31 julio 2010

Ver para creer

El Ángel de la Independencia (Nefastulo, galería Flick, 2008)


Siete es un número mágico pero quizá representa demasiados años para que una ciudad o una persona se transforme, cambie o se reinvindique. Hay tantos recuerdos ligados a calles, lugares, personas, pero durante estos días que llevo de mi visita en el DF, tengo la sensación de que se han diluido, quizá como causa natural del paso del tiempo.

. El DF hecho un caos por obras por aquí, obras por allá: una de las avenidas principales que contaba con cuatro carriles (sólo de un sentido) "destripada" por la construcción de un sistema de transporte llamado Metrobús (que irá en contrasentido) según para ahorrar tiempo en los traslados y erradicar a la mayor parte del transporte público (microbuses). Obras cuasi faraónicas que joden vivo no sólo a los paseantes, sino a los que viven en los alrededores de las mismas. Como la construcción de la Línea 12 del metro en la colonia Del Valle.

. El legendario parque de beisbol transformado en una enorme plaza comercial con cines y gran zona de restaurantes incluidos, claro. Y no, no estamos hablando de las afueras del DF, sino de una zona cercana al centro (a 20 minutos, aproximadamente) y a tiro de piedra de otra plaza comercial un poco más modesta y de un centro hospitaliario muy importante de la Seguridad Social.

. Aquel viejo panteón Francés de Viaducto, donde los darkies de antaño se saltaban las tapias y después contaban historias de los más estrambóticas, ahora está muy bien "custodiado" gracias al alambre de púas que corona esas tapias al más puro estilo presidario.

. Controles de alcoholemia "a la mexicana" un jueves por la noche, sobre un eje vial y cerca de una zona no de bares sino de restaurantes: los policías restringiendo la circulación con conos naranjas en formación V y no usan lámparas fosforecentes para indicar que pases por el control, sino que allá tú si a diez kilómetros de distancia no has visto las luces de las torretas de los coches de policía :P Y también pobre de ti como des positivo porque nadie te salva de pasar 48 horas detenido.

. No sé si así sea en todos los bares del DF pero señoras, señores, no se les ocurra ir al mentado Bar 101 en la Condesa, justo arriba de La Garufa (mi marido de nuevo alucinaba con esa "costumbre" de abrir bares en los segundos pisos). Sujetos malencarados y un tanto prepotentes custodiando la puerta: estoy de acuerdo con las medidas de seguridad y estoy acostumbrada por todos los años que viví en este lado del mundo, pero me parece ridículo, verdaderamente ridículo que le hayan casi exigido a mi marido que hiciera el favor de guardarse la cartera porque la llevaba sujeta con una cadena, vamos, que el peligro no radicaba en que se la pudieran robar, sino en la mentada cadenita de los cojones. Y luego entras al bareto y te sirven la cerveza en botella que en el peor de los casos es más mortal como arma que una cadena. Pero eso no ha sido todo, el servicio pésimo: si no asisten las personas justas para llenar una mesa, olvídate de ella, que cuando ya un mesero te ha dicho que puedes sentarte donde quieras, viene otro elemento y te dice que nanay, que como no son cuatro los que ocuparán la mesa, te tienes que levantar y búscate la vida con sus mentados "tambos" que sirven como mesitas (lo que te condena a estar de pie toda la noche). Y no, no puedes estar en la barra (como en cualquier otro bar del mundo) porque no permites que fluya el servicio O_O Además, te miran mal si sólo consumes cerveza porque su "negocio" radica en el mentado descorche de botellas de licor cuyo precio casi triplican y con la correspondiente propina del mesero, claro está, que tiene que ser a la altura de la estratosférica cuenta. Vale, eso es digno de una discoteca, aquí y en China, pero no de un bareto pequeño y con un ambiente francamente deprorable.

. Mala Fama es una cosa rara que también se sitúa en la Condesa: restaurante-billar o algo así donde va la "juventú" que es sana sanísima porque sólo sirven cerveza y cócteles preparados con vino espumoso, blanco o tinto (divertidísimo para nosotros que tengan en la carta el kalimocho que no es otra cosa que tinto con coca-cola y que es lo primero que beben los chiquillos en España, cuando comienza a ir de fiesta y no tienen casi dinero). Me hizo sentir incómoda tanta "buena vibra", hahaha, con los chicos atestando las mesas de billar (algunas chicas muy arregladitas como si fuesen de discoteca) y teniendo la posibilidad de jugar hasta ajedrez en sus mesas O_O o como los chicos de la mesa de al lado que se divertían con el mentado Jenga, última cosa que me pasaría a mí por la cabeza para salir y divertirme un sábado por la noche. Y no, no es nada barato y tampoco es que el Mala Fama tenga un menú excelso: pizzas, hamburguesas, ensaladas, sandwiches y poco más.

. Las sinfonías mañaneras ahoran son aderezadas ya no por aquellos vendedores de garrafones de agua marca Electropura que al más puro estilo Johnny Weissmuller gritaban: Aguaaaaaaaa!!! sino por los gentiles vendedores de gas que extrañamente, por estos rumbos del DF, vienen todos los días incluyendo los domingos y entonan el dulce cántico de Gaaaaaaaaaaas!!! desde las ocho de la mañana. También hay que incluir a esos ropavejeros modernos que a través de megafonía (con la voz de una mujer que seguro es la lideresa o algo así, porque por toda la ciudad y sus alrededores se deja escuchar la grabación) nos invita a deshacernos de "todo el fierro viejo" que nos sobre incluyendo microhondas, lavadoras, colchones, estufas, etc. Ah, no olvidemos los camiones de basura cuyo anuncio es la mentada campanita que agitan con singular alegría y que vuelve locos a los perros, hahaha. Y no es por ser más papistas que el Papa, pero por estos lares del mundo, no saben qué es eso de separar la basura. Por no haber no hay ni contenedores para la basura en general: la gente tira las bolsas directamente en el camión o el basurero en turno, gentilmente (propina de por medio) se encarga de vaciar los botes hogareños.

. Y si tanto nos quejamos de la corrupción no es culpa de los demás, sino de nosotros mismos. Que tengo la impresión de que de algunos años para acá, se abusa y mucho del uso de la propina p-a-r-a t-o-d-o. Estoy de acuerdo que la mayor parte del sueldo de un mesero radica en las propinas, pero creo que por su buen servicio, no porque sea obligatorio. Hasta para venderte un pollo rostizado (asado) cuenta y mucho si previamente le has dado una "comisión" al vendedor. Vamos, que recibirás mejor trato y más rápido (así haya una fila de veinte mil personas) si bajita la mano le has dado algunas monedas, pocas, que tampoco se trata de doblar el precio de lo que vas a comprar. No hablemos de los chicos que en los centro comerciales te guardan la compra y que aquí son conocidos como "cerillos". Hace muchos años eran apenas unos niños, pero como quedaba muy feo eso y las grandes cadenas podrían ser acusadas de explotación infantil, hahaha, se optó por adolescentes, pero tampoco es que tengan 17 o 18 años. Como esta modalidad no se acostumbra en España y como pronto tuve que amoldarme a eso de que cada quien se apaña con su compra, juro que me desespera que alguien venga y acomode lo mucho o poco que he comprado como mejor le parece, haciendo una ostentación un poco rara de su buena labor como "guardador de cosas" y ojito, que luego van apartando algunas cosillas so pretexto de que están guardando todo a gran velocidad. Nanay, que yo creo que eso es robo hormiga porque mientras la gente paga, estos chicos van guardando en una cantidad casi infame de bolsitas. Y claro, no estás obligada, pero al final terminas dando otra propina al cerillo.

