al satélite en su disco 'Dark side of the Moon'.
Raquel Quílez
1969:El hombre llega a la Luna (Especiales)
Diario El Mundo
20 de julio de 2009
Ground Control to Major Tom
Ground Control to Major Tom
Take your protein pills and put your helmet on
Ground Control to Major Tom (Ten, Nine Eight, Seven, Six)
Commencing countdown, engines on (Five, Four, Three, Two)
Check ignition and may God's love be with you (One, Liftoff)
This is Ground Control to Major Tom
You've really made the grade
And the papers want to know whose shirts you wear
Now it's time to leave the capsule if you dare
This is Major Tom to Ground Control
I'm stepping through the door
And I'm floating in a most peculiar way
And the stars look very different today
For here
Am I sitting in a tin can
Far above the world
Planet Earth is blue
And there's nothing I can do
Though I'm past one hundred thousand miles
I'm feeling very still
And I think my spaceship knows which way to go
Tell my wife I love her very much... she knows
Ground Control to Major Tom
Your circuit's dead, there's something wrong
Can you hear me, Major Tom?
Can you hear me, Major Tom?
Can you hear me, Major Tom?
Can you....
Here am I floating round my tin can
Far above the moon
Planet Earth is blue
And there's nothing I can do.
21 julio 2009
Elvis, Sinatra y el rock and roll
La presleymanía constituyó un fenómeno social de tal magnitud que parte de la sociedad estadounidense creyó que Elvis y el Rock and Roll eran la peor de las amenazas. Frank Sinatra, quizás al ver en peligro su supremacía como primera voz de Estados Unidos, también arremetió en 1958 contra el nuevo género musical: "Mi única y seria preocupación es la insistencia de las compañías discográficas y de las productoras cinematográficas en promover la más brutal, desagradable, degenerada y viciosa forma de expresión que he tenido la desgracia de escuchar. Naturalmente me estoy refiriendo al rock and roll (...) Está cantado, tocado y escrito por cretinos y en su mayor parte se basa en imbéciles reflexiones y maliciosos, lascivos y sucios textos. Se ha convertido en la música marcial de cada delicuent que podemos encontrar en la faz de la tierra". No obstante, Sinatra, que llegó a declarar públicamente sobre Elvis que "su música es deprorable, un afrodisíaco que apesta a rancio", tuvo que tragarse sus impertinencias y, en un desesperado intento por aumentar la cuota de pantalla de su programa televisivo (patrocinado por Timex y grabado -fueron cuatro programas bimestrales- en el famoso Grand Ballroom, con capacidad para 2, 200 espectadores, del Hotel Fontainebleau de Miami), negoció con el coronel Parker la participación de Elvis en el mismo, lo que supuso la primera aparición pública del cantante de Tupelo tras su regreso del ejército. (Fue así como dicho programa fue mejor conocido como Welcome Home, Elvis)
A raíz de este encuentro las relaciones entre los dos cantantes se normalizaron, y en los años '70 se pudo ver a Sinatra como invitado en el backstage de los conciertos de Presley en Las Vegas.
Andrés López y J.C. García
RBA Coleccionables
http://www.youtube.com/watch?v=RZDv_uguXBE
A raíz de este encuentro las relaciones entre los dos cantantes se normalizaron, y en los años '70 se pudo ver a Sinatra como invitado en el backstage de los conciertos de Presley en Las Vegas.
Andrés López y J.C. García
RBA Coleccionables
http://www.youtube.com/watch?v=RZDv_uguXBE
Presentación completa de Elvis en el programa de Frank Sinatra cantando: "Fame and Fortune", "Stuck on you" y en forma de dueto con el propio Sinatra: "Love me tender/Witchcraft" .
19 julio 2009
Con lengua o sin lengua

Me gusta el centro de Madrid. Es mestizo y cosmopolita: una especie de legión extranjera donde cualquiera puede enrolarse. Es ésta una ciudad bronca, generosa, con una potencia cultural extraordinaria que quisieran para sí otras urbes que van de modernas. Es cierto que casi todos los lugares castizos que amaba han dejado de serlo. En vano busco la huella de Felipe y Mari Pepa, o la de esos pícaros que encarnó en el cine el gran Tony Leblanc por los años 50. Tampoco del Madrid elegante –Pasapoga, Chicote, Fuyma– queda apenas rastro, y el chotis famoso de Agustín Lara dejó de tener sentido. Sin embargo, pasear por el centro es una experiencia intensa de la ciudad, la Europa que representa, el mundo que, para bien o para mal, nos pertenece y espera. No digo que este Madrid me guste más que el otro. Desde luego que no. Falta educación y sobran maneras bajunas. Pero es lo que hay, y lo que queremos que haya. Como tal debo aceptarlo, considerando sus virtudes y ventajas. De lo que no cabe duda es de que se trata de un Madrid más luminoso, justo y libre. Vaya una cosa por la otra.