. Me ha sorprendido ver que también los taxistas reciben propina O_O Aquí hay moneditas hasta de 10 centavos, pero los amos del volante "redondean" la cifra que aparece en los taxímetros y si el servicio ha sido bueno (han sido amables, corteses, han procurado ir por donde se les ha indicado y no te han echado los tejos (los perros) como recientemente me pasó, hahaha) entonces se les puede dar dos pesos más, que no es mucho, cierto, pero ya el costo del servicio te ha costado un piquito más.

. El uso de la motocicleta no está muy generalizado, a excepción claro de los repartidores de pizza o de los mensajeros que en la mayoría de los casos llevan verdaderos trastos :P Lo que más veo son ciclomotores o lo que aquí se llama motonetas que no son otra cosa que los scooters. Pocas motos de gran cilindrada he visto y demasiados conductores sin casco :/ o si lo llevan es al más puro estilo nazi, que para maldita la cosa sirve en caso de accidente, o luciendo una cresta de peluche ;-) (será una moda, seguro, hahaha, que ya he visto a varios). Poco casco integral y poca profesionalidad a la hora de escogerlo, que he visto tiendas donde rematan cascos por precios de risa y sólo son ornamentales :P

. Los peatones cruzan por donde se les ocurre y/o antoja :P Yo que ya me acostumbré a cruzar por las esquinas (que en España es obligatorio que lo hagas por la "cebra", la línea de rayas blancas o amarillas y una cuestión elemental de lógica) veo a mi padre cuasi como un suicidia en potencia cada vez que vamos con él por la calle y te indica que aquí, que en mitad de la calle hay que cruzar porque no hay que fiarse ni de los semáforos pues hay mucho loco que se los salta O_O Y según hay rumores, casualmente, de que van a comenzar a multar a los peatones que tengan esa costumbre porque lo lógico es cruzar por las esquinas.

. Por estos lares, distinto a España donde eso de que te llamen señora es muy bonito, parece casi un insulto :P (según la creencia de que te están llamando "vieja"). Aunque te vean con un chiquillo de la mano, en señal de cortesía te llaman señorita, hahaha, todos los que prestan servicios. Y ya se imaginarán mi cara cuando volví a ser llamada de tal modo. O en el peor de los casos, para evitar confusiones, hahaha, se dirigen a ti como seño, siempre de usted y generalmente con una sonrisa.

(Continuará)


30 julio 2010

Come close your eyes



http://www.youtube.com/watch?v=2BtiEzLVRuQ

"Vollmond" - In Extremo (DVD Raue Spree, 2006)



Komm schließ die Augen, glaube mir
Wir werden fliegen über`s Meer
Ich bin nach deiner Liebe so krank
Die sich an meinem Blut betrank

Der Tag verschwand
Du wirfst dein Kleid vom Leib
Hast dein weißes Licht mir angezündet
Du mein Abendweib
Mit Wurzelhaar und Tiergesicht
Und immer werden meine Augen weit
Wenn in der Nacht
Mir solch ein Mond erscheint

Komm schließ die Augen ...

Die Bäume wachsen in den Mai
Wer will schon einsam sein
Doch heute in dem mildem Licht
Bist du so nackt und heiß
Mund an Mund die lange Nacht
Der helle Mond zieht seinen Kreis
Auf dem Boden
Da liegt dein weißes Kleid

Komm schließ die Augen ...




Full Moon

Come close your eyes, believe me
...We will fly over the sea...
I need the love so badly
Which got drunk on my blood

The day ended
You ripped your dress from your body
Lit me with your white light
You are my woman of the night
With hair of roots and animal face
And my eyes always dilate
When in the night
Such a moon appears to me

Come close your eyes...

The trees grow in May
Who wants to be lonely
But today in the mild light
You are so naked and hot
Mouth on mouth throughout the long night
The bright moon casts is circle
On the ground
Your white dress is lying there

Come close your eyes...


Del álbum "Sünder ohne Zügel" (2001)

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Uno de mis temas favoritos de la tremenda banda germana In Extremo. Y no sólo por la musicalización sino también por la letra que sin duda, habla de una vampira ;-)

Mañana publicaré mis impresiones de estos 22 días en mi tierra, jejeje. Hoy disculparán mi parquedad, pero aún sostengo una dura batalla con esos dolores de cabeza que en ocasiones me joden no sólo la mañana porque me despiertan, sino todo el día :P

26 julio 2010

Esther Freud, a la felicidad por la escritura

Esther Freud (Foto: Miguel A. Fonta)



"Cada día dudo entre limpiar o trabajar. Siempre termino escribiendo". Esther Freud observa la habitación de su casa en el norte de Londres como si fuera la primera vez en mucho tiempo: "Compré esa pelota azul para aliviar la espalda durante mi tercer embarazo y nunca volví a usarla. De eso hace seis años. Es como si no la viera". A esta escritora londinense de 47 años, bisnieta de Sigmund Freud e hija de Lucian Freud ("sólo pienso en mi apellido durante las entrevistas"), el oficio de escribir le proporciona una dicha inquebrantable. "Acabo de terminar una novela y ya he empezado otra. Creí que encontraría algo diferente que hacer entremedias, pero nada me proporciona tanto placer". Su próximo proyecto explorará el territorio de lo sobrenatural: "Para mí es muy real. Viví cinco años en una casa que tenía una presencia malvada. Tan terrorífica que me hacía desvanecerme de noche. Pero no quería aceptarlo, porque era un buen piso, muy barato". Y su recién finalizada novela, que se publicará en Reino Unido el próximo año, sigue a un grupo de actores desde la escuela de arte dramático. Ex actriz y casada con el actor británico David Morrissey, Freud montó la novela sabiendo bien de lo que hablaba: "A mi marido le asustaba verse expuesto. Le parecía mal. Pero los escritores tenemos que seguir adelante. Tenemos una pieza de cristal en el corazón". No es la primera vez que Freud hace temblar a los suyos. Su primer libro, Una infancia en Marraquech, está basado en su niñez vagabundeando por Marruecos. La novela muestra un entorno tan mágico como amenazante, una joven madre irresponsable y un padre distante. "Tengo la suerte de que mi familia lo entienda. No es que estuvieran emocionados con el libro, pero todos los resentimientos se han disipado. Hay dos cosas que paralizan la escritura: una es preocuparse por lo que pensará tu madre y otra empezar queriendo saber cómo se desenvolverá la historia". Posar para su padre le hizo ver las entrañas del proceso creativo. "Me enseñó que la paciencia y la capacidad de trabajo son fundamentales. Él me dijo que el talento influye una mínima parte, que el resto tiene que ver con el esfuerzo". La novelista escribe de diez a dos de la tarde, con las carantoñas de su gata como única interrupción. El resto del día lo dedica a su marido y a sus tres hijos. Su plácida vida familiar es muy diferente de su peripatética infancia. Pero Freud no da muchas vueltas a su fortuna. "Solía pensar que cuando te llega demasiada suerte, tenía que sucederte algo malo. Un día me di cuenta de que las cosas simplemente ocurren, no significan nada. Para mí fue toda una liberación".


Brenda Otero
Perfil: El Rincón
El País
17 de julio de 2010


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"Nunca fui paciente en un tratamiento psicoanalítico"

La reconocida novelista es bisnieta de Sigmund e hija de Lucian (el artista vivo más cotizado del mundo). Dice que nadie sabe cuántos hermanos tiene ya que su padre no pudo adaptarse a la vida burguesa. Y sostiene que el psicoanálisis no es para cualquiera


En el elegante extremo norte de la ciudad de Londres, bordeando Highgate Park, en una plácida calle donde solamente hay casas, la escritora Esther Freud abre la puerta de la suya. Allí reside con su marido, el actor David Morrissey, y los tres hijos de ambos. Hija del artista Lucian Freud y bisnieta del célebre creador del psicoanálisis, Sigmund Freud (de quien, este miércoles, se cumplieron 70 años de su fallecimiento); Esther Freud encontró, en sus novelas, su propia voz.

- Usted es portadora de apellido. ¿Cómo lleva esta situación?
- En Inglaterra nunca me preguntan acerca de mi familia. Sigmund Freud se estableció aquí con su mujer y sus seis hijos en 1933. En cambio, cuando viajo al exterior, particularmente a lugares donde se practica el psicoanálisis, el tema causa gran curiosidad.

- ¿Cuándo comenzó a escribir?
- Fue mientras estudiaba actuación. Nos hacían escribir historias sobre los personajes que íbamos a representar. A mí me atraía más esa tarea que la de subir al escenario. Tardé un tiempo en darme cuenta de que la escritura era lo mío y nunca dejo de agradecerlo.

- ¿Suele viajar a las presentaciones de sus libros en el exterior?
- Sí, me gusta. Iré pronto a Alemania, asistiré a un festival literario en Colonia, luego haré una lectura en Berlín, la ciudad donde nació mi padre. Es interesante visitar Berlín por ese motivo; además, él afirma que no volvería allí.

- ¿Por qué Lucian Freud no regresaría a su país natal?
- El no siente ningún tipo de nostalgia respecto de Alemania, se fue en su temprana adolescencia. No llegó a Inglaterra como un refugiado, pero tuvieron que irse por razones de fuerza mayor. En algún sentido, él no querría que vaya, a pesar de que estuve en Alemania varias veces. Cuando se lo conté, me miró sorprendido, su pregunta era por qué me interesaría ir. De todas formas, creo que no se puede vivir a través de los sentimientos de los padres de uno. Entiendo muy bien lo que pasó con los Freud allí. Sigmund, mi bisabuelo, fue perseguido y logró emigrar a Inglaterra. Sin embargo, creo que pasó tiempo y no me parece que se pueda responsabilizar a las nuevas generaciones alemanas por lo que hizo su país en la Segunda Guerra Mundial.

- Durante su infancia, ¿escuchó historias sobre sus ancestros?
No. Justamente varios de mis libros tratan acerca eso: de gente que no habla sobre lo que le sucedió en el pasado. Digamos que padecí de una grave falta de información. Así fue como empecé a formular preguntas; sin embargo, las respuestas eran escasas, entonces les preguntaba a otras personas. En mi novela Volver a Glasgow utilicé correspondencia de mis abuelos que pude recuperar.

- ¿Quiénes eran sus abuelos?
- Mi abuelo era Ernest Freud, el menor de los varones de los Freud, eran tres varones y tres mujeres. Era arquitecto. Decía que había estudiado arquitectura porque ninguno de sus padres sabía acerca de esa disciplina. De hecho, fue el más independiente de los hijos. Sigmund, su padre, le escribió una carta en la cual lo felicitó: a los 30 años tenía su profesión, era económicamente solvente, estaba casado con una mujer a la que amaba y tenía un hijo. Luego tuvo dos más, uno es mi padre y el otro Clement, un reconocido político.

- ¿Alguna vez vivió toda su familia junta? Me refiero a sus padres, usted y su hermana.
- Desde que nací, mis padres vivían separados. Tengo una hermana mayor. Mis padres son amigos desde aquella época, lo cual me alegra.

- Ha indagado varias veces en el tema de las familias ensambladas y de la ausencia del padre. En su novela Peerless Flats, ¿cómo obtuvo información acerca de ese submundo inglés, de la gente que vive de pensiones de desempleo y habita en viviendas que les brindan los municipios?
- Lo obtuve fácilmente porque vivimos tantos estilos de vida distintos... Si uno mira la casa que tengo ahora resulta inverosímil que pueda haber conocido ese costado de la vida. Creo que al haber pasado por instancias tan disímiles desarrollé un profundo interés por el tema de la familia. En cierta época vivía solamente con mi madre y mi hermana; luego, ella volvió a casarse, nos convertimos en una familia grande. Al tiempo se separaron y nos quedamos mi madre y yo. Crecí en Essex. A los 16 años, cuando vine a Londres para estudiar actuación, estuve más cerca de mi padre y conocí a sus otros hijos.

- ¿Cuántos hijos tiene su padre?
- Nadie sabe, realmente. Puedo decir que conozco ocho. Cada tanto aparece alguien que dice que es hijo suyo. El eligió un estilo de vida coherente con su arte: reside en su estudio y lo que más le interesa, es la pintura. La vida burguesa no le funcionó. Intentó formar una familia tradicional cuando era muy joven; más adelante, decidió vivir a su manera. Hace poco cumplió 85 años y le hicimos un festejo a donde asistieron varios de mis hermanos.

- ¿Escribió sobre su padre?
- En el último libro lo utilicé como inspiración para un personaje. En los anteriores más bien me dediqué a escribir acerca del padre ausente.

- ¿De qué trata su nueva novela?
- Se trata de un grupo de actores. Me interesan mucho los personajes, sigo el desarrollo de cada uno. El argumento no es lo más importante en esta novela.

- ¿Qué piensa acerca del psicoanálisis?
- Creo que las terapias basadas en la palabra pueden ser muy útiles. Nunca fui paciente en un tratamiento psicoanalítico. Más bien diría, como afirma mi padre, que es una buena forma de curación para gente que está enferma: no es para cualquiera.


Paula Varsavsky - Escritora y periodista. Su última
novela es "El resto de su vida" (Mondadori 2007)
La Gaceta
27 de septiembre de 2009




25 julio 2010

Carta a un joven escritor (I)


Pues sí, joven colega. Chico o chica. Pensaba en ti mientras tecleaba el artículo de la semana pasada. Recordé tus cartas escritas con amistad y respeto, el manuscrito inédito –quizá demasiado torpe o ingenuo, prematuro en todo caso– que me enviaste alguna vez. Recordé tu solicitud de consejo sobre cómo abordar la escritura. Cómo plantearte una novela seria. Tu justificada ambición de conseguir, algún día, que ese mundo complejo que tienes en la cabeza, hecho de libros leídos, de mirada inteligente, de imaginación y ensueños, se convierta en letra impresa y se multiplique en las vidas de otros, los lectores. Tus lectores.