Pienso en ello mientras camino por la acera de la Gran Vía. Hay allí dos viejos roqueros cubiertos de tatuajes, habituales del sitio. También lumis variopintas, un negro que toca el saxo, un limpiabotas mejicano –el rey del brillo, afirma el cajón– y una librería que sigue viva y llena de gente. Frente a un semáforo en rojo se abraza una pareja. Son dos hombres jóvenes. Lo hacen con mucha naturalidad y afecto. Con ternura. Uno le pasa una mano por la nuca al otro, acariciando su cabello. No hay en ellos nada de extravagante, o escandaloso. La actitud es propia de una pareja cualquiera, heterosexual o no. Otra cosa sería –mis reflejos son viejos y automáticos, qué remedio– dos pavos metiéndose la lengua y sobándose sin recato. Eso lo estimaría tan desagradable como si lo hicieran un pavo y una pava. No por cuestiones morales, sino por simple estética. Hay momentos y lugares para cada cosa. Creo. Por eso no me agradan los que se magrean excesivamente en público, sean hombres, mujeres, pareja convencional o pareja de la Guardia Civil. Me parece una falta de consideración. Una ordinariez propia de gentuza.
Hay a mi lado un fulano que mira a la pareja con cara de desagrado y luego se vuelve hacia mí, como buscando complicidad. No dice nada, pero es evidente lo que piensa. Menudo espectáculo, etcétera. En ésas el semáforo se pone en verde, todos seguimos adelante, y me quedo con la inquietud de si el que me miró se lleva la impresión de que comparto su enfoque del asunto. Me habría gustado contarle algo personal. Un recuerdo de juventud: parque de ciudad mediterránea y pareja de dieciséis o diecisiete años, chico y chica sentados en un banco, ella con la cabeza apoyada en el hombro de él. Y en ésas, un guarda jurado de los de antes, con bandolera de cuero y chapa dorada, parándose delante para darles la bronca por la actitud. El representante de la autoridad, o sea. El esbirro estúpido de un sistema hipócrita regido por curas que tonteaban con niñitos en el cole y por espadones de comunión diaria, casados con loros resecos que meaban agua bendita, ganándose el sucio jornal de la decencia a costa de dos chicos sentados en un banco. «A ver si tenemos posturas más decentes», fueron las palabras exactas de aquel cerdo vestido de pana marrón. Y cuando –ella, avergonzada, mantenía el rostro oculto en el hombro de él– el jovencito se encaró con el guarda diciendo que la chica estaba mareada y se apoyaba por eso, el otro, chulesco, perdonavidas, con esa insolencia que los mierdas con autoridad suelen mostrar ante los más débiles, respondió: «Pues en cuanto se espabile, largo de aquí. Y ligeritos». Y aquel muchacho, que cuarenta años después todavía recuerda aquello con impotencia y rubor, lamentó no tener edad suficiente para levantarse y, con alguna garantía de éxito, intentar romperle la cara a ese hijo de puta.
Calculo ahora, recordando, la suerte que habrían corrido entonces los dos hombres jóvenes abrazados del semáforo. La que corrieron tantos por menos de eso, a manos de representantes de la autoridad, de guardas jurados y guardias ejemplares, custodios celosos de la moral y las buenas costumbres. Cuánto sufrimiento y cuánta amargura irreparables. Cuánta injusticia. Por eso merece la pena lo ganado desde entonces, a cambio de otras cosas, buenas o malas, que se quedaron en el camino. Con miserables como el del parque dedicados hoy –por desgracia, nunca faltarán voluntarios para delatar o reprimir a otros– a menesteres menos evidentes y grotescos. Así que, concluyo, bendito sea este Madrid donde pueden abrazarse dos jóvenes en la calle sin que un sicario a sueldo del obispo o el comisario de turno los importune con su vileza insolente. Puestos a elegir entre esto y aquello, incluso violentando las buenas maneras, prefiero verlos meterse la lengua. Hasta dentro.