Vaya por delante que no hay palabras mágicas. No hay truco que abra los escaparates de las librerías. Nada garantiza ver el fruto de tu esfuerzo, esa pasión donde te dejas la piel y la sangre, publicado algún día. Este mundo es así, y tales son las reglas. No hay otra receta que leer, escribir, corregir, tirar folios a la papelera y dedicarle horas, días, meses y años de trabajo duro –Oriana Fallacci me dijo en una ocasión que escribir mata más que las bombas–, sin que tampoco eso garantice nada. Escribir, publicar y que tus novelas sean leídas no depende sólo de eso. Cuenta el talento de cada cual. Y no todos lo tienen: no es lo mismo talento que vocación. Y el adiestramiento. Y la suerte. Hay magníficos escritores con mala suerte, y otros mediocres a quienes sonríe la fortuna. Los que publican en el momento adecuado, y los que no. También ésas son las reglas. Si no las asumes, no te metas. Recuerda algo: las prisas destruyeron a muchos escritores brillantes. Una novela prematura, incluso un éxito prematuro, pueden aniquilarte para siempre. Lo que distingue a un novelista es una mirada propia hacia el mundo y algo que contar sobre ello, así que procura vivir antes. No sólo en los libros o en la barra de un bar, sino afuera, en la vida. Espera a que ésta te deje huellas y cicatrices. A conocer las pasiones que mueven a los seres humanos, los salvan o los pierden. Escribe cuando tengas algo que contar. Tu juventud, tus estudios, tus amores tempranos, los conflictos con tus padres, no importan a nadie. Todos pasamos por ello alguna vez. Sabemos de qué va. Practica con eso, pero déjalo ahí. Sólo harás algo notable si eres un genio precoz, mas no corras el riesgo. Seguramente no es tu caso.

No seas ingenuo, pretencioso o imbécil: jamás escribas para otros escritores, ni sobre la imposibilidad de escribir una novela. Tampoco para los críticos de los suplementos literarios, ni para los amigos. Ni siquiera para un hipotético público futuro. Hazlo sólo si crees poder escribir el libro que a ti te gustaría leer y que nadie escribió nunca. Confía en tu talento, si lo tienes. Si dudas, empieza por reescribir los libros que amas; pero no imitando ni plagiando, sino a la luz de tu propia vida. Enriqueciéndolos con tu mirada original y única, si la tienes. En cualquier caso, no te enfades con quienes no aprecien tu trabajo; tal vez tus textos sean mediocres o poco originales. Ésas también son las reglas. Decía Robert Louis Stevenson que hay una plaga de escritores prescindibles, empeñados en publicar cosas que no interesan a nadie, y encima pretenden que la gente los lea y pague por ello.

Otra cosa. No pidas consejos. Unos te dirán exactamente lo que creen que deseas escuchar; y a otros, los sinceros, los apartarás de tu lado. Esta carrera de fondo se hace en solitario. Si a ciertas alturas no eres capaz de juzgar tú mismo, mal camino llevas. A ese punto sólo llegarás de una forma: leyendo mucho, intensamente. No cualquier cosa, sino todo lo que necesitas. Con lápiz para tomar notas, estudiando trucos narrativos –los hay nobles e innobles–, personajes, ambientes, descripciones, estructura, lenguaje. Ve a ello, aunque seas el más arrogante, con rigurosa humildad profesional. Interroga las novelas de los grandes maestros, los clásicos que lo hicieron como nunca podrás hacerlo tú, y saquea en ellos cuanto necesites, sin complejos ni remordimientos. Desde Homero hasta hoy, todos lo hicieron unos con otros. Y los buenos libros están ahí para eso, a disposición del audaz: son legítimo botín de guerra.

Decía Harold Acton que el verdadero escritor se distingue del aficionado en que aquél está siempre dispuesto a aceptar cuanto mejore su obra, sacrificando el ego a su oficio, mientras que el aficionado se considera perfecto. Y la palabra oficio no es casual. Aunque pueda haber arte en ello, escribir es sobre todo una dura artesanía. Territorio hostil, agotador, donde la musa, la inspiración, el momento de gloria o como quieras llamarlo, no sirve de nada cuando llega, si es que lo hace, y no te encuentra trabajando.


Arturo Pérez-Reverte
XL Semanal
25 de julio de 2010



24 julio 2010

Danzas de la muerte


'Dança da Morte' recorre las fiestas ibéricas del siglo XIV en torno a la muerte


La muerte no ha sido siempre en España esa desagradable vieja vestida de negro que iba con una guadaña reclutando personas para engrosar sus huestes. Al contrario, ha habido épocas en que era vista como algo natural y parte de la vida. Y para la que había que prepararse con celebraciones y fiestas, como Ana Zamora y Luis Miguel Cintra en 'Dança da Morte/Danza de la Muerte', un montaje de las compañías española Nao d'Amores y portuguesa Teatro de la Cornucopia que cada uno dirige.

El montaje, que durante todo el fin de semana puede verse en el Festival de Almagro, es un recorrido por las danzas macabras que recorrieron España y Portugal en torno al siglo XIV. Dirigido por Zamora e interpretado por un reparto encabezado por Cintra, uno de los más prestigiosos actores lusos, permite recuperar una parte de la literatura ibérica que no suele subir a los escenarios y para el que sus dos principales impulsores han debido emprender un viaje cuyo origen viene de antiguo.

El abuelo de la española es Alonso Zamora Vicente, mientras que el padre del portugués fue Luis Filipe Lindley Cintra, una pareja de eminentes investigadores de la lengua que se conocieron en los años 40 del siglo pasado cuando trabajaron con Menéndez Pidal. Años después sus descendientes se conocieron y, por esas casualidades de la vida, dos de ellos decidieron dedicarse al teatro.

El primero en hacerlo fue el mayor, Cintra, que dirige desde 1984 su compañía. Luego apareció Zamora que con su interés por los textos anteriores al Siglo de Oro y el hispano luso Gil Vicente amplió los horizontes de la escena nacional. Así que sólo faltaba que sus caminos coincidieran en algún punto, lo que ocurrió cuando el actor y director se interesó por el trabajo de su colega, lo fue a ver y le propuso unirse para levantar una producción juntos.

Un 'auténtico intercambio artístico'

"Compartimos muchas cosas, a los dos nos gustan los textos y la música antiguos, el teatro clásico y esa pasión que tenemos por lo popular por lo que no nos fue difícil empezar a buscar algo que nos interesara", recuerda Zamora. Además, ambos querían que la colaboración no fuera un mero trabajo entre dos compañías, sino que fuera más allá, que se convirtiera en "un auténtico intercambio artístico entre gentes de mundos distintos pero con ganas de aprender los unos de los otros".

Y si podía ser con textos que traspasaran la frontera entre Portugal y España, mejor que mejor. De ahí surgió la idea de buscar en la literatura de la muerte que recorrió los dos países, sin importar a qué lado de la raya estaba.

"Las danzas macabras medievales no pertenecen ni tienen un origen alemán o nórdico. Las danzas de la muerte tienen una raíz ibérica demostrada, con unas influencias moras y judías evidentes que no tienen las del resto de Europa", continúa la dramaturga y directora. "Aunque en Portugal no hay una 'Danza General' como en España, cuentan con las barcas de Gil Vicente, presentes en todas las religiones, por lo que nos lanzamos a investigar por ahí".

Las indagaciones le permitieron encontrarse con una realidad diferente de la que se tiene por existente. "Veían la muerte de una forma distinta de como lo hacemos nosotros y, también, sus predecesores, Para ellos la muerte formaba parte de la vida, era algo cotidiano en un tiempo en que las penurias, guerras o la peste del siglo XIV que había acabado con un tercio de la población".

Por eso "la conjuraban con una celebración de la vida, comunal, abierta a todos que duró hasta que llegó [el concilio de] Trento y acabó con esa fiesta que era y tantas otras cosas", ha asegurado Zamora.

'Dança da morte/Danza de la muerte' muestra esa realidad. Aunque lo hace con textos de los siglos XV y XVI ya que del XIV o hay documentos, pero sí material que lo refleja. Con ellos construye una dramaturgia que huye de la erudición para convertirse en un espectáculo popular con danzas, canto y música de la época, además de un vestuario inspirado en la tradición que puede sorprender a muchos que piensan que la austeridad y oscuridad eran los elementos característicos de la época.

También permanece el lenguaje de entonces. Mejor dicho, los lenguajes, porque el espectáculo es bilingüe. "Podíamos haber traducido los textos para España como nos decían algunas personas, pero no hemos querido. No sólo para mantener el rigor y la fidelidad a los originales, sino porque queríamos mantener ese espíritu de entonces que les llevaba a entenderse sin problemas en dos idiomas hermanos como son el castellano y el portugués".


Rafael Esteban
El Mundo
23 de julio de 2010



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http://www.youtube.com/watch?v=ruSV1swIUeo

Dansa de la Mort
Verges, Cataluña

23 julio 2010

She rules until the end of time



http://www.youtube.com/watch?v=J29SRnYUouQ

"Mother Earth" - Within Temptation


Birds and butterflies
Rivers and mountains she creates
But you'll never know
The next move she'll make
You can try
But it is useless to ask why
Cannot control her
She goes her own way

She rules until the end of time
She gives and she takes
She rules until the end of time
She goes her way

With every breath
And all the choices that we make
We are only passing through on her way
I find my strength
Believing that their soul lives on
Until the end of time
I'll carry them with me

she rules until the end of time
she gives and she takes
she rules until the end of time
she goes her way

Once you will know my dear
You don't have to fear
A new beginning
Always starts at the end
Once you will know my dear
You don't have to fear ...
Until the end of time x3
She goes her way

she rules until the end of time
she gives and she takes
she rules until the end of time
until the end of time
until the end of time
she goes her way.


Del álbum "Mother Earth" (2000)

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Pedazo de versión que forma parte del concierto especial que la banda Within Temptation ofreció el 7 de septiembre de 2008 en el Ahoy Arena de Rotterdam, donde fueron acompañados por la Metropole Orchestra y el Coro Pa'dam.

Perdonaran, estimados lectores, que me sienta más motivada por la música que por la letra de esta canción ;-) Hay tanta fuerza y tanta majestuosidad (aún sin el acompañamiento orquestal) que te llega hasta las fibras más profundas. De pronto, al escucharla, es como si en mi cabeza se montara una consecusión de imágenes sobre estos quince días que he cumplido en mi tierra :P

Recuerdos, cambios, escenas que parecían perdidas en los laberintos de la memoria, redescubrimientos de cosas que casi estaban olvidadas, sentimientos encontrados. Y áun no he hecho un scouting por todo el DF. Y esta lluvia que los primeros días despareció y que ahora vuelve con más fuerza. Este baño de cielo que transforma en líquido las sensaciones, los recuerdos y las emociones.

19 julio 2010

'Born to be wilde'


Una camiseta puede definir a quien la lleva por muchas razones, que no solo son las futbolísticas. Desde la llegada del punk y el háztelo tú mismo, la utilización de simbología y eslóganes al uso del consumidor forman parte del paisaje urbano contemporáneo. Por eso, cuando me estrechó la mano, no pude más que sorprenderme ante la declaración de principios que rezaba en su t-shirt. Alrededor de la imagen de Oscar Wilde, lucía la siguiente proclama: Born to be Wilde, un juego de palabras que parodiaba la famosa canción de Steppenwolf. «Olé tus cojones, amigo», pensé. Y mi interlocutor añadió con orgullo que, para él, Oscar Wilde había sido la primera estrella del rock and roll de la historia. Luego se despidió de mí con un aire de estudiada arrogancia.

De camino al hotel fui pensando en Baudelaire, Verlaine, Rimbaud y todos los poetas malditos que tanto han influido a varias generaciones de cultura rock. Yo me quedé en la revolución estética de Beau Brumell y con la apasionada vida de Lord Byron, así que pensé que el tipo no andaba desencaminado. La actitud y la provocación de la que hacía gala Oscar Wilde le hace merecedor de tal honor, su ascenso y caída en desgracia son propios de cualquier estrella del rock, su muerte lo convirtió en leyenda. Por un momento recordé algunas de sus gloriosas declaraciones de principios.

Por la mañana, un impulso me llevó a una librería cercana y a un párrafo de El alma del hombre bajo el socialismo, y me dije: esto es puro rock and roll. «Cuando una comunidad o una poderosa mayoría de una comunidad, o un gobierno de la clase que sea, trata de dictar al artista lo que tiene que hacer, el arte desaparece por completo, o se vuelve estereotipado, o degenera en una especie de oficio vil e innoble. Una obra de arte es el resultado único de un temperamento único».

Y añade: «Cuanto el artista tiene en cuenta lo que quieren los demás e intenta satisfacerlos, deja de ser artista y se convierte en un artesano triste y aburrido». Y remata: «El arte es la forma más intensa de individualismo que conoce el mundo, incluso me atrevo a decir que es la única forma real de individualismo que conoce el mundo». Yo no puedo más que suscribirlo.



Loquillo
Sección El Turno
elperiodico.com
19 de julio de 2010

16 julio 2010

Can you feel the light?



http://www.youtube.com/watch?v=q__QnW-9ROs

"All night long" - Peter Murphy



When the night is closing
Eyes are running wild
Then I hear you humming
All night long

The sign I see it
Tell me am I true
All I need from you is
All I see

This city's paved with cold
Playboys buying fun
Seems there is no hunter left
Without his hunting gun

Can you feel the light
The air is wild open
Oh you see the light it's coming through
It's there in the distance
Always offered to me
Always coming over a hill

Oh your see-saw smile
Lasts me all night long
Like a siren's curl
When the night is long

Now come hold my hand
No bad vibe hearts
Hold my hand you know
This journey could be long

Yeah the seasons come in
All the nights are woven
All the nights we'll see them through
Ahh no hundred men now
Would dare cut into us
We'll go on and see it through

Belle,
Une rose qui a joue son role
Mon Miroir,
Mon clef d'or
Mon cheval
Et mon gant sont les cinq secrets de ma puissance

Je voulais livrer
Il vous suffira de mettre ce gant
A votre main droite
Il vous transportera ou vous desirez l'etre

When the night has come in
Your eyes are running wild
Then I hear you humming
All night long

Yeah the sign I see it
Yeah the times I see it
All I need to know from you
Is all I see

Can you feel the light
The air is wild, open
Oh you see the light,
It's coming through
It's there in the distance
Always offered to me
Always coming over a hill
Yeah the seasons come in
All the nights are woven
All the nights we'll see them through
Ahh no hundred men now
Would dare cut into us
We'll go on and see it through

(Repeat X 3)


Del álbum "Love Hysteria" (1988)


*******


Ha sido una reacción extraña, considerando que sólo he estado siete años fuera de México. Sin embargo, he tenido la sensación de que han pasado demasiadas cosas desde entonces y que mucho ha cambiado el mapa personal que conservaba en la memoria sobre el DF, sus rincones, su gente y su atmósfera.