Arturo Pérez-Reverte
XL Semanal
19 de julio de 2009
Pienso en ello mientras camino por la acera de la Gran Vía. Hay allí dos viejos roqueros cubiertos de tatuajes, habituales del sitio. También lumis variopintas, un negro que toca el saxo, un limpiabotas mejicano –el rey del brillo, afirma el cajón– y una librería que sigue viva y llena de gente. Frente a un semáforo en rojo se abraza una pareja. Son dos hombres jóvenes. Lo hacen con mucha naturalidad y afecto. Con ternura. Uno le pasa una mano por la nuca al otro, acariciando su cabello. No hay en ellos nada de extravagante, o escandaloso. La actitud es propia de una pareja cualquiera, heterosexual o no. Otra cosa sería –mis reflejos son viejos y automáticos, qué remedio– dos pavos metiéndose la lengua y sobándose sin recato. Eso lo estimaría tan desagradable como si lo hicieran un pavo y una pava. No por cuestiones morales, sino por simple estética. Hay momentos y lugares para cada cosa. Creo. Por eso no me agradan los que se magrean excesivamente en público, sean hombres, mujeres, pareja convencional o pareja de la Guardia Civil. Me parece una falta de consideración. Una ordinariez propia de gentuza.
Hay a mi lado un fulano que mira a la pareja con cara de desagrado y luego se vuelve hacia mí, como buscando complicidad. No dice nada, pero es evidente lo que piensa. Menudo espectáculo, etcétera. En ésas el semáforo se pone en verde, todos seguimos adelante, y me quedo con la inquietud de si el que me miró se lleva la impresión de que comparto su enfoque del asunto. Me habría gustado contarle algo personal. Un recuerdo de juventud: parque de ciudad mediterránea y pareja de dieciséis o diecisiete años, chico y chica sentados en un banco, ella con la cabeza apoyada en el hombro de él. Y en ésas, un guarda jurado de los de antes, con bandolera de cuero y chapa dorada, parándose delante para darles la bronca por la actitud. El representante de la autoridad, o sea. El esbirro estúpido de un sistema hipócrita regido por curas que tonteaban con niñitos en el cole y por espadones de comunión diaria, casados con loros resecos que meaban agua bendita, ganándose el sucio jornal de la decencia a costa de dos chicos sentados en un banco. «A ver si tenemos posturas más decentes», fueron las palabras exactas de aquel cerdo vestido de pana marrón. Y cuando –ella, avergonzada, mantenía el rostro oculto en el hombro de él– el jovencito se encaró con el guarda diciendo que la chica estaba mareada y se apoyaba por eso, el otro, chulesco, perdonavidas, con esa insolencia que los mierdas con autoridad suelen mostrar ante los más débiles, respondió: «Pues en cuanto se espabile, largo de aquí. Y ligeritos». Y aquel muchacho, que cuarenta años después todavía recuerda aquello con impotencia y rubor, lamentó no tener edad suficiente para levantarse y, con alguna garantía de éxito, intentar romperle la cara a ese hijo de puta.
Calculo ahora, recordando, la suerte que habrían corrido entonces los dos hombres jóvenes abrazados del semáforo. La que corrieron tantos por menos de eso, a manos de representantes de la autoridad, de guardas jurados y guardias ejemplares, custodios celosos de la moral y las buenas costumbres. Cuánto sufrimiento y cuánta amargura irreparables. Cuánta injusticia. Por eso merece la pena lo ganado desde entonces, a cambio de otras cosas, buenas o malas, que se quedaron en el camino. Con miserables como el del parque dedicados hoy –por desgracia, nunca faltarán voluntarios para delatar o reprimir a otros– a menesteres menos evidentes y grotescos. Así que, concluyo, bendito sea este Madrid donde pueden abrazarse dos jóvenes en la calle sin que un sicario a sueldo del obispo o el comisario de turno los importune con su vileza insolente. Puestos a elegir entre esto y aquello, incluso violentando las buenas maneras, prefiero verlos meterse la lengua. Hasta dentro.
Arturo Pérez-Reverte
XL Semanal
19 de julio de 2009
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