Apenas he cumplido una semana en mi tierra y es como si de golpe me hubiesen caido dos décadas encima. A veces pareciera que me metí en una máquina del tiempo que me ha llevado y traido a lo largo de esos veinte años que he sentido en mi espalda. Tantos recuerdos, tanta gente, tantas aventuras, ilusiones, sueños, música, descubrimientos, sensaciones. Y Peter Murphy entonando una y otra vez la canción con la que hoy cumplo el viernes de video musical en mi blog. Y me pregunto de nuevo Can you feel the light? y me digo a mí misma: The air is wild open.

Quizá todo parece distinto no sólo por la verdad innegable de que los años han pasado, sino por le hecho de que mi hijo me ha dado otra visión del mundo. Resulta raro llevarlo de la mano por lugares donde yo antes iba a mi aire. Ayer mismo que fuimos al Centro, que caminé por la calle de Tacuba que tan bien conocía por el Museo Nacional de Historia, Correos, el Palacio de Minería, la perfumería tan antigua donde mi madre se compraba su fragancias hechas a su gusto... Sensaciones raras, díficiles de explicar, con mi hijo de la mano y tratando de reconocer los cambios en esa calle tan remarcada en la historia de la Ciudad de México, esa calle por donde huyeron Cortés y sus soldados en la trágica Noche Triste.

Lo que enrarece aún más todo, por así decirlo, es una sensación de intranquilidad que flota en el ambiente. Veo demasiada policía por la calle: coches que sin acudir a ningún llamado, llevan las luces de las torretas encendidas; grupos de policías con chalecos antibalas en cada esquina de una de las principales calles del DF y el colmo del absurdo: una grúa de la policía abriéndose paso por la calle con la sirena encendida O_O La mayoría de la gente es incapaz de caminar sin ir mirando hacia atrás, bueno, yo misma lo he vivido y eso que atrás de nosotros caminaba una chica. Hay demasiada tensión y si antes la gente de todas las edades te miraba sin vergüenza alguna a la cara, hoy es peor. Ya no fingen demencia cuando tú los confrontas al ser el objeto de observación y cuasi escrutinio. Y es que ya nadie se fía de nadie. Lo peor, según se mire, es que mucho me han recomendado que tenga cuidado con mi hijo, obviamente, cada vez que salimos a la calle. Que hay muchos secuestros y que no lo pierda de vista ni un momento. Sobra decir que si bien yo tengo la costumbre de llevar de la mano a Happy Demon, sobre todo cuando cruzamos las calles en Valencia, aquí llego al grado de no soltarlo, directamente :P

Aún así, quiero tratar de conservar lo poco o mucho bueno que tiene el DF y que me tocó vivirlo. A veces recuerdo mucho aquel comentario que el escritor Arturo Pérez-Reverte hizo sobre la Ciudad de México en la cena donde generosamente nos invitó: que el DF le parecía extraido de la peli Blade Runner. Ni más ni menos. La ciudad del futuro con sus grandes contrastes, con tanta vida, con el mestizaje en todos los sentidos y en todas las áreas.


14 julio 2010

La carga de los tres reyes


Ya ni siquiera se estudia en los colegios, creo. Moros y cristianos degollándose, nada menos. Carnicería sangrienta. Ese medioevo fascista, etcétera. Pero es posible que, gracias a aquello, mi hija no lleve hoy velo cuando sale a la calle. Ocurrió hace casi ocho siglos justos, cuando tres reyes españoles dieron, hombro con hombro, una carga de caballería que cambió la historia de Europa. El próximo 16 de julio se cumple el 798 aniversario de aquel lunes del año 1212 en que el ejército almohade del Miramamolín Al Nasir, un ultrarradical islámico que había jurado plantar la media luna en Roma, fue destrozado por los cristianos cerca de Despeñaperros. Tras proclamar la yihad –seguro que el término les suena– contra los infieles, Al Nasir había cruzado con su ejército el estrecho de Gibraltar, resuelto a reconquistar para el Islam la España cristiana e invadir una Europa –también esto les suena, imagino– debilitada e indecisa.

Los paró un rey castellano, Alfonso VIII. Consciente de que en España al enemigo pocas veces lo tienes enfrente, hizo que el papa de Roma proclamase aquello cruzada contra los sarracenos, para evitar que, mientras guerreaba contra el moro, los reyes de Navarra y de León, adversarios suyos, le jugaran la del chino, atacándolo por la espalda. Resumiendo mucho la cosa, diremos que Alfonso de Castilla consiguió reunir en el campo de batalla a unos 27.000 hombres, entre los que se contaban algunos voluntarios extranjeros, sobre todo franceses, y los duros monjes soldados de las órdenes militares españolas. Núcleo principal eran las milicias concejiles castellanas –tropas populares, para entendernos– y 8.500 catalanes y aragoneses traídos por el rey Pedro II de Aragón; que, como gentil caballero que era, acudió a socorrer a su vecino y colega. A última hora, a regañadientes y por no quedar mal, Sancho VII de Navarra se presentó con una reducida peña de doscientos jinetes –Alfonso IX de León se quedó en casa–. Por su parte, Al Nasir alineó casi 60.000 guerreros entre soldados norteafricanos, tropas andalusíes y un nutrido contingente de voluntarios fanáticos de poco valor militar y escasa disciplina: chusma a la que el rey moro, resuelto a facilitar su viaje al anhelado paraíso de las huríes, colocó en primera fila para que se comiera el primer marrón, haciendo allí de carne de lanza.

La escabechina, muy propia de aquel tiempo feroz, hizo época. En el cerro de los Olivares, cerca de Santa Elena, los cristianos dieron el asalto ladera arriba bajo una lluvia de flechas de los temibles arcos almohades, intentando alcanzar el palenque fortificado donde Al Nasir, que sentado sobre un escudo leía el Corán, o hacía el paripé de leerlo –imagino que tendría otras cosas en la cabeza–, había plantado su famosa tienda roja. La vanguardia cristiana, mandada por el vasco Diego López de Haro, con jinetes e infantes castellanos, aragoneses y navarros, deshizo la primera línea enemiga y quedó frenada en sangriento combate con la segunda. Milicias como la de Madrid fueron casi aniquiladas tras luchar igual que leones de la Metro Goldwyn Mayer. Atacó entonces la segunda oleada, con los veteranos caballeros de las órdenes militares como núcleo duro, sin lograr romper tampoco la resistencia moruna. La situación empezaba a ser crítica para los nuestros –porque sintiéndolo mucho, señor presidente, allí los cristianos eran los nuestros–; que, imposibilitados de maniobrar, ya no peleaban por la victoria, sino por la vida. Junto a López de Haro, a quien sólo quedaban cuarenta jinetes de sus quinientos, los caballeros templarios, calatravos y santiaguistas, revueltos con amigos y enemigos, se batían como gato panza arriba. Fue entonces cuando Alfonso VII, visto el panorama, desenvainó la espada, hizo ondear su pendón, se puso al frente de la línea de reserva, tragó saliva y volviéndose al arzobispo Jiménez de Rada gritó: «Aquí, señor obispo, morimos todos». Luego, picando espuelas, cabalgó hacia el enemigo. Los reyes de Aragón y de Navarra, viendo a su colega, hicieron lo mismo. Con vergüenza torera y un par de huevos, ondearon sus pendones y fueron a la carga espada en mano. El resto es Historia: tres reyes españoles cabalgando juntos por las lomas de Las Navas, con la exhausta infantería gritando de entusiasmo mientras abría sus filas para dejarles paso. Y el combate final en torno al palenque, con la huida de Al Nasir, el degüello y la victoria.

¿Imaginan la película? ¿Imaginan ese material en manos de ingleses, o norteamericanos? Supongo que sí. Pero tengan la certeza de que, en este país imbécil, acomplejado de sí mismo, no la rodará ninguna televisión, ni la subvencionará jamás ningún ministerio de Educación, ni de Cultura.



Arturo Pérez-Reverte
XL Semanal
11 de julio de 2010

13 julio 2010

Campeones, campeones, oe oe oe




Reina volvió a ser el 'showman'

España se lo llevaba pidiendo toda la tarde a gritos de "¡camarero!" y Pepe Reina no falló en el espectáculo, aunque no deleitó a todos con sus ya famosas estrofas. El portero español volvió a ser el alma de las carcajadas españolas en la celebración por el título mundialista. Era uno de los momentos más esperados por los aficionados congregados en Madrid. Después de los ya míticos chistes de hace dos años tras ganar la Eurocopa, el guardameta del Liverpool no quiso defraudar a los seguidores que se acercaron a la capital y soportaron el tremendo calor.

Los cánticos de "Yo soy español, español, español" y "Sí, sí, sí, la Copa ya está aquí" eran los que predominaban entre la afición, que gritó al cielo de alegría cuando Casillas levantó el trofeo. Y fue entonces cuando sonó el "Campeones, campeones" con su "oe, oe oe" incluido. Después, el turno de Bisbal y su canción del torneo, que los 23 seleccionados, con sus camisetas rojas de campeones, bailaron entusiasmados.

Fue el capitán, Casillas, el primero en hablar y dijo estar muy orgulloso de liderar a este equipo de "individuos" que "no dejaban de darle por..." El siguiente fue el número 2, Raúl Albiol, que aseguró "no tener palabras". Y continuó el héroe de la final, Andrés Iniesta, que quiso quitarse méritos en favor de otro de los protagonistas del torneo: "Gracias al pulpo hemos sido campeones" proclamó Iniesta. "Es la hostia, viva España y viva Fuentealbilla", agregó antes de dar paso a Villa. El asturiano pidió "un aplauso para todos estos cabrones, los campeones del mundo". El 'speaker' aclamó los nombres de todos y cada uno de los jugadores, para después hacer sonar el 'We are the champions', ya un himno en lo que se refiere a este tipo de celebraciones.

Y por fin, el momento esperado. El de Pepe Reina, un auténtico 'showman', que bien podría vivir de esto si no se dedicase a ser campeón mundial. "¡Espartanos!, ¿Cuál es vuestro oficio?". "¡Au au!" le respondieron todos los jugadores y aficionados imitando la famosa película. "Aquí tenéis la copita" dijo al referirse a los cinco kilos de oro que se entregan al mejor equipo del mundo.

En la fiesta de la Eurocopa dedicó una frase a cada jugador de la selección y con el Mundial no ha querido ser menos: "Con el 1, el 20 de mayo de 1981 nace un santo en Móstoles, Iker Casillas. Con el 2 Raúl Albiol, el amigo de los famosos. El número 3, el dandi de España, Piqué. El 4, el padre Carlos Marchena. El 5, la cabeza de España, con su pelo de tarzán de África, Puyol. El 6, 'sweet' Iniesta, el hombre que escribió el guión de la final. El hombre que todo el mundo ama, Iniesta. El 7, el gol de España, Villa. El 8, la batuta, la batuta, por aquí, por allí, por allá, Xavi. El 9, el hombre que nos hizo creer y por eso estamos aquí, Fernando Torres".

Llegados a este punto se dio uno de los momentazos de la noche. Mientras Reina anunciaba a Cesc como "el 10, el que no quiere que le diga empanado. El futuro de España y del Barça, Cesc Fábregas", Puyol y Piqué aprovecharon que estaba distraído para agarrarle y enfundarle una camiseta del Barcelona. Siguió el espectáculo del portero español cuando se refirió a otro de sus compañeros: "El 11, el feo de cojones, Capdevila".

Reina no quería dejar pasar la oportunidad, para despejar cualquier duda de que este es un equipo admirable no sólo en cuanto a fútbol sino también en lo personal, Reina sacó a Valdés del grupo de jugadores que tenía detrás y voceó para que todo el mundo lo escuchara: "El 12, decían que nos llevábamos mal y mirad, mirad qué mal nos llevamos, Valdés".

El 'show' no terminó ahí: "El 13, el amigo del amago, Juan Mata. El 14, heridas de guerra, por su país, por España, Xabi Alonso. El 15, es un poco nervioso a la hora de centrar, Sergio Ramos. El 16, para mí el hombre del Mundial, el quitanieves, el pulpo, Busquets. El 2, el trufa se va a presentar sólo", exclamó sacando a Arbeloa al frente del escenario y preguntándole por qué le llamaban el espartano. El jugador del Real Madrid respondió volviendo a gritar: "¡Espartanos!, ¿Cuál es vuestro oficio?", a lo que el público y los jugadores contestaron de nuevo como se merece.

Reina prosiguió: "El 18, siempre corriendo, va al baño y corre, va a la cama y corre, Pedro. El 19, los centrales de Portugal parecían bolos, se los cargó a los tres, a los cuatro, a los cinco, Llorente. El 20, la fuerza, la garra, el alma de España, Javi Martínez. El 21, el poni, mide 1'40, David Silva. El 22, el pajarillo loco, el nervio de la selección, se ha escapado de un manicomio, se ha escapado corriendo y no lo cogerán porque corre mucho, Navas".

"Y con vosotros este humilde speaker" concluyó Reina antes de que los otros 22 jugadores se lanzaran a abrazarle. Dedicó por último unas palabras para Del Bosque, que se mostró muy emocionado. Igualmente agradeció al cuerpo de policía su trabajo durante el largo e histórico día.

La celebración llegaba a su ocaso con el fantástico 'We will rock you' de Queen y Manolo Escobar hizo su aparición con su 'Que viva España'. Los jugadores, fuera de sí, le mantearon y no pudo terminar su interpretación. De nuevo sonó el 'We are the Champions' y con ello se dio fin al acto, con los 23 jugadores cansados tras 24 horas de felicidad.

Una muestra más del buen ambiente que hay en esta selección, una atmósfera de la que la mayoría de los jugadores echan gran culpa al dorsal 23 de la nueva campeona del mundo. Todos esperan ya que Reina vuelva a bromear dentro de dos años, cuando España dispute y gane la próxima Eurocopa.


Diego González
El Mundo
13 de julio de 2010


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Vaya manera de comenzar estas vacaciones en mi tierra ;-) Casi nos dio algo de tanta emoción y hasta Happy Demon canturreaba el "oe oe oe".

Increible, de verdad, increíble. España campeona del mundo!!!!!!! Y al que le pique, que se rasque.


09 julio 2010

Warriors of the world



http://www.youtube.com/watch?v=IpvUqzPixAU

"Warriors of the world united" - Manowar


Here our soldiers stand
From all around the world
Waiting in a line
To hear the battle cry
All are gathered here
Victory is near
The sound will fill the hall
Bringing power to us all

We alone are fighting
For metal that is true
We own the right to live the fight
We're here for all of you
Now swear the blood upon your steel
Will never dry
Stand and fight together
Beneath the battle sky

Brothers everywhere
Raise your hands into the air
We're warriors, warriors of the world

Like thunder from the sky
Sworn to fight and die
We're warriors, warriors of the world

Many stand against us
But they will never win
We said we would return
And here we are again
To bring them all destruction
Suffering and pain
We are the hammer of the gods
We are thunder, wind and rain

There they wait in fear
With swords in feeble hands
With dreams to be a king
First one should be a man
I call about and charge them all
With a life that is a lie
And in their final hour
They shall confess before they die

Brothers everywhere
Raise your hands into the air
We're warriors, warriors of the world

Like thunder from the sky
Sworn to fight and die
We're warriors, warriors of the world

If I should fall in battle
My brothers who fight by my side
Gather my horse and weapons
Tell my family how I died
Until then I will be strong
I will fight for all that is real
All who stand in my way
Will die by steel

Brothers everywhere
Raise your hands into the air
We're warriors, warriors of the world

Brothers everywhere
Raise your hands into the air
We're warriors, warriors of the world

Like thunder from the sky
Sworn to fight and die
We're warriors, warriors of the world

Brothers everywhere
Raise your hands into the air
We're warriors, warriors of the world

Brothers everywhere
Raise your hands into the air
We're warriors, warriors of the world

Like thunder from the sky
Sworn to fight and die
We're warriors, warriors of the world

Brothers everywhere
Raise your hands into the air
We're warriors, warriors of the world



Del álbum "Warrior of the world united" (2002)

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Probablemente, cuando esta entrada se publique, Happy Demon y yo nos encontraremos en la Ciudad de México. Los pormenores del viaje ya los comentaré, quizá mañana o el domingo. Pero sepan que hay mucha emoción, a fin de cuentas, hace seis años que no venía a mi tierra y no sólo me voy a reencontrar con mi familia, sino también con mi señor marido que a partir de finales de abril pasado, está trabajando en este lado del mundo.

He escogido este temazo de los geniales Manowar para encabezar el soundtrack de todo este verano que pasaré con mi familia y mis amigos en mi querido México ;-)





04 julio 2010

El eco de antiguas vidas

Estela romana de gladiadores


Estoy familiarizado con paisajes de orillas azules, cielos luminosos y cementerios blancos. Allí intuí pronto –o tal vez aprendí a aprender– que la muerte es episodio natural y consecuencia de todas las cosas. Quizá por eso tengo afición a las lápidas donde figuran inscripciones serenas, cuya contemplación ayuda a ordenar pensamientos y vidas. Me gusta leerlas e imaginar las existencias que allí se resumen, y calcular qué de ello puede serme útil o saludable. También, a veces, durante esos ratos tranquilos en que la biblioteca está en silencio absoluto y no tengo ganas de leer algo continuado y denso, hojeo las páginas de algún libro relacionado con el asunto, o que me lo parece. Mis queridos Montaigne y Cervantes, por ejemplo, abundan en esa clase de sentencias que a veces podríamos tomar por funerarias, o casi; y sospecho que los autores de los Ensayos y el Quijote lo que hicieron, en realidad, fue escribir astutos y caudalosos libros-epitafios para ayudarse ellos mismos a bien morir.

Tengo otros libros a los que acudo con esa intención. Mis favoritos son 'Epigramas funerarios griegos' y los dos volúmenes de 'Poesía epigráfica latina', de la colección de clásicos Gredos, que reúnen buen número procedente de estelas funerarias o de fragmentos literarios antiguos. Me seducen especialmente sus antiquísimas fórmulas canónicas: invocación al caminante –«Llora mi amargo destino, caminante»–, elogio del difunto –«Nadie llegó a desceñir su virginal cinturón»– y consolatio final –«Amado por muchos, lo habría sido por más»–. Algunas de las inscripciones, sobre todo las dedicadas a niños y jóvenes muertos en su edad primera, me conmueven especialmente. «Con lamentos, mi madre colocó esta lápida junto al camino», dice una de ellas. Y otra: «En este lugar yazco, dejando huérfana la vejez de mi padre». Tengo varias favoritas. Por ejemplo: «Te admiraban mortales y dioses, pero una envidiosa divinidad se apoderó de ti», y «Sin apenas gustar de la juventud, me he hundido en el Hades». Aunque ninguna tan hermosa y triste como la de una recién nacida: «La mayor parte de mi vida la pasé en el vientre de mi madre».

Algunas de esas antiguas inscripciones resumen admirablemente toda una vida, una profesión o un carácter. «La Moira raptó a Cleómbroto, excelente en jurisprudencia», afirma una. Y otra: «Comadrona, salvé a muchas mujeres, pero no pude escapar a la Moira». Tampoco está nada mal: «Que mis herederos rocíen con vino mis cenizas». Aunque de ésas, mi más admirada es la magnífica «Vi las ciudades de muchos hombres y conocí su forma de pensar». Las inscripciones referidas a muertos en combate se encuentran también entre mis predilectas. La más famosa, por supuesto, es aquel «Caminante, si vas a Esparta...» de las Termópilas. Hay otra que me gusta mucho: «Entre roncos gemidos, sus compañeros levantaron este túmulo». También la de un soldado llamado Aristarco, que «Murió mientras sostenía el escudo en defensa de su patria», y la conmovedora «Cayó entre los que combatían en primera fila, e intenso dolor dejó a su padre». Pero la que siempre me pone al filo de la emoción es el sencillo elogio fúnebre de un hoplita muerto en la llanura de Curo, el año 281 antes de Cristo: «Yo no retrocedí ante el ataque de los enemigos. Era soldado de infantería».

Otra inscripción que me parece magnífica, por lo que tiene de épica y evocadora, está en el museo arqueológico de Córdoba. Se trata de la estela funeraria de un gladiador del siglo I muerto en su séptimo combate, y su escueto elogio –tres palabras en mitad del texto: "venció seis veces", incluidas con orgullo por la esposa que costea su lápida– me hace evocar con facilidad el anfiteatro cordobés, el grito de la muchedumbre en los graderíos, el ruido de las armas y la sangre corriendo sobre la arena: «Actio, gladiador. Venció seis veces. Tenía veintiún años. Aquí está enterrado. Que la tierra te sea ligera».

Pero no es sólo en las piedras, o en los libros. Hace muchos años, en el cementerio helado de Bucarest, me asombró comprobar hasta qué punto ese eco funerario clásico, tan literario, puede llegar de forma natural hasta nuestros días. El día de Navidad, bajo la nieve, una pobre madre lloraba y rezaba ante la tumba aún abierta de su hijo, asesinado por la Securitate del dictador Ceaucescu. Y cuando la intérprete me tradujo sus palabras, me quedé estupefacto. Aquella mujer campesina, analfabeta, estaba recitando de memoria –una memoria antiquísima, sin duda, transmitida oralmente– un epigrama funerario triste y bello, quizás aprendido por algún antepasado suyo en una piedra contemplada, siglos atrás, a un lado del camino: «Es oscura la casa donde ahora vives».


Arturo Pérez-Reverte
XL Semanal
27 de junio de 2010

02 julio 2010

Quinto aniversario



Hoy romperé con la "costumbre" de cada viernes de colgar un video y el motivo creo que lo justifica ;-) Hace cinco años que inicié este blog, más por curiosidad que por necesidad. Y a lo largo de este tiempo he encontrado una forma de comunicación que mucho me complace y me retroalimenta.

Gracias de nuevo a todos los que han sido visitantes asiduos y/o lectores. Les aseguro que hay blog para rato ;-